El joven médico obstetra Raúl Martínez, junto con elegirse un nuevo Presidente y creyendo que se iniciaba "una nueva forma de gobernar" y no, como unos pocos temíamos, que para efectos prácticos fuera sólo un V Presidente de la Concertación, aceptó el cargo de Seremi de la Región de Atacama.
Allá se trasladó y recayó sobre él una importante responsabilidad: la de estudiar técnicamente la calificación ambiental de dos centrales termoeléctricas, las de Barrancones y Castilla, que habían sido objetadas por la anterior Seremi, de la Concertación. Después de reunir todos los antecedentes técnicos, durante dos meses, resolvió que las centrales no tenían el carácter de "contaminantes", que les impedía instalarse, sino sólo el de "molestas", que les permitía operar.
Cuando, en el caso de Barrancones, una intervención presidencial intempestiva llevó a que la empresa GDF Suez desistiera de ese proyecto, el doctor Martínez presentó su renuncia, por considerar que la institucionalidad ambiental había sido pasada a llevar por una decisión personal y discrecional del Presidente.
Cuando se aprestaba a volver a sus tareas de médico obstetra en un hospital público, la Corte de Apelaciones de Copiapó, acogiendo un recurso de protección interpuesto por ambientalistas, también pasó por sobre el informe técnico del doctor Martínez relativo a la central Castilla. Refiriéndose a este último caso, el doctor Martínez declaró ("La Segunda", 16.09.10): "En el primer informe que dictó la Seremi anterior había errores significativos, groseros, que no tienen nombre. Hacer mal el cálculo de la contaminación de un determinado proyecto es algo que la Corte de Apelaciones no considera un error y eso es un chiste. Yo me demoré casi dos meses en emitir una nueva resolución, en base a datos científicos que me permitieron tomar una resolución fundada y calificar a esa empresa como "molesta", porque cumplía con la normativa ambiental. Los datos están y se pueden revisar".
Uno sabe dónde comienza la demagogia, pero no dónde termina. Primero la practicó el Presidente con Barrancones, y como la política ha penetrado tan hondamente al Poder Judicial, la Corte de Copiapó le replicó: "su demagogia y seis más", porque la capacidad de generación de Castilla es seis veces la de Barrancones.
Los alegatos ante la Corte fueron un lunes y el miércoles dictó resolución rechazando la central. El doctor Martínez se había demorado dos meses en estudiar los antecedentes técnicos, antes de emitir la suya aprobando el proyecto.
El país, cuyo Presidente le ha brindado tantas iluminaciones feéricas en estos días (con cargo al erario), se verá enfrentado al peligro de oscurecimiento en el futuro, debido a la escasez de energía. Ya se ha anunciado, además de los rechazos de centrales descritos, la postergación de Hidroaysén, que está también bajo la mira de los ecologistas.
El doctor Martínez había decidido aportar su esfuerzo al gobierno que contribuyó a elegir, trabajando como Seremi los cuatro años del mandato de Piñera, pero se desilusionó en pocos meses. Sobre el caso Barrancones y ante la nula atención a los antecedentes técnicos, dice: "Mejor que se hagan las cosas como quiera el Presidente de la República". Y a raíz de lo de Castilla comenta: "Si ese caso se va a dar en todos los procesos medioambientales, es mejor que la institucionalidad ambiental no exista".
Quiso servir a su país y técnicamente fundamentó la procedencia de la construcción de dos centrales termoeléctricas que Chile necesita con urgencia. Pero la demagogia pudo más. Ahora vuelve, desilusionaddo, por supuesto, a su ciudad de origen y a su función de médico obstetra, más pobre de lo que llegó, dice. Por suerte todavía no había alcanzado a vender su casa.
Por su esfuerzo en el sentido de impulsar el progreso de Chile y su crecimiento económico, enfrentando la demagogia imperante, este blog ha resuelto conferirle su "Premio Bicentenario al Patriotismo".
El galardón es modesto y hasta gravoso, pero significativo, porque está lleno de agradecimiento patriótico. Pues consiste sólo en un ejemplar de la edición de hoy de este blog, elegantemente enmarcado (esto último, eso sí, a costa del galardonado) para orgullo de su descendencia y edificación de las futuras generaciones.
Ojalá hubiera muchos chilenos con el coraje y el sentido de la función pública del doctor Raúl Martínez.
Los focus groups son los verdaderos asesores de la presidencia.
ResponderEliminarLos doctorados, MBAs, diplomados etc están demás.
Don Hermogenes tambien deberia enmacar a los diarios de derecha que ni siquiera mencionaron este episodio, y si lo mencionaron lo hiceron erroneamente.
ResponderEliminarEnmarque esta nota de la tercera como oda a etica periodistica.
http://www.latercera.com/noticia/nacional/2010/08/680-287916-9-seremi-de-salud-de-atacama-renuncia-en-medio-de-investigacion-por-reapertura-de.shtml