Unos tipos un día cualquiera se ponen de acuerdo y resuelven no hacer su trabajo de retirar la basura en Santiago hasta que no les den más plata. Y no les pasa nada. Al contrario, muchos "opinólogos" les encuentran razón porque, dicen ¡qué trabajo tan sucio deben hacer!
Pero esos tipos, para comenzar, están cometiendo delitos que, según los artículos 6° y 11° de la Ley de Seguridad del Estado, tienen asignada una pena que oscila entre 61 y 541 días de presidio, relegación o extrañamiento. Además, han incurrido en causales claras de término de sus contratos de trabajo por inasistencia injustificada de varios días seguidos.
Entonces, si en el país hubiera un gobierno, éste debería haber presentado querellas contra todos ellos por la paralización de un servicio de utilidad pública y las empresas o servicios de extracción de basura deberían ya haberles puesto término a los contratos de trabajo de los remisos y haber contratado funcionarios nuevos para desempeñar las tareas de aquéllos. Estoy seguro de que habría muchos jóvenes pobres, en cuyo tramo de edad y condición socio-económica el desempleo es de dos dígitos, que estarían dispuestos a emplearse en las empresas de extracción de basura.
Éstas existen porque todavía el mercado opera en el país, aunque precariamente. Pues los municipios podrían tener servicios de extracción de basura propios, pero saben que no pueden financiarlos porque funcionan a pérdida, dadas todas las prebendas que los políticos han consagrado en favor de los funcionarios municipales de planta. Y como la mayoría de los municipios es ya pobre, no puede permitirse tener más pérdidas. Y, aunque no sean pobres, prefieren tercerizar los servicios de extracción de basuras porque ése es el modo más económico de cumplir con esa prestación (por la cual les cobran a los vecinos que pagan contribuciones, por lo demás).
Pero acá no hay gobierno, para los efectos de hacer respetar la legalidad. Y los empresarios no quieren ser "impopulares" y despedir a los trabajadores incumplidores, porque la izquierda política los lapidaría y la DC, como de costumbre, se plegaría a aquella para criticarlos. Entonces, el mercado tampoco funciona en la extracción de basura.
En resumen, si no hay autoridad ni las leyes se cumplen, debido a lo cual el mercado no puede suplir las deficiencias municipales, el área metropolitana está amenazada de una emergencia sanitaria. La solución es la que ya conocemos: el Estado, con dinero pagado por los contribuyentes, va a premiar a los que atropellan las leyes dándoles todo el dinero que piden.
Entonces, que pase a cobrar el siguiente grupo que quiera más plata, en la seguridad de que no hay quien imponga el respeto a la ley y garantice el buen funcionamiento de las instituciones.
miércoles, 31 de julio de 2013
martes, 30 de julio de 2013
Lo Que le Pasó a Vargas Llosa
Hace muchos años Mario Vargas Llosa se había interesado en la política y su popularidad como escritor, en ese tiempo de izquierda, lo había catapultado a la condición de figura nacional peruana, de modo que terminó siendo candidato presidencial.
Su ventaja en las encuestas era tan grande que tomó la campaña con mucha calma, pues nadie lo desafiaba realmente. Estaba tan seguro de ganar que hasta había empezado a virar ideológicamente hacia la derecha.
Tiempo después, a poco de haber sido derrotado inesperadamentre en la elección por Alberto Fujimori, en un almuerzo con él al que asistí en "El Mercurio" o en la Viña Santa Rita (no recuerdo exactamente en cuál de las dos partes, porque en ambas estuve con él) refirió que nunca se había preocupado de ese candidato rival oriental y prácticamente desconocido. Añadió que un hijo suyo, unas dos semanas antes de los comicios, le había advertido que "había un chinito muy popular en las poblaciones, que tenía muchos votos". Pero Vargas Llosa no le hizo caso ni se preocupó, porque "el chinito" no marcaba en las encuestas más acreditadas. Por eso que, el día de la elección, recibió como un mazazo inesperado y sorpresivo la noticia de que "el chinito" iba a ser el próximo Presidente del Perú en lugar suyo.
He recordado ese episodio a raíz del prolongado e insólito viaje a Nueva York de Michelle Bachelet, que ha permitido a Evelyn Matthei monopolizar el escenario presidencial. Esta última es una candidata infatigable y lo ha hecho objetivamente muy bien en estos afiebrados días iniciales de su campaña, aprovechando "a piacere" el campo libre que le ha brindado el relajado talante de su principal adversaria.
Entretanto, silenciosamente el país sigue tomando nota de las amenazas que representa el programa de esta última para el futuro de la economía chilena y la estabilidad institucional. Hubo una pausa en el estado de pánico ambiente gracias al anuncio de que figuras DC moderadas, como René Cortázar, José De Gregorio y Jorge Burgos, se iban a incorporar al comando de la candidata izquierdista. Hasta la Bolsa repuntó durante unos días. Pero desde la propia izquierda han surgido voces que atacan con poca piedad a Cortázar y le restan base como figura que pudiera adquirir alguna connotación en un futuro equipo de Bachelet; y a su turno, el vocero oficial de ésta, Álvaro Elizalde, ha reafirmado que las iniciativas programáticas suyas que más desconfianza despiertan, como la idea de cambiar la Constitución, la reforma tributaria (que incluye la supresión de uno de los dos motores de crecimiento más importantes de la economía chilena en las últimas décadas, el FUT) y la carísima y regresiva promesa de una educación superior gratuita, más el apoyo de la candidata a figuras revolucionarias jóvenes de la extrema izquierda y el PC, y el conocimiento de que la estrategia de la "Nueva Mayoría" fue una idea comunista aprobada por el partido rojo en su XXI Congreso del año 2001, han reencendido el pesimismo acerca de su eventual gestión. Entonces la Bolsa ha vuelto a caer.
Para empeorar las expectativas, el inefable presidente de la DC, Ignacio Walker, se ha encargado de comunicar al país que su colectividad "no será obstáculo" para que se lleve a cabo el radical programa de reformas que la candidata de la izquierda ha recogido "de la calle". Ésta, seguramente telefoneada por sus más próximos, ha resuelto anticipar en un día su retorno al país. Porque las campañas electorales --como todo menestar arduo en esta vida-- son un 10% de inspiración y un 90% de transpiración.
"El Mercurio" del domingo citó como "una vuelta de carnero" de Michelle Bachelet su anuncio después de las primarias en el sentido de que "tenemos que trabajar sin descanso por el triunfo de noviembre, así que (para) los que pensaban pegarse unos 'diítas' de vacaciones, desde mañana continuamos el camino que nos va a llevar en noviembre a La Moneda". Y acto seguido se fue por catorce "diítas" a Nueva York.
¿No habrá nadie diciéndole que, no "un chinito", sino "una alemancita", está conquistando mientras tanto muchos votos en las poblaciones?
En conclusión, este último es el único factor de tranquilidad que puede calmar las alarmadas expectativas que ponen tan nerviosos a los mercados nacionales.
Su ventaja en las encuestas era tan grande que tomó la campaña con mucha calma, pues nadie lo desafiaba realmente. Estaba tan seguro de ganar que hasta había empezado a virar ideológicamente hacia la derecha.
Tiempo después, a poco de haber sido derrotado inesperadamentre en la elección por Alberto Fujimori, en un almuerzo con él al que asistí en "El Mercurio" o en la Viña Santa Rita (no recuerdo exactamente en cuál de las dos partes, porque en ambas estuve con él) refirió que nunca se había preocupado de ese candidato rival oriental y prácticamente desconocido. Añadió que un hijo suyo, unas dos semanas antes de los comicios, le había advertido que "había un chinito muy popular en las poblaciones, que tenía muchos votos". Pero Vargas Llosa no le hizo caso ni se preocupó, porque "el chinito" no marcaba en las encuestas más acreditadas. Por eso que, el día de la elección, recibió como un mazazo inesperado y sorpresivo la noticia de que "el chinito" iba a ser el próximo Presidente del Perú en lugar suyo.
He recordado ese episodio a raíz del prolongado e insólito viaje a Nueva York de Michelle Bachelet, que ha permitido a Evelyn Matthei monopolizar el escenario presidencial. Esta última es una candidata infatigable y lo ha hecho objetivamente muy bien en estos afiebrados días iniciales de su campaña, aprovechando "a piacere" el campo libre que le ha brindado el relajado talante de su principal adversaria.
Entretanto, silenciosamente el país sigue tomando nota de las amenazas que representa el programa de esta última para el futuro de la economía chilena y la estabilidad institucional. Hubo una pausa en el estado de pánico ambiente gracias al anuncio de que figuras DC moderadas, como René Cortázar, José De Gregorio y Jorge Burgos, se iban a incorporar al comando de la candidata izquierdista. Hasta la Bolsa repuntó durante unos días. Pero desde la propia izquierda han surgido voces que atacan con poca piedad a Cortázar y le restan base como figura que pudiera adquirir alguna connotación en un futuro equipo de Bachelet; y a su turno, el vocero oficial de ésta, Álvaro Elizalde, ha reafirmado que las iniciativas programáticas suyas que más desconfianza despiertan, como la idea de cambiar la Constitución, la reforma tributaria (que incluye la supresión de uno de los dos motores de crecimiento más importantes de la economía chilena en las últimas décadas, el FUT) y la carísima y regresiva promesa de una educación superior gratuita, más el apoyo de la candidata a figuras revolucionarias jóvenes de la extrema izquierda y el PC, y el conocimiento de que la estrategia de la "Nueva Mayoría" fue una idea comunista aprobada por el partido rojo en su XXI Congreso del año 2001, han reencendido el pesimismo acerca de su eventual gestión. Entonces la Bolsa ha vuelto a caer.
Para empeorar las expectativas, el inefable presidente de la DC, Ignacio Walker, se ha encargado de comunicar al país que su colectividad "no será obstáculo" para que se lleve a cabo el radical programa de reformas que la candidata de la izquierda ha recogido "de la calle". Ésta, seguramente telefoneada por sus más próximos, ha resuelto anticipar en un día su retorno al país. Porque las campañas electorales --como todo menestar arduo en esta vida-- son un 10% de inspiración y un 90% de transpiración.
"El Mercurio" del domingo citó como "una vuelta de carnero" de Michelle Bachelet su anuncio después de las primarias en el sentido de que "tenemos que trabajar sin descanso por el triunfo de noviembre, así que (para) los que pensaban pegarse unos 'diítas' de vacaciones, desde mañana continuamos el camino que nos va a llevar en noviembre a La Moneda". Y acto seguido se fue por catorce "diítas" a Nueva York.
¿No habrá nadie diciéndole que, no "un chinito", sino "una alemancita", está conquistando mientras tanto muchos votos en las poblaciones?
En conclusión, este último es el único factor de tranquilidad que puede calmar las alarmadas expectativas que ponen tan nerviosos a los mercados nacionales.
viernes, 26 de julio de 2013
La Justicia (Siempre) Tarda, Pero (Rara Vez) Llega
En un fallo insólito e inesperado, tratándose de uniformados (r) y de jueces chilenos, la Corte de Apelaciones de Rancagua ¡ha aplicado el derecho! y determinado que los cabecillas del FPMR que asaltaron el cuartel de Los Queñes y mataron un carabinero en 1988, Raúl Pellegrin y Cecilia Magni, murieron intentando atravesar el río Tinguiririca, sin que haya podido acreditarse que hubieran sido ajusticiados por los carabineros que los perseguían, los cuales han sido absueltos. ¡Veinticinco años después de los hechos!
El ilegal y sesgado Informe Rettig dictaminó en 1991, en los casos de Pellegrin y Magni, que habían sido "detenidos, torturados y lanzados a las aguas del río", lo cual, tras un cuarto de siglo de investigación judicial, ha venido a quedar desvirtuado. Se añade así otra prueba más de las muchas que han venido apareciendo (entre ellas sucesivos "desaparecidos") de la invalidez no sólo jurídica sino moral del citado Informe.
Este último, de hecho, sólo fue "moneda de pago" a socialistas y comunistas, para exculparlos de todo, de un hábil político (Patricio Aylwin, vehemente convocador del pronunciamiento militar) para "hacerse perdonar" de ellos (no olvidemos lo sucedido a Pérez Zujovic, a quien no perdonaron) y para recompensar el apoyo de la extrema izquierda a su candidatura presidencial, en 1989, conseguida tras haber declarado "no ser candidato" y haber dejado con un palmo de narices a otros aspirantes a la Presidencia a los cuales burló (Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Gabriel Valdés, y Andrés Zaldívar).
