Los chilenos no se han dado cuenta, porque rara vez se dan cuenta de nada, pero la Revolución avanza. El otro día me pregunté en un blog si no estaríamos en el equivalente a julio de 1789 de la Revolución Francesa, pero me equivoqué, porque no tenía bibliografía cerca: habría debido decir "junio", específicamente el 22 de junio de 1789, que fue cuando realmente se pasó por sobre la legalidad imperante en Francia y a partir de allí se desató la Revolución.
Luis XVI era muy parecido a Sebastián Piñera en que no era capaz de imponer su autoridad. Ahora al segundo se la están atropellando los quelloninos, como antes lo hicieron loa calameños, los ayseninos, los magallánicos, los encapuchados y cualquiera al que se le ocurriera obtener algo usando la fuerza. Lo peor del actual gobierno no ha sido eso, con todo, sino la traición y la burla a la familia militar, a la cual el candidato Piñera le prometió velar por el debido proceso y la aplicación de la prescripción, nada de lo cual ha cumplido, sino todo lo contrario, pues ha dedicado a su subsecretario Ubilla a triplicar el número de querellas ilegales e inconstitucionales contra uniformados (r) (ayer otros quince fueron procesados por hechos de 1973). Pero lo segundo peor del gobierno de Piñera ha sido su falta de autoridad. Pues aquí se ha consagrado el precedente de que quienes se "toman" por la fuerza cualquier cosa para obtener algo, lo obtienen.
Entonces nuestro 22 de junio de 1789 va a llegar cuando "por las buenas o por las malas" se salten la Constitución, se "tomen" el Congreso, se declaren en "Asamblea Constituyente" y decreten que la mayoría pueda hacer cualquier cosa. Pues ya hemos pasado demasiados años sin problemas de abastecimiento de papel confort y el pueblo clama por más socialismo y, por consiguiente, escasez. Por algo se empieza: ya tenemos control de precios en el sistema financiero: las comisiones de las tarjetas de crédito y las libretas de ahorro no pueden modificarse sino con un consentimiento expreso (que es inviable en los contratos de adhesión masivos). Eso significará menos crédito para los consumidores más pobres, pero la gente va a demorar en darse cuenta, si bien ya el Banco Santander ha cerrado 20 sucursales Banefe destinadas a atender a ese sector. Control de precios, ni más ni menos. Y terminamos entonces en que el mismo control de precios conduce a que se agoten más cosas hasta llegar al papel confort. Por algo se empieza.
Entretanto, el padre Berríos hace declaraciones revolucionarias desde Ruanda que, por su lado, anuncian su retorno. Ayer justamente oí en la radio a una periodista de derecha (por lo menos lo fue alguna vez) expresando su añoranza por el padre Berríos. ¡Con esta derecha no se necesita una izquierda! El padre nos mandó decir cosas como la siguiente: "Bendigo el anillo a una persona casada por segunda vez y al día siguiente tengo un llamado del arzobispo o de Roma, pero si se bendice una sucursal bancaria que está chupándoles la sangre a los chilenos, no decimos nada".
Bueno, es un jesuita de izquierda, valga la redundancia (él se reía de esta expresión mía cuando estaba en Chile). Lo importante aquí es su definición socio-económica: las sucursales bancarias "les chupan la sangre a los chilenos". Escalona, antes de convertirse en repúblico, también hablaba de los "chupasangres", pero ahora está tan a la derecha de Berríos que hasta se opone a la inconstitucional "Asamblea Constituyente", que goza de gran respaldo de la intelectualidad de izquierda.
Bueno, mi pronóstico es que, ante nuestro Luis XVI de hoy, incapaz de hacer valer su autoridad, y una eventual sucesora todavía más débil, que no se atrevía ni siquiera a usar a los uniformados durante los saqueos del 27/F, la Asamblea Constituyente se va a terminar imponiendo. Por lo demás, una vez hasta leí que Ignacio Walker la apoyaba, aunque reconozco que no ha vuelto a hacerlo.
Bueno, cuando la Asamblea se imponga "por las malas" (pues es inconstitucional) ahí estaremos ya en nuestro 22 de junio de 1789, cuando el Estado Llano se autoproclamó de facto en "Asamblea Nacional". Eso "no será el fin; ni siquiera será el principio del fin; pero sí el fin del principio", pues sólo en cuestión de tiempo nos empezará a faltar el papel confort, que ya escaseó una vez hace cuarenta años. Y justamente hoy vi en un diario la fotografía de la Bachelet hablando desde un escenario en que se leía un gran letrero a sus espaldas prometiendo que ella completaría el legado de Allende.
miércoles, 29 de mayo de 2013
martes, 28 de mayo de 2013
Fuga General Hacia la Izquierda
Todos van para la izquierda: Michelle Bachelet se alía con los comunistas. Un ente llamado "Concertación" ya tiene fecha de defunción anunciada, el 30 de junio, cuando desaparecerá virtualmente del mapa político y será reemplazado por "Nueva Mayoría", donde juegan papel preponderante los comunistas.
El Gobierno también se sigue yendo en la misma dirección, lo cual no es novedad. Pero obtiene pocos frutos de ello: me he entretenido leyendo hoy a José Joaquín Brünner, en "La Tercera", donde dice, refiriéndose a la educación: "Así fue que el gobierno asumió un ideario ajeno, que sólo ayer despreciaba, abandonando toda pretensión de convertir su propia ideología en realidad". Ello podría hacerse extensivo a todas las demás iniciativas oficiales. Brünner reconoce en la administración Piñera "su oculto alineamiento con los dos objetivos socialdemócratas clásicos en este ámbito: incremento del gasto público y aumento de las regulaciones".
Más ministerios, subsecretarías, superintendencias (en educación superior habrá de las dos últimas a la vez). Pero la izquierda no le reconoce el mérito al Presidente y sólo describe el esfuerzo oficial como "una desordenada, inorgánica y confusa lista de actuaciones con desiguales resultados y efectos". ¿Que no se da cuenta de que todo persigue remontar en las encuestas? Pues todo el mundo sabe que hoy el izquierdismo reditúa en más preferencias.
Lo que esto cueste al país es lo de menos.
Para mí lo más indicativo de la fuga general hacia la siniestra sucedió el 21 de mayo, cuando la voz de un partidario inconfundiblemente derechista del mandatario gritó con voz estentórea, en medio del Mensaje, "¡Gracias, Presidente!", apenas éste hubo anunciado la pérdida de una libertad más de los chilenos, al convertir el derecho a mandar a los niños a kínder (que ha ejercido, por lo demás, el 94% de los padres) en una imposición. ¡La derecha, única defensora de las libertades, ya aplaude como si fuera izquierda cuando le cercenan otra más!
Y los candidatos presidenciales de derecha también emprenden su respectiva y atropellada carrera hacia allá. En realidad, quieren conquistar el centro, supuestamente abandonado tras el pacto de Michelle con el comunismo. Pero obviamente el centro queda a la izquierda de la derecha, así es que la fuga de ambos postulantes de este lado va en igual dirección. Allamand dice que él lo hace con mejor título, pues impulsó el "Acuerdo Nacional" de 1985, que pretendía acortar el Gobierno Militar. Los gestores de dicho Acuerdo usaron al cardenal Fresno para hacerle llegar el texto al Presidente Pinochet, pero éste, que estaba sobreaviso del misil izquierdista, cuando aquél se lo entregó, ni siquiera lo sacó del sobre, sino que se lo volvió a introducir al cardenal en la bocamanga, que era donde lo llevaba, haciendo que el rostro de monseñor se pusiera todavía más rojo que lo ya predeterminado por su rozagancia natural.
Y junto con el recuerdo, Allamand aprovechó de practicar su pasatiempo político predilecto (atacar a la UDI) pues añadió que en el referido Acuerdo con la izquierda y el centro: "RN fue el partido que participó, no la UDI". En realidad, estaba reaccionando ante el previo desplazamiento de Longueira hacia el centro, implícito al señalar que "me han llegado correos de personas que están en candidaturas de la oposición" (mencionó a las de Claudio Orrego y Andrés Velasco), que le han ofrecido "trabajar en mi comando", después de las primarias, naturalmente cuando Michelle haya enviado a ambos rivales suyos a un merecido receso político.
Tras ls fuga general hacia la izquierda ¿quién queda en la derecha? En posiciones significativas, casi nadie. En "Chile Informa", medio digital de derecha que rompe lanzas en favor de los presos políticos uniformados, se hace hoy un nostálgico recuerdo de Teodoro Ribera, un Ministro de Justicia que también era de derecha y que fue sucedido por la ex subsecretaria Patricia Pérez, cuya resolución definitiva de no distribuir la "Historia del Ministerio de Justicia", obra de la historiadora Patricia Arancibia (había sido encargada por Ribera) se ha fundado en razones tales como la de haber tratado en el texto de "marxista" a Salvador Allende, elevado a los altares tras ganar a Arturo Prat en la votación por internet para elegir "al más grande chileno de todos los tiempos".
En "Chile Informa" se recuerdan con añoranza los leales esfuerzos de Teodoro Ribera para obtener del Presidente el indulto para uniformados presos ya ancianos y gravemente enfermos, y cómo el rostro del mandatario "se demacraba" ante la sola mención de tal posibilidad. ¿Qué habrían dicho los comunistas?
Pues parece que hoy reinan, de modo que todos marchan en pos de ellos.
El Gobierno también se sigue yendo en la misma dirección, lo cual no es novedad. Pero obtiene pocos frutos de ello: me he entretenido leyendo hoy a José Joaquín Brünner, en "La Tercera", donde dice, refiriéndose a la educación: "Así fue que el gobierno asumió un ideario ajeno, que sólo ayer despreciaba, abandonando toda pretensión de convertir su propia ideología en realidad". Ello podría hacerse extensivo a todas las demás iniciativas oficiales. Brünner reconoce en la administración Piñera "su oculto alineamiento con los dos objetivos socialdemócratas clásicos en este ámbito: incremento del gasto público y aumento de las regulaciones".
Más ministerios, subsecretarías, superintendencias (en educación superior habrá de las dos últimas a la vez). Pero la izquierda no le reconoce el mérito al Presidente y sólo describe el esfuerzo oficial como "una desordenada, inorgánica y confusa lista de actuaciones con desiguales resultados y efectos". ¿Que no se da cuenta de que todo persigue remontar en las encuestas? Pues todo el mundo sabe que hoy el izquierdismo reditúa en más preferencias.
Lo que esto cueste al país es lo de menos.
Para mí lo más indicativo de la fuga general hacia la siniestra sucedió el 21 de mayo, cuando la voz de un partidario inconfundiblemente derechista del mandatario gritó con voz estentórea, en medio del Mensaje, "¡Gracias, Presidente!", apenas éste hubo anunciado la pérdida de una libertad más de los chilenos, al convertir el derecho a mandar a los niños a kínder (que ha ejercido, por lo demás, el 94% de los padres) en una imposición. ¡La derecha, única defensora de las libertades, ya aplaude como si fuera izquierda cuando le cercenan otra más!
Y los candidatos presidenciales de derecha también emprenden su respectiva y atropellada carrera hacia allá. En realidad, quieren conquistar el centro, supuestamente abandonado tras el pacto de Michelle con el comunismo. Pero obviamente el centro queda a la izquierda de la derecha, así es que la fuga de ambos postulantes de este lado va en igual dirección. Allamand dice que él lo hace con mejor título, pues impulsó el "Acuerdo Nacional" de 1985, que pretendía acortar el Gobierno Militar. Los gestores de dicho Acuerdo usaron al cardenal Fresno para hacerle llegar el texto al Presidente Pinochet, pero éste, que estaba sobreaviso del misil izquierdista, cuando aquél se lo entregó, ni siquiera lo sacó del sobre, sino que se lo volvió a introducir al cardenal en la bocamanga, que era donde lo llevaba, haciendo que el rostro de monseñor se pusiera todavía más rojo que lo ya predeterminado por su rozagancia natural.
Y junto con el recuerdo, Allamand aprovechó de practicar su pasatiempo político predilecto (atacar a la UDI) pues añadió que en el referido Acuerdo con la izquierda y el centro: "RN fue el partido que participó, no la UDI". En realidad, estaba reaccionando ante el previo desplazamiento de Longueira hacia el centro, implícito al señalar que "me han llegado correos de personas que están en candidaturas de la oposición" (mencionó a las de Claudio Orrego y Andrés Velasco), que le han ofrecido "trabajar en mi comando", después de las primarias, naturalmente cuando Michelle haya enviado a ambos rivales suyos a un merecido receso político.
Tras ls fuga general hacia la izquierda ¿quién queda en la derecha? En posiciones significativas, casi nadie. En "Chile Informa", medio digital de derecha que rompe lanzas en favor de los presos políticos uniformados, se hace hoy un nostálgico recuerdo de Teodoro Ribera, un Ministro de Justicia que también era de derecha y que fue sucedido por la ex subsecretaria Patricia Pérez, cuya resolución definitiva de no distribuir la "Historia del Ministerio de Justicia", obra de la historiadora Patricia Arancibia (había sido encargada por Ribera) se ha fundado en razones tales como la de haber tratado en el texto de "marxista" a Salvador Allende, elevado a los altares tras ganar a Arturo Prat en la votación por internet para elegir "al más grande chileno de todos los tiempos".
En "Chile Informa" se recuerdan con añoranza los leales esfuerzos de Teodoro Ribera para obtener del Presidente el indulto para uniformados presos ya ancianos y gravemente enfermos, y cómo el rostro del mandatario "se demacraba" ante la sola mención de tal posibilidad. ¿Qué habrían dicho los comunistas?
Pues parece que hoy reinan, de modo que todos marchan en pos de ellos.
sábado, 25 de mayo de 2013
Consejos a Golborne
El personaje público más competitivo frente a Michelle Bachelet sigue siendo Laurence Golborne, y no le ha hecho mella el ataque de pánico (síndrome conocido como "pánicus déxteram", "pánico derechista") que acometió a la UDI y la llevó a bajar su candidatura.
