martes, 18 de junio de 2024

La Derecha Dura y la Democracia

Leyendo en Ex Ante un artículo de Pepe Auth, un experto electoral de izquierda bastante objetivo y que suele errar por menos que los demás, advierto que tiene un prejuicio sin fundamento: dice que "la extrema derecha" es una amenaza para la democracia en Europa y hace extensivo ese "peligro" a Chile.

Pero en Chile la derecha simplemente no puede ser una amenaza para la democracia, porque es la autora, la progenitora de la democracia chilena. Fue un presidente de derecha como el que más, Augusto Pinochet, quien entregó el poder después de la única transición a la plena democracia que ha habido, la de 1981 a 1989. Y ahí entró a regir la democracia prevista en la Constitución de 1980. En el articulado transitorio se contemplaba un plebiscito presidencial en 1988 que, si hubiera ganado el Sí, implicaba plena democracia desde el 11 de marzo de 1989. Y si ganaba el No, como sucedió, se prolongaba un año el mandato del presidente en ejercicio, hasta el 11 de marzo de 1990.

Pepe Auth, como toda persona informada, sabe que la derecha va a volver al poder en 2025, porque es lo que evidentemente quiere la gente. Por eso en todas las encuestas aparecen a la cabeza Evelyn Matthei y José Antonio Kast, ambos de centroderecha. Los de la derecha dura tenemos a nuestro candidato, Johannes Kaiser, confiados en que una mayoría, la misma que rechazó los proyectos constitucionales contemporizadores con la izquierda que apoyaban Matthei y Kast, va a votar por aquél porque representa la firmeza y la continuidad --largo tiempo interrumpida-- del país plenamente democrático, ordenado del 11 de marzo de 1990. Ése donde los delincuentes y terroristas estaban presos; ése que no sufría la guerrilla en la Araucanía ni el arribo masivo de delincuentes extranjeros por el norte; ése que, de haber continuado el mismo camino, creciendo 10 % anual como en 1989, habría alcanzado el status de desarrollado antes del siglo XXI. 

Entonces, los que somos de derecha pura y dura nos sentimos padres legítimos de la democracia chilena antes de que la enfermaran las izquierdas y los contemporizadores con ellas. Y queremos mejorarla y restablecerla. Hoy está desvirtuada, fallida. Se violan flagrantemente la Constitución y las leyes, reina el delito en calles y campos y los jueces persiguen más a los agentes del orden que a los malhechores. Hay una dictadura judicial que contraviene la Constitución y las leyes, mantiene a centenares de presos políticos  exuniformados seniles y cuyos derechos humanos son crónicamente atropellados, entre ellos ancianos privados de libertad por más de treinta años, que nunca tuvieron un debido proceso y privados hasta de derechos carcelarios que se respetan hasta a los peores delincuentes. En este país degradado, devora todo un Estado acromegálico enorme, cuya permisología no deja producir, que se autopaga remuneraciones en exceso (un 50 % más que en el mercado) y es incapaz de garantizar el orden público y evitar el deterioro de instituciones centenarias como el Instituto Nacional y la Universidad de Chile, hoy en proceso de descomposición; un país donde no rige la institucionalidad sino un confeso "parlamentarismo de facto" y los porcentajes de convencidos de que va por mal camino y de los que viven con miedo crónico son los más altos del mundo.

Somos la derecha, la madre legítima de nuestra democracia. Queremos rescatarla. Impedir que los verdaderos enemigos de ella sigan en el poder y la terminen de destruir. Y con el voto de la misma mayoría que nos ha respaldado en la última elección y en dos plebiscitos, venciendo a la izquierda y a los contemporizadores con sus dislates, lo vamos a conseguir.

sábado, 15 de junio de 2024

La Dictadura Judicial Contraataca

Después de que la Corte de Apelaciones de San Miguel, siguiendo el dictamen del fiscal de la misma, dictó un fallo respetando la ley y, por tanto, anulando una condena contra exmilitares, por una muerte de 1973, de la ministra sumariante Marianela Cifuentes, la Corte Suprema ha arremetido con todo contra sus subordinados de San Miguel: les invalidó el fallo y ordenó dictar otro, no sin antes ordenar reemplazar a todos los ministros que dictaron la sentencia por otros que den garantías de prevaricar fallando contra leyes expresas y vigentes.

Los ministros reemplazantes de San Miguel ya saben: tienen que condenar a como dé lugar a los ancianos exmilitares y, lo más importante (la médula del negocio) condenar al fisco a pagar decenas o, en lo posible, centenares de millones de pesos. Éste es el móvil principal en esta cuarta categoría del crimen organizado en Chile que son los juicios de DD. HH. Las demás tres categorías son el narcotráfico, el robo de madera y el de cables de cobre.