Lo extraordinario y excepcional del reciente fallo de la Corte de Rancagua es que se atiene estrictamente al derecho, pues analiza la prueba presentada en el proceso, y en particular las presunciones, con un rigor jurídico completamente ajeno a la generalidad de los altos magistrados chilenos de la actualidad, y muy en particular a la politizada "sala penal" de la Corte Suprema, cuyas actuaciones quedarán en la historia futura del país como un jalón deshonroso e indigno de las mejores tradiciones judiciales chilenas de antaño.
El mencionado Informe Rettig ha sido elevado por la propaganda concertacionista a la categoría de Evangelio infalible, lo cual los medios de derecha han (vergonzosamente) cohonestado, habiendo hasta llegado el principal matutino de la capital, en un primer editorial de triste memoria del año pasado, a elevarlo a la categoría de verdad inconcusa y compartida por todos los chilenos, para los efectos de condenar en forma definitiva al régimen militar como "violador de los derechos humanos".
La verdad histórica es que los uniformados se limitaron a cumplir exactamente con lo que les pidió la mayoría democrática el 22 de agosto de 1973, y en particular lo que les declaró Eduardo Frei Montalva a los dirigentes de la industria en junio del mismo año: "Esto se arregla sólo con fusiles", refiriéndoles de paso haberle dicho poco antes a un general, en tono crítico: "Ustedes tienen las bayonetas, pero no las usan" (ver Acta Rivera).
La frágil memoria de los chilenos, cuya moral y lealtad son, asimismo, particularmente precarias, ha olvidado por completo que el Pleno de la Corte Suprema declaró, en Auto Acordado de 1991, que conservo en fotocopia de su versión original manuscrita, la nulidad jurídica del Informe Rettig y su carácter por completo inconstitucional. Pero todos han hecho y hacen --en particular la actual justicia de izquierda-- como si esa perentoria e invalidante declaración judicial nunca hubiera existido.
Este pobre país, amenazado ahora por otra de esas profundas y costosas crisis que lo afligen cada cuarenta años, se acerca entonces al cuadragésimo aniversario de su salvación en 1973, sin entender qué fue aquello de lo cual entonces se libró (los más de 200 mil muertos a raíz de la guerrilla marxista en Colombia podrían darle un indicio).
Y se apresta a reeditar las políticas irresponsables ("El Otro Modelo") que lo precipitaron a la gran crisis anterior, de nuevo encabezado ("Nueva Mayoría") por los mismos que entonces la provocaron.
El ilegal y sesgado Informe Rettig dictaminó en 1991, en los casos de Pellegrin y Magni, que habían sido "detenidos, torturados y lanzados a las aguas del río", lo cual, tras un cuarto de siglo de investigación judicial, ha venido a quedar desvirtuado. Se añade así otra prueba más de las muchas que han venido apareciendo (entre ellas sucesivos "desaparecidos") de la invalidez no sólo jurídica sino moral del citado Informe.
Este último, de hecho, sólo fue "moneda de pago" a socialistas y comunistas, para exculparlos de todo, de un hábil político (Patricio Aylwin, vehemente convocador del pronunciamiento militar) para "hacerse perdonar" de ellos (no olvidemos lo sucedido a Pérez Zujovic, a quien no perdonaron) y para recompensar el apoyo de la extrema izquierda a su candidatura presidencial, en 1989, conseguida tras haber declarado "no ser candidato" y haber dejado con un palmo de narices a otros aspirantes a la Presidencia a los cuales burló (Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Gabriel Valdés, y Andrés Zaldívar).
Lo extraordinario y excepcional del reciente fallo de la Corte de Rancagua es que se atiene estrictamente al derecho, pues analiza la prueba presentada en el proceso, y en particular las presunciones, con un rigor jurídico completamente ajeno a la generalidad de los altos magistrados chilenos de la actualidad, y muy en particular a la politizada "sala penal" de la Corte Suprema, cuyas actuaciones quedarán en la historia futura del país como un jalón deshonroso e indigno de las mejores tradiciones judiciales chilenas de antaño.
El mencionado Informe Rettig ha sido elevado por la propaganda concertacionista a la categoría de Evangelio infalible, lo cual los medios de derecha han (vergonzosamente) cohonestado, habiendo hasta llegado el principal matutino de la capital, en un primer editorial de triste memoria del año pasado, a elevarlo a la categoría de verdad inconcusa y compartida por todos los chilenos, para los efectos de condenar en forma definitiva al régimen militar como "violador de los derechos humanos".
La verdad histórica es que los uniformados se limitaron a cumplir exactamente con lo que les pidió la mayoría democrática el 22 de agosto de 1973, y en particular lo que les declaró Eduardo Frei Montalva a los dirigentes de la industria en junio del mismo año: "Esto se arregla sólo con fusiles", refiriéndoles de paso haberle dicho poco antes a un general, en tono crítico: "Ustedes tienen las bayonetas, pero no las usan" (ver Acta Rivera).
La frágil memoria de los chilenos, cuya moral y lealtad son, asimismo, particularmente precarias, ha olvidado por completo que el Pleno de la Corte Suprema declaró, en Auto Acordado de 1991, que conservo en fotocopia de su versión original manuscrita, la nulidad jurídica del Informe Rettig y su carácter por completo inconstitucional. Pero todos han hecho y hacen --en particular la actual justicia de izquierda-- como si esa perentoria e invalidante declaración judicial nunca hubiera existido.
Este pobre país, amenazado ahora por otra de esas profundas y costosas crisis que lo afligen cada cuarenta años, se acerca entonces al cuadragésimo aniversario de su salvación en 1973, sin entender qué fue aquello de lo cual entonces se libró (los más de 200 mil muertos a raíz de la guerrilla marxista en Colombia podrían darle un indicio).
Y se apresta a reeditar las políticas irresponsables ("El Otro Modelo") que lo precipitaron a la gran crisis anterior, de nuevo encabezado ("Nueva Mayoría") por los mismos que entonces la provocaron.
miércoles, 24 de julio de 2013
La Tortuga y la Liebre
El griego Esopo, en el siglo VI a.C., se dio cuenta de algo que a Michelle Bachelet le está pasando inadvertido en pleno siglo XXI: que para llegar primera a la meta no se puede permitir abandonar la carrera, ni siquiera por algunos días, aunque tenga una considerable ventaja inicial.
Al efecto, Esopo escribió su famosa fábula de la tortuga y la liebre. Entre el más lento y el más veloz de los animales se pactó, según Esopo, una carrera. Partieron y la liebre, absolutamente segura de su triunfo, se dedicó a otras cosas distintas de correr, poco después de partir y sacarle una gran ventaja a la lenta tortuga. Ésta, sin embargo, en ningún momento dejaba de avanzar a paso lento. La liebre volvía a alcanzarla y la sobrepasaba por gran margen, burlándose. Eso le permitía distraerse en variados quehaceres y cuando la tortuga la alcanzaba, en un santiamén la volvía a dejar atrás. Tanto la distanció que decidió dormitar junto a un árbol. Lo mismo que hice yo el lunes cuando atrasaron un vuelo que iba a tomar. Resolví hacer mi meditación trascendental matutina y cuando la terminé, el vuelo se había ido. En el caso de la liebre, se despertó sobresaltada porque había dormido más de lo previsto, de modo que emprendió veloz carrera para descontar la ventaja que le había tomado la tortuga. La alcanzó rápidamente, por supuesto, pero cuando ya el lento animal había traspuesto la meta y ganado la carrera.
Con cualquier otro rival Michelle Bachelet podría haberse dado el lujo de mandarse cambiar a Nueva York en plena campaña, menos con Evelyn Matthei. Hace como dos décadas, cuando la UDI se estaba constituyendo en todo el país, me pidieron viajar a Valdivia para entusiasmar a la gente a que firmara patrocinándola, y en el avión tuve oportunidad de conversar con Evelyn Matthei, que también iba. Recuerdo una frase que me dijo a propósito de su facilidad para obtener votos en circunstancias adversas (fue elegida diputada y senadora en lugares particularmente difíciles para la derecha): "Es que yo soy la bruta de trabajadora".
Lo estamos viendo. Mientras Michelle caminaba por la Quinta Avenida y probablemente tomaba un desayuno abundante en Tiffany's a media mañana, Evelyn recorría ferias y poblaciones mañana y tarde. Ahora la ventaja de ser mujer ya no juega a favor de la primera. Aparte de eso, el contraste entre la lenidad de una y el dinamismo de la otra se hace público y notorio. Y el deprimente inventario de los logros del gobierno de Michelle tampoco le sirven para decir "no importa que yo no esté, porque miren lo que hice". Pues le van a recordar el Transantiago, el hospital de Curepto y el terremoto de Tocopilla, aparte de otras cosas más.
Tal vez cuando despierte de su siesta, al igual que para la liebre, para ella también ya va a ser demasiado tarde.
Al efecto, Esopo escribió su famosa fábula de la tortuga y la liebre. Entre el más lento y el más veloz de los animales se pactó, según Esopo, una carrera. Partieron y la liebre, absolutamente segura de su triunfo, se dedicó a otras cosas distintas de correr, poco después de partir y sacarle una gran ventaja a la lenta tortuga. Ésta, sin embargo, en ningún momento dejaba de avanzar a paso lento. La liebre volvía a alcanzarla y la sobrepasaba por gran margen, burlándose. Eso le permitía distraerse en variados quehaceres y cuando la tortuga la alcanzaba, en un santiamén la volvía a dejar atrás. Tanto la distanció que decidió dormitar junto a un árbol. Lo mismo que hice yo el lunes cuando atrasaron un vuelo que iba a tomar. Resolví hacer mi meditación trascendental matutina y cuando la terminé, el vuelo se había ido. En el caso de la liebre, se despertó sobresaltada porque había dormido más de lo previsto, de modo que emprendió veloz carrera para descontar la ventaja que le había tomado la tortuga. La alcanzó rápidamente, por supuesto, pero cuando ya el lento animal había traspuesto la meta y ganado la carrera.
Con cualquier otro rival Michelle Bachelet podría haberse dado el lujo de mandarse cambiar a Nueva York en plena campaña, menos con Evelyn Matthei. Hace como dos décadas, cuando la UDI se estaba constituyendo en todo el país, me pidieron viajar a Valdivia para entusiasmar a la gente a que firmara patrocinándola, y en el avión tuve oportunidad de conversar con Evelyn Matthei, que también iba. Recuerdo una frase que me dijo a propósito de su facilidad para obtener votos en circunstancias adversas (fue elegida diputada y senadora en lugares particularmente difíciles para la derecha): "Es que yo soy la bruta de trabajadora".
Lo estamos viendo. Mientras Michelle caminaba por la Quinta Avenida y probablemente tomaba un desayuno abundante en Tiffany's a media mañana, Evelyn recorría ferias y poblaciones mañana y tarde. Ahora la ventaja de ser mujer ya no juega a favor de la primera. Aparte de eso, el contraste entre la lenidad de una y el dinamismo de la otra se hace público y notorio. Y el deprimente inventario de los logros del gobierno de Michelle tampoco le sirven para decir "no importa que yo no esté, porque miren lo que hice". Pues le van a recordar el Transantiago, el hospital de Curepto y el terremoto de Tocopilla, aparte de otras cosas más.
Tal vez cuando despierte de su siesta, al igual que para la liebre, para ella también ya va a ser demasiado tarde.
lunes, 22 de julio de 2013
Iluminados por la Confusión
Como es habitual, nadie me ha hecho caso. Peor para todos. El viernes aconsejé a la UDI designar a Golborne y no lo hizo. También aconsejé a Golborne que, en caso de no ser designado, iniciara la recolección de firmas. Es evidente que tampoco lo va a hacer. Bien. El aspirante mejor posicionado en todas las encuestas para enfrentar a Bachelet es dejado (y se ha puesto a sí mismo) fuera de carrera. Es una lástima que no se haya publicado, ya por dos veces consecutivas, la encuesta CEP, la más seria de todas. Debió haberse publicado aunque se hubiera bajado a Golborne, la primera vez. Mi pálpito es que habría mostrado la fortaleza de ese candidato, lo que habría tenido importancia ahora, tras la bajada de Longueira.
Ahora la CEP II tampoco se publicará, debido a la bajada de Longueira, pero sería de nuevo muy interesante que se diera a conocer de todas maneras. Porque el ambiente político se mueve al son de las encuestas, y si no las hay, se mueve según el "feeling" de los dirigentes políticos. Y en ese ítem la UDI tiene una enorme ventaja sobre RN, no porque tenga mejor "feeling", sino porque es más monolítica y resuelve las cosas. En cambio, RN va de un lado a otro, preocupándose de llevar a cabo ¡la agenda positora!, con su proyecto sobre el binominal y, en el tema presidencial, incurriendo en toda suerte de contradicciones y permitiendo que tengan lugar los más incréibles vaivenes, al son de Andrés Allamand, diciendo primero que no iba a ser candidato a senador y luego removiendo con poca elegancia y consideración a Catalina Parot para serlo; después, declarando "no estar disponible" para ser candidato presidencial si la UDI no lo apoyaba, y después tratando de hacer como que no lo dijo y mandando a su gente a discurrir mecanismos para competir con Evelyn Matthei por la candidatura.