Pues bien, en vista de eso le voy a dar a Laurence dos consejos, aun a sabiendas de que en Chile nadie sigue mis consejos, lo cual constituye, como he señalado reiteradamente a lo largo de mi vida, uno de los peores defectos de los chilenos. Sea como fuere, mi primer consejo es el siguiente: si Allamand gana las primarias de la Alianza, Laurence, debes comenzar el mismo 1° de julio la recolección de firmas para ir como candidato presidencial independiente a la primera vuelta del 17 de noviembre. Son 37 mil firmas y tienes plazo para reunirlas hasta el 17 de agosto. Fácil, pues cuentas con doscientos mil seguidores en twitter. Y supe que tu fallida candidatura había comprado en China doscientos mil tazones con la leyenda "Golborne 2014", que vienen en camino. Entonces publicas un aviso diciendo que le regalarás tres tazones a cada firmante que patrocine tu candidatura. En una semana tendrás las firmas, te lo aseguro, incluso de adversarios políticos tuyos, y hasta de simpatizantes comunistas.
Pero si gana Longueira, te aconsejo que no hagas nada, porque la UDI se uniría tras él y ése es tu electorado natural, de modo que no convendría que fueras contra ella. El consejo es por si gana Allamand, que por lo demás "te pateó en el suelo" antes de que la UDI se apanicara.
Mi segundo consejo es que vayas a hablar con tu amigo Sebastián y le preguntes cómo lo hizo para permanecer como candidato cuando se publicaron actuaciones suyas mucho peores que las que precipitaron tu caída, siendo que en tu caso no tenían ninguna connotación de ilegalidad, pues no lo era subir una comisión de una tarjeta de Cencosud habiendo sólo consentimiento tácito del portador; y por eso que la Corte Suprema no impuso ninguna sanción, sino sólo la devolución del aumento. Ni tampoco era ni es ilegal ser socio de una sociedad constituida en Islas Vírgenes Británicas.
Seguramente Sebastián te va a tranquilizar sobre esto último y te va a decir que él también es o fue socio de una firma que tuvo una cuenta similar, y me baso para predecirlo en que la radio Bío Bío se lo preguntó dos veces y en ninguna de ellas lo negó, preocupándose, eso sí, de aclarar que tener tal cuenta era perfectamente legal, como puedes comprobar en la versión del diálogo publicada en "La Segunda" del 8 de mayo pasado, p. 13.
Y también te va a relatar cómo "La Nación" del 19 de abril de 2009 informó que, siendo él gerente del Banco de Talca, fue procesado en primera y segunda instancia, junto con los señores Calaf y Danioni, por haber obtenido del banco un préstamo de US$ 11,7 millones, lo que estaba penado en la Ley de Bancos. Pero sólo cumplieron condena los señores Calaf y Danioni, porque ante la justicia todos son iguales, pero hay algunos más iguales que los demás, como que el otro socio, Sebastián, fue absuelto por la Corte Suprema, por la vía del amparo. Esto debe haber sido una desilusión para el abogado querellante, Ricardo Rivadeneira, que después fue presidente de RN, el partido de Sebastián y que lo llevó como candidato. Como verás, en comparación con eso, lo tuyo no es nada.
Sebastián seguramente también te referirá que después, siempre en plena campaña del 2009, un detective de Investigaciones declaró que había sido encargado de detenerlo, a raíz del proceso del Banco de Talca, sin poder ubicarlo. ¿Te imaginas el mote de "prófugo" para un candidato? Y te referirá que, para defenderse, él dijo en los medios que lo declarado por el detective era falso, a raíz de lo cual este último se querelló. ¡Qué lío! Pero en el comparendo a que citó el juez, la defensa de Sebastián le hizo ver al detective razones tan convincentes para que se desistiera, que éste lo hizo. ¿Ves cómo todo puede arreglarse?
A todo esto, el proceso del Banco de Talca, número 99.971-6, no ha podido ser hallado en el Archivo Judicial hasta la fecha. A esas alturas, Laurence, supongo que Sebastián te habrá convencido de que las acusaciones en tu contra, tenidas en cuenta por la aterrorizada UDI para bajarte, eran, en comparación con las que le hicieron a él, una pitajaña. Y te va a añadir que eso no era nada, pues todavía después vino lo peor, cuando Frei lo acusó en un foro de haberse aprovechado de información privilegiada para comprar acciones de LAN, lo que constituye delito. Bueno, te va a referir cómo se arregló para que la Superintendencia no se querellara, sino que apenas le impusiera una multa, según resolución 306 de 6 de julio de 2007.
Seguramente a esas alturas ambos se van a reír recordando estas cosas. Pero más se van a reír cuando recuerden que el Consejo para la Transparencia entrara en crisis, y renunciaran sus directivos, a raíz de haberse comunicado por funcionarios suyos al Consejo Mundial de Transparencia la irregularidad cometida por Piñera. Debe ser un caso único en que un órgano para la transparencia entra en crisis por haber sido transparente.
Pero cuando todavía más se van a reír será cuando él te relate que la Comisión Investigadora de la Cámara de dicho uso de información privilegiada, presidida por Jorge Burgos y con mayoría de 3 a 2 de la Concertación, rechazó pedirle a Banchile (la firma que hizo la compra con información privilegiada) la grabación de la llamada telefónica que ordenó la operación. Y el propósito de la Comisión se frustró, por suerte. Porque te imaginarás cuál iba a ser la inconfundible voz que iba a aparecer en la grabación. Si revisas los comentarios de este blog con cuidado, te enterarás de los nombres de los diputados(as) concertacionistas que "se dieron vuelta" para denegar el acuerdo de pedir la grabación. Pues debo advertirte que a los comentaristas de este blog rara vez se les escapa algo.
Entonces, ya debidamente tranquilizado por el Presidente en el sentido de que las acusaciones en tu contra no son nada en comparación con las que él superó perfectamente para ganar las votaciones en 2009 y 2010, supongo que estarás en la mejor condición anímica para preparar tu estrategia y estar listo el 1° de julio, si la primaria de la Alianza arrojare un resultado negativo, para lanzar tu postulación presidencial.
Si lo hicieres, estoy cierto de que pasarías a segunda vuelta. Y aunque fueras derrotado en ella, quedarías muy bien posicionado para 2018. Pero esto último ni siquiera se lo menciones a Sebastián, porque él tiene también sus propias aspiraciones para entonces y si cae en la cuenta de que podrías competirle no te va a tranquilizar ni contar nada sino, al contrario, va a insistir en que permanezcas retirado.
Pues bien, en vista de eso le voy a dar a Laurence dos consejos, aun a sabiendas de que en Chile nadie sigue mis consejos, lo cual constituye, como he señalado reiteradamente a lo largo de mi vida, uno de los peores defectos de los chilenos. Sea como fuere, mi primer consejo es el siguiente: si Allamand gana las primarias de la Alianza, Laurence, debes comenzar el mismo 1° de julio la recolección de firmas para ir como candidato presidencial independiente a la primera vuelta del 17 de noviembre. Son 37 mil firmas y tienes plazo para reunirlas hasta el 17 de agosto. Fácil, pues cuentas con doscientos mil seguidores en twitter. Y supe que tu fallida candidatura había comprado en China doscientos mil tazones con la leyenda "Golborne 2014", que vienen en camino. Entonces publicas un aviso diciendo que le regalarás tres tazones a cada firmante que patrocine tu candidatura. En una semana tendrás las firmas, te lo aseguro, incluso de adversarios políticos tuyos, y hasta de simpatizantes comunistas.
Pero si gana Longueira, te aconsejo que no hagas nada, porque la UDI se uniría tras él y ése es tu electorado natural, de modo que no convendría que fueras contra ella. El consejo es por si gana Allamand, que por lo demás "te pateó en el suelo" antes de que la UDI se apanicara.
Mi segundo consejo es que vayas a hablar con tu amigo Sebastián y le preguntes cómo lo hizo para permanecer como candidato cuando se publicaron actuaciones suyas mucho peores que las que precipitaron tu caída, siendo que en tu caso no tenían ninguna connotación de ilegalidad, pues no lo era subir una comisión de una tarjeta de Cencosud habiendo sólo consentimiento tácito del portador; y por eso que la Corte Suprema no impuso ninguna sanción, sino sólo la devolución del aumento. Ni tampoco era ni es ilegal ser socio de una sociedad constituida en Islas Vírgenes Británicas.
Seguramente Sebastián te va a tranquilizar sobre esto último y te va a decir que él también es o fue socio de una firma que tuvo una cuenta similar, y me baso para predecirlo en que la radio Bío Bío se lo preguntó dos veces y en ninguna de ellas lo negó, preocupándose, eso sí, de aclarar que tener tal cuenta era perfectamente legal, como puedes comprobar en la versión del diálogo publicada en "La Segunda" del 8 de mayo pasado, p. 13.
Y también te va a relatar cómo "La Nación" del 19 de abril de 2009 informó que, siendo él gerente del Banco de Talca, fue procesado en primera y segunda instancia, junto con los señores Calaf y Danioni, por haber obtenido del banco un préstamo de US$ 11,7 millones, lo que estaba penado en la Ley de Bancos. Pero sólo cumplieron condena los señores Calaf y Danioni, porque ante la justicia todos son iguales, pero hay algunos más iguales que los demás, como que el otro socio, Sebastián, fue absuelto por la Corte Suprema, por la vía del amparo. Esto debe haber sido una desilusión para el abogado querellante, Ricardo Rivadeneira, que después fue presidente de RN, el partido de Sebastián y que lo llevó como candidato. Como verás, en comparación con eso, lo tuyo no es nada.
Sebastián seguramente también te referirá que después, siempre en plena campaña del 2009, un detective de Investigaciones declaró que había sido encargado de detenerlo, a raíz del proceso del Banco de Talca, sin poder ubicarlo. ¿Te imaginas el mote de "prófugo" para un candidato? Y te referirá que, para defenderse, él dijo en los medios que lo declarado por el detective era falso, a raíz de lo cual este último se querelló. ¡Qué lío! Pero en el comparendo a que citó el juez, la defensa de Sebastián le hizo ver al detective razones tan convincentes para que se desistiera, que éste lo hizo. ¿Ves cómo todo puede arreglarse?
A todo esto, el proceso del Banco de Talca, número 99.971-6, no ha podido ser hallado en el Archivo Judicial hasta la fecha. A esas alturas, Laurence, supongo que Sebastián te habrá convencido de que las acusaciones en tu contra, tenidas en cuenta por la aterrorizada UDI para bajarte, eran, en comparación con las que le hicieron a él, una pitajaña. Y te va a añadir que eso no era nada, pues todavía después vino lo peor, cuando Frei lo acusó en un foro de haberse aprovechado de información privilegiada para comprar acciones de LAN, lo que constituye delito. Bueno, te va a referir cómo se arregló para que la Superintendencia no se querellara, sino que apenas le impusiera una multa, según resolución 306 de 6 de julio de 2007.
Seguramente a esas alturas ambos se van a reír recordando estas cosas. Pero más se van a reír cuando recuerden que el Consejo para la Transparencia entrara en crisis, y renunciaran sus directivos, a raíz de haberse comunicado por funcionarios suyos al Consejo Mundial de Transparencia la irregularidad cometida por Piñera. Debe ser un caso único en que un órgano para la transparencia entra en crisis por haber sido transparente.
Pero cuando todavía más se van a reír será cuando él te relate que la Comisión Investigadora de la Cámara de dicho uso de información privilegiada, presidida por Jorge Burgos y con mayoría de 3 a 2 de la Concertación, rechazó pedirle a Banchile (la firma que hizo la compra con información privilegiada) la grabación de la llamada telefónica que ordenó la operación. Y el propósito de la Comisión se frustró, por suerte. Porque te imaginarás cuál iba a ser la inconfundible voz que iba a aparecer en la grabación. Si revisas los comentarios de este blog con cuidado, te enterarás de los nombres de los diputados(as) concertacionistas que "se dieron vuelta" para denegar el acuerdo de pedir la grabación. Pues debo advertirte que a los comentaristas de este blog rara vez se les escapa algo.
Entonces, ya debidamente tranquilizado por el Presidente en el sentido de que las acusaciones en tu contra no son nada en comparación con las que él superó perfectamente para ganar las votaciones en 2009 y 2010, supongo que estarás en la mejor condición anímica para preparar tu estrategia y estar listo el 1° de julio, si la primaria de la Alianza arrojare un resultado negativo, para lanzar tu postulación presidencial.
Si lo hicieres, estoy cierto de que pasarías a segunda vuelta. Y aunque fueras derrotado en ella, quedarías muy bien posicionado para 2018. Pero esto último ni siquiera se lo menciones a Sebastián, porque él tiene también sus propias aspiraciones para entonces y si cae en la cuenta de que podrías competirle no te va a tranquilizar ni contar nada sino, al contrario, va a insistir en que permanezcas retirado.
jueves, 23 de mayo de 2013
Y Resultó que el Almuerzo Gratis No Existía
Había hasta hace poco un negocio muy competitivo y que favorecía mucho a los consumidores pobres, que era el de las tarjetas de crédito. Era competitivo porque todas las tiendas podían emitir tarjetas. Favorecía a los pobres porque podían elegir la más conveniente. El consumidor rico que quiere comprar algo llama por teléfono a la tienda, se lo van a dejar a la casa y lo carga a su cuenta corriente o lo paga al contado. El pobre, por definición, no tiene plata, y entonces saca una tarjeta y con ella va a la tienda y compra sin pagar, hasta que le comienzan a llegar cobros mensuales con los que convive toda su existencia, pero a cambio de eso llena su casa y su persona de todas las cosas que necesitaba y que antes sólo tenían los ricos. Nombre del fenómeno: "Boom del consumo".
Todo funcionaba muy bien y la clase pobre pasó así a ser clase media, la clase media pasó a ser C1 y Chile "cambió de pelo", hasta que se metió el Estado. Pero, como decía ese gran estadista y gobernante llamado Ronald Reagan, "el Estado no soluciona los problemas; el Estado ES el problema". Y entonces, en este caso, creó un problema.
Las tarjetas para los pobres funcionaban bien porque éstos pagaban. Y si no pagaban, las tiendas tenían buenos sistemas de cobranza y se resarcían subiendo las comisiones a los que pagaban. Y cuando éstos consideraban que eran muy altas, dejaban de usar la tarjeta o se cambiaban de tienda. Por supuesto, la naturaleza humana a veces interfería y cuando, en el caso de La Polar, hubo muchos que no pagaron, esa tienda lo disimuló, para no reflejarlo en sus balances, e hizo como que los deudores habían repactado y conseguido mayor plazo, lo cual no era verdad, hasta que la burbuja estalló. Se dijo que los consumidores habían sido abusados, pero los consumidores se quedaron con mercadería que no pagaron y la tienda simuló que no estaban en mora, con lo cual los únicos abusados resultaron ser los accionistas de La Polar, que vieron reducida su inversión a la décima parte. Pues, como el almuerzo gratis no existe, alguien tuvo que pagar la cuenta de los que se llevaron plasmas sin pagarlos. Finalmente, la Nueva Polar arregló con todos, incluidos los que se llevaron plasmas sin pagar, y ahora están pagándolos. Y el sistema volvió a funcionar bien.