En lo concreto los supremos les están ordenando a sus subordinados de San Miguel cometer el delito del art. 223 del Código Penal, que pena con inhabilitaciones y presidio o reclusión de 61 días a 5 años a los jueces "cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil". 

Todos los demás fallos de DD. HH. de los últimos quince años han sido dictados contra leyes expresas y vigentes de amnistía, prescripción y, a veces, cosa juzgada. Así lo ha recordado un abogado de DD. HH. en medio de su desesperación por el de San Miguel, que le pondría término a su pingûe negocio si sentara jurisprudencia. Entretanto hay 328 presos políticos militares, sin contar los que han fallecido en prisión, esposados  a sus camas hospitalarios o suicidados.

En rigor, la dictadura judicial es sólo un síntoma más. Chile es hoy un país fallido. El 70 por ciento de la población afirma que vamos por muy mal camino y el 69 por ciento vive con miedo. Ambos top-ones mundiales.

El resto de la sociedad "mira para otro lado"- Y ¿por qué el abogado de DD. HH. dice que que "se ha roto una tradición de 15 años"? Porque antes la segunda sala respetaba las leyes vigentes. Editorialmente El Mercurio aplaudía "la preservación de la legalidad" al aplicarse una prescripción (véase fallo y editorial citados en mi libro "Miserias Morales de la Chilenidad Actual", página 121). 

Lo actual es escandaloso. Es una "banalización del mal". Es lo que ha llevado al general desánimo interno y a la revista The Economist a degradar a Chile de "democracia plena" a "democracia defectuosa"


miércoles, 12 de junio de 2024

Boric Engaña a Scholz

En mal momento pasó Boric por Alemania, porque el socialdemócrata Scholz lo recibió todavía groggy tras la paliza que le propinó la derecha en las elecciones del parlamento europeo.

A la vez ambos aparecieron ayer juntos suscribiendo un disparatado artículo en El Mercurio, culpando al CO2 del cambio climático, lo cual está científicamente comprobado que es falso. Pero por ese error ambos gobernantes han perjudicado a sus respectivos gobernados porque, siguiendo la errónea tesis, han encarecido las cuentas de luz de sus respectivos países.

Llamé a Douglas Pollock para que mandara a El Mercurio un artículo rectificatorio, pero estaba tomando un avión a Europa, donde asistirá a una conferencia en la cual, justamente, se ratificarán las pruebas de que el CO2 no ha hecho subir la temperatura de la Tierra, de que las fuentes eólicas y los paneles solares generan energía más cara que la basada en el carbón y, además, necesitan plantas de respaldo alimentadas por combustibles fósiles y generadoras de CO2. Por eso Alemania y Chile pierden competitividad.

Los chilenos hemos hecho el ridículo cerrando plantas a carbón y Pollock ha demostrado que, mientras lo hacíamos, China e India construyeron plantas a carbón por 90 veces las cerradas por Chile. Porque no creen que el CO2 influya en el cambio climático, no sacrifican su competitividad ni su crecimiento ni hacen el menor caso del Acuerdo de París para reducir el CO2. 

Seguramente eso incide en nuestro acero más caro que el chino y en el riesgo de tener que cerrar Huachipato o subsidiarlo. Por supuesto, chinos e indios tienen energía barata y nosotros una de las tres más caras del mundo.

También Boric buscó en Alemania mejorar su alicaída popularidad diciendo mentiras, en coro con Scholz, contra el gobierno militar cuyo legado nos dio los "mejores 30 años de la historia de Chile".

Una, que Alemania iba a ayudar en el "plan de búsqueda" de miles de "detenidos-desaparecidos" en dictadura. ¡Cuidado, Scholz, eso es una estafa! Pues durante el gobierno militar fueron denunciados 651 casos de personas desaparecidas tras su detención. Todos los demás los han inventado después de 1990 y nunca nadie los mencionó cuando Pinochet era presidente. Y el paradero de todos los respectivos restos está precisado.

Le debemos a una autora francesa, Suzanne Labin, haber probado ante el mundo que los casos eran sólo 651 (pág. 243 de su libro "Chili: Le Crime de Résister"). Y después de 1990 fue precisado el paradero de todos ellos: muchos habían abandonado el país, eran simples viajeros, según registro de las autoridades; otros ni siquiera figuran como personas existentes en el Registro Civil; otros más fueron reconocidos como muertos en combate o perseguidos por los servicios de inteligencia y sus restos lanzados al mar; otros fueron vistos vivos después por personas naturales que hicieron declaración jurada ante notario; y el mayor número yacía después de muertos en una decena de patios del Cementerio General y en los depósitos del Servicio Médico Legal. 