Son todas señales de confusión. Lo único concreto es que Evelyn está lanzada y, hasta ahora, bien. Ha ocupado todas las pantallas y se ha sometido a todos los interrogatorios, saliendo muy bien del paso. En cuanto a Michelle Bachelet, en mal momento (para ella) se ha marchado a Nueva York. Las mayorías en las encuestas pueden tornarse volátiles. Y ha perdido el monopolio que tenía como única candidata mujer. En Chile las mujeres tienden a ser más conservadoras y suelen atemorizarse ante los panoramas impredecibles, como es el que rodea al programa anunciado por Bachelet.
En resumen, en medio de la confusión y a río revuelto, ganancia de la UDI.
Ahora la CEP II tampoco se publicará, debido a la bajada de Longueira, pero sería de nuevo muy interesante que se diera a conocer de todas maneras. Porque el ambiente político se mueve al son de las encuestas, y si no las hay, se mueve según el "feeling" de los dirigentes políticos. Y en ese ítem la UDI tiene una enorme ventaja sobre RN, no porque tenga mejor "feeling", sino porque es más monolítica y resuelve las cosas. En cambio, RN va de un lado a otro, preocupándose de llevar a cabo ¡la agenda positora!, con su proyecto sobre el binominal y, en el tema presidencial, incurriendo en toda suerte de contradicciones y permitiendo que tengan lugar los más incréibles vaivenes, al son de Andrés Allamand, diciendo primero que no iba a ser candidato a senador y luego removiendo con poca elegancia y consideración a Catalina Parot para serlo; después, declarando "no estar disponible" para ser candidato presidencial si la UDI no lo apoyaba, y después tratando de hacer como que no lo dijo y mandando a su gente a discurrir mecanismos para competir con Evelyn Matthei por la candidatura.
Son todas señales de confusión. Lo único concreto es que Evelyn está lanzada y, hasta ahora, bien. Ha ocupado todas las pantallas y se ha sometido a todos los interrogatorios, saliendo muy bien del paso. En cuanto a Michelle Bachelet, en mal momento (para ella) se ha marchado a Nueva York. Las mayorías en las encuestas pueden tornarse volátiles. Y ha perdido el monopolio que tenía como única candidata mujer. En Chile las mujeres tienden a ser más conservadoras y suelen atemorizarse ante los panoramas impredecibles, como es el que rodea al programa anunciado por Bachelet.
En resumen, en medio de la confusión y a río revuelto, ganancia de la UDI.
jueves, 18 de julio de 2013
La Derecha en Busca de Destino
La renuncia de Longueira encuentra a la derecha en su peor momento, porque está completamente desorientada y carece de conducción racional. En efecto, resulta increíble que dos de sus liderazgos, el Gobierno y RN (el tercero es la UDI), pongan todas sus energías en llevar a cabo una de las aspiraciones más antiguas de sus adversarios, en particular del comunismo: cambiar el sistema binominal.
Este es un tema que no le interesa a casi nadie, salvo a una ínfima superestructura politizada de extrema izquierda que, como no tiene votos, requiere de un mecanismo de acceso al poder con sólo un mínimo apoyo electoral. El desinterés ciudadano por ese tema es tan grande que en la última encuesta CEP, de quince materias consultadas a la gente, el sistema binominal resultó en el último lugar de interés, con sólo el 2,9% de menciones, mientras la delincuencia era declarada como el mayor problema por el 46% de las personas. ¿Y dónde ha sido menos eficaz la acción del Gobierno, según la misma encuesta? En la solución de este crucial problema, según el 83% de la gente. ¡Es que el Gobierno está en otra, procurando darles en el gusto a las "élites habladoras", como las denomina Paul Johnson, y en particular a los comunistas!
¿Es que RN y el Gobierno se han vuelto locos? Algo parecido: es una antigua enfermedad o, mejor dicho, un "karma" derechista, consistente en creer que son las ideas de los adversarios las realmente preferidas por la mayoría. Este mal aflige a algunos personeros más que a otros. Andrés Allamand constantemente afirma ser el mejor candidato posible a la Presidencia, no por sus ideas propias, de derecha (el sector al cual supuestamente representa), sino por su capacidad de asimilarse a las de sus adversarios. Pero la reciente primaria le demostró (aunque él no se haya dado cuenta de eso ni siquiera después de su derrota) que la derecha vota por quienes la representan a ella y no a sus adversarios. Y por eso fueron los reductos electorales derechistas los que determinaron la derrota de Allamand. Porque el sector clama por alguien que lo interprete y no por quien quiera darles en el gusto a los que están ahora empeñados en destruir "el ladrillo", es decir, el modelo que ha convertido a Chile en ejemplo a imitar por otros países.
El hecho es que ahora la UDI, en calidad de última, aunque vacilante, reserva del sentido común de la derecha, mira el panorama desorientada, con sus socios (el Gobierno y RN) dedicados a cumplir una "sentida aspiración" opositora, como si no tuvieran nada mejor qué hacer. La UDI hasta ha llegado casi a plegarse a esa inverosímil estrategia e insinuar un apoyo al proyecto de supresión del binominal del Gobierno. Lo peor es que a este estado, ya por sí solo cataléptico, vino a sumarse la renuncia de su abanderado presidencial, debido a una dolencia insuperable e incapacitante.
¿Qué puede hacer la UDI ahora? Más que hacer, puede "des-hacer". Cuando tenía un candidato muy popular, Laurence Golborne, que encabezaba las encuestas del sector y hasta desafiaba a la aparentemente invencible adversaria de izquierda, cayó presa de un síndrome de pánico ante críticas sin mayor fundamento y defenestró a ese candidato. Eso es lo que debe "des-hacer".
En un medio escrito que requirió ayer mi opinión expresé que la UDI debería reponer a Golborne, más allá de lo que digan o hagan el Gobierno y RN, hoy por hoy dedicados a satisfacer a la Nueva Mayoría. Así, expresé en el mismo medio: "En caso de que así no lo hiciere, opino, desde mi particular punto de vista, que Golborne debería iniciar un proceso de recolección de firmas para presentarse como candidato independiente a la Presidencia. Tiene plazo hasta el 17 de agosto para cumplir ese trámite.
"No me cabe duda de que reuniría fácilmente las necesarias adhesiones a lo largo del territorio, siendo, como es y siempre lo corroboraron las encuestas, la figura con más posibilidades de derrotar a la candidata de la Concertación, entre todos los postulantes que se han presentado.
"Además, se trata de una persona joven, que ha llegado a los más altos cargos de los sectores privado y público sin el apoyo de padrinazgos y por sus propios méritos. Él representa los valores capaces de motivar a las nuevas generaciones de gente constructiva y de orden para acudir a las urnas y salvar el legado de progreso nacional, cuya permanencia se ve hoy amenazada".
Este es un tema que no le interesa a casi nadie, salvo a una ínfima superestructura politizada de extrema izquierda que, como no tiene votos, requiere de un mecanismo de acceso al poder con sólo un mínimo apoyo electoral. El desinterés ciudadano por ese tema es tan grande que en la última encuesta CEP, de quince materias consultadas a la gente, el sistema binominal resultó en el último lugar de interés, con sólo el 2,9% de menciones, mientras la delincuencia era declarada como el mayor problema por el 46% de las personas. ¿Y dónde ha sido menos eficaz la acción del Gobierno, según la misma encuesta? En la solución de este crucial problema, según el 83% de la gente. ¡Es que el Gobierno está en otra, procurando darles en el gusto a las "élites habladoras", como las denomina Paul Johnson, y en particular a los comunistas!
¿Es que RN y el Gobierno se han vuelto locos? Algo parecido: es una antigua enfermedad o, mejor dicho, un "karma" derechista, consistente en creer que son las ideas de los adversarios las realmente preferidas por la mayoría. Este mal aflige a algunos personeros más que a otros. Andrés Allamand constantemente afirma ser el mejor candidato posible a la Presidencia, no por sus ideas propias, de derecha (el sector al cual supuestamente representa), sino por su capacidad de asimilarse a las de sus adversarios. Pero la reciente primaria le demostró (aunque él no se haya dado cuenta de eso ni siquiera después de su derrota) que la derecha vota por quienes la representan a ella y no a sus adversarios. Y por eso fueron los reductos electorales derechistas los que determinaron la derrota de Allamand. Porque el sector clama por alguien que lo interprete y no por quien quiera darles en el gusto a los que están ahora empeñados en destruir "el ladrillo", es decir, el modelo que ha convertido a Chile en ejemplo a imitar por otros países.
El hecho es que ahora la UDI, en calidad de última, aunque vacilante, reserva del sentido común de la derecha, mira el panorama desorientada, con sus socios (el Gobierno y RN) dedicados a cumplir una "sentida aspiración" opositora, como si no tuvieran nada mejor qué hacer. La UDI hasta ha llegado casi a plegarse a esa inverosímil estrategia e insinuar un apoyo al proyecto de supresión del binominal del Gobierno. Lo peor es que a este estado, ya por sí solo cataléptico, vino a sumarse la renuncia de su abanderado presidencial, debido a una dolencia insuperable e incapacitante.
¿Qué puede hacer la UDI ahora? Más que hacer, puede "des-hacer". Cuando tenía un candidato muy popular, Laurence Golborne, que encabezaba las encuestas del sector y hasta desafiaba a la aparentemente invencible adversaria de izquierda, cayó presa de un síndrome de pánico ante críticas sin mayor fundamento y defenestró a ese candidato. Eso es lo que debe "des-hacer".
En un medio escrito que requirió ayer mi opinión expresé que la UDI debería reponer a Golborne, más allá de lo que digan o hagan el Gobierno y RN, hoy por hoy dedicados a satisfacer a la Nueva Mayoría. Así, expresé en el mismo medio: "En caso de que así no lo hiciere, opino, desde mi particular punto de vista, que Golborne debería iniciar un proceso de recolección de firmas para presentarse como candidato independiente a la Presidencia. Tiene plazo hasta el 17 de agosto para cumplir ese trámite.
"No me cabe duda de que reuniría fácilmente las necesarias adhesiones a lo largo del territorio, siendo, como es y siempre lo corroboraron las encuestas, la figura con más posibilidades de derrotar a la candidata de la Concertación, entre todos los postulantes que se han presentado.
"Además, se trata de una persona joven, que ha llegado a los más altos cargos de los sectores privado y público sin el apoyo de padrinazgos y por sus propios méritos. Él representa los valores capaces de motivar a las nuevas generaciones de gente constructiva y de orden para acudir a las urnas y salvar el legado de progreso nacional, cuya permanencia se ve hoy amenazada".
martes, 16 de julio de 2013
El Modelo del Despotismo Ilustrado
La desesperación de la izquierda con el modelo de sociedad libre que legó el Gobierno Militar y fue parcialmente respetado por sus sucesores (algunas veces forzados por el fracaso de sus intentos de destruirlo, como sucedió con la tentativa de Frei de asfixiar a las isapres), ha llegado ya a una culminación: ahora van francamente en pos de su demolición total. Y como hasta para destruir hay que tener una herramienta dialéctica, lo más granado de las cabezas pensantes de la extrema izquierda han discurrido "otro modelo" y están lanzando con gran bombo su texto-guía, titulado, precisamente, "El Otro Modelo". Según se anuncia, será presentado en los próximos días por la mismísima Michelle Bachelet, la llamada a aplicarlo desde marzo próximo. Sus autores: Fernando Atria ("por las buenas o por las malas"), Javier Couso, José Benavente, Alfredo Joignant y Guillermo Larraín.
Sintomáticamente, por si alguien quiere ahorrarse la lectura, su portada presenta a un grupo de individuos despedazando "El Ladrillo". Como sabe, "El Ladrillo" fue un texto de masivo número de páginas que los expertos economistas, sociólogos y otros profesionales partidarios de establecer en Chile una sociedad libre, tras años de socialismo de diferentes grados y denominaciones, presentaron a Jorge Alessandri para el gobierno que aspiraba a ganar y no ganó en 1970. Estas mismas ideas fueron aportadas bajo el mismo formato de "Ladrillo" de papel al Gobierno Militar, que en general las adoptó y gracias a las cuales el país arruinado ("queda harina para pocos días más", Allende, 1973) se convirtió en "la joya más preciada de la corona latinoamericana" (Clinton, 1991). Después se publicó un libro describiendo esas políticas, con el mismo título. Resumen de su texto: permitiendo a los chilenos el ejercicio de sus libertades el país iba a crecer como nunca antes lo había hecho y sus ciudadanos iban a tener acceso a altos niveles de bienestar en comparación al pasado, todo lo cual se ha cumplido.