Hasta que se metió el Estado y dijo que era un abuso el aumento de comisiones de las tarjetas acordado tácitamente con los consumidores, siendo que la aprobación tácita estababa consagrada desde el siglo pasado en el Código de Comercio como perfectamente válida.
Entonces resulta que ahora tanto los bancos como el retail ya no pueden fijar libremente los precios del crédito que otorgan y han entrado a revisar todo el negocio. Es que el Estado ("el problema") se metió. Ayer en "La Segunda", página 19, aparece el Banco Santander anunciando que cerrará 20 sucursales Banefe "producto de los cambios normativos de la industria financiera, que implican reducción de márgenes en ese negocio". Traducción: el Gobierno fijó los precios y ya no conviene prestar ese servicio a los precios fijados. Las oficina Banefe atendían a clientes de menores recursos; ahora serán utilizadas para "focalizar los esfuerzos en aquellos segmentos de mayor margen y con riesgo acotado". Traduzco: ya no es negocio prestarle a gente de bajos ingresos, porque el alto riesgo que representa su menor solvencia ya no puede reflejarse en el costo del respectivo crédito. Los más pobres ya no podrán comprar a crédito.
Añade "La Segunda": "Fuentes de la industria aseguraron que no sólo Santander está analizando su modelo de negocios de banca de consumo. También lo estarían haciendo Banco de Chile, BCI, BancoEstado, Corpbanca y BBVA". Vuelvo a traducir: "A raíz del control de precios impuesto por el SERNAC y ratificado por la Corte Suprema, ya no es conveniente prestar plata a los pobres, que se quedarán sin crédito".
Así se emprende el camino del populismo. Pues, naturalmente, si nadie les da crédito a los pobres, los políticos dispondrán que se lo dé el Estado, y a pérdida (pues ha dejado de ser un negocio rentable, con las nuevas regulaciones). Y así sucesivamente.
Cuando yo era niño, la mejor tienda de Santiago se llamaba "Gath & Chaves" y era de dueños ingleses. Había llegado al gobierno el "Frente Popular". Entonces el personal de "Gath & Chaves" se declaró en huelga ilegal. Los ingleses, ciñéndose a las leyes, despidieron a los que no iban a trabajar. El Gobierno respaldó a los huelguistas. Entonces los ingleses cerraron "Gath & Chaves", se fueron y Santiago se quedó sin su mejor tienda. El país emprendió camino "cuesta abajo en la rodada" hasta que llegó al fondo. En los '40, '50 y '60 Chile iba a la zaga en todos los indicadores económicos mundiales, e incluso a la zaga del Tercer Mundo, como decía Altamirano en la TV, a comienzos de los '70, para justificar la revolución marxista-leninista. El único récord que lográbamos era el de inflación, en que casi siempre estábamos a la cabeza, de la cual solían desplazarnos primero los bolivianos y después los argentinos. Hasta que llegamos al fondo del barranco, en 1973.
Ahora le toca a un "gobierno de centroderecha" ("risas en tribunas y galerías") reemprender el camino del populismo. La liquidación del crédito y de las tarjetas para los más pobres, intervención que es obra del Estado (pues el SERNAC es del Estado y la Corte Suprema también), ha sido un hito, tal como lo fue el cierre de Gath & Chaves.
Chile quiere, de nuevo, almorzar gratis. Lo malo es que "no hay una cosa tal como un almuerzo gratis" (Milton Friedman). A él le dieron el Nobel por descubrirlo, pero acá algunos todavía no lo aprenden.
Todo funcionaba muy bien y la clase pobre pasó así a ser clase media, la clase media pasó a ser C1 y Chile "cambió de pelo", hasta que se metió el Estado. Pero, como decía ese gran estadista y gobernante llamado Ronald Reagan, "el Estado no soluciona los problemas; el Estado ES el problema". Y entonces, en este caso, creó un problema.
Las tarjetas para los pobres funcionaban bien porque éstos pagaban. Y si no pagaban, las tiendas tenían buenos sistemas de cobranza y se resarcían subiendo las comisiones a los que pagaban. Y cuando éstos consideraban que eran muy altas, dejaban de usar la tarjeta o se cambiaban de tienda. Por supuesto, la naturaleza humana a veces interfería y cuando, en el caso de La Polar, hubo muchos que no pagaron, esa tienda lo disimuló, para no reflejarlo en sus balances, e hizo como que los deudores habían repactado y conseguido mayor plazo, lo cual no era verdad, hasta que la burbuja estalló. Se dijo que los consumidores habían sido abusados, pero los consumidores se quedaron con mercadería que no pagaron y la tienda simuló que no estaban en mora, con lo cual los únicos abusados resultaron ser los accionistas de La Polar, que vieron reducida su inversión a la décima parte. Pues, como el almuerzo gratis no existe, alguien tuvo que pagar la cuenta de los que se llevaron plasmas sin pagarlos. Finalmente, la Nueva Polar arregló con todos, incluidos los que se llevaron plasmas sin pagar, y ahora están pagándolos. Y el sistema volvió a funcionar bien.
Hasta que se metió el Estado y dijo que era un abuso el aumento de comisiones de las tarjetas acordado tácitamente con los consumidores, siendo que la aprobación tácita estababa consagrada desde el siglo pasado en el Código de Comercio como perfectamente válida.
Entonces resulta que ahora tanto los bancos como el retail ya no pueden fijar libremente los precios del crédito que otorgan y han entrado a revisar todo el negocio. Es que el Estado ("el problema") se metió. Ayer en "La Segunda", página 19, aparece el Banco Santander anunciando que cerrará 20 sucursales Banefe "producto de los cambios normativos de la industria financiera, que implican reducción de márgenes en ese negocio". Traducción: el Gobierno fijó los precios y ya no conviene prestar ese servicio a los precios fijados. Las oficina Banefe atendían a clientes de menores recursos; ahora serán utilizadas para "focalizar los esfuerzos en aquellos segmentos de mayor margen y con riesgo acotado". Traduzco: ya no es negocio prestarle a gente de bajos ingresos, porque el alto riesgo que representa su menor solvencia ya no puede reflejarse en el costo del respectivo crédito. Los más pobres ya no podrán comprar a crédito.
Añade "La Segunda": "Fuentes de la industria aseguraron que no sólo Santander está analizando su modelo de negocios de banca de consumo. También lo estarían haciendo Banco de Chile, BCI, BancoEstado, Corpbanca y BBVA". Vuelvo a traducir: "A raíz del control de precios impuesto por el SERNAC y ratificado por la Corte Suprema, ya no es conveniente prestar plata a los pobres, que se quedarán sin crédito".
Así se emprende el camino del populismo. Pues, naturalmente, si nadie les da crédito a los pobres, los políticos dispondrán que se lo dé el Estado, y a pérdida (pues ha dejado de ser un negocio rentable, con las nuevas regulaciones). Y así sucesivamente.
Cuando yo era niño, la mejor tienda de Santiago se llamaba "Gath & Chaves" y era de dueños ingleses. Había llegado al gobierno el "Frente Popular". Entonces el personal de "Gath & Chaves" se declaró en huelga ilegal. Los ingleses, ciñéndose a las leyes, despidieron a los que no iban a trabajar. El Gobierno respaldó a los huelguistas. Entonces los ingleses cerraron "Gath & Chaves", se fueron y Santiago se quedó sin su mejor tienda. El país emprendió camino "cuesta abajo en la rodada" hasta que llegó al fondo. En los '40, '50 y '60 Chile iba a la zaga en todos los indicadores económicos mundiales, e incluso a la zaga del Tercer Mundo, como decía Altamirano en la TV, a comienzos de los '70, para justificar la revolución marxista-leninista. El único récord que lográbamos era el de inflación, en que casi siempre estábamos a la cabeza, de la cual solían desplazarnos primero los bolivianos y después los argentinos. Hasta que llegamos al fondo del barranco, en 1973.
Ahora le toca a un "gobierno de centroderecha" ("risas en tribunas y galerías") reemprender el camino del populismo. La liquidación del crédito y de las tarjetas para los más pobres, intervención que es obra del Estado (pues el SERNAC es del Estado y la Corte Suprema también), ha sido un hito, tal como lo fue el cierre de Gath & Chaves.
Chile quiere, de nuevo, almorzar gratis. Lo malo es que "no hay una cosa tal como un almuerzo gratis" (Milton Friedman). A él le dieron el Nobel por descubrirlo, pero acá algunos todavía no lo aprenden.
martes, 21 de mayo de 2013
La Oposición de Derecha ante el Último Mensaje
Como representante autodesignado de la oposición de derecha, defensora por antonomasia de las libertades personales, me llamó la atención que el mayor aplauso durante la lectura del último Mensaje lo haya logrado el anuncio de que se iba a privar a los chilenos de una libertad que ellos tenían, sobre todo que tras el referido aplauso se levantó una voz estentórea que gritó: "¡Gracias, Presidente!", lo cual suscitó una renovación de la oleada de aplausos. Se trata del "kindergarten obligatorio". La senadora Alvear declaraba a la prensa, después del acto, no entender dicho anuncio (y, se supone, todavía entender menos el aplauso) porque, decía, el derecho a la educación parvularia gratuita había sido establecido por una reforma constitucional de 2007, la de la ley 20.162. Por supuesto. El único cambio que anuncia Piñera consiste en que hasta hoy los padres pueden enviar gratuitamente a sus hijos a parvularia, pero si no lo hacen no pierden el derecho a matricularlos después en la básica. Ahora se les va a privar de ese derecho: si los niños no van a kindergarten no pueden entrar a la básica. ¡Aplausos! "¡Gracias Presidente!". Tenemos una libertad menos.
Los dos principales problemas nacionales no fueron aludidos en el Mensaje: "la puerta giratoria" por la cual circulan los delincuentes impunes, en particular los terroristas que asuelan a la Araucanía. La delincuencia es el principal problema nacional según las encuestas; y otro es la carestía de la electricidad, junto a la falta de proyectos para abaratarla y asegurar su suministro. En esta última materia la injerencia presidencial ha sido negativa, pues, ante la evidencia de que Amaro Gómez-Pablos tenía una grabación en que el candidato Piñera prometía oponerse al proyecto de generación de Barrancones, siendo ya Presidente calibró el daño a su imagen derivado de una amplia reproducción de esa cinta y, entre ese y el daño al abastecimiento eléctrico, eligió este último y entonces tomó el teléfono y le formuló al dueño de la empresa Suez Energy, que iba a construir la citada planta (ya aprobada tras haber sorteado todos los permisos administrativos y ambientales) una oferta que el empresario francés no pudo rechazar, lo cual lo llevó a desistirse de la iniciativa. Y como tampoco el Presidente ha tenido el coraje político suficiente para impulsar el acuerdo del consejo de ministros que despeje los obstáculos para construir HidroAysén, proyecto que "la calle" impugna y cuya aprobación también podría hacerle retroceder aún más en las encuestas, entonces faltó en el Mensaje una confesión y una advertencia en el sentido de que debemos prepararnos para una futura escasez de electricidad bajo el próximo gobierno.
Y faltó también una expresión de gratitud a la Divina Providencia, pues ella permitió al actual gobernante asumir la conducción del país justo cuando terminaba el ciclo recesivo mundial derivado de la crisis subprime de 2008, lo que coincidió con el aumento del precio del cobre, todo lo cual redundó en aumentos de la producción y el empleo en el país, no obstante los contraproducentes aumentos de impuestos a las empresas que crean esos empleos, incrementos dispuestos por Piñera en 2010 y 2012. El empleo creció "pese a Piñera", y no "gracias a Piñera"
Pese a la bonanza, tampoco se ha podido retomar la regla de equilibrio estructural del Presupuesto ni evitar el aumento del déficit de la cuenta corriente del país con el exterior, de todo lo cual deriva que la tasa de crecimiento económico se haya reducido a 4,7% en el primer trimestre de este año.
Tampoco en el Mensaje hubo alusión alguna al flagrante incumplimiento presidencial de la promesa del candidato Piñera a los uniformados (r), en el sentido de velar por el debido proceso a los camaradas suyos que derrotaron al terrorismo de extrema izquierda. Al contrario, el actual régimen se ha convertido en un más activo perseguidor de esos presos políticos (pues están privados de libertad en contravención a las leyes y sólo por consideraciones políticas). De las trescientas querellas contra uniformados (r) que había bajo el gobierno anterior, la activa persecución del actual ha llevado ese número a mil 300. Ni una sola palabra en el Mensaje para pedir perdón por este incumplimiento. Ni una sola palabra para pedir perdón por la complicidad presidencial en la transgresión flagrante, en perjuicio de los uniformados (r), de la siguiente norma constitucional: "Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado". Pues se les procesa (en particular a instancias de su subsecretario Ubilla) y condena por "delitos de lesa humanidad", por hechos de los años '70, en circunstancias que tales "delitos de lesa humanidad" recién fueron tipificados en Chile por ley dictada en 2009.
Razones más que suficientes para que los de la oposición de derecha confiemos en que, pese a sus ostensibles aspiraciones, Sebastián Piñera no vuelva a ser candidato presidencial en 2017.
Los dos principales problemas nacionales no fueron aludidos en el Mensaje: "la puerta giratoria" por la cual circulan los delincuentes impunes, en particular los terroristas que asuelan a la Araucanía. La delincuencia es el principal problema nacional según las encuestas; y otro es la carestía de la electricidad, junto a la falta de proyectos para abaratarla y asegurar su suministro. En esta última materia la injerencia presidencial ha sido negativa, pues, ante la evidencia de que Amaro Gómez-Pablos tenía una grabación en que el candidato Piñera prometía oponerse al proyecto de generación de Barrancones, siendo ya Presidente calibró el daño a su imagen derivado de una amplia reproducción de esa cinta y, entre ese y el daño al abastecimiento eléctrico, eligió este último y entonces tomó el teléfono y le formuló al dueño de la empresa Suez Energy, que iba a construir la citada planta (ya aprobada tras haber sorteado todos los permisos administrativos y ambientales) una oferta que el empresario francés no pudo rechazar, lo cual lo llevó a desistirse de la iniciativa. Y como tampoco el Presidente ha tenido el coraje político suficiente para impulsar el acuerdo del consejo de ministros que despeje los obstáculos para construir HidroAysén, proyecto que "la calle" impugna y cuya aprobación también podría hacerle retroceder aún más en las encuestas, entonces faltó en el Mensaje una confesión y una advertencia en el sentido de que debemos prepararnos para una futura escasez de electricidad bajo el próximo gobierno.