Y, por supuesto, el más famoso de todos, que dio título a la película del marxista griego Costa Gavras, Missing (Desaparecido), cuyos restos fueron encontrados, entregados a diplomáticos norteamericanos y enterrados en EE. UU.

¡Cuidado. Scholz, te van a sacar plata mediante engaño estilo "Fundaciones"! Y por casos "creados" después de 1990.

El otro engaño (o ignorancia) de Boric derivó de pedir público perdón por los supuestos "miles de exiliados del gobierno militar". No hubo tales. Hubo unas pocas expulsiones aisladas en 17 años, que se cuentan con los dedos de las manos. Lo que hizo ese régimen fue dar pasaportes a personas requeridas por la justicia por actividades delictivas, muchas de las cuales se asilaron en embajadas. Pero no eran ni fueron "exiliados", sino simplemente prófugos que pedían y obtenían, con apoyo externo, autorización para viajar a otros países.  Por ejemplo, El Mercurio del 12 de abril de 1978 informaba: "Otras 109 personas condenadas en el marco de la Ley de Seguridad Interior recibieron autorización para salir del país".

El teatral pedido de perdón de Boric es otro testimonio de ignorancia (o mala fe) suyo. Mala para la imagen de Alemania su complicidad en ello.


lunes, 10 de junio de 2024

¿Por Qué la Derecha?

Los triunfos que la derecha, es decir, el ideario de la libertad con orden, ha obtenido en la elección del parlamento europeo son notables. Tanto que en la que fuera Alemania Comunista ha pasado a ser el mayor partido Alternativa para Alemania, el de más a la derecha. Es notable que sean precisamente los alemanes que vivieron el comunismo en carne propia desde 1945 hasta 1989, los más derechistas de todos. Porque si bien en el resto de Alemania Alternativa también creció, no lo hizo al grado de convertirse en la colectividad mayor de todas.

En Chile se está gestando un fenómeno parecido, aunque la situación acá no es como en Europa, sino casi por completo incivilizada: vivimos en un estado de anomia, que significa "ausencia de ley" y cercano al caos. Acá un turbazo de varios sujetos entra a tu casa y te lleva todo. O una encerrona te saca de tu auto y si los carabineros llegan a pillar a los delincuentes, los jueces los dejan libres por ser menores o porque se trata sólo de receptación. Gente decente encerrada y maleantes libres no es en Chile una caricatura.

La mayoría está espantada y sólo espera poder pronunciarse pronto en las urnas, desengañada de quienes llegaron al poder en 2022 ejerciendo la violencia y aprovechando que las élites estaban obnubiladas y sin liderazgo real, pues el presidente que había contemporizaba con los facciosos. Se creó por la izquierda un clima de opinión inverosímil, tanto que, cuando se inició la arremetida delictual, varias voces pedían público perdón a los vándalos que saqueaban e incendiaban, como si los hubieran empobrecido. En esos días fui expulsado de Canal 13 por defender la acción policial con que Pinochet liquidaba en un día cada conato revolucionario (le habían hecho 17 entre 1983 y 1987). Por suerte dos plebiscitos permitieron a la mayoría honesta hacer volver en sí al país y defender los cánones sobre orden público que nos rigen pero no se aplican. 

En el cambio de opinión mundial que se está registrando ha tenido un papel principal el surgimiento de la figura de Javier Milei, hoy luchando por reconstruir su patria "desde las cenizas", tal como la Junta Militar lo debió hacer con Chile hace ya medio siglo. El discurso de libertad y orden de Milei ha dado la vuelta al mundo de una manera sin precedentes. La sola entrevista con el periodista independiente norteamericano Tucker Carlsson registró una audiencia del cinco por ciento de la población mundial, más de 400 millones de personas.

En nuestro medio hemos carecido de una personalidad política tan definida como Milei, pero es interesante apreciar un pronunciado giro a la derecha en las encuestas, en particular en la realizada recién por Imaginacción, cuyo socio principal es un expolítico de izquierda (MAPU, luego socialista), Enrique Correa, reconocido lobbysta de la plaza. 

Su encuesta anticipa que en las próximas elecciones de octubre la oposición, principalmente de derecha, derrotará al régimen por 56 a 44%. El ciclo de despedida de Boric a través de las urnas, así iniciado, culminará en diciembre del próximo año.