Pero, dicen, los chilenos no están contentos con esta "gallina de los huevos de oro", porque pone sólo uno a la vez, y entonces les creen a ciertos intelectuales que aconsejan matarla para extraérselos todos. Porque, aseguran, los lleva adentro, están ahí y es cuestión de repartirlos igualitariamente para que todos los chilenos seamos verdaderamente ricos, felices y, por fin, iguales.
La presentadora del libro, Michelle Bachelet 2.0, ciertamente ya no es la misma gobernanta que todos conocimos, sino una nueva y recargada, intérprete ahora de "la voz de la calle" y retornada a sus raíces. Éstas la sindican como próxima, primero, al MIR; luego al FPMR, después al PAIS, liderado en 1989 por los comunistas y aspirando ser alternativa de izquierda a la Concertación; y ahora a la Nueva Mayoría, donde están todos los anteriores juntos y listos para transitar por la alfombra que una vez más pondrá a todo ese marxismo reconstituido la inefable y disminuida Democracia Cristiana, que después de tanto vacilar parece próxima a desaparecer.
No he leído el libro, pero les puedo adelantar lo que propone: que ahi donde diga "libre decisión individual", deberá decir, en lo sucesivo: "interés público" o "comunidad ciudadana". ¿Y quiénes van a representar al "interés público" y a la "comunidad ciudadana"? Los "déspotas ilustrados", por supuesto, que esperan ganar el poder a fin de año. ¿Libertad personal, autonomía de la decisión individual, posibilidades de elegir? Cero. Son los déspotas ilustrados los que realmente saben lo que es bueno para usted. Por eso ellos pontifican acerca de cómo debe ser, por ejemplo, "la educación". ¿Usted pensaba que tenía algo qué decir sobre la educación de sus hijos? Pues estaba muy equivocado. Los déspotas ilustrados le dirán cómo debe ser, qué se les enseñará a sus hijos y dónde. Porque todos deberán ser iguales, "hombres nuevos" indiferenciados. Entremedio, por supuesto, los déspotas ilustrados ganarán mucho dinero gracias a sus ideas. Algunos "apóstoles de la educación pública" se han hecho ricos con ese apostolado. Y lo mismo valdrá para todo lo demás: salud, previsión, vivienda, comunicaciones. "Todo dentro del Estado y nada fuera del Estado", como decía Mussolini, que no por nada había militado en el Partido Socialista Italiano, donde se hizo amigo de Gramsci, que en lugar de emigrar al fascismo, como aquél, emigró al comunismo, bajo el mismo "motto".
Nada de esto es nuevo, por supuesto. "Nihil novum sub sole", decían ya los romanos. A mediados del siglo XVIII los intelectuales --como Voltaire, Diderot, D'Alambert-- habían encandilado a las cabezas reinantes de Europa, José II, Federico II, Catalina II, con sus geniales teorías acerca de cómo debían gobernarse los países, bajo el lema de "todo para el pueblo, nada con el pueblo".
Acá Michelle II se apresta a hacer lo mismo. En los próximos días presentará éste, su Evangelio. En noviembre una masa de chilenos, como ya lo ha hecho antes más de una vez, profetizan todas las encuestas, marchará a las urnas para su propia perdición. Y la elevarán al trono desde el cual ella, siguiendo "El Otro Modelo", los guiará por el camino de la renuncia a sus libertades, de la sumisión de todos a un "interés público" que demandará cada vez impuestos más altos para financiar los planes (y los bolsillos) de los apóstoles del Estado, "hasta las últimas consecuencias", es decir, hasta que vuelva a "quedar harina para sólo pocos días más".
Sintomáticamente, por si alguien quiere ahorrarse la lectura, su portada presenta a un grupo de individuos despedazando "El Ladrillo". Como sabe, "El Ladrillo" fue un texto de masivo número de páginas que los expertos economistas, sociólogos y otros profesionales partidarios de establecer en Chile una sociedad libre, tras años de socialismo de diferentes grados y denominaciones, presentaron a Jorge Alessandri para el gobierno que aspiraba a ganar y no ganó en 1970. Estas mismas ideas fueron aportadas bajo el mismo formato de "Ladrillo" de papel al Gobierno Militar, que en general las adoptó y gracias a las cuales el país arruinado ("queda harina para pocos días más", Allende, 1973) se convirtió en "la joya más preciada de la corona latinoamericana" (Clinton, 1991). Después se publicó un libro describiendo esas políticas, con el mismo título. Resumen de su texto: permitiendo a los chilenos el ejercicio de sus libertades el país iba a crecer como nunca antes lo había hecho y sus ciudadanos iban a tener acceso a altos niveles de bienestar en comparación al pasado, todo lo cual se ha cumplido.
Pero, dicen, los chilenos no están contentos con esta "gallina de los huevos de oro", porque pone sólo uno a la vez, y entonces les creen a ciertos intelectuales que aconsejan matarla para extraérselos todos. Porque, aseguran, los lleva adentro, están ahí y es cuestión de repartirlos igualitariamente para que todos los chilenos seamos verdaderamente ricos, felices y, por fin, iguales.
La presentadora del libro, Michelle Bachelet 2.0, ciertamente ya no es la misma gobernanta que todos conocimos, sino una nueva y recargada, intérprete ahora de "la voz de la calle" y retornada a sus raíces. Éstas la sindican como próxima, primero, al MIR; luego al FPMR, después al PAIS, liderado en 1989 por los comunistas y aspirando ser alternativa de izquierda a la Concertación; y ahora a la Nueva Mayoría, donde están todos los anteriores juntos y listos para transitar por la alfombra que una vez más pondrá a todo ese marxismo reconstituido la inefable y disminuida Democracia Cristiana, que después de tanto vacilar parece próxima a desaparecer.
No he leído el libro, pero les puedo adelantar lo que propone: que ahi donde diga "libre decisión individual", deberá decir, en lo sucesivo: "interés público" o "comunidad ciudadana". ¿Y quiénes van a representar al "interés público" y a la "comunidad ciudadana"? Los "déspotas ilustrados", por supuesto, que esperan ganar el poder a fin de año. ¿Libertad personal, autonomía de la decisión individual, posibilidades de elegir? Cero. Son los déspotas ilustrados los que realmente saben lo que es bueno para usted. Por eso ellos pontifican acerca de cómo debe ser, por ejemplo, "la educación". ¿Usted pensaba que tenía algo qué decir sobre la educación de sus hijos? Pues estaba muy equivocado. Los déspotas ilustrados le dirán cómo debe ser, qué se les enseñará a sus hijos y dónde. Porque todos deberán ser iguales, "hombres nuevos" indiferenciados. Entremedio, por supuesto, los déspotas ilustrados ganarán mucho dinero gracias a sus ideas. Algunos "apóstoles de la educación pública" se han hecho ricos con ese apostolado. Y lo mismo valdrá para todo lo demás: salud, previsión, vivienda, comunicaciones. "Todo dentro del Estado y nada fuera del Estado", como decía Mussolini, que no por nada había militado en el Partido Socialista Italiano, donde se hizo amigo de Gramsci, que en lugar de emigrar al fascismo, como aquél, emigró al comunismo, bajo el mismo "motto".
Nada de esto es nuevo, por supuesto. "Nihil novum sub sole", decían ya los romanos. A mediados del siglo XVIII los intelectuales --como Voltaire, Diderot, D'Alambert-- habían encandilado a las cabezas reinantes de Europa, José II, Federico II, Catalina II, con sus geniales teorías acerca de cómo debían gobernarse los países, bajo el lema de "todo para el pueblo, nada con el pueblo".
Acá Michelle II se apresta a hacer lo mismo. En los próximos días presentará éste, su Evangelio. En noviembre una masa de chilenos, como ya lo ha hecho antes más de una vez, profetizan todas las encuestas, marchará a las urnas para su propia perdición. Y la elevarán al trono desde el cual ella, siguiendo "El Otro Modelo", los guiará por el camino de la renuncia a sus libertades, de la sumisión de todos a un "interés público" que demandará cada vez impuestos más altos para financiar los planes (y los bolsillos) de los apóstoles del Estado, "hasta las últimas consecuencias", es decir, hasta que vuelva a "quedar harina para sólo pocos días más".
lunes, 15 de julio de 2013
Todo Normal, Pero...
Estaría todo normal, con el V Gobierno de la Concertación, a estas alturas un "pato cojo", impulsando una de las aspiraciones más sentidas de aquella, como lo es derogar el binominal, y con Michelle Bachelet preparándose para conducir al país desde este otro año al son de la "voz de la calle", hasta instalar a la UP II y sin golpe que le ponga término, pues está claro que ya no hay quién lo dé. Todo normal, hasta que sucedió algo imprevisto: Michelle se asustó. Y se asustó de sí misma. Entonces llamó a su equipo a tres tipos que, ella y yo sabíamos, son esencialmente opuestos al caos del "gobierno de la calle", como René Cortázar, José De Gregorio y Jorge Burgos. Y ahí todos quedamos perplejos. En efecto, si una cosa le debía decir a uno su intuición política era que, si no los llamaba, ninguno de los tres iba a votar por ella en noviembre.
Entretanto, los comentaristas de mi blog no me han ayudado a resolver el dilema de si debo o no vender mis acciones, como lo están haciendo personas más hábiles para los negocios que yo. Me parece que Máximo, cuya opinión me merece el más alto respeto, cree que conviene vender ahora y comprar al día siguiente de que gane Bachelet, que será cuando los valores se van a venir al suelo. Pero eso implica un diagnóstico optimista a posteriori, a mediano plazo, optimismo que no veo dónde se afinca. Otro comentarista, Víctor Riesco, me dice que estoy equivocado, que todas las bolsas han bajado a raíz de la situación mundial general, y no sólo la nuestra. Pero esto no es así. Hoy mismo "Economía y Negocios" de "El Mercurio" publica el comportamiento de los 16 índices bursátiles mundiales más representativos, y de ellos 11 han subido y tan solo cinco han bajado, siendo el que más lo ha hecho, y por bastante distancia, el chileno. Eso es puro "efecto Bachelet", con su mazazo tributario y su asamblea constituyente. Porque si bien ella ha dicho que no se ha pronunciado a favor ni en contra de esta última, en mi opinión eso es lo mismo que garantizar que va a haber asamblea constituyente. Pues aquí manda "la calle". Ella también decía no estar de acuerdo con la educación superior gratuita para todos y cuando la calle dijo otra cosa cambió de parecer. Entonces, la asamblea constituyente va. Y si va, todos podemos saber lo que va a pasar. O, mejor dicho, nadie puede saber lo que va a pasar. Les recomiendo, a este efecto, leer "La Tribu que Perdió la Cabeza", de Nicholas Monsarrat. Yo la releí el año pasado, porque sabía que debía estar preparado para lo que viene. Ahí, entre paréntesis, juega un papel muy importante el equivalente de nuestro obispo Infanti, cuyas opiniones van a ser muy importantes acá en breve. Acuérdense de mí.
Ahora se ha armado cierto revuelo transitorio porque, según leo en "El Mostrador", el sociólogo Alberto Mayol ha dicho que Michelle Bachelet no fue torturada cuando estuvo en Villa Grimaldi. Las "organizaciones de derechos humanos" han saltado, pues la verdad oficial dice que TODOS quienes estuvieron en Villa Grimaldi fueron torturados. Pero yo mismo, hace bastantes años, cuando Michelle Bachelet fue nombrada ministra de Salud, la vi en pantalla, creo que en el entonces canal 4, contestando a la pregunta de si en su breve detención (era ayudista del MIR) había sido torturada, lo siguiente: "No, pero mi madre sí". Eso lo vi y oí yo. Posteriormente la señora Ángela declaró a "La Segunda" que ella tampoco había sido torturada, si bien sus captores eran bastante groseros, rasgo no infrecuente entre los chilenos de toda condición. Esta última declaración está bien documentada en mi libro "Terapia para Cerebros Labvados". Posteriormente Michelle hizo un "upgrade" de su detención e implícitamente dio a entender a Raquel Correa, en "El Mercurio", que sí había sido torturada, pero sin decirlo de esa manera. Yo tenía en ese tiempo una columna en el mismo diario y aclaré las cosas y todo quedó ahí. Pero de entonces a esta parte los cerebros chilenos han sido mucho mejor lavados todavía y ya es verdad oficial inamovible lo de las torturas a Michelle. Incluso un diputado PPD promueve una moción de ley para castigar como delito la conducta de contradecir la "verdad oficial" de la izquierda en el tema de los derechos humanos. Pues así como se ha esfumado el ejército clandestino de diez mil extremistas chilenos armados y doce mil extranjeros ingresados clandestinamente durante la UP; y así como los 423 caídos a manos de ellos han pasado a serlo oficialmente (Informe Rettig) a manos de un ente indefinido llamado "violencia política", quienquiera amenace la así certificada inocencia de comunistas, socialistas y compañeros de ruta en la lucha armada merecerá dentro de poco ser puesto entre rejas. Como un juez sureño puso a la cónyuge septuagenaria de un uniformado al que acusaba de la muerte de un extremista ocurrida hace cuarenta años, por negarse ella a inculpar a su marido. Por suerte la respectiva Corte, al enterarse de que la señora era la única que cuidaba de un hijo con síndrome de Down que había quedado abandonado, revocó la prisión decretada por el "juez de derechos humanos". ¡A eso hemos llegado! Agradezco la información sobre este caso del observador de DD. HH. Marcelo Elissalde Martel.