Y faltó también una expresión de gratitud a la Divina Providencia, pues ella permitió al actual gobernante asumir la conducción del país justo cuando terminaba el ciclo recesivo mundial derivado de la crisis subprime de 2008, lo que coincidió con el aumento del precio del cobre, todo lo cual redundó en aumentos de la producción y el empleo en el país, no obstante los contraproducentes aumentos de impuestos a las empresas que crean esos empleos, incrementos dispuestos por Piñera en 2010 y 2012. El empleo creció "pese a Piñera", y no "gracias a Piñera"
Pese a la bonanza, tampoco se ha podido retomar la regla de equilibrio estructural del Presupuesto ni evitar el aumento del déficit de la cuenta corriente del país con el exterior, de todo lo cual deriva que la tasa de crecimiento económico se haya reducido a 4,7% en el primer trimestre de este año.
Tampoco en el Mensaje hubo alusión alguna al flagrante incumplimiento presidencial de la promesa del candidato Piñera a los uniformados (r), en el sentido de velar por el debido proceso a los camaradas suyos que derrotaron al terrorismo de extrema izquierda. Al contrario, el actual régimen se ha convertido en un más activo perseguidor de esos presos políticos (pues están privados de libertad en contravención a las leyes y sólo por consideraciones políticas). De las trescientas querellas contra uniformados (r) que había bajo el gobierno anterior, la activa persecución del actual ha llevado ese número a mil 300. Ni una sola palabra en el Mensaje para pedir perdón por este incumplimiento. Ni una sola palabra para pedir perdón por la complicidad presidencial en la transgresión flagrante, en perjuicio de los uniformados (r), de la siguiente norma constitucional: "Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado". Pues se les procesa (en particular a instancias de su subsecretario Ubilla) y condena por "delitos de lesa humanidad", por hechos de los años '70, en circunstancias que tales "delitos de lesa humanidad" recién fueron tipificados en Chile por ley dictada en 2009.
Razones más que suficientes para que los de la oposición de derecha confiemos en que, pese a sus ostensibles aspiraciones, Sebastián Piñera no vuelva a ser candidato presidencial en 2017.
sábado, 18 de mayo de 2013
Reacción de Derecha Atípica
La inesperada petición de renuncia al Director del CEP, Arturo Fontaine Talavera, ha llenado páginas de los diarios. Lamento su alejamiento, porque le tengo aprecio, admiro su inteligencia y pienso que su desempeño era inobjetable. Su persona me daba garantías, por ejemplo, en relación a la encuesta de esa institución, la más fiable del país por su solidez técnica y su carácter insobornable. Pues en los tiempos que corren... Y la principal publicación del CEP, que hasta hace unos pocos años me llegaba, era también excelente. Asimismo, los seminarios a que asistí allí, hasta que dejaron de invitarme, los encontraba instancias valiosas.
Por supuesto, yo sabía que Arturo ya no era un hombre de derecha. Por mucho tiempo lo creí tal, porque durante el Gobierno Militar fue Consejero de Estado, un cargo reservado a personas afines al régimen; pero con posterioridad, cuando coincidimos por algún tiempo en el Consejo de Redacción de "El Mercurio", me di cuenta de que había cambiado, pues en una reunión preguntó con encomiable candor cuándo el diario iba a dejar de llamar "Gobierno Militar" al señalado régimen e iba a designarlo con una denominación, según él, más adecuada, como "Dictadura".
A raíz de su alejamiento del CEP me he enterado de que también era miembro del directorio o consejo del "Museo de la Memoria y los Derechos Humanos", situación que encontré insólita e inexplicable en una persona objetiva como Arturo. Habría sido lo mismo que si alguien a quien hubiera tenido en alta estima me hubiera dicho que había pertenecido a un "Museo de la Memoria de Hitler", centrado en recordar a las víctimas de los atroces bombardeos aliados de Dresden y Hamburgo, y sin ninguna mención ni consideración a lo que antes había hecho Hitler. Que Sebastián Piñera sea generoso en el Presupuesto con ese museo de propaganda marxista no me extraña nada, porque él también proclamó a Volodia Teitelboim como "gran hombre de la historia dee Chile" y, por tanto, de él puedo esperar cualquier cosa. Pero Arturo Fontaine es un caso muy diferente, otra cosa.
Bueno, tal vez el directorio del CEP, que, según tengo entendido, es de derecha, ha resuelto asumir una actitud atípica. Dicho en otras palabras, jugarse por sus ideas. Pues en las entidades de derecha suelen albergarse agentes activos de la izquierda, que terminan manejándolas. Lea usted en la prensa de derecha de hoy las noticias sobre la muerte de Jorge Rafael Videla, el ex presidente argentino. Se enterará de que fue un dictador cuyo régimen provocó 30 mil muertes y que hizo desaparecer a siete mil personas, cosa que él mismo confesó. Pero no se enterará de toda la verdad histórica, que es diferente: los muertos fueron 819, los desaparecidos 6.936 y el total 7.755. Pero con un importante añadido: el gobierno anterior, peronista, de 1973 a 1976, tuvo 480 muertos y 770 desaparecidos, con un total de 1.250. Y la guerrilla extremista se estaba apoderando del país.
Apenas producido el golpe allá, en 1976, en el diario "La Opinión" el periodista Jacobo Timmerman escribía: "Si los argentinos, como se advierte en todos los sectores --aun dentro del ex oficialismo-- agradecen al Gobierno Militar el haber puesto fin a un vasto caos que anunciaba la disolución del país, no menos cierto es que también le agradecen la sobriedad con que actúa".
Y el escritor Jorge Luis Borges, tras almorzar con el presidente Jorge Rafael Videla, junto a otros intelectuales, entre los que estaba Ernesto Sábato, refiriéndose al mismo Videla declaraba: "Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo que sacó al país de la ignominia y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado la responsabilidad de gobernar". (Datos y citas de "La Otra Parte de la Verdad", por Nicolás Márquez, Editorial Contracultura, Buenos Aires, 2012.)
Y también en la prensa de derecha encontrará hoy, invariablemente, la información de que Videla y otros gobernantes militares organizaron la "Operación Cóndor" para "exterminar a opositores políticos", lo cual también es falso. La Operación Cóndor se generó porque en París, en 1974, se formó una "Junta de Coordinación Revolucionaria" integrada por el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, el Ejército Revolucionario del Pueblo, de Argentina; el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, de Uruguay, y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, de Chile. En el periódico "El Rebelde en la Clandestinidad" del MIR chileno se informaba en octubre de 1974 de la coordinación y trabajo conjunto con los otros grupos terroristas antes nombrados. Luego, la Operación Cóndor fue una autodefensa ante el terrorismo, tal como en su tiempo se coordinaron Francia y España contra la ETA y los EE. UU. con otros países contra Al Qaeda. ¿La "prensa de derecha" precisa algo de eso?
Acá nadie nos ha informado nada de lo anterior en estos días. Es que los diarios de derecha los escriben periodistas de izquierda; o que, si no son de izquierda, no se atreven a contradecir a la corriente dominante, conducida por la izquierda.
En todo caso, cabe preguntarse si la muy comentada decisión de los directivos del CEP significa que algo puede estar cambiando en la superestructura de la derecha, y que estamos ante un primer indicio de que ella pueda estar intentando sobreponerse al atávico "pánicus" que la aqueja desde hace tantísimos años.
Por supuesto, yo sabía que Arturo ya no era un hombre de derecha. Por mucho tiempo lo creí tal, porque durante el Gobierno Militar fue Consejero de Estado, un cargo reservado a personas afines al régimen; pero con posterioridad, cuando coincidimos por algún tiempo en el Consejo de Redacción de "El Mercurio", me di cuenta de que había cambiado, pues en una reunión preguntó con encomiable candor cuándo el diario iba a dejar de llamar "Gobierno Militar" al señalado régimen e iba a designarlo con una denominación, según él, más adecuada, como "Dictadura".
A raíz de su alejamiento del CEP me he enterado de que también era miembro del directorio o consejo del "Museo de la Memoria y los Derechos Humanos", situación que encontré insólita e inexplicable en una persona objetiva como Arturo. Habría sido lo mismo que si alguien a quien hubiera tenido en alta estima me hubiera dicho que había pertenecido a un "Museo de la Memoria de Hitler", centrado en recordar a las víctimas de los atroces bombardeos aliados de Dresden y Hamburgo, y sin ninguna mención ni consideración a lo que antes había hecho Hitler. Que Sebastián Piñera sea generoso en el Presupuesto con ese museo de propaganda marxista no me extraña nada, porque él también proclamó a Volodia Teitelboim como "gran hombre de la historia dee Chile" y, por tanto, de él puedo esperar cualquier cosa. Pero Arturo Fontaine es un caso muy diferente, otra cosa.
Bueno, tal vez el directorio del CEP, que, según tengo entendido, es de derecha, ha resuelto asumir una actitud atípica. Dicho en otras palabras, jugarse por sus ideas. Pues en las entidades de derecha suelen albergarse agentes activos de la izquierda, que terminan manejándolas. Lea usted en la prensa de derecha de hoy las noticias sobre la muerte de Jorge Rafael Videla, el ex presidente argentino. Se enterará de que fue un dictador cuyo régimen provocó 30 mil muertes y que hizo desaparecer a siete mil personas, cosa que él mismo confesó. Pero no se enterará de toda la verdad histórica, que es diferente: los muertos fueron 819, los desaparecidos 6.936 y el total 7.755. Pero con un importante añadido: el gobierno anterior, peronista, de 1973 a 1976, tuvo 480 muertos y 770 desaparecidos, con un total de 1.250. Y la guerrilla extremista se estaba apoderando del país.
Apenas producido el golpe allá, en 1976, en el diario "La Opinión" el periodista Jacobo Timmerman escribía: "Si los argentinos, como se advierte en todos los sectores --aun dentro del ex oficialismo-- agradecen al Gobierno Militar el haber puesto fin a un vasto caos que anunciaba la disolución del país, no menos cierto es que también le agradecen la sobriedad con que actúa".
Y el escritor Jorge Luis Borges, tras almorzar con el presidente Jorge Rafael Videla, junto a otros intelectuales, entre los que estaba Ernesto Sábato, refiriéndose al mismo Videla declaraba: "Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo que sacó al país de la ignominia y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado la responsabilidad de gobernar". (Datos y citas de "La Otra Parte de la Verdad", por Nicolás Márquez, Editorial Contracultura, Buenos Aires, 2012.)
Y también en la prensa de derecha encontrará hoy, invariablemente, la información de que Videla y otros gobernantes militares organizaron la "Operación Cóndor" para "exterminar a opositores políticos", lo cual también es falso. La Operación Cóndor se generó porque en París, en 1974, se formó una "Junta de Coordinación Revolucionaria" integrada por el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, el Ejército Revolucionario del Pueblo, de Argentina; el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, de Uruguay, y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, de Chile. En el periódico "El Rebelde en la Clandestinidad" del MIR chileno se informaba en octubre de 1974 de la coordinación y trabajo conjunto con los otros grupos terroristas antes nombrados. Luego, la Operación Cóndor fue una autodefensa ante el terrorismo, tal como en su tiempo se coordinaron Francia y España contra la ETA y los EE. UU. con otros países contra Al Qaeda. ¿La "prensa de derecha" precisa algo de eso?
Acá nadie nos ha informado nada de lo anterior en estos días. Es que los diarios de derecha los escriben periodistas de izquierda; o que, si no son de izquierda, no se atreven a contradecir a la corriente dominante, conducida por la izquierda.
En todo caso, cabe preguntarse si la muy comentada decisión de los directivos del CEP significa que algo puede estar cambiando en la superestructura de la derecha, y que estamos ante un primer indicio de que ella pueda estar intentando sobreponerse al atávico "pánicus" que la aqueja desde hace tantísimos años.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Avatares de una Diatriba Fílmica
Aprovechando el clima general de falsificación de la verdad histórica que ha vivido Chile durante más de veinte años, un grupo de cineastas e intelectuales de extrema izquierda filmaron una película tendenciosa y parcial titulada "El Dario de Agustín", pretendiendo poner a "El Mercurio" en el banquillo de los acusados por complicidad con "violaciones a los derech0s humansos", que fue la consigna diseñada y dictada por el KGB para justificar una campaña mundial de desprestigio contra el Gobierno Militar que libró a Chile de ser un país totalitario y que llevó a Leonid Brezhnev a proclamar: "¡Nunca más habrá otro Chile!". Erró el diagnóstico, porque lo que no hubo nunca más fue "otra URSS".
"El Mercurio" fue un medio de comunicacióon fundamental para respaldar la acción liberadora del Gobierno Militar y su verdadera "Revolución Silenciosa" llevada a cabo para modernizar las estructuras económicas, sociales y políticas de Chile, y la consumación de su tarea ("Misión Cumplida") de devolver a la civilidad un país próspero, democrático y habitado por personas libres.
Después de 1990 tuvo lugar un proceso vergonzoso de lavado de cerebros, encabezado por uno de los más resueltos convocantes de los uniformados en 1973, Patricio Aylwin, que después de inducirlos a derrotar la asonada marxista, se transformó en el verdugo de las fuerzas armadas y de orden y crucificó a quienes tuvieron la peligrosa y dura tarea de derrotar a más de veinte mil terroristas de extrema izquierda armados, entre chilenos y extranjeros, que se aprestaban a consumar el "Plan Z", cuya fecha tentativa de inicio era el 19 de septiembre de 1973, según se lee en su propio texto. Parafraseando a Juan de Dios Carmona, un democratacristiano que no traicionó a los militares, podríamos decir que Aylwin "usó a los uniformados para echar a los comunistas del poder y después usó a los comunistas para llegar él mismo al poder y desde ahí consumar la peor traición a los militares", a través de un informe amañado y parcial, el de la Comisión Rettig, que llegó a la fantástica conclusión de que dos mil 600 personas habían sido muertas en 17 años por "agentes del Estado" y más de cuatrocientas habían sido víctimas de un ente indefinido, llamado por el Informe "violencia política", siendo que habían caído a manos de los terroristas armados del MIR, el FPMR, el PS, el PC, el Mapu y la Izquierda Cristiana, a los cuales, por tanto, exculpó y dejó en calidad de "blancas palomas", que es lo que pretenden ser hoy.