Temo que sin una mano enérgica y las mismas ideas de derecha de Milei, iguales a las de Pinochet y la Junta, que hicieron posible el milagro chileno mundialmente reconocido, no vamos a poder superar el estado de anomia en que nos ha sumido otra vez el marxismo, con el cual, increíblemente, hemos vuelto a tropezar.

viernes, 7 de junio de 2024

Soluciones de Derecha

Si hubiera habido un Presidente de derecha, la cuenta pública habría sido completamente distinta. En primer lugar, habría hecho ver que Chile sufre de un mal grave: tiene un Estado hipertrofiado, es decir, demasiado grande y caro para lo que el país puede soportar. ¿Por qué? Porque ha sido gobernado por regímenes de izquierda durante 34 años. Pues también, para efectos prácticos, los gobiernos de Sebastián Piñera fueron de izquierda. Apenas asumido el primero, su Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se vanagloriaba de que habían triunfado en la elección presidencial porque habían abrazado "las banderas de la izquierda", que son las peores, pero muy populares entre los chilenos.

Piñera fue un contemporizador irredento con la izquierda. Y ahora se aprestaba a reunirse con Boric y preparar su tercera presidencia. En el fondo de su corazón amaba al socialismo y sostenía que debía haber un Estado "fuerte, que norme, regule, controle y fiscalice". Siempre  empleaba tres adjetivos, preferiblemente sinónimos, pero le gustaba tanto el Estado que en su caso empleaba cuatro.

Entonces, si por primera vez después de Pinochet hubiera habido hoy otro Presidente de derecha, las soluciones a los cuatro problemas fundamentales actuales (seguridad pública, pensiones, salud y educación) habrían sido las diametralmente opuestas a las socialistas de Boric y la cuenta pública habría prometido: 

(1) Severa persecución judicial contra delincuentes y terroristas, especialmente los de la primera línea de la insurrección del 18-O. Hoy la justicia "al estilo Chong" persigue más a los carabineros y Boric indulta y pensiona a delincuentes y terroristas. Chile es el "paraíso de los malhechores" y hasta los exporta. Somos el país con más miedo en el mundo por segundo año consecutivo en el índice británico Ipsos. Ahora el 69 % de los chilenos tiene miedo. El año pasado era sólo el 63 % y también éramos los que teníamos más miedo.

(2) Como las remuneraciones pagadas por el Estado burocrático son 50 % más altas que las de mercado (La Tercera, 20.11.21, no desmentido hasta hoy), para mejorar las pensiones se aplicaría un impuesto de 10% a la renta de los funcionarios públicos sobrepagados, lo que permitiría una pensión mínima para todos los jubilados de $400 mil mensuales, según calculó la economista Bettina Horst en El Mercurio hace un par de años. Claro que yo defiendo su idea con mucho más entusiasmo que ella, supongo que contenida por razones políticas, pero eso no les quita fuerza. Boric promete apenas $250 mil pesos de pensión mínima y recargarnos con más impuestos a todos para financiarla. 

(3) Salud: según ha demostrado reiteradamente el experto Rafael Caviedes Dupra en cartas a El Mercurio, lo que gasta Fonasa por afiliado permitiría a todos éstos tener planes en Isapres, que dan mejor calidad de servicio y no tienen listas de espera. Es decir, "Isapres para todos", lo que implicaría un salto adelante en la calidad de la atención de salud en Chile.

(4) Educación: El Ministerio de Educación es un monstruo burocrático ineficiente y, con lo que cuesta, que se ha multiplicado por diez en términos reales en 34 años de "gobiernos de los peores" (que son los políticos y sus partidos, según todas las encuestas), se podría dar un voucher o documento de pago de enseñanza a cada alumno de familia pobre para matricularse en los mejores colegios pagados a su elección, los que comenzarían a ampliarse y multiplicarse. Y como la educación particular pagada es la mejor, según todos los indicadores, la enseñanza en Chile con "todos teniendo patines" daría un salto adelante espectacular. ¡Seríamos un país de "gente bien educada"! Hoy inimaginable.

Imposible no citar el artículo de Rolf Lûders del 01.11.19 en La Tercera, donde probó que si el "gasto social" del gobierno fuera a los dos deciles más pobres, no habría pobres en Chile. Cada familia tendría $ 2 millones y medio al mes. Hoy la burocracia dorada de izquierda se queda con esa plata.

Eso es cuanto la derecha puede ofrecer. Esa sería la cuenta anual de un nuevo Presidente de derecha a secas y no-contemporizador, como Johannes Kaiser, por ejemplo, que es mi candidato. 