Pero no era ése nuestro tema (debiendo serlo, posiblemente) sino el de que todo estaría normal, si no fuera porque Michelle se ha asustado de las perspectivas que abre su propio gobierno de la calle. ¿Cambiará algo la llegada a su comando de Cortázar, De Gregorio y Burgos? A lo mejor. Tal vez sirva para que, de momento, la Bolsa pare de bajar. ¿Y no sería ése, entonces, un buen momento para vender? No quiero parecer cínico, pero todo, en este complejo mundo, incluido el transitorio susto de Michelle frente a su propia imagen, puede tener una doble lectura. Espero que los comentaristas del blog me ayuden, una vez más, a tomar una decisión útil, ya que no para el país, que evidentemente es un caso perdido, para mis propios intereses.
Entretanto, los comentaristas de mi blog no me han ayudado a resolver el dilema de si debo o no vender mis acciones, como lo están haciendo personas más hábiles para los negocios que yo. Me parece que Máximo, cuya opinión me merece el más alto respeto, cree que conviene vender ahora y comprar al día siguiente de que gane Bachelet, que será cuando los valores se van a venir al suelo. Pero eso implica un diagnóstico optimista a posteriori, a mediano plazo, optimismo que no veo dónde se afinca. Otro comentarista, Víctor Riesco, me dice que estoy equivocado, que todas las bolsas han bajado a raíz de la situación mundial general, y no sólo la nuestra. Pero esto no es así. Hoy mismo "Economía y Negocios" de "El Mercurio" publica el comportamiento de los 16 índices bursátiles mundiales más representativos, y de ellos 11 han subido y tan solo cinco han bajado, siendo el que más lo ha hecho, y por bastante distancia, el chileno. Eso es puro "efecto Bachelet", con su mazazo tributario y su asamblea constituyente. Porque si bien ella ha dicho que no se ha pronunciado a favor ni en contra de esta última, en mi opinión eso es lo mismo que garantizar que va a haber asamblea constituyente. Pues aquí manda "la calle". Ella también decía no estar de acuerdo con la educación superior gratuita para todos y cuando la calle dijo otra cosa cambió de parecer. Entonces, la asamblea constituyente va. Y si va, todos podemos saber lo que va a pasar. O, mejor dicho, nadie puede saber lo que va a pasar. Les recomiendo, a este efecto, leer "La Tribu que Perdió la Cabeza", de Nicholas Monsarrat. Yo la releí el año pasado, porque sabía que debía estar preparado para lo que viene. Ahí, entre paréntesis, juega un papel muy importante el equivalente de nuestro obispo Infanti, cuyas opiniones van a ser muy importantes acá en breve. Acuérdense de mí.
Ahora se ha armado cierto revuelo transitorio porque, según leo en "El Mostrador", el sociólogo Alberto Mayol ha dicho que Michelle Bachelet no fue torturada cuando estuvo en Villa Grimaldi. Las "organizaciones de derechos humanos" han saltado, pues la verdad oficial dice que TODOS quienes estuvieron en Villa Grimaldi fueron torturados. Pero yo mismo, hace bastantes años, cuando Michelle Bachelet fue nombrada ministra de Salud, la vi en pantalla, creo que en el entonces canal 4, contestando a la pregunta de si en su breve detención (era ayudista del MIR) había sido torturada, lo siguiente: "No, pero mi madre sí". Eso lo vi y oí yo. Posteriormente la señora Ángela declaró a "La Segunda" que ella tampoco había sido torturada, si bien sus captores eran bastante groseros, rasgo no infrecuente entre los chilenos de toda condición. Esta última declaración está bien documentada en mi libro "Terapia para Cerebros Labvados". Posteriormente Michelle hizo un "upgrade" de su detención e implícitamente dio a entender a Raquel Correa, en "El Mercurio", que sí había sido torturada, pero sin decirlo de esa manera. Yo tenía en ese tiempo una columna en el mismo diario y aclaré las cosas y todo quedó ahí. Pero de entonces a esta parte los cerebros chilenos han sido mucho mejor lavados todavía y ya es verdad oficial inamovible lo de las torturas a Michelle. Incluso un diputado PPD promueve una moción de ley para castigar como delito la conducta de contradecir la "verdad oficial" de la izquierda en el tema de los derechos humanos. Pues así como se ha esfumado el ejército clandestino de diez mil extremistas chilenos armados y doce mil extranjeros ingresados clandestinamente durante la UP; y así como los 423 caídos a manos de ellos han pasado a serlo oficialmente (Informe Rettig) a manos de un ente indefinido llamado "violencia política", quienquiera amenace la así certificada inocencia de comunistas, socialistas y compañeros de ruta en la lucha armada merecerá dentro de poco ser puesto entre rejas. Como un juez sureño puso a la cónyuge septuagenaria de un uniformado al que acusaba de la muerte de un extremista ocurrida hace cuarenta años, por negarse ella a inculpar a su marido. Por suerte la respectiva Corte, al enterarse de que la señora era la única que cuidaba de un hijo con síndrome de Down que había quedado abandonado, revocó la prisión decretada por el "juez de derechos humanos". ¡A eso hemos llegado! Agradezco la información sobre este caso del observador de DD. HH. Marcelo Elissalde Martel.
Pero no era ése nuestro tema (debiendo serlo, posiblemente) sino el de que todo estaría normal, si no fuera porque Michelle se ha asustado de las perspectivas que abre su propio gobierno de la calle. ¿Cambiará algo la llegada a su comando de Cortázar, De Gregorio y Burgos? A lo mejor. Tal vez sirva para que, de momento, la Bolsa pare de bajar. ¿Y no sería ése, entonces, un buen momento para vender? No quiero parecer cínico, pero todo, en este complejo mundo, incluido el transitorio susto de Michelle frente a su propia imagen, puede tener una doble lectura. Espero que los comentaristas del blog me ayuden, una vez más, a tomar una decisión útil, ya que no para el país, que evidentemente es un caso perdido, para mis propios intereses.
sábado, 13 de julio de 2013
El Derrumbe
Nunca, desde los gobiernos de los decenios en el siglo XIX, nuestro país había gozado de tanta estabilidad política como en los veinte años anteriores a 2011, período en el cual el modelo económico le permitió tener un gran crecimiento y ponerse a la cabeza de América Latina en los indicadores de producción y bienestar social. Pero hace dos años los chilenos se dieron cuenta de que había un Gobierno sin autoridad y los revolucionarios de siempre se tomaron calles, regiones y ciudades. Así trastornaron la vida interna, poniendo en jaque la estabilidad tanto jurídica como económica e institucional. Y ahora prometen elevar al altar de la Presidencia a una profetisa (el feminismo ordena decirle "profeta") del izquierdismo revolucionario. Entonces hoy día los primeros que se dan cuenta del inminente naufragio, lo mismo que esos animalitos no muy queridos que siempre lo intuyen antes que nadie en los barcos, procuran poner a salvo lo que pueden y hacen bajar la Bolsa a niveles que nadie había podido prever.
El daño patrimonial generado por el "sálvese quien pueda" es tan grande que nadie se ha atrevido a calcularlo. Yo ni siquiera quiero saber el mío, como accionista de Papeles y Cartones que compró hace un par de meses una cría pagada, ventajosamente ofrecida a mil 480 pesos, cuando las acciones se transaban a mil 700. Negocio redondo que no hice por estar dedicado a escribir sobre los destinos del país, pues ahora ya es tarde y se pueden comprar a mil 420. ¿Cómo Michelle Bachelet no precisó su mazazo tributario ni dijo que no estaba ni a favor ni en contra de la Asamblea Constituyente (lo que asegura a todos los que algo conocemos el paño que la tal Asamblea viene), un poco antes, permitiéndonos a los menos avisados arrancar a tiempo del mercado?
Pero ya es demasiado tarde. Ya comenzó el derrumbe. La "más sentida aspiración comunista", echar abajo el binominal, que permite llegar al Congreso sólo a los que tienen suficientes votos, cosa de la cual siempre el partido rojo ha carecido, se va por fin a convertir en realidad ¡por iniciativa de un partido de derecha!
Otra "reformita" que, tal como la innecesaria reforma tributaria de Piñera, que ya castigó este año la rentabilidad de las empresas y contribuyó a deprimir el mercado, pondrá "la vara más alta" para la "reformasa" izquierdista.
El derrumbe siempre comienza por la derecha. Como a comienzos de los '60, cuando su Gobierno discurrió la primera Reforma Agraria con expropiación sin pago al contado, que sólo un visionario agricultor (Recaredo Ossa) advirtió que era el primer paso hacia la ruina del campo chileno; como en 1964, cuando prescindió de su candidato propio y apoyó incondicionalmente a Frei Montalva, sin que éste cambiara una coma de su programa socialista, lo cual pavimentó después el camino al régimen marxista-leninista de Allende; como en 1971, cuando en el Congreso la derecha votó a favor de la confiscación sin pago de la Gran Minería, primer paso hacia la confiscación de todo lo demás, lo cual sólo se frustró por la intervención de quienes hoy, de hecho, está casi prohibido mencionar, pues la misma derecha es activa en la persecución judicial ilegal contra ellos.
Fiel a su tradición, la derecha acelera el derrumbe y franquea ella misma el paso a la más sentida aspiración comunista, la derogación del sistema binominal.
El daño patrimonial generado por el "sálvese quien pueda" es tan grande que nadie se ha atrevido a calcularlo. Yo ni siquiera quiero saber el mío, como accionista de Papeles y Cartones que compró hace un par de meses una cría pagada, ventajosamente ofrecida a mil 480 pesos, cuando las acciones se transaban a mil 700. Negocio redondo que no hice por estar dedicado a escribir sobre los destinos del país, pues ahora ya es tarde y se pueden comprar a mil 420. ¿Cómo Michelle Bachelet no precisó su mazazo tributario ni dijo que no estaba ni a favor ni en contra de la Asamblea Constituyente (lo que asegura a todos los que algo conocemos el paño que la tal Asamblea viene), un poco antes, permitiéndonos a los menos avisados arrancar a tiempo del mercado?
Pero ya es demasiado tarde. Ya comenzó el derrumbe. La "más sentida aspiración comunista", echar abajo el binominal, que permite llegar al Congreso sólo a los que tienen suficientes votos, cosa de la cual siempre el partido rojo ha carecido, se va por fin a convertir en realidad ¡por iniciativa de un partido de derecha!
Otra "reformita" que, tal como la innecesaria reforma tributaria de Piñera, que ya castigó este año la rentabilidad de las empresas y contribuyó a deprimir el mercado, pondrá "la vara más alta" para la "reformasa" izquierdista.
El derrumbe siempre comienza por la derecha. Como a comienzos de los '60, cuando su Gobierno discurrió la primera Reforma Agraria con expropiación sin pago al contado, que sólo un visionario agricultor (Recaredo Ossa) advirtió que era el primer paso hacia la ruina del campo chileno; como en 1964, cuando prescindió de su candidato propio y apoyó incondicionalmente a Frei Montalva, sin que éste cambiara una coma de su programa socialista, lo cual pavimentó después el camino al régimen marxista-leninista de Allende; como en 1971, cuando en el Congreso la derecha votó a favor de la confiscación sin pago de la Gran Minería, primer paso hacia la confiscación de todo lo demás, lo cual sólo se frustró por la intervención de quienes hoy, de hecho, está casi prohibido mencionar, pues la misma derecha es activa en la persecución judicial ilegal contra ellos.
Fiel a su tradición, la derecha acelera el derrumbe y franquea ella misma el paso a la más sentida aspiración comunista, la derogación del sistema binominal.
martes, 9 de julio de 2013
Del Duopolio al Oligopolio
Cuando uno está perdiendo un partido de ajedrez siempre tiene la posibilidad de patear el tablero justo antes de que le den el mate. Es lo que han hecho hoy la DC y RN, las grandes derrotadas de las primarias, con su acuerdo de modificar el sistema binominal. Les han dado la espalda a sus respectivos socios de coalición y la segunda, además, al Gobierno y a importantes sectores de su propio partido.