Pero donde Aylwin no se atrevió a llegar, que fue a condenar a las civilidad partidaria del Gobierno Militar (una amplia mayoría de dos tercios en 1973, reducida a 43 por ciento en 1988) el marxismo local, impune y dotado de enormes recursos que les han sido dispensados por la referida Comisión Rettig y la posterior Comisión Valech, sí ha querido llegar.
Siendo "El Mercurio" uno de los baluartes de la segunda independencia de Chile alcanzada en 1973, que nos liberó del inminente yugo soviético, se ha convertido en un blanco favorito de acusaciones tan falsas como los procesos urdidos por la justicia de izquierda contra militares. Una intentona fraguada con despliegue de recursos ha sido la producción de la película "El Diario de Agustín", que mediante una sistemática y cuidadosa desfiguración de la verdad, ha pretendido presentar al periódico como parte de una conjura para encubrir y alentar las "violaciones de los derechos humanos".
La verdad fue que el Gobierno Militar, ante la asonada terrorista, no hizo otra cosa que combatirla con eficacia, de la manera en que lo hacen hoy día naciones amenazadas por el terrorismo, como los Estados Unidos e Israel, cuyas poblaciones aplauden la eliminación física de los subversivos, como vimos que lo hacía hace pocas semanas la población de Boston al aplaudir a la policía que había muerto a tiros a un terrorista musulmán y había dejado malherido al otro. A ningún bostoniano se le ocurriría decir que sus policías habían cometido "un delito de lesa humanidad" ni menos injuriar al diario "Boston Globe" por celebrar la eliminación de los terroristas. Más impensable todavía sería condenar a los agentes de seguridad a cadena perpetua por dar muerte a los asesinos múltiples, como ha acontecido en este desgraciado y malagradecido país.
Los cineastas que filmaron "El Diario de Agustín" han pretendido por todos los medios divulgar su diatriba. Pero la exhibieron al público en una sala de cine con nulo éxito, de modo que han utilizado todo su poder para obligar a estaciones televisivas, como TVN y ARTV, a exhibirla, acusando a dichas estaciones de "censura televisiva" y de atentar contra "la libertad de expresión" por negarse a exhibir su falsificación fílmica.
Pero no tienen ninguna autoridad moral. porque en el curso de la producción del documental los cineastas marxistas me visitaron en mi oficina, en número de cinco o seis, y durante dos horas me interrogaron y filmaron, conmigo respondiendo a todos los argumentos que pretendían tener para acusar a "El Mercurio" de "complicidad", "encubrimiento" y hasta "autoría intelectual" de "violaciones los derechos humanos". No es porque yo lo diga, pero se encontraron con una persona que conoce bien la historia, que no tiene su cerebro lavado (por el contrario, soy autor de una "Terapia para Cerebros Lavados") y que podía no sólo explicar con la verdad lo acontecido en Chile y la limpieza de la labor informativa y de opinión de "El Merccurio" entre 1973 y 1990, sino que destruía una a una sus versiones y acusaciones tendenciosas o derechamente falsas.
¿Qué fue de esas dos horas de preguntas y respuestas, pacientemente filmadas en mi oficina de Providencia? Yo les diré qué fue de ellas: no apareció ni un minuto de las mismas en la versión final de "El Diario de Agustín". Ésa sí que fue censura. Quisieron condenar un diario con su película y le negaron su derecho a defensa. Probablemente incluyeron algo de otras defensas más débiles para "aparecer" reproduciendo la opinión de "ambos bandos". Pero yo tengo experiencia en estas lides. Como sé que voy al hueso en las respuestas y aporto antecedentes "duros" e indesmentibles, lo más seguro es que mis declaraciones sean omitids y censuradas. Una vez me sucedió con la propia BBC, lo que le representé a uno de sus ejecutivos en la propia Londres, obteniendo por toda respuesta: "facts of life", y una sonrisa.
Los cineastas marxistas de acá, acostumbrados al actual clima político en que los reales agresores se han convertido en "agredidos", los totalitarios se han travestido de "demócratas" y los victimarios se han transformado en "víctimas", con la aquiescencia de una opinión pública de cerebros lavados y de la propia prensa ("Mercurio" incluido) que da testimonios de "arrepentimiento", "cerebro lavado" y "chaqueta vuelta", ahora claman al cielo porque el "establishment" comunicacional no se convierte en altavoz de la diatriba marxista. Pero sólo están probando algo de su propia medicina, la misma que me dieron a probar a mí cuando abusaron de mi tiempo, de mi buena fe y de mi bagaje de conocimiento histórico durante dos horas y, al ver que echaba por tierra todos sus argumentos, simplemente lo excluyeron y censuraron.
¡Justicia divina! o, si se prefiere, "por donde pecas, pagas".
"El Mercurio" fue un medio de comunicacióon fundamental para respaldar la acción liberadora del Gobierno Militar y su verdadera "Revolución Silenciosa" llevada a cabo para modernizar las estructuras económicas, sociales y políticas de Chile, y la consumación de su tarea ("Misión Cumplida") de devolver a la civilidad un país próspero, democrático y habitado por personas libres.
Después de 1990 tuvo lugar un proceso vergonzoso de lavado de cerebros, encabezado por uno de los más resueltos convocantes de los uniformados en 1973, Patricio Aylwin, que después de inducirlos a derrotar la asonada marxista, se transformó en el verdugo de las fuerzas armadas y de orden y crucificó a quienes tuvieron la peligrosa y dura tarea de derrotar a más de veinte mil terroristas de extrema izquierda armados, entre chilenos y extranjeros, que se aprestaban a consumar el "Plan Z", cuya fecha tentativa de inicio era el 19 de septiembre de 1973, según se lee en su propio texto. Parafraseando a Juan de Dios Carmona, un democratacristiano que no traicionó a los militares, podríamos decir que Aylwin "usó a los uniformados para echar a los comunistas del poder y después usó a los comunistas para llegar él mismo al poder y desde ahí consumar la peor traición a los militares", a través de un informe amañado y parcial, el de la Comisión Rettig, que llegó a la fantástica conclusión de que dos mil 600 personas habían sido muertas en 17 años por "agentes del Estado" y más de cuatrocientas habían sido víctimas de un ente indefinido, llamado por el Informe "violencia política", siendo que habían caído a manos de los terroristas armados del MIR, el FPMR, el PS, el PC, el Mapu y la Izquierda Cristiana, a los cuales, por tanto, exculpó y dejó en calidad de "blancas palomas", que es lo que pretenden ser hoy.
Pero donde Aylwin no se atrevió a llegar, que fue a condenar a las civilidad partidaria del Gobierno Militar (una amplia mayoría de dos tercios en 1973, reducida a 43 por ciento en 1988) el marxismo local, impune y dotado de enormes recursos que les han sido dispensados por la referida Comisión Rettig y la posterior Comisión Valech, sí ha querido llegar.
Siendo "El Mercurio" uno de los baluartes de la segunda independencia de Chile alcanzada en 1973, que nos liberó del inminente yugo soviético, se ha convertido en un blanco favorito de acusaciones tan falsas como los procesos urdidos por la justicia de izquierda contra militares. Una intentona fraguada con despliegue de recursos ha sido la producción de la película "El Diario de Agustín", que mediante una sistemática y cuidadosa desfiguración de la verdad, ha pretendido presentar al periódico como parte de una conjura para encubrir y alentar las "violaciones de los derechos humanos".
La verdad fue que el Gobierno Militar, ante la asonada terrorista, no hizo otra cosa que combatirla con eficacia, de la manera en que lo hacen hoy día naciones amenazadas por el terrorismo, como los Estados Unidos e Israel, cuyas poblaciones aplauden la eliminación física de los subversivos, como vimos que lo hacía hace pocas semanas la población de Boston al aplaudir a la policía que había muerto a tiros a un terrorista musulmán y había dejado malherido al otro. A ningún bostoniano se le ocurriría decir que sus policías habían cometido "un delito de lesa humanidad" ni menos injuriar al diario "Boston Globe" por celebrar la eliminación de los terroristas. Más impensable todavía sería condenar a los agentes de seguridad a cadena perpetua por dar muerte a los asesinos múltiples, como ha acontecido en este desgraciado y malagradecido país.
Los cineastas que filmaron "El Diario de Agustín" han pretendido por todos los medios divulgar su diatriba. Pero la exhibieron al público en una sala de cine con nulo éxito, de modo que han utilizado todo su poder para obligar a estaciones televisivas, como TVN y ARTV, a exhibirla, acusando a dichas estaciones de "censura televisiva" y de atentar contra "la libertad de expresión" por negarse a exhibir su falsificación fílmica.
Pero no tienen ninguna autoridad moral. porque en el curso de la producción del documental los cineastas marxistas me visitaron en mi oficina, en número de cinco o seis, y durante dos horas me interrogaron y filmaron, conmigo respondiendo a todos los argumentos que pretendían tener para acusar a "El Mercurio" de "complicidad", "encubrimiento" y hasta "autoría intelectual" de "violaciones los derechos humanos". No es porque yo lo diga, pero se encontraron con una persona que conoce bien la historia, que no tiene su cerebro lavado (por el contrario, soy autor de una "Terapia para Cerebros Lavados") y que podía no sólo explicar con la verdad lo acontecido en Chile y la limpieza de la labor informativa y de opinión de "El Merccurio" entre 1973 y 1990, sino que destruía una a una sus versiones y acusaciones tendenciosas o derechamente falsas.
¿Qué fue de esas dos horas de preguntas y respuestas, pacientemente filmadas en mi oficina de Providencia? Yo les diré qué fue de ellas: no apareció ni un minuto de las mismas en la versión final de "El Diario de Agustín". Ésa sí que fue censura. Quisieron condenar un diario con su película y le negaron su derecho a defensa. Probablemente incluyeron algo de otras defensas más débiles para "aparecer" reproduciendo la opinión de "ambos bandos". Pero yo tengo experiencia en estas lides. Como sé que voy al hueso en las respuestas y aporto antecedentes "duros" e indesmentibles, lo más seguro es que mis declaraciones sean omitids y censuradas. Una vez me sucedió con la propia BBC, lo que le representé a uno de sus ejecutivos en la propia Londres, obteniendo por toda respuesta: "facts of life", y una sonrisa.
Los cineastas marxistas de acá, acostumbrados al actual clima político en que los reales agresores se han convertido en "agredidos", los totalitarios se han travestido de "demócratas" y los victimarios se han transformado en "víctimas", con la aquiescencia de una opinión pública de cerebros lavados y de la propia prensa ("Mercurio" incluido) que da testimonios de "arrepentimiento", "cerebro lavado" y "chaqueta vuelta", ahora claman al cielo porque el "establishment" comunicacional no se convierte en altavoz de la diatriba marxista. Pero sólo están probando algo de su propia medicina, la misma que me dieron a probar a mí cuando abusaron de mi tiempo, de mi buena fe y de mi bagaje de conocimiento histórico durante dos horas y, al ver que echaba por tierra todos sus argumentos, simplemente lo excluyeron y censuraron.
¡Justicia divina! o, si se prefiere, "por donde pecas, pagas".
lunes, 13 de mayo de 2013
"Pánicus Déxteram"
Los romanos sostenían que a los cartagineses no se les podía creer. Éstos eran astutos comerciantes fenicios y a veces no cumplían su palabra. Entonces los romanos acuñaron la expresión irónica: "fides púnicum", traducida como "confiabilidad cartaginesa".
Los acontecimientos que desembocaron en la renuncia de Laurence Golborne, generada por un estado de pánico en la UDI que es muy característico de la derecha, me han hecho pensar en una expresión latina para el caso y he acuñado "pánicus déxteram", que quiere decir "pánico de la derecha" (espero que esté correctamente expresada, pues el latín no es mi fuerte. Antes me lo corregía siempre Bob Borowicz, pero ahora que nos ha dejado espero que no tenga sucesores).
El "pánicus déxteram" se genera en la derecha ante cualquier cosa que dicen sus adversarios. Ella está siempre dispuesta a encontrarles la razón, por descarriados que sean los puntos de vista de ellos. Por pánico. Recordemos cuando la izquierda armó un ejército guerrillero y se preparaba para dar el zarpazo al poder y establecer un gobierno totalitario. La derecha cayó en el "pánicus déxteram", que en esa época fue compartido por la Democrcia Cristiana y una parte de los radicales, y entre todos formularon un llamado a los militares para salvar al país. Éstos lo hicieron y derrotaron al ejército terrorista con los métodos que se usa en esos casos, los mismos que hoy emplean las naciones más expuestas al terrorismo, entre ellas los EE. UU. e Israel, que los liquidan sin forma de juicio y usando métodos cada vez más sofisticados, como los cohetes lanzados desde helicópteros y "drones", y nadie (salvo los terroristas y sus aliados, por supuesto) dice nada.
Acá y en el mundo la izquierda terrorista, derrotada por las armas, lanzó entonces el grito de "¡atropellos a los derechos humanos!" y organizó una campaña de desprestigio mundial de Pinochet ("fue el último éxito del KGB antes de ser lanzado al basurero de la historia", ha escrito Paul Johnson). Acá la derecha cayó en el acostumbrado "pánicus déxteram" y les encontró toda la razón, más por miedo que por creerlo realmente, pues suele decirse para sus adentros "¡pocos mataron!". Pero, en todo caso, por muchos años ha mirado para otro lado mientras don Patricio, que estuvo también a la cabeza del llamado a los militares, se dedicó a crucificarlos cuando llegó al Gobierno y a perdonar a cuanto terrorista autor de hechos de sangre que estuviera preso o circulando, amén de pagarles una enormidad de dinero como indemnización por habérseles impedido el ejercicio de "su derecho" a tomarse el poder a sangre y fuego.
El último episodio de "pánicus déxteram" se registró cuando jueces y periodistas de izquierda urdieron una maniobra genial: conseguir que se declarara nula un alza de comisiones de tarjetas Cencosud acordada en 2006, cuando el candidato presidencial de la UDI, Laurence Golborne, era gerente general de la firma, para así acusarlo de "¡abuso!", el más reciente grito de guerra izquierdista.