Quedo a la espera del voto de los chilenos para hacerlo realidad.

domingo, 2 de junio de 2024

Boric 007: Licencia Para Matar

Los socialismos reales, como el que está en el poder en Chile, buscan solucionar problemas matando gente. El Libro Negro del Comunismo, obra de varios intelectuales franceses, documentó que hasta la época en que se publicó (años 90) los socialismos reales habían matado 100 millones de personas. Javier Milei suele repetir que han sido 150 millones y sospecho que la diferencia se debe a que contabiliza las hambrunas provocadas por las colectivizaciones de tierras en Rusia, China y otras naciones,  gobernadas por el comunismo.

Matar gente como solución está en su ADN y por eso en su cuenta pública Gabriel Boric anunció que va a patrocinar el aborto libre mediante una ley. Matando el cigoto, embrión o feto es la manera en que muchas mujeres solucionan sus embarazos no deseados. Es decir, matando a otra persona, como lo es desde la concepción, aunque, por mandato de la naturaleza, esté dentro del cuerpo de una mujer. 

Andrea Bocelli, que nos visitara hace poco, reveló que antes de nacer él le recomendaron a su madre que abortara, pero ella se negó y lo tuvo. Y nació ciego, pero ha sido muy exitoso y aparentemente feliz, para bien de la Humanidad. 

En estos días hay una defensa humanitaria internacional de una joven presa política cubana a la cual el régimen comunista quiere obligarla a abortar en la cárcel, a lo cual ella se niega. El movimiento solidario a su favor ha logrado que no la sigan presionando para que mate a su criatura.

Boric, que está "a la izquierda del comunismo", según propia confesión, necesita, para legalizar la muerte de quien está por nacer --se lo informo desde ya, porque parece no estar enterado, como es habitual en él-- una reforma constitucional. Pues nuestra Carta, que es civilizada y ha sido dos veces ratificada por el pueblo en estos dos últimos años, "protege la vida del que está por nacer". 

También propone, anunció ayer, consagrar la eutanasia, es decir, la muerte de las personas mayores que la soliciten. Quiere legitimar lo que, en el lenguaje común, se llama "suicidio asistido" y que constituye el delito penado en el art. 393 de nuestro Código Penal. Es decir, busca despenalizar esa forma de homicidio a petición de los interesados que sufren enfermedades dolorosas. 

Esto no lo entiendo bien, porque él ha citado, en su cuenta pública, el caso de una persona que sufre grandes dolores y pide que alguien les ponga término quitándole la vida, en circunstancias de que todo el mundo sabe (y yo mismo lo he sabido desde niño por experiencia familiar) que cuando los sufrimientos son muy grandes los médicos prescriben morfina, a sabiendas de que ésta los alivia, pero acorta la vida del paciente.   

Yo desconfío profundamente de estas "autorizaciones para matar" conferidas por ley. Si la gente está viviendo más, reconózcanlo en la legislación y aumenten la edad de jubilación para que las personas se autosustenten más años, pero no confieran a terceros autorización para acortarles la vida para deshacerse de ellos, que es lo que en el fondo busca el proyecto. 

"Es que", dicen, "aumentar la edad de jubilación es impopular". Típico de la izquierda y la centroderecha entreguista. En lo único que piensan es en la próxima elección. La mayoría parlamentaria no debe hacerse cómplice de matar sólo porque esté en el ADN de los socialistas. 

Y lo está tanto que en Chile acordaron, en todos sus consejos partidarios desde 1965 en adelante, que la vía armada era la que debían adoptar para suprimir la "democracia burguesa", durante la cual perdían las elecciones. Y lo acordaban por unanimidad, aunque para el exterior se proclamaran "demócratas", como le gustaba a Salvador Allende, mientras entregaba armas a los grupos militarizados de la UP, con las cuales se proponían matar a los que se les opusieran, por supuesto. Los comunistas eran menos letrados y mataban directamente, como al senador Jaime Guzmán, a los escoltas de Pinochet y a tantos más. Pero como son maestros en dar vuelta las cosas, después posaron de víctimas, como si no hubieran sido ellos los agresores.

Aprovecho de rendir homenaje a Heriberto Novoa, carabinero asesinado por la izquierda mientras resguardaba la Llama de la Libertad, en 1980. Por supuesto Aylwin en 1990 suprimió la Llama e indultó a los asesinos, no sin antes pedirles perdón con lágrimas en los ojos.

Supongo que ni la centroderecha entreguista y ni siquiera los DC y exDC, Amarillos y Demócratas actuales, le van a entregar los votos a Boric para que exista aún mayor licencia para matar de la que ya hay y que tiene aterrorizado al país, comenzando por la ministra del Interior.