Si fuera una propuesta buena para el país se podría decir, al menos, con Maquiavelo, que "el fin justifica los medios". Pero ni siquiera es así. Pues el binominal tiene la ventaja de estabilizar y moderar la política, por contraste con el sistema proporcional, que les da fuerza a los extremos, debilita al centro e introduce un factor de anarquía. La creación de distritos con hasta ocho cupos de diputados y de un senado con un gran número de senadores nacionales implica el retorno a la proporcionalidad, que fue uno de los factores de la anarquía política que condujo al 11 de septiembre de 1973.
Por otra parte, la modificación propuesta no remedia el principal defecto del sistema actual, que es el de crear un duopolio en la oferta del mercado político, suprimiendo la libre competencia y, por tanto, restringiendo las libertades democráticas. Si prosperara la propuesta DC-RN, en 2017 tendremos, en lugar de un duopolio, un oligopolio, es decir, el control del mercado político por unos pocos ("óligos") partidos. Si esto sucediera en cualquier otro mercado, la Fiscalía de la Libre Competencia tendría algo qué decir, pero como se trata del mercado que controlan los partidos, que a su turno manejan los medios, el Gobierno, el Parlamento y el Poder Judicial, nadie tiene posibilidad de decir algo que llegue a la masa, ante la eliminación de la competencia.
Se hace escándalo nacional porque las cadenas de farmacias se han puesto de acuerdo para fijar algunos precios, pero resulta que cualquiera en Chile puede fundar una farmacia, es decir, se trata de un mercado libre y "desafiable" por la competencia. ¿Por qué han desaparecido las de barrio? Porque las cadenas venden más barato. Pero gracias a la libre competencia no pueden subir sus precios, aunque se pongan de acuerdo para hacerlo, más allá de los que cobra una farmacia de barrio. En cambio, los partidos pólíticos pueden abusar todo lo que quieran del "ciudadano-consumidor", porque hay tales barreras a la entrada para formar nuevos partidos y participar competitivamente en las elecciones, que de hecho nadie puede competir con ellos. A nada de eso le pone remedio el pacto DC-RN. Lo único que hace es transformar el duopolio en un oligopolio. En lugar de dos grandes corrientes, en 2017 habrá tres o cuatro. Tal vez volvamos a los tradicionales "tres tercios". Y nada más.
La verdadera reforma política democratizadora que se necesita es la de que cualquiera pueda fundar un partido, sin tener que reunir decenas de miles de firmas. Que cualquiera pueda ser candidato, sin igual "barrera" o exigencia para inscribirse, levantada para proteger a los partidos existentes. Y que resulte elegido el candidato que obtenga más votos, sin que lo puedan derrotar los "votos de lista" ni la "cifra repartidora", que son los artificios de los partidos para sacar de la carrera a sus competidores independientes.
Sin tener nada de eso en su contenido, el pacto DC-RN es sólo una patada al tablero, una jugada desleal de ambos pactantes con sus actuales socios y del segundo de ellos con el Gobierno; y, en fin, un mero recurso circense para captar la atención de la gran mayoría de ciudadanos, cuyos cerebros lavados les impiden entender realmente qué es lo que se juega tras las candilejas de la farándula politiquera actual.
Si fuera una propuesta buena para el país se podría decir, al menos, con Maquiavelo, que "el fin justifica los medios". Pero ni siquiera es así. Pues el binominal tiene la ventaja de estabilizar y moderar la política, por contraste con el sistema proporcional, que les da fuerza a los extremos, debilita al centro e introduce un factor de anarquía. La creación de distritos con hasta ocho cupos de diputados y de un senado con un gran número de senadores nacionales implica el retorno a la proporcionalidad, que fue uno de los factores de la anarquía política que condujo al 11 de septiembre de 1973.
Por otra parte, la modificación propuesta no remedia el principal defecto del sistema actual, que es el de crear un duopolio en la oferta del mercado político, suprimiendo la libre competencia y, por tanto, restringiendo las libertades democráticas. Si prosperara la propuesta DC-RN, en 2017 tendremos, en lugar de un duopolio, un oligopolio, es decir, el control del mercado político por unos pocos ("óligos") partidos. Si esto sucediera en cualquier otro mercado, la Fiscalía de la Libre Competencia tendría algo qué decir, pero como se trata del mercado que controlan los partidos, que a su turno manejan los medios, el Gobierno, el Parlamento y el Poder Judicial, nadie tiene posibilidad de decir algo que llegue a la masa, ante la eliminación de la competencia.
Se hace escándalo nacional porque las cadenas de farmacias se han puesto de acuerdo para fijar algunos precios, pero resulta que cualquiera en Chile puede fundar una farmacia, es decir, se trata de un mercado libre y "desafiable" por la competencia. ¿Por qué han desaparecido las de barrio? Porque las cadenas venden más barato. Pero gracias a la libre competencia no pueden subir sus precios, aunque se pongan de acuerdo para hacerlo, más allá de los que cobra una farmacia de barrio. En cambio, los partidos pólíticos pueden abusar todo lo que quieran del "ciudadano-consumidor", porque hay tales barreras a la entrada para formar nuevos partidos y participar competitivamente en las elecciones, que de hecho nadie puede competir con ellos. A nada de eso le pone remedio el pacto DC-RN. Lo único que hace es transformar el duopolio en un oligopolio. En lugar de dos grandes corrientes, en 2017 habrá tres o cuatro. Tal vez volvamos a los tradicionales "tres tercios". Y nada más.
La verdadera reforma política democratizadora que se necesita es la de que cualquiera pueda fundar un partido, sin tener que reunir decenas de miles de firmas. Que cualquiera pueda ser candidato, sin igual "barrera" o exigencia para inscribirse, levantada para proteger a los partidos existentes. Y que resulte elegido el candidato que obtenga más votos, sin que lo puedan derrotar los "votos de lista" ni la "cifra repartidora", que son los artificios de los partidos para sacar de la carrera a sus competidores independientes.
Sin tener nada de eso en su contenido, el pacto DC-RN es sólo una patada al tablero, una jugada desleal de ambos pactantes con sus actuales socios y del segundo de ellos con el Gobierno; y, en fin, un mero recurso circense para captar la atención de la gran mayoría de ciudadanos, cuyos cerebros lavados les impiden entender realmente qué es lo que se juega tras las candilejas de la farándula politiquera actual.
lunes, 8 de julio de 2013
Despejándole el Camino a la UP II
Todo se está dando para la reedición de la Unidad Popular. Salvador Allende advertía, en su primer Mensaje al Congreso Pleno, que si sus reformas revolucionarias no eran aprobadas, podría sobrevenir la violencia. Michelle Bachelet, creyendo seguro su triunfo, hace lo mismo al advertir entre líneas que si sus propuestas no son acogidas, el trastorno será inevitable.
A Allende lo conocíamos, o debíamos conocerlo, porque por una parte hablaba de democracia y por otra declaraba públicamente (en su entrevista a Regis Debray), "nuestro objetivo es el socialismo, marxista, científico, total", es decir, todo lo contrario de la democracia que prometía de la boca para afuera. Si se lee la biografía de Michelle Bachelet, de Andrea Insunza y Javier Ortega, se comprobará que ella pertenece a la extrema izquierda, como que colaboró con el MIR y tuvo proximidad máxima con el FPMR, aparte de haber militado en el PAIS, formado alrededor del comunismo y que estaba a la izquierda de la Concertación, en las elecciones de 1989.
Pero sabiendo o debiendo saber todo eso, el país entero tiende la alfombra roja para la llegada de la segunda UP, presidida por ella. En la primera UP lideraban socialistas y comunistas y en la segunda también, aunque parte de los socialistas han cambiado de nombre. La estrategia del Gobierno también se ha prestado para la reedición de la UP. Pues el régimen propuso unas primarias que no cumplían ninguna función útil salvo la de poner al país sobreaviso del cataclismo que se viene: la Nueva Mayoría o UP II obtuvo el 71 por ciento de los votos y acreditó que, dentro de ella, el único partido con credenciales democráticas admisibles, la DC, camina hacia la insignificancia, con apenas un 8 por ciento. Mientras tanto, la Alianza obtenía un 28 por ciento de los votos, lo cual no sólo constituye un anticipo de "muerte anunciada" en la contienda presidencial, que así se resolvería en primera vuelta, sino una "muerte presunta" en el nivel parlamentario, pues para evitar los doblajes y la aplanadora unipopulista en ambas cámaras se requeriría más del 33 por ciento.
Es verdad que de un total de 13 millones de electores potenciales sólo votaron tres millones, pero lo único que cabe presumir de los demás es que siguen la misma tendencia de la muestra recogida el 30 de junio. Esos diez millones de chilenos que miran todo esto con indiferencia, seguramente sienten que no tienen nada qué perder y lo único seguro es que sus cerebros han sido metódicamenete lavados durante veinte años por la izquierda, con la complicidad de la derecha, preparándolos así para favorecer a aquélla y no a ésta.
Los que confían en que Michelle Bachelet es una candidata moderada supongo que habrán dejado de hacerlo ante la imposibilidad de lograr que ella siquiera se pronuncie contra la moción más radical, la "madre de todas las trampas" --surgida de entre sus propios asesores-- de dar vuelta el tablero y convocar por decreto a una asamblea constituyente, lo cual es inconstitucional. Ella declara que no está a favor de la asamblea constituyente, pero que tampoco la rechaza. Es decir, otro "paso". No está a favor ni en contra, de modo que es lícito concluir que nada hará por impedirla.
En el orden tributario ha anunciado un aumento de la carga de 8.200 millones de dólares, 3 por ciento del PIB, que pasarán de manos de los particulares a las de la burocracia. Y no es cierto que eso vaya a mejorar la educación. Los recursos estatales para ésta se han cuadruplicado en estos siete años y su mala calidad sigue siendo la excusa para que la gente se vuelque a las calles a subvertir el orden. Eso no va cambiar. La revolución seguirá su curso. Sólo habrá más dinero para la burocracia proveniente de mayores impuestos pagados por las pymes, que perderán sus regímenes especiales; por los agricultores y transportistas, que dejarán de beneficiarse de la renta presunta; por los compradores de viviendas, a quienes se subirá el IVA; por los accionistas de sociedades anónimas, tenedores de fondos mutuos accionarios y trabajadores afiliados a las AFPs, que verán disminuido su patrimonio por el aumento del impuesto a las empresas; por los deudores, que deberán pagar más impuesto de timbres; por los dueños de vehículos diésel, que pagarán más por el combustible, lo mismo que las industrias que lo utilizan; y hasta por los consumidores de pisco y vino, que sufrirán el aumento del impuesto a los alcoholes; pero, y lo más importante, el grueso de la plata vendrá del zarpazo al FUT, el ahorro privado de las empresas, que suma un PIB completo y que es una de las bases del crecimiento chileno de las últimas décadas. Ése sí que será un torpedo bajo la línea de flotación de la economía de mercado. El contador-auditor Francisco Donoso Aracena escribe hoy en "La Segunda", sobre la propuesta de liquidar el FUT: "en todos los análisis hechos públicos, se ha planteado sólo teoría legal y estadística y no se ha explicado nada acerca de la forma práctica cómo se pretende llevar a cabo una reforma tributaria de esta índole. Allí estará el quid del asunto". Pero yo ya sé cuál será el quid: plata sustraida al ahorro privado para ir a manos de los funcionarios de la UP II.
Y la Alianza no va a ser capaz de defender al país de todo eso, porque está dividida, trizada. Hoy mismo Andrés Allamand antepuso su interés electoral personal al de apoyar al triunfador de las primarias, para mejorar las exiguas posibilidades de éste frente a la candidata de la UP II. El primero y sus ad láteres habían prometido que no se presentaría como candidato a senador. Tenía el compromiso de trabajar por el triunfo de Longueira. Pero cambió de parecer y se ha presentado como candidato a senador, sin siquiera hacerlo donde habría sido mejor para la Alianza (una zona en riesgo de doblaje) sino precisamente donde este riesgo no existe. Lo único que le ha importado es posicionarse para 2018. Él, como todos los que ambicionan la Presidencia más que ninguna otra cosa en la vida, ha aprendido que en Chile los que insisten en presentarse para alcanzarla terminan haciéndose de ella. Salvador Allende, tres veces derrotado, bromeaba acerca de su epitafio: "Salvador Allende, futuro Presidente de la República". Sebastián Piñera la persiguió a principios de los '90, pero fue sorprenido en una "piñericosa" que frustró sus expectativas. Intentó en la elección siguiente, pero Lavín le resultó demasiado rival y se alejó de la campaña. Luego volvió a tratar en 2006 y fue derrotado en segunda vuelta. En 2010 la cuarta fue la vencida. Entonces Allamand cree que la porfía al final da su fruto. Puede que tenga razón, pero este año esa ambición suya resulta fatal para su sector.