Golborne era un ejemplo de meritocracia, pues había llegado a encabezar una de las empresas más grandes del país exclusivamente gracias a su capacidad y sin cuñas ni relaciones de parentesco o aportes de capital. Fue tan destacado que cuando Sebastián Piñera quiso formar un "gabinete de excelencia" pensó en él como ministro, exclusivamente por los méritos que exhibía. La personalidad de Golborne se dio a conocer en el episodio de los 33 mineros e inmediatamente conectó con la masa de chilenos, que lo hicieron uno de sus personajes predilectos, el único que en todas las encuestas se acercaba en popularidad a Michelle Bachelet. Tal popularidad llevó a la UDI a rendirse a sus pies y proclamarlo candidato presidencial, aun cuando Golborne no era "del sector", pues había estado con el "No" y en Tolerancia Cero dijo que le encontraba más cosas negativas que positivas al Gobierno Militar, pero como ahora la UDI está llena de "arrepentidos" y similares, no les importó nada.
Pero así como el grito de "¡atropellos a los derechos humanos!" puso a temblar al "vientre blando de la derecha", para emplear términos churchillianos, a la voz de "¡abusos!" ante el cobro de Cencosud en 2006 y el dictum de Allamand de que Golborne no podía ser candidato presidencial si había subido el cobro fijo de las tarjetas, la UDI se puso a temblar, víctima del "pánicus déxteram" más extremo; y eso llegó al límite cuando el espionaje de izquierda reveló que una sociedad de la cual era parte Golborne tenía participación en otra que a su turno había invertido algo en British Virgin Islands, un paraíso fiscal. Entonces decidieron inmediata y fríamente defenestrar al candidato.
Lo notable de todo esto es que la práctica de subir el cobro fijo de las tarjetas era habitual y generalmente aceptada, porque se ofrecía a los tenedores de ellas la posibilidad de no aceptar el aumento de tarifa dejando de usar el plástico, norma respaldada por 148 años de vigencia del Código de Comercio, que estableció la aceptación tácita con igual valor que la expresa en los contratos. Y más notable es que, preguntado el Presidente de la República si él tenía inversiones en "paraísos fiscales" no sólo no lo negó, sino que afirmó que tenerlas era "perfectamente legal" y señaló que no se conocía el monto de lo invertido por la sociedad en que indirectamente era parte Golborne porque "la ley no exige que la persona entregue el monto de sus inversiones" ("La Segunda", 08.05.13, p. 13). Es que Piñera no sufre del "pánicus déxteram" porque nunca ha sido "déxteram" y por eso se ha encogido de hombros cuando le han formulado acusaciones mucho peores, como pueden comprobar los interiorizados en este blog.
Defenestrado Golborne por supuestos "escrúpulos morales" de la UDI, que no tienen nada de morales, ha sucedido lo más notable: le han llovido ofrecimientos de cargos importantes al autor de los "abusos" y supuesto evasor tributario: candidaturas a senador, embajada en Argentina y, finalmente, la embajada ante la OCDE con sede en París. ¿Cómo puede entenderse eso? Perfectamente: porque todos sabemos que no hay una tacha moral válida contra la persona de Golborne y que se trató solamente de consignas prefabricadas para restarle popularidad, carentes de base.
Pues, en último término, sólo ha quedado ratificado que si ellas son gritadas con suficiente fuerza, la derecha se pondrá a temblar y hará y dirá lo que sus enemigos desean.
Los acontecimientos que desembocaron en la renuncia de Laurence Golborne, generada por un estado de pánico en la UDI que es muy característico de la derecha, me han hecho pensar en una expresión latina para el caso y he acuñado "pánicus déxteram", que quiere decir "pánico de la derecha" (espero que esté correctamente expresada, pues el latín no es mi fuerte. Antes me lo corregía siempre Bob Borowicz, pero ahora que nos ha dejado espero que no tenga sucesores).
El "pánicus déxteram" se genera en la derecha ante cualquier cosa que dicen sus adversarios. Ella está siempre dispuesta a encontrarles la razón, por descarriados que sean los puntos de vista de ellos. Por pánico. Recordemos cuando la izquierda armó un ejército guerrillero y se preparaba para dar el zarpazo al poder y establecer un gobierno totalitario. La derecha cayó en el "pánicus déxteram", que en esa época fue compartido por la Democrcia Cristiana y una parte de los radicales, y entre todos formularon un llamado a los militares para salvar al país. Éstos lo hicieron y derrotaron al ejército terrorista con los métodos que se usa en esos casos, los mismos que hoy emplean las naciones más expuestas al terrorismo, entre ellas los EE. UU. e Israel, que los liquidan sin forma de juicio y usando métodos cada vez más sofisticados, como los cohetes lanzados desde helicópteros y "drones", y nadie (salvo los terroristas y sus aliados, por supuesto) dice nada.
Acá y en el mundo la izquierda terrorista, derrotada por las armas, lanzó entonces el grito de "¡atropellos a los derechos humanos!" y organizó una campaña de desprestigio mundial de Pinochet ("fue el último éxito del KGB antes de ser lanzado al basurero de la historia", ha escrito Paul Johnson). Acá la derecha cayó en el acostumbrado "pánicus déxteram" y les encontró toda la razón, más por miedo que por creerlo realmente, pues suele decirse para sus adentros "¡pocos mataron!". Pero, en todo caso, por muchos años ha mirado para otro lado mientras don Patricio, que estuvo también a la cabeza del llamado a los militares, se dedicó a crucificarlos cuando llegó al Gobierno y a perdonar a cuanto terrorista autor de hechos de sangre que estuviera preso o circulando, amén de pagarles una enormidad de dinero como indemnización por habérseles impedido el ejercicio de "su derecho" a tomarse el poder a sangre y fuego.
El último episodio de "pánicus déxteram" se registró cuando jueces y periodistas de izquierda urdieron una maniobra genial: conseguir que se declarara nula un alza de comisiones de tarjetas Cencosud acordada en 2006, cuando el candidato presidencial de la UDI, Laurence Golborne, era gerente general de la firma, para así acusarlo de "¡abuso!", el más reciente grito de guerra izquierdista.
Golborne era un ejemplo de meritocracia, pues había llegado a encabezar una de las empresas más grandes del país exclusivamente gracias a su capacidad y sin cuñas ni relaciones de parentesco o aportes de capital. Fue tan destacado que cuando Sebastián Piñera quiso formar un "gabinete de excelencia" pensó en él como ministro, exclusivamente por los méritos que exhibía. La personalidad de Golborne se dio a conocer en el episodio de los 33 mineros e inmediatamente conectó con la masa de chilenos, que lo hicieron uno de sus personajes predilectos, el único que en todas las encuestas se acercaba en popularidad a Michelle Bachelet. Tal popularidad llevó a la UDI a rendirse a sus pies y proclamarlo candidato presidencial, aun cuando Golborne no era "del sector", pues había estado con el "No" y en Tolerancia Cero dijo que le encontraba más cosas negativas que positivas al Gobierno Militar, pero como ahora la UDI está llena de "arrepentidos" y similares, no les importó nada.
Pero así como el grito de "¡atropellos a los derechos humanos!" puso a temblar al "vientre blando de la derecha", para emplear términos churchillianos, a la voz de "¡abusos!" ante el cobro de Cencosud en 2006 y el dictum de Allamand de que Golborne no podía ser candidato presidencial si había subido el cobro fijo de las tarjetas, la UDI se puso a temblar, víctima del "pánicus déxteram" más extremo; y eso llegó al límite cuando el espionaje de izquierda reveló que una sociedad de la cual era parte Golborne tenía participación en otra que a su turno había invertido algo en British Virgin Islands, un paraíso fiscal. Entonces decidieron inmediata y fríamente defenestrar al candidato.
Lo notable de todo esto es que la práctica de subir el cobro fijo de las tarjetas era habitual y generalmente aceptada, porque se ofrecía a los tenedores de ellas la posibilidad de no aceptar el aumento de tarifa dejando de usar el plástico, norma respaldada por 148 años de vigencia del Código de Comercio, que estableció la aceptación tácita con igual valor que la expresa en los contratos. Y más notable es que, preguntado el Presidente de la República si él tenía inversiones en "paraísos fiscales" no sólo no lo negó, sino que afirmó que tenerlas era "perfectamente legal" y señaló que no se conocía el monto de lo invertido por la sociedad en que indirectamente era parte Golborne porque "la ley no exige que la persona entregue el monto de sus inversiones" ("La Segunda", 08.05.13, p. 13). Es que Piñera no sufre del "pánicus déxteram" porque nunca ha sido "déxteram" y por eso se ha encogido de hombros cuando le han formulado acusaciones mucho peores, como pueden comprobar los interiorizados en este blog.
Defenestrado Golborne por supuestos "escrúpulos morales" de la UDI, que no tienen nada de morales, ha sucedido lo más notable: le han llovido ofrecimientos de cargos importantes al autor de los "abusos" y supuesto evasor tributario: candidaturas a senador, embajada en Argentina y, finalmente, la embajada ante la OCDE con sede en París. ¿Cómo puede entenderse eso? Perfectamente: porque todos sabemos que no hay una tacha moral válida contra la persona de Golborne y que se trató solamente de consignas prefabricadas para restarle popularidad, carentes de base.
Pues, en último término, sólo ha quedado ratificado que si ellas son gritadas con suficiente fuerza, la derecha se pondrá a temblar y hará y dirá lo que sus enemigos desean.
sábado, 11 de mayo de 2013
Acá Dreyfus Habría Sido Condenado
En 1894, el capitán Alfred Dreyfus, del ejército francés, fue condenado por un delito que no había cometido. El escritor Emile Zola tomó su defensa y, en su famoso escrito "J'accuse", alegó en favor de la inocencia del capitán, cuyo caso la justicia francesa entonces revisó. A raíz de ello, fue finalmente liberado y repuesto en su rango.
Pero para que ello ocurriera se requirió que en la sociedad francesa de ese tiempo hubiera un sustrato moral sólido, pues de otra manera los poderosos intereses favorecidos por la condena de Dreyfus habrían prevalecido.
En el Chile actual hay decenas de casos de oficiales que son "capitanes Dreyfus", pues están ilegal e injustamente condenados, cumpliendo sentencias arbitrarias. Pero las voces que se levantan en su defensa son acalladas, porque hay una conveniencia política de por medio y una cobardía física y moral generalizada, que inhibe a la justicia y a las autoridades frente a las fuerzas del odio y la violencia que han impuesto esa iniquidad.
Tampoco en el Chile actual existe un sustrato moral como el francés de fines del siglo XIX. El cinismo predomina en la escena política y social. De las promesas de velar por la legalidad en los juicios que hizo el candidato Piñera a los uniformados en retiro todos prefieren olvidarse. Fue sólo otra "diablura" suya, dicen, para poder triunfar en la elección. Pues "había que ganar".
Resultaron paradigmáticos, el año pasado, los hechos de violencia, agresión y tortura callejera contra los defensores de la verdad histórica y la legalidad de los juicios, ataques que tuvieron lugar cuando se quiso exhibir públicamente un documental sobre el gobierno de Pinochet y cuando se presentó un libro biográfico relativo a la verdad de las actuaciones del brigadier (r) Krassnoff. Todas las agresiones registradas en esas ocasiones quedaron impunes.
He recibido copia de una carta que dicho brigadier (r) ha enviado al nuevo ministro, Leopoldo Llanos Sagristá, quien lo procesa o condena por hechos a los cuales es completamente ajeno, oscura misión que ya había cumplido su anterior sumariante, Alejandro Solís. Éste le impuso decenas de sentencias y procesamientos traducidos en la perspectiva de más de un siglo de encarcelamiento injusto, sin haber siquiera cumplido, en ninguno de los casos, con el trámite esencial de interrogarlo, la "declaración indagatoria". Como suprema ironía, Solís citó a Krassnoff por primera vez a su presencia justamente cuando iba a acogerse a retiro. Ahí recién lo vino a conocer, siendo que debería haberlo tenido ante sí por horas y decenas de veces desde que ordenó su primera detención en 2005, la cual se prolonga hasta hoy.
Lo que acabo de referir es público y notorio. Evidencia una ilegalidad flagrante. Pero no le importa a casi nadie. En todos los casos en que se repitió la prevaricación judicial, ella fue cohonestada por los tribunales superiores. Hay procesos en que éstos aumentaron las condenas ilegales. El atropello al derecho y a los hechos se consagró como "verdad judicial", tanto que hasta he tenido que rectificar a columnistas de derecha que se han hecho cómplices de las espurias condenas de la justicia de izquierda, lapidando a la figura del brigadier (r) y plegándose también al "asesinato de imagen" de que él ha sido objeto en nuestro medio.
Él ha enviado copia de su carta al ministro Llanos, al presidente de la Corte Suprema y a la Ministra de Justicia. En ella se refiere a tres procesamientos y una condena que aquél le ha impuesto entre marzo y abril, también sin cumplir siquiera con el trámite previo y esencial de interrogarlo. Es que, para los militares, ya no hay Estado de Derecho. Buen heredero de Solís, pues, Llanos ni siquiera conoce a su víctima. Y no ha tenido inconveniente para procesarlo por los secuestros en los casos Sepúlveda y Rozas, que habrían sido llevados a un local de detención designado como "Venda Sexy", en el cual Krassnoff jamás estuvo. Éste sostiene que en el expediente no hay prueba de su vinculación con esos casos, registrados antes de que él fuera destinado a la DINA. Lo mismo sucede en otros dos, los de Parada y Gedda, ocurridos en julio de 1974, siendo que él se incorporó al señalado servicio en agosto de ese año. Un tercer procesamiento, en el caso Carmona, es por la detención de éste en diciembre de 1977, en que ya no existía la DINA y Krassnoff no se desempeñaba en su sucesora, la CNI, sino que estaba destinado a la Academia de Guerra.
Son evidencias palmarias de inocencia, no obstante lo cual, naturalmente, hay testigos que lo inculpan, todos aportados por los querellantes. Y en este último caso hay uno vinculado al terrorismo que dice "haber visto" a Krassnoff, no obstante declarar también que lo mantenían con "la vista vendada". Todo está permitido.
