Es una suerte vivir en un mundo civilizado. Reina el respeto entre los países y entre las personas.
Si un gobierno necesita someter a proceso a alguien que ha cometido delito en su territorio, y ese alguien se encuentra en otro país, puede dirigir un exhorto al gobierno de éste para que detenga a la respectiva persona y la ponga a su disposición.
Pero, para proceder así, el gobierno solicitante necesita una orden judicial previa. Será un tribunal el que la expida, después de examinar los antecedentes y asegurarse de la legalidad de la solicitud de detención y extradición.
El país receptor de la solicitud, a su turno, procederá a la detención mediante su propia policía y después de que sus tribunales hayan aprobado la petición del primer país. Su policía deberá obrar con una orden judicial previa, para poder ingresar legalmente al domicilio del individuo buscado y proceder a detenerlo. Al hacerlo, le hará saber sus derechos y el motivo de la detención, de tal manera que pueda procurarse una adecuada defensa, en el caso de que no esté de acuerdo en ser extraditado, y un tribunal resolverá al efecto.
Si, finalmente, se declarare procedente la extradición del individuo, éste será enviado al país solicitante, donde se iniciará un juicio en su contra. Si en ese país hay una Defensoría Penal Pública, ésta se hará cargo de hacer valer los derechos del imputado, frente a la pretención de la Fiscalía de que el tribunal en lo penal lo condene. Adicionalmente, un Juez de Garantía velará por que se respeten los derechos del procesado.
Finalmente, si tras el respectivo juicio éste resulta condenado, y tras sucesivos recursos, que podrán requerir incluso la intervención y el pronunciamiento del más alto tribunal de la nación, se cumplirá la sentencia condenatoria.
Si los delitos atribuidos al individuo fueren de gravedad máxima, en algunas naciones civilizadas (cada vez menos), en que subsiste la pena de muerte, ésta le será aplicada. Pero ello se hará con las consideraciones propias de un medio humanitario.
Los restos del ajusticiado serán entregados a su familia, que procederá, entonces, a darle condigna sepultura.
"La justicia habrá sido servida". Existirá la tranquilidad de haberse cumplido todos los preceptos que garantizan tanto los derechos de la sociedad como los de la parte ofendida por el o los delitos cometidos y los del ofensor, consistentes estos últimos en ser presumido inocente hasta que se pruebe ante el tribunal lo contrario, en la posibilidad de defenderse y, finalmente, en la garantía de ser condenado legalmente.
Después de miles de años de la aparición del hombre sobre la Tierra, por fin hemos conseguido alcanzar un grado de civilización que respeta la soberanía de los países, los derechos de las personas, la legalidad de las actuaciones de los poderes públicos y el digno tratamiento de los restos de las personas condenadas a perder la vida.
¡Dios bendiga a nuestro mundo civilizado!
Esto es lo que proponen los socialistas para el caso de los terroristas. Pero ellos están dispuestos a escupir el féretro de sus enemigos cuando tienen la oportunidad de hacerlo.
ResponderEliminarEstimado Hermogenes, que fina ironía, desgraciadamente como civilización estamos a años luz de alcanzar ese estadio de desarrollo, la verdad es que los poderosos de todos los colores y lados, han hecho, harán y seguirán haciendo su voluntad si eso les conviene.
ResponderEliminarPensar otra cosa es poesía.
Atte.
LAB
Este comentario de nuestro amigo Hermógenes es una buena respuesta a una carta aparecida hoy en El Mercurio de Valparaíso firmada por "Inocencio" Parot.
ResponderEliminarpor primera vez estoy de acuerdo contigo luis, civilizacion es cuando el fuerte se da cuenta que le es provechoso dominar al debil y el debil se da cuenta de que saca mas utilidad siendo dominado que eliminado.
ResponderEliminarAMEN.
ResponderEliminar"Pretensión" es con "s".
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