Responsabilidad del Mando

          En Chile los juicios se ganan o se pierden “por los diarios”, en el sentido amplio del término, que incluye radios y televisión.

          El “caso Riggs” lo perdió ampliamente Pinochet “por los diarios”, aunque al final todos los procesos judiciales contra él, su familia y oficiales próximos suyos hayan sido sobreseídos y los embargos sobre los bienes del ex Presidente alzados. No se pudo comprobar nada ilícito ni hubo condena judicial, pero sí hubo “condena por los diarios”.

          Ahora el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, ya está “condenado por los diarios”. Se especula que la presidenta no le pide la renuncia nada más que para obligar a su sucesor a pedírsela, dejándole una misión ingrata. Porque no hay ninguna prueba que lo incrimine, ni en el caso del fraude de 26 mil millones de pesos ni en la supuesta fabricación de evidencias del plan “Huracán”.

          Piñera, que no vaciló en avalar las condenas por los diarios a Pinochet, y a quien preocupan sobre todo los titulares (en estos días los ha acaparado jugando baby-fútbol, montando a caballo en distintas poses y jugando tenis con el futuro ministro de Educación, en el lago Ranco, todo para la foto), le va a pedir la renuncia a Villalobos por su “responsabilidad de mando”, olvidando que si a él se la hubieran aplicado en el caso SQM habría sido formalizado y no podría haber sido candidato (porque los platos rotos los ha pagado su “encargado electoral”, sin “responsabilidad del mando” para Piñera.)

          El Plan Huracán, denunciado por la Fiscalía, trataba de encontrar pruebas contra los autores del incendio de 58 camiones. En la Araucanía, a lo único a que se enfrenta el terrorismo incendiario es a carabineros con balas de goma en el terreno y, en el estrado judicial, a las pruebas que ellos reúnen. Porque la Fiscalía actúa más como defensoría penal de los terroristas que como persecutora y ahora “denuncia” a los carabineros por “fabricar” evidencias en contra de éstos.

          Nadie ha olvidado el “caso bombas”, en que los jueces de acá dejaron libres a todos los sospechosos, descalificando miles de pruebas. Después cayeron dos en España, donde los pillaron haciendo lo mismo que acá, poniendo bombas, pero allá son menos condescendientes con los terroristas y los condenaron.

          Entretanto, los incendiarios de la Araucanía circulan libremente y cometen nuevos atentados, mientras los carabineros van a terminar siendo los únicos perseguidos por la fiscalía y los jueces. El subversivo Llaitul lanza desafiantes anatemas por los diarios, seguro de su impunidad.

          Puede estar tranquilo, porque los fiscales están dedicados a demostrar la ineficacia de las pruebas en su contra y a perseguir a los únicos que lo amenazan.

          Y Piñera, cuando asuma, en medio de los aplausos de “los diarios” y de los opinólogos que almuerzan habitualmente con él en Apoquindo 3000 y desde el 11 de marzo en La Moneda, va a aportar la guinda de la torta, pidiéndole la renuncia a Villalobos por su “responsabilidad del mando”, la misma que nadie le hizo efectiva a él en el caso SQM.