En días pasados falleció en Temuco una hija de 39 años del brigadier (r). A él no se le había permitido viajar a visitarla durante su enfermedad, pero finalmente pudo llegar al entierro. Con mucha discreción, porque el terrorismo al cual investigó, combatió y contribuyó a derrotar, ya antes lo atacó e hirió cuando fue a declarar a los tribunales, y pertenecen al mismo los que asediaron el recinto en que se presentó su libro autobiográfico. Ciertamente, habrían aprovechado el sepelio para atentar contra él. La doctrina de la violencia no respeta nada.
Esta omnipresencia de las fuerzas que mantienen el odio y el control que ejercen sobre los poderes públicos y la opinión general, junto a la falta de una conciencia moral en la sociedad chilena de hoy, hacen impensable que pueda reeditarse el "caso Dreyfus" en nuestro medio y posibilitan que, por el contrario, reine al respecto el silencio o, peor aún, que muchos de los llamados a alzarse contra las condenas injustas adhieran cobardemente a quienes las han perpetrado, y los respalden o encubran.
Pero para que ello ocurriera se requirió que en la sociedad francesa de ese tiempo hubiera un sustrato moral sólido, pues de otra manera los poderosos intereses favorecidos por la condena de Dreyfus habrían prevalecido.
En el Chile actual hay decenas de casos de oficiales que son "capitanes Dreyfus", pues están ilegal e injustamente condenados, cumpliendo sentencias arbitrarias. Pero las voces que se levantan en su defensa son acalladas, porque hay una conveniencia política de por medio y una cobardía física y moral generalizada, que inhibe a la justicia y a las autoridades frente a las fuerzas del odio y la violencia que han impuesto esa iniquidad.
Tampoco en el Chile actual existe un sustrato moral como el francés de fines del siglo XIX. El cinismo predomina en la escena política y social. De las promesas de velar por la legalidad en los juicios que hizo el candidato Piñera a los uniformados en retiro todos prefieren olvidarse. Fue sólo otra "diablura" suya, dicen, para poder triunfar en la elección. Pues "había que ganar".
Resultaron paradigmáticos, el año pasado, los hechos de violencia, agresión y tortura callejera contra los defensores de la verdad histórica y la legalidad de los juicios, ataques que tuvieron lugar cuando se quiso exhibir públicamente un documental sobre el gobierno de Pinochet y cuando se presentó un libro biográfico relativo a la verdad de las actuaciones del brigadier (r) Krassnoff. Todas las agresiones registradas en esas ocasiones quedaron impunes.
He recibido copia de una carta que dicho brigadier (r) ha enviado al nuevo ministro, Leopoldo Llanos Sagristá, quien lo procesa o condena por hechos a los cuales es completamente ajeno, oscura misión que ya había cumplido su anterior sumariante, Alejandro Solís. Éste le impuso decenas de sentencias y procesamientos traducidos en la perspectiva de más de un siglo de encarcelamiento injusto, sin haber siquiera cumplido, en ninguno de los casos, con el trámite esencial de interrogarlo, la "declaración indagatoria". Como suprema ironía, Solís citó a Krassnoff por primera vez a su presencia justamente cuando iba a acogerse a retiro. Ahí recién lo vino a conocer, siendo que debería haberlo tenido ante sí por horas y decenas de veces desde que ordenó su primera detención en 2005, la cual se prolonga hasta hoy.
Lo que acabo de referir es público y notorio. Evidencia una ilegalidad flagrante. Pero no le importa a casi nadie. En todos los casos en que se repitió la prevaricación judicial, ella fue cohonestada por los tribunales superiores. Hay procesos en que éstos aumentaron las condenas ilegales. El atropello al derecho y a los hechos se consagró como "verdad judicial", tanto que hasta he tenido que rectificar a columnistas de derecha que se han hecho cómplices de las espurias condenas de la justicia de izquierda, lapidando a la figura del brigadier (r) y plegándose también al "asesinato de imagen" de que él ha sido objeto en nuestro medio.
Él ha enviado copia de su carta al ministro Llanos, al presidente de la Corte Suprema y a la Ministra de Justicia. En ella se refiere a tres procesamientos y una condena que aquél le ha impuesto entre marzo y abril, también sin cumplir siquiera con el trámite previo y esencial de interrogarlo. Es que, para los militares, ya no hay Estado de Derecho. Buen heredero de Solís, pues, Llanos ni siquiera conoce a su víctima. Y no ha tenido inconveniente para procesarlo por los secuestros en los casos Sepúlveda y Rozas, que habrían sido llevados a un local de detención designado como "Venda Sexy", en el cual Krassnoff jamás estuvo. Éste sostiene que en el expediente no hay prueba de su vinculación con esos casos, registrados antes de que él fuera destinado a la DINA. Lo mismo sucede en otros dos, los de Parada y Gedda, ocurridos en julio de 1974, siendo que él se incorporó al señalado servicio en agosto de ese año. Un tercer procesamiento, en el caso Carmona, es por la detención de éste en diciembre de 1977, en que ya no existía la DINA y Krassnoff no se desempeñaba en su sucesora, la CNI, sino que estaba destinado a la Academia de Guerra.
Son evidencias palmarias de inocencia, no obstante lo cual, naturalmente, hay testigos que lo inculpan, todos aportados por los querellantes. Y en este último caso hay uno vinculado al terrorismo que dice "haber visto" a Krassnoff, no obstante declarar también que lo mantenían con "la vista vendada". Todo está permitido.
En días pasados falleció en Temuco una hija de 39 años del brigadier (r). A él no se le había permitido viajar a visitarla durante su enfermedad, pero finalmente pudo llegar al entierro. Con mucha discreción, porque el terrorismo al cual investigó, combatió y contribuyó a derrotar, ya antes lo atacó e hirió cuando fue a declarar a los tribunales, y pertenecen al mismo los que asediaron el recinto en que se presentó su libro autobiográfico. Ciertamente, habrían aprovechado el sepelio para atentar contra él. La doctrina de la violencia no respeta nada.
Esta omnipresencia de las fuerzas que mantienen el odio y el control que ejercen sobre los poderes públicos y la opinión general, junto a la falta de una conciencia moral en la sociedad chilena de hoy, hacen impensable que pueda reeditarse el "caso Dreyfus" en nuestro medio y posibilitan que, por el contrario, reine al respecto el silencio o, peor aún, que muchos de los llamados a alzarse contra las condenas injustas adhieran cobardemente a quienes las han perpetrado, y los respalden o encubran.
viernes, 10 de mayo de 2013
¿En Qué Etapa de la Revolución Francesa Estamos?
Fui de los primeros en advertirle a Sebastián Piñera, hace dos años, que el "movimiento grande, noble y hermoso" descrito por él en Naciones Unidas era una revolución violenta destinada a derrocarlo. Pero yo mismo anticipaba entonces que dicho movimiento no iba a tener mayor trascendencia, porque carecía de poder armado para derrocar al gobierno. Claro, sí lo tuvo para sacarle plata al erario y quedar en la impunidad tras todas las ilegalidades cometidas, las que recibieron amplio respaldo ciudadano cuando la ÚNICA AUTORIDAD DEL PAÍS que quiso hacer prevalecer el estado de derecho, el alcalde de Providencia, Cristián Labbé, fue derrotado en la elección del año pasado,en una comuna cuyos votantes (suponíamos) por inmensa mayoría eran partidarios "de la ley y el orden". En definitiva, o no lo eran o se abstuvieron, demostrando que, en realidad, "la ley y el orden" les daban lo mismo, lo que no deja de ser importante.
En todo caso, la Revolución Chilena ha seguido su curso, si bien no tanto en la calle, porque la gente ya se ha aburrido de los desórdenes, pero sí en las aulas, donde un profesor revolucionario de una universidad de derecha (porque la derecha frecuentemente es dueña, pero, siempre en pánico, no manda) ha proclamado que se debe reformar la Constitución "por las buenas o por las malas". Además, los revolucionarios se han tranquilizado un poco porque creen que van a ganar el 17 de noviembre y entonces se dicen que para qué gastar pólvora en gallinazos si tienen el triunfo asegurado. Su candidata ha asumido, por otra parte, todas las demandas de la calle, de manera vaga, es cierto, pues todo lo de ella es un poco vago.
Entretanto, la izquierda, que domina el país, porque controla enclaves del gobierno (Departamento de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, el Instituto Médico Legal, en manos del MIR), es mayoría en el Congreso y controla el Poder Judicial, dio un golpe maestro al defenestrar a Golborne, que era la principal amenaza electoral contra Bachelet. La Corte Suprema declaró ilegal un cobro de comisión de $530 en una tarjeta de la firma donde era gerente Golborne. "¡Abuso!", exclamó la calle. El cobro no era ilegal, porque estaba autorizado por la respectiva superintendencia, había sido consultado a los titulares de tarjetas (si no lo aceptaban podían dejar de usar la tarjeta); la propia Ley de Protección del Consumidor establece que esos cobros adicionales "deben ser susceptibles de ser aceptados o rechazados" (art. 16, b) y porque el Código de Comercio, art. 103, dice que la aceptación tácita en ese caso produce los mismos efectos que la expresa. Pero la UDI entró en pánico porque Golborne iba a ser acusado de "abuso".
El "abuso" merece capítulo aparte, porque la antología del mismo comienza con el caso La Polar, donde lo que sucedió fue que demasiados portadores de tarjetas dejaron de pagar y la firma, en lugar de reflejarlo en su contabilidad, unilateralmente les concedió mayores plazos, con recargos, naturalmente. Pero cualquier dueño de tarjeta deudor que se pusiera al día no pagaba ningún recargo. En definitiva, si hubo un "abuso" fue el de los que se llevaron plasmas y refrigeradores y no los pagaron. Y las principales víctimas fueron los accionistas de La Polar, que creían que la cobranza estaba al día y cuyas acciones se vinieron al suelo cuando se supo que no lo estaba. Bueno, pero volvamos a Cencosud y digamos que allí no hubo "abuso", porque el que no quería pagar los $530 dejaba de usar la tarjeta y no los pagaba.
Pero el brazo judicial de la izquierda no contaba con una pregunta que hizo Golborne en el programa "Frente al Espejo": "¿Por qué la Corte Suprema ha fallado este caso, iniciado en 2006, y no otros de 2004?" Él no preguntaba eso "de puro ganso", sino porque sabía la respuesta: "Porque entre los casos anteriores estaba el del Banco del Estado, cuyos gerentes de izquierda también habían subido las comisiones en las libretas de ahorro". Entonces la Corte Suprema se dio cuenta de que había sido pillada volando bajo y tuvo que fallar prontamente el caso de 2004, lo que puso en una situación muy incómoda a la izquierda, que de denunciante de "abusos" pasó a ser autora de ellos.
Pero la izquierda no cae en pánico, como la UDI, y fue ésta la que retiró a su candidato, que constituía la mayor amenaza contra Bachelet. Un segundo misil que contribuyó a ello fue la noticia de que Golborne era socio de una firma que tenía una filial con inversiones en un "paraíso fiscal", como se denomina a los países en que las rentas de las inversiones no pagan impuestos. La UDI, en pánico, concluyó que un candidato presidencial suyo no podía tener, ni siquiera indirectamente, una inversión en un paraíso tributario. Pero en la Radio Bíobío entrevistaron al Presidente Piñera, que no puede resistirse ante un micrófono, aunque no haya cámara presente, y le preguntaron a sangre fría: "¿Usted tiene o ha tenido dineros en paraísos fiscales?", lo cual él, obviamente, no respondió, sino que dijo haber hecho "una declaración de patrimonio más amplia que la exigida por la ley", tener parte de su patrimonio en un fideicomiso ciego y no saber dónde estaba invertida esa parte. Pero en la Bío Bío no lo dejaron escurrirse y le reiteraron la pregunta, ante lo cual él recurrió a una milenaria herramienta dialéctica judía: contestar con otra pregunta: "¿Qué es un paraíso fiscal?"; y se respondió a sí mismo, lo cual era más fácil que responderle a la Bío Bío: "Paraíso fiscal son (sic) países donde hay exención de impuestos". Después añadió: "Por ejemplo, tengo una cuenta, entiendo yo(!) en Merril Lynch, que puede tener inversiones en muchas partes. Pero quiero decir que el hecho de tener una inversión fuera de Chile es absolutamente legal, es perfectamente legítimo..." ("La Segunda", 09.05.13)
Bueno, tomemos la respuesta del presidente como un "sí", porque "no" no es, definitivamente. Luego, la UDI puede tener un presidente con una sociedad que tiene una cuenta en un paraíso fiscal, pero no un candidato socio de una firma que la tenga.
El hecho es que la izquierda ha usado su poder para allanarle el camino a Michelle Bachelet, marginando al más carismático de sus oponentes y, por tanto, la Revolución Chilena puede seguir su curso sin temor a contrariedades.
A estas alturas lo que está en debate es si la Revolución va a respetar la Constitución actual, firmada por Ricardo Lagos, o la van a atropellar. Como dije en un blog anterior, "he ahí la madre del cordero". Mi pronóstico es que la van a atropellar. Que la van a modificar "por las buenas o por las malas".
Eso sucedió en la Revolución Francesa. Al principio todo iba por los cauces constitucionales. El rey había accedido a que funcionaran los Estados Generales: la nobleza, el clero y el estado llano. Éste era el más numeroso, pero no podía hacer aprobar nada sin el concurso de los otros dos. Había "quórum calificado". Hasta que en alguna fecha de julio de 1789 el estado llano votó que lo que la mayoría de votos aprobara iba a ser ley, dijeran lo que dijesen la nobleza y el clero. El rey dijo que eso era contrario a la legalidad y revolucionario y que no lo iba a aceptar, pero "la calle" estaba con el estado llano y el monarca no fue capaz de emplear sus tropas. Lo demás es historia. Luis XVI y María Antonieta trataron de huir, pero fueron apresados en Varennes y finalmente guillotinados.
¿En qué etapa de la Revolución Chilena estamos? ¿Cuándo van a ser arrasados los quórums especiales, para lo cual será preciso actuar "por las malas" y violar la Constitución? La derecha, "en pánico", como siempre, ¿se dejará pasar a llevar? ¿Cuántas cabezas van a rodar? ¿Rodarán también las de muchos(as) revolucionarios(as)? ¿Vendrá después un Napoleón, que ahora no se ve por ninguna parte?