Así, todos parecen trabajar para el advenimiento de la UP II. Entonces, no nos quejemos después, cuando ella ya esté en el poder.
A Allende lo conocíamos, o debíamos conocerlo, porque por una parte hablaba de democracia y por otra declaraba públicamente (en su entrevista a Regis Debray), "nuestro objetivo es el socialismo, marxista, científico, total", es decir, todo lo contrario de la democracia que prometía de la boca para afuera. Si se lee la biografía de Michelle Bachelet, de Andrea Insunza y Javier Ortega, se comprobará que ella pertenece a la extrema izquierda, como que colaboró con el MIR y tuvo proximidad máxima con el FPMR, aparte de haber militado en el PAIS, formado alrededor del comunismo y que estaba a la izquierda de la Concertación, en las elecciones de 1989.
Pero sabiendo o debiendo saber todo eso, el país entero tiende la alfombra roja para la llegada de la segunda UP, presidida por ella. En la primera UP lideraban socialistas y comunistas y en la segunda también, aunque parte de los socialistas han cambiado de nombre. La estrategia del Gobierno también se ha prestado para la reedición de la UP. Pues el régimen propuso unas primarias que no cumplían ninguna función útil salvo la de poner al país sobreaviso del cataclismo que se viene: la Nueva Mayoría o UP II obtuvo el 71 por ciento de los votos y acreditó que, dentro de ella, el único partido con credenciales democráticas admisibles, la DC, camina hacia la insignificancia, con apenas un 8 por ciento. Mientras tanto, la Alianza obtenía un 28 por ciento de los votos, lo cual no sólo constituye un anticipo de "muerte anunciada" en la contienda presidencial, que así se resolvería en primera vuelta, sino una "muerte presunta" en el nivel parlamentario, pues para evitar los doblajes y la aplanadora unipopulista en ambas cámaras se requeriría más del 33 por ciento.
Es verdad que de un total de 13 millones de electores potenciales sólo votaron tres millones, pero lo único que cabe presumir de los demás es que siguen la misma tendencia de la muestra recogida el 30 de junio. Esos diez millones de chilenos que miran todo esto con indiferencia, seguramente sienten que no tienen nada qué perder y lo único seguro es que sus cerebros han sido metódicamenete lavados durante veinte años por la izquierda, con la complicidad de la derecha, preparándolos así para favorecer a aquélla y no a ésta.
Los que confían en que Michelle Bachelet es una candidata moderada supongo que habrán dejado de hacerlo ante la imposibilidad de lograr que ella siquiera se pronuncie contra la moción más radical, la "madre de todas las trampas" --surgida de entre sus propios asesores-- de dar vuelta el tablero y convocar por decreto a una asamblea constituyente, lo cual es inconstitucional. Ella declara que no está a favor de la asamblea constituyente, pero que tampoco la rechaza. Es decir, otro "paso". No está a favor ni en contra, de modo que es lícito concluir que nada hará por impedirla.
En el orden tributario ha anunciado un aumento de la carga de 8.200 millones de dólares, 3 por ciento del PIB, que pasarán de manos de los particulares a las de la burocracia. Y no es cierto que eso vaya a mejorar la educación. Los recursos estatales para ésta se han cuadruplicado en estos siete años y su mala calidad sigue siendo la excusa para que la gente se vuelque a las calles a subvertir el orden. Eso no va cambiar. La revolución seguirá su curso. Sólo habrá más dinero para la burocracia proveniente de mayores impuestos pagados por las pymes, que perderán sus regímenes especiales; por los agricultores y transportistas, que dejarán de beneficiarse de la renta presunta; por los compradores de viviendas, a quienes se subirá el IVA; por los accionistas de sociedades anónimas, tenedores de fondos mutuos accionarios y trabajadores afiliados a las AFPs, que verán disminuido su patrimonio por el aumento del impuesto a las empresas; por los deudores, que deberán pagar más impuesto de timbres; por los dueños de vehículos diésel, que pagarán más por el combustible, lo mismo que las industrias que lo utilizan; y hasta por los consumidores de pisco y vino, que sufrirán el aumento del impuesto a los alcoholes; pero, y lo más importante, el grueso de la plata vendrá del zarpazo al FUT, el ahorro privado de las empresas, que suma un PIB completo y que es una de las bases del crecimiento chileno de las últimas décadas. Ése sí que será un torpedo bajo la línea de flotación de la economía de mercado. El contador-auditor Francisco Donoso Aracena escribe hoy en "La Segunda", sobre la propuesta de liquidar el FUT: "en todos los análisis hechos públicos, se ha planteado sólo teoría legal y estadística y no se ha explicado nada acerca de la forma práctica cómo se pretende llevar a cabo una reforma tributaria de esta índole. Allí estará el quid del asunto". Pero yo ya sé cuál será el quid: plata sustraida al ahorro privado para ir a manos de los funcionarios de la UP II.
Y la Alianza no va a ser capaz de defender al país de todo eso, porque está dividida, trizada. Hoy mismo Andrés Allamand antepuso su interés electoral personal al de apoyar al triunfador de las primarias, para mejorar las exiguas posibilidades de éste frente a la candidata de la UP II. El primero y sus ad láteres habían prometido que no se presentaría como candidato a senador. Tenía el compromiso de trabajar por el triunfo de Longueira. Pero cambió de parecer y se ha presentado como candidato a senador, sin siquiera hacerlo donde habría sido mejor para la Alianza (una zona en riesgo de doblaje) sino precisamente donde este riesgo no existe. Lo único que le ha importado es posicionarse para 2018. Él, como todos los que ambicionan la Presidencia más que ninguna otra cosa en la vida, ha aprendido que en Chile los que insisten en presentarse para alcanzarla terminan haciéndose de ella. Salvador Allende, tres veces derrotado, bromeaba acerca de su epitafio: "Salvador Allende, futuro Presidente de la República". Sebastián Piñera la persiguió a principios de los '90, pero fue sorprenido en una "piñericosa" que frustró sus expectativas. Intentó en la elección siguiente, pero Lavín le resultó demasiado rival y se alejó de la campaña. Luego volvió a tratar en 2006 y fue derrotado en segunda vuelta. En 2010 la cuarta fue la vencida. Entonces Allamand cree que la porfía al final da su fruto. Puede que tenga razón, pero este año esa ambición suya resulta fatal para su sector.
Así, todos parecen trabajar para el advenimiento de la UP II. Entonces, no nos quejemos después, cuando ella ya esté en el poder.
viernes, 5 de julio de 2013
De Michelle 1.0 a Michelle 2.0
Michelle 1.0 tenía a Velasco y Michelle 2.0 va a tener a Arenas. Ergo, hay pánico en el mercado. Bajo Michelle 1.0 se establecieron incentivos para que el mercado de capitales operara mejor y se respetó a las PYMES sus regímenes tributarios especiales. No se tocó el FUT ni se subió la tasa del impuesto a las empresas. Ésta sólo se alzó bajo Piñera ("abrazamos las banderas de la Concertación", explicó Hinzpeter, pero fueron más allá que ella). Ahora Michelle 2.0 va a eliminar los regímenes especiales de las PYMES y el régimen de renta presunta de agricultores y transportistas, que los favorecían y les permitían ahorrar en costos administrativos y contables. Y subirá variados impuestos (empresas, diesel, IVA a viviendas, timbres y estampillas).
Michelle 1.0 funcionó de lo más bien con el impuesto del 17 por ciento a las empresas y la exención del impuesto global complementario a las utilidades no retiradas por sus socios, que en ese caso formaban el FUT. Éste servía para capitalizar a los emprendedores y era básico para el crecimiento. También permitió que, para aprovechar esa ventaja, ni siquiera fuera necesario formar sociedades (a las cuales las municipalidades gravan con un impuesto al capital, que se llama "patente municipal".) Así, uno podía convertirse en "empresario individual" y quedar sujeto al régimen de primera categoría sin otro requisito que declarar el patrimonio respectivo. De hecho, yo soy "empresario individual" y, como no soy sociedad, me ahorro la patente municipal. Si al final del ejercicio he reinvertido todas las utilidades obtenidas por "yo-empresa", sólo pago el impuesto a la empresa, que Sebastián subió al 20 por ciento, y me ahorro el global complementario que grava a las personas hasta con 40 por ciento.
En "El Mercurio" apareció un artículo de una economista de la Concertación titulado "Campaña del Error" (título ingenioso y con veneno político) en el cual justifica el aumento del impuesto a las empresas. Dice, "hoy el Estado da un préstamo gratuito a los dueños de las empresas que están en los percentiles más altos de la distribución del ingreso". ¿Cómo dijo? ¿Me está dando a mi el Estado un préstamo? No, es MI plata, mientras yo no la retire de la empresa. Al menos eso dice la ley. Es lo que tiene el socialismo, siempre listo ("socios-listos") para hacerse con la plata de los demás. Y sólo funciona hasta que ésta se le termina.
Sea como fuere ¿qué voy a hacer "yo empresario individual" bajo Michelle 2.0, entonces? Tras su reforma voy a pagar 35 por ciento en lugar de 20 por ciento de impuesto que pago hoy. Dará lo mismo si lo ahorro o lo gasto. Hasta ahora reinvierto todo, para pagar sólo 20% y no 40%, pero tras la reforma de Michelle 2.0 no obtendré nada con ahorrar, porque pagaré lo mismo retirando: 35 por ciento. Claro, Michelle 2.0 me dice que si compro maquinaria, equipo o un inmueble para "yo-empresario" (que no los necesita), eso se rebajará de mi utilidad. Y si compro lo suficiente, no pagaré ningún impuesto, ni siquiera el 25 por ciento sobre el beneficio. Es decir, Michelle 2.0 me incentivará a comprar cosas que no requiero, pero me ahorran el 35 por ciento de lo que valen. Habrá que hacerlo, supongo. Pero será una pérdida de eficiencia, porque me inducirá a invertir en cosas menos productivas que las que yo libremente adquiriría. "Yo empresario" se inclinaba a comprar acciones y suscribía aumentos de capital de las S. A. Ahora Michelle 2.0 lo alejará de la Bolsa. Como todo el mundo se da cuenta de que Michelle 2.0 tiene alta probabilidad de resultar electa, eso que temo me suceda a mí le podría ocurrir a mucha gente, de modo que baja la Bolsa. Además, cae porque las utilidades de las S. A. quedarán gravadas con un impuesto más alto, lo que reducirá los dividendos. Y también porque una prometida reforma constitucional, salida de una todavía no descartada asamblea constituyente, seguramente debilitará el derecho de propiedad y pueden venir muchas estatizaciones. Mal que mal, el gobierno de Michelle 2.0 es sólo otra UP, más un apéndice DC muy debilitado.
Una señora que dice no entender nada de política ni economía, pero a la cual le va bien en los negocios, ha empezado a vender acciones. Yo, que entiendo algo de esas dos cosas, pero no me ha ido tan bien como a ella, le digo que no se precipite, que Michelle 2.0 todavía no ha llegado al poder. Entonces ella me recuerda lo de los judíos que no arrancaron a tiempo de Hitler y lo de los burgueses que no lo hicieron de los comunistas, y después no sólo no pudieron salir del país sino que, además, perdieron todo. Ahí yo le replico que esa discusión ya se produjo bajo la UP y que, en definitiva, a los que no vendimos nos fue mejor.
Ésa es la cuestión del momento, al menos entre quienes tienen la suerte de gozar de recursos para invertir. Sólo el tiempo dirá qué lado tiene la razón. Y el que no la tenga deberá pagar la cuenta.
Michelle 1.0 funcionó de lo más bien con el impuesto del 17 por ciento a las empresas y la exención del impuesto global complementario a las utilidades no retiradas por sus socios, que en ese caso formaban el FUT. Éste servía para capitalizar a los emprendedores y era básico para el crecimiento. También permitió que, para aprovechar esa ventaja, ni siquiera fuera necesario formar sociedades (a las cuales las municipalidades gravan con un impuesto al capital, que se llama "patente municipal".) Así, uno podía convertirse en "empresario individual" y quedar sujeto al régimen de primera categoría sin otro requisito que declarar el patrimonio respectivo. De hecho, yo soy "empresario individual" y, como no soy sociedad, me ahorro la patente municipal. Si al final del ejercicio he reinvertido todas las utilidades obtenidas por "yo-empresa", sólo pago el impuesto a la empresa, que Sebastián subió al 20 por ciento, y me ahorro el global complementario que grava a las personas hasta con 40 por ciento.
En "El Mercurio" apareció un artículo de una economista de la Concertación titulado "Campaña del Error" (título ingenioso y con veneno político) en el cual justifica el aumento del impuesto a las empresas. Dice, "hoy el Estado da un préstamo gratuito a los dueños de las empresas que están en los percentiles más altos de la distribución del ingreso". ¿Cómo dijo? ¿Me está dando a mi el Estado un préstamo? No, es MI plata, mientras yo no la retire de la empresa. Al menos eso dice la ley. Es lo que tiene el socialismo, siempre listo ("socios-listos") para hacerse con la plata de los demás. Y sólo funciona hasta que ésta se le termina.
Sea como fuere ¿qué voy a hacer "yo empresario individual" bajo Michelle 2.0, entonces? Tras su reforma voy a pagar 35 por ciento en lugar de 20 por ciento de impuesto que pago hoy. Dará lo mismo si lo ahorro o lo gasto. Hasta ahora reinvierto todo, para pagar sólo 20% y no 40%, pero tras la reforma de Michelle 2.0 no obtendré nada con ahorrar, porque pagaré lo mismo retirando: 35 por ciento. Claro, Michelle 2.0 me dice que si compro maquinaria, equipo o un inmueble para "yo-empresario" (que no los necesita), eso se rebajará de mi utilidad. Y si compro lo suficiente, no pagaré ningún impuesto, ni siquiera el 25 por ciento sobre el beneficio. Es decir, Michelle 2.0 me incentivará a comprar cosas que no requiero, pero me ahorran el 35 por ciento de lo que valen. Habrá que hacerlo, supongo. Pero será una pérdida de eficiencia, porque me inducirá a invertir en cosas menos productivas que las que yo libremente adquiriría. "Yo empresario" se inclinaba a comprar acciones y suscribía aumentos de capital de las S. A. Ahora Michelle 2.0 lo alejará de la Bolsa. Como todo el mundo se da cuenta de que Michelle 2.0 tiene alta probabilidad de resultar electa, eso que temo me suceda a mí le podría ocurrir a mucha gente, de modo que baja la Bolsa. Además, cae porque las utilidades de las S. A. quedarán gravadas con un impuesto más alto, lo que reducirá los dividendos. Y también porque una prometida reforma constitucional, salida de una todavía no descartada asamblea constituyente, seguramente debilitará el derecho de propiedad y pueden venir muchas estatizaciones. Mal que mal, el gobierno de Michelle 2.0 es sólo otra UP, más un apéndice DC muy debilitado.
Una señora que dice no entender nada de política ni economía, pero a la cual le va bien en los negocios, ha empezado a vender acciones. Yo, que entiendo algo de esas dos cosas, pero no me ha ido tan bien como a ella, le digo que no se precipite, que Michelle 2.0 todavía no ha llegado al poder. Entonces ella me recuerda lo de los judíos que no arrancaron a tiempo de Hitler y lo de los burgueses que no lo hicieron de los comunistas, y después no sólo no pudieron salir del país sino que, además, perdieron todo. Ahí yo le replico que esa discusión ya se produjo bajo la UP y que, en definitiva, a los que no vendimos nos fue mejor.
Ésa es la cuestión del momento, al menos entre quienes tienen la suerte de gozar de recursos para invertir. Sólo el tiempo dirá qué lado tiene la razón. Y el que no la tenga deberá pagar la cuenta.
miércoles, 3 de julio de 2013
Bajo el Gobierno del "Guatón Violeta"
¿Cuántas divisiones manda el "Guatón Violeta", que es filmado lanzando artefactos incendiarios y probándose el calzado que acaba de ser robado en una tienda saqueada por su movimiento "grande, noble, hermoso", "Guatón" que ha sido dejado en libertad por un juez revolucionario a pretexto de que, finalmente (bajo la legislación penal revolucionaria), dicho terrorista obeso no cumplirá pena privativa de libertad, la cual está reservada en Chile a los uniformados (r) aunque sus supuestos delitos estén amnistiados, prescritos, antes ya juzgados y sobreseídos y su participación no haya sido probada sino sólo presumida? Respuesta: el referido "Guatón" apenas manda una división de terroristas encapuchados cuya fuerza no le permitirá nunca tomarse el poder, porque es insuficiente; y ni siquiera a sabiendas de que ese poder en Chile carece de todo significado real, porque ninguna autoridad lo ejerce.
(Abro paréntesis: los tribunales revolucionarios acaban de dejar libre del cargo de terrorismo, según veo en una pantalla que tengo al frente mientras escribo, a otro terrorista sorprendido poniendo un artefacto explosivo. La Justicia Revolucionaria, entonces, sigue cumpliendo su misión).
Prosigo: pues en el país ya no hay Gobierno propiamente tal, ni central ni municipal. Desde luego, en La Moneda hay sólo un grupo de espectadores y comentaristas de la actualidad y de los delitos flagrantes e impunes que están en curso. En los municipios tampoco hay autoridad, porque, siendo sostenedores de colegios, éstos han sido usurpados por minorías de niñas y niños adolescentes que los ocupan para destruir mobiliario, instalaciones, computadores y equipos, y para tener sexo desenfrenado, como lo prueban las acumulaciones de condones que deben ser barridos durante los breves períodos en que el personal de aseo puede ingresar, en los interludios de las tomas. Lo de los condones es un mal menor, porque la otra secuela de las tomas es el incremento del número de niñas adolescentes embarazadas que no alcanzaron a pedir sus respectivas píldoras del días después. Prosigo, pues el duopolio político que controla los Poderes Públicos consiguió fácilmente desocupar los establecimientos usurpados, pero obró así para lo único que le interesa, que es aparentar un ejercicio electoral democrático que no es tal, porque es monopolizado por ambos duopolistas (pagando el costo el Estado, por cierto).
Reitero por su importancia probatoria: el interludio de las primarias demostró que era perfectamente posible expulsar a los usurpadores de colegios sin ningún problema.
Pero, claro, pasadas las primarias, los colegios vuelven a ser tomados por el "Guatón Violeta" y los suyos; y las autoridades (es sólo una manera de aludirlas), en particular las alcaldesas revolucionarias elegidas por el pueblo en Providencia y Santiago, declaran que por ningún motivo debe volverse a ordenar la desocupación (si no, no serían revolucionarias), mientras la primera de ellas reemprende la impostergable actividad de borrar el nombre de "11 de septiembre" a una calle y dedica a ello todas sus energías, siempre disponibles para cualquier finalidad izquierdista que no sea la de cumplir con su deber legal.
(Abro otro paréntesis: la pantalla al frente mío informa que una votación de las alumnas del Liceo Carmela Carvajal aprobó ¡devolver el colegio ahora que vienen las vacaciones! Después de éstas, dicen, volverán a votar acerca de si se reanuda la usurpación).
Entretanto, está a punto de ocurrir algo realmente pintoresco: un grupo de padres y madres de familia han recurrido de protección a los Tribunales de seudo-Justicia pidiendo que se respete su derecho a que sus hijos puedan estudiar, lo cual les es impedido por los revolucionarios que se han tomado los establecimientos. Entonces no cabe desechar la posibilidad de que algún fallo ordene a las alcaldesas revolucionarias recuperar mediante el imperio de la fuerza pública los establecimientos. Y esto va a resultar muy pintoresco, puesto que fue el más alto de esos Tribunales de seudo-Justicia, la Corte Suprema, el que DESAUTORIZÓ a la única auoridad del país que en anterior oleada de tomas de colegios hizo desocupar los establecimientos usurpados de su comuna, el alcalde Cristián Labbé, quien, por otra parte, fue posteriormete desautorizado por el propio electorado de su comuna, Providencia, que le dio una amplia mayoría a su contendora revolucionaria de izquierda, de nombre Josefa, partidaria de las tomas. Entonces, está claro que Providencia se merece a la alcaldesa que tiene.
Y si alguno de los recursos de protección de los padres y madres de familia es acogido, la opinión pública tiene derecho a no entender nada, vista la jurisprudencia al respecto de la Corte Suprema de seudo-Justicia. Pero el estado natural y permanente de la mayoría de los chilenos es el de no entender nada, así es que nada novedoso terminaría por suceder, mientras una oleada de júbilo recorre a la mayoría del país ante la nueva realidad de que, por fin, no existe ninguna calle que tenga por nombre "11 de septiembre".
(Último paréntesis y final: en Egipto, en medio del caos y la falta de autoridad, los militares se han tomado el poder. ¿A alguien le resulta familiar esa secuencia?)
(Abro paréntesis: los tribunales revolucionarios acaban de dejar libre del cargo de terrorismo, según veo en una pantalla que tengo al frente mientras escribo, a otro terrorista sorprendido poniendo un artefacto explosivo. La Justicia Revolucionaria, entonces, sigue cumpliendo su misión).
Prosigo: pues en el país ya no hay Gobierno propiamente tal, ni central ni municipal. Desde luego, en La Moneda hay sólo un grupo de espectadores y comentaristas de la actualidad y de los delitos flagrantes e impunes que están en curso. En los municipios tampoco hay autoridad, porque, siendo sostenedores de colegios, éstos han sido usurpados por minorías de niñas y niños adolescentes que los ocupan para destruir mobiliario, instalaciones, computadores y equipos, y para tener sexo desenfrenado, como lo prueban las acumulaciones de condones que deben ser barridos durante los breves períodos en que el personal de aseo puede ingresar, en los interludios de las tomas. Lo de los condones es un mal menor, porque la otra secuela de las tomas es el incremento del número de niñas adolescentes embarazadas que no alcanzaron a pedir sus respectivas píldoras del días después. Prosigo, pues el duopolio político que controla los Poderes Públicos consiguió fácilmente desocupar los establecimientos usurpados, pero obró así para lo único que le interesa, que es aparentar un ejercicio electoral democrático que no es tal, porque es monopolizado por ambos duopolistas (pagando el costo el Estado, por cierto).
Reitero por su importancia probatoria: el interludio de las primarias demostró que era perfectamente posible expulsar a los usurpadores de colegios sin ningún problema.
Pero, claro, pasadas las primarias, los colegios vuelven a ser tomados por el "Guatón Violeta" y los suyos; y las autoridades (es sólo una manera de aludirlas), en particular las alcaldesas revolucionarias elegidas por el pueblo en Providencia y Santiago, declaran que por ningún motivo debe volverse a ordenar la desocupación (si no, no serían revolucionarias), mientras la primera de ellas reemprende la impostergable actividad de borrar el nombre de "11 de septiembre" a una calle y dedica a ello todas sus energías, siempre disponibles para cualquier finalidad izquierdista que no sea la de cumplir con su deber legal.
(Abro otro paréntesis: la pantalla al frente mío informa que una votación de las alumnas del Liceo Carmela Carvajal aprobó ¡devolver el colegio ahora que vienen las vacaciones! Después de éstas, dicen, volverán a votar acerca de si se reanuda la usurpación).
Entretanto, está a punto de ocurrir algo realmente pintoresco: un grupo de padres y madres de familia han recurrido de protección a los Tribunales de seudo-Justicia pidiendo que se respete su derecho a que sus hijos puedan estudiar, lo cual les es impedido por los revolucionarios que se han tomado los establecimientos. Entonces no cabe desechar la posibilidad de que algún fallo ordene a las alcaldesas revolucionarias recuperar mediante el imperio de la fuerza pública los establecimientos. Y esto va a resultar muy pintoresco, puesto que fue el más alto de esos Tribunales de seudo-Justicia, la Corte Suprema, el que DESAUTORIZÓ a la única auoridad del país que en anterior oleada de tomas de colegios hizo desocupar los establecimientos usurpados de su comuna, el alcalde Cristián Labbé, quien, por otra parte, fue posteriormete desautorizado por el propio electorado de su comuna, Providencia, que le dio una amplia mayoría a su contendora revolucionaria de izquierda, de nombre Josefa, partidaria de las tomas. Entonces, está claro que Providencia se merece a la alcaldesa que tiene.
Y si alguno de los recursos de protección de los padres y madres de familia es acogido, la opinión pública tiene derecho a no entender nada, vista la jurisprudencia al respecto de la Corte Suprema de seudo-Justicia. Pero el estado natural y permanente de la mayoría de los chilenos es el de no entender nada, así es que nada novedoso terminaría por suceder, mientras una oleada de júbilo recorre a la mayoría del país ante la nueva realidad de que, por fin, no existe ninguna calle que tenga por nombre "11 de septiembre".
(Último paréntesis y final: en Egipto, en medio del caos y la falta de autoridad, los militares se han tomado el poder. ¿A alguien le resulta familiar esa secuencia?)