En todo caso, la Revolución Chilena ha seguido su curso, si bien no tanto en la calle, porque la gente ya se ha aburrido de los desórdenes, pero sí en las aulas, donde un profesor revolucionario de una universidad de derecha (porque la derecha frecuentemente es dueña, pero, siempre en pánico, no manda) ha proclamado que se debe reformar la Constitución "por las buenas o por las malas". Además, los revolucionarios se han tranquilizado un poco porque creen que van a ganar el 17 de noviembre y entonces se dicen que para qué gastar pólvora en gallinazos si tienen el triunfo asegurado. Su candidata ha asumido, por otra parte, todas las demandas de la calle, de manera vaga, es cierto, pues todo lo de ella es un poco vago.
Entretanto, la izquierda, que domina el país, porque controla enclaves del gobierno (Departamento de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, el Instituto Médico Legal, en manos del MIR), es mayoría en el Congreso y controla el Poder Judicial, dio un golpe maestro al defenestrar a Golborne, que era la principal amenaza electoral contra Bachelet. La Corte Suprema declaró ilegal un cobro de comisión de $530 en una tarjeta de la firma donde era gerente Golborne. "¡Abuso!", exclamó la calle. El cobro no era ilegal, porque estaba autorizado por la respectiva superintendencia, había sido consultado a los titulares de tarjetas (si no lo aceptaban podían dejar de usar la tarjeta); la propia Ley de Protección del Consumidor establece que esos cobros adicionales "deben ser susceptibles de ser aceptados o rechazados" (art. 16, b) y porque el Código de Comercio, art. 103, dice que la aceptación tácita en ese caso produce los mismos efectos que la expresa. Pero la UDI entró en pánico porque Golborne iba a ser acusado de "abuso".
El "abuso" merece capítulo aparte, porque la antología del mismo comienza con el caso La Polar, donde lo que sucedió fue que demasiados portadores de tarjetas dejaron de pagar y la firma, en lugar de reflejarlo en su contabilidad, unilateralmente les concedió mayores plazos, con recargos, naturalmente. Pero cualquier dueño de tarjeta deudor que se pusiera al día no pagaba ningún recargo. En definitiva, si hubo un "abuso" fue el de los que se llevaron plasmas y refrigeradores y no los pagaron. Y las principales víctimas fueron los accionistas de La Polar, que creían que la cobranza estaba al día y cuyas acciones se vinieron al suelo cuando se supo que no lo estaba. Bueno, pero volvamos a Cencosud y digamos que allí no hubo "abuso", porque el que no quería pagar los $530 dejaba de usar la tarjeta y no los pagaba.
Pero el brazo judicial de la izquierda no contaba con una pregunta que hizo Golborne en el programa "Frente al Espejo": "¿Por qué la Corte Suprema ha fallado este caso, iniciado en 2006, y no otros de 2004?" Él no preguntaba eso "de puro ganso", sino porque sabía la respuesta: "Porque entre los casos anteriores estaba el del Banco del Estado, cuyos gerentes de izquierda también habían subido las comisiones en las libretas de ahorro". Entonces la Corte Suprema se dio cuenta de que había sido pillada volando bajo y tuvo que fallar prontamente el caso de 2004, lo que puso en una situación muy incómoda a la izquierda, que de denunciante de "abusos" pasó a ser autora de ellos.
Pero la izquierda no cae en pánico, como la UDI, y fue ésta la que retiró a su candidato, que constituía la mayor amenaza contra Bachelet. Un segundo misil que contribuyó a ello fue la noticia de que Golborne era socio de una firma que tenía una filial con inversiones en un "paraíso fiscal", como se denomina a los países en que las rentas de las inversiones no pagan impuestos. La UDI, en pánico, concluyó que un candidato presidencial suyo no podía tener, ni siquiera indirectamente, una inversión en un paraíso tributario. Pero en la Radio Bíobío entrevistaron al Presidente Piñera, que no puede resistirse ante un micrófono, aunque no haya cámara presente, y le preguntaron a sangre fría: "¿Usted tiene o ha tenido dineros en paraísos fiscales?", lo cual él, obviamente, no respondió, sino que dijo haber hecho "una declaración de patrimonio más amplia que la exigida por la ley", tener parte de su patrimonio en un fideicomiso ciego y no saber dónde estaba invertida esa parte. Pero en la Bío Bío no lo dejaron escurrirse y le reiteraron la pregunta, ante lo cual él recurrió a una milenaria herramienta dialéctica judía: contestar con otra pregunta: "¿Qué es un paraíso fiscal?"; y se respondió a sí mismo, lo cual era más fácil que responderle a la Bío Bío: "Paraíso fiscal son (sic) países donde hay exención de impuestos". Después añadió: "Por ejemplo, tengo una cuenta, entiendo yo(!) en Merril Lynch, que puede tener inversiones en muchas partes. Pero quiero decir que el hecho de tener una inversión fuera de Chile es absolutamente legal, es perfectamente legítimo..." ("La Segunda", 09.05.13)
Bueno, tomemos la respuesta del presidente como un "sí", porque "no" no es, definitivamente. Luego, la UDI puede tener un presidente con una sociedad que tiene una cuenta en un paraíso fiscal, pero no un candidato socio de una firma que la tenga.
El hecho es que la izquierda ha usado su poder para allanarle el camino a Michelle Bachelet, marginando al más carismático de sus oponentes y, por tanto, la Revolución Chilena puede seguir su curso sin temor a contrariedades.
A estas alturas lo que está en debate es si la Revolución va a respetar la Constitución actual, firmada por Ricardo Lagos, o la van a atropellar. Como dije en un blog anterior, "he ahí la madre del cordero". Mi pronóstico es que la van a atropellar. Que la van a modificar "por las buenas o por las malas".
Eso sucedió en la Revolución Francesa. Al principio todo iba por los cauces constitucionales. El rey había accedido a que funcionaran los Estados Generales: la nobleza, el clero y el estado llano. Éste era el más numeroso, pero no podía hacer aprobar nada sin el concurso de los otros dos. Había "quórum calificado". Hasta que en alguna fecha de julio de 1789 el estado llano votó que lo que la mayoría de votos aprobara iba a ser ley, dijeran lo que dijesen la nobleza y el clero. El rey dijo que eso era contrario a la legalidad y revolucionario y que no lo iba a aceptar, pero "la calle" estaba con el estado llano y el monarca no fue capaz de emplear sus tropas. Lo demás es historia. Luis XVI y María Antonieta trataron de huir, pero fueron apresados en Varennes y finalmente guillotinados.
¿En qué etapa de la Revolución Chilena estamos? ¿Cuándo van a ser arrasados los quórums especiales, para lo cual será preciso actuar "por las malas" y violar la Constitución? La derecha, "en pánico", como siempre, ¿se dejará pasar a llevar? ¿Cuántas cabezas van a rodar? ¿Rodarán también las de muchos(as) revolucionarios(as)? ¿Vendrá después un Napoleón, que ahora no se ve por ninguna parte?
domingo, 5 de mayo de 2013
Lo Sospeché Desde un Principio
El 21 de febrero escribí un blog titulado "La Tontería de las Primarias". Ahora queda confirmado que, efectivamente, eran una tontería. Para el país, pero no para el Duopolio que maneja la política, el Gobierno, el Parlamento, el Poder Judicial y la vida de los chilenos.
Es que el Duopolio quería poder extraernos este año entre 14 y 18 mil millones de pesos en gastos de primarias y ahorrarse los problemas que suscitan a sus jefes muchos caciques locales, que tienen pocos indios, pero quieren llegar al Congreso y salir en los diarios y cobrar la dieta, las asignaciones de viajes, gastos de secretaría, viáticos, almuerzos gratis y demás prebendas que les permiten recibir cada mes hasta cien salarios mínimos cada uno y les dan tribuna para criticar la desigual distribución del ingreso.
Bueno, ahora todos están de acuerdo en que las primarías por ley eran una tontería. Se lo advertí el 21 de febrero, pero como en este país casi nadie me hace caso, consumaron la tontería y ahora no hallan qué hacer con ella. El único que las aprovechó mínimamente fue Carlos Larraín, para solucionar el dolor de cabeza para él que era Evópoli, y las hará apenas en diez distritos, de un total de 60. Sin la ley, RN habría tenido que pagarlas con la caja del partido, lo que era lógico, porque sus problemas con Evópoli no nos interesan a los demás chilenos.
Establecido que las primarias parlamentarias no servían casi para nada, se prueba que las presidenciales tampoco, porque ya había en la Constitución una primaria para ellas, que es la primera vuelta del 17 de noviembre. O sea, nos hacen pagar a los contribuyentes por algo que ya teníamos. Crearon una "secundaria" completamente artificial (las encuestas anticipan el resultado) y carísima.
Y, además, el Duopolio les sacará a los particulares mucha plata que podrían haberse ahorrado, porque aunque las primarias las paga el fisco (el Duopolio se ha arreglado para que también sus gastos electorales en ellas los pague el fisco), todas las campañas habían ya empezado a gastar mucha plata obtenida de otras partes. Y vemos avisos a página entera en que aparecen aspirantes a senadores que no irán a primaria y, algunos, ni siquiera terminarán siendo candidatos. Por tanto, tendrán ellos que poner o conseguir la plata (o deberá ponerla el personaje a quien ellos aparecen respaldando --adivinen quién es-- o los gastos reservados de éste) y parte de eso será a fondo perdido, porque aparecen avisos de más candidatos que cupos disponibles.
O sea, una tontería completa. "Perfeccionamiento democrático" lo llaman. Y culpan al sistema binominal, que no tiene nada que ver en esto, porque la elección presidencial es uninominal y para las parlamentarias casi no habrá primarias.
El problema acá, en consecuencia, no es el binominal, sino la falta de competencia. Es el Duopolio y las barreras a la entrada de candidatos competidores, que protegen a los duopolistas. Y la falta de democracia proviene de que no hay competencia, porque el Duopolio tiene privilegios para presentar candidaturas y para contar los votos, de los cuales carece cualquier ciudadano. Si un independiente quiere competir, tiene que juntar miles de firmas ante notario, lo que es un censo; el Duopolio presenta candidatos sin necesidad del respaldo de firmas. Si un independiente saca mil votos, tiene que competir contra una lista de candidatos del Duopolio, que suman entre sí sus votos, y les basta sacar más de 500 votos cada uno. Es decir, en las parlamentarias es una pelea de dos contra uno.
¿Cuál es la solución democrática? Que cualquiera pueda ser candidato a cualquier cargo con sólo inscribirse; y que ganen los que tengan más votos personales. Fin a los pactos, votos de lista y "cifra repartidora", truco que los partidos usan para no tener competencia de los independientes. Bueno, y si quieren añadir segunda vuelta en la parlamentaria, tal como la hay en la presidencial, perfecto. Sería mejor.
Y que deroguen la ley de primarias y les den un bono a los más pobres por los 14 a 18 mil millones que el fisco se va ahorrar con eso.
Es que el Duopolio quería poder extraernos este año entre 14 y 18 mil millones de pesos en gastos de primarias y ahorrarse los problemas que suscitan a sus jefes muchos caciques locales, que tienen pocos indios, pero quieren llegar al Congreso y salir en los diarios y cobrar la dieta, las asignaciones de viajes, gastos de secretaría, viáticos, almuerzos gratis y demás prebendas que les permiten recibir cada mes hasta cien salarios mínimos cada uno y les dan tribuna para criticar la desigual distribución del ingreso.
Bueno, ahora todos están de acuerdo en que las primarías por ley eran una tontería. Se lo advertí el 21 de febrero, pero como en este país casi nadie me hace caso, consumaron la tontería y ahora no hallan qué hacer con ella. El único que las aprovechó mínimamente fue Carlos Larraín, para solucionar el dolor de cabeza para él que era Evópoli, y las hará apenas en diez distritos, de un total de 60. Sin la ley, RN habría tenido que pagarlas con la caja del partido, lo que era lógico, porque sus problemas con Evópoli no nos interesan a los demás chilenos.
Establecido que las primarias parlamentarias no servían casi para nada, se prueba que las presidenciales tampoco, porque ya había en la Constitución una primaria para ellas, que es la primera vuelta del 17 de noviembre. O sea, nos hacen pagar a los contribuyentes por algo que ya teníamos. Crearon una "secundaria" completamente artificial (las encuestas anticipan el resultado) y carísima.
Y, además, el Duopolio les sacará a los particulares mucha plata que podrían haberse ahorrado, porque aunque las primarias las paga el fisco (el Duopolio se ha arreglado para que también sus gastos electorales en ellas los pague el fisco), todas las campañas habían ya empezado a gastar mucha plata obtenida de otras partes. Y vemos avisos a página entera en que aparecen aspirantes a senadores que no irán a primaria y, algunos, ni siquiera terminarán siendo candidatos. Por tanto, tendrán ellos que poner o conseguir la plata (o deberá ponerla el personaje a quien ellos aparecen respaldando --adivinen quién es-- o los gastos reservados de éste) y parte de eso será a fondo perdido, porque aparecen avisos de más candidatos que cupos disponibles.
O sea, una tontería completa. "Perfeccionamiento democrático" lo llaman. Y culpan al sistema binominal, que no tiene nada que ver en esto, porque la elección presidencial es uninominal y para las parlamentarias casi no habrá primarias.
El problema acá, en consecuencia, no es el binominal, sino la falta de competencia. Es el Duopolio y las barreras a la entrada de candidatos competidores, que protegen a los duopolistas. Y la falta de democracia proviene de que no hay competencia, porque el Duopolio tiene privilegios para presentar candidaturas y para contar los votos, de los cuales carece cualquier ciudadano. Si un independiente quiere competir, tiene que juntar miles de firmas ante notario, lo que es un censo; el Duopolio presenta candidatos sin necesidad del respaldo de firmas. Si un independiente saca mil votos, tiene que competir contra una lista de candidatos del Duopolio, que suman entre sí sus votos, y les basta sacar más de 500 votos cada uno. Es decir, en las parlamentarias es una pelea de dos contra uno.
¿Cuál es la solución democrática? Que cualquiera pueda ser candidato a cualquier cargo con sólo inscribirse; y que ganen los que tengan más votos personales. Fin a los pactos, votos de lista y "cifra repartidora", truco que los partidos usan para no tener competencia de los independientes. Bueno, y si quieren añadir segunda vuelta en la parlamentaria, tal como la hay en la presidencial, perfecto. Sería mejor.
Y que deroguen la ley de primarias y les den un bono a los más pobres por los 14 a 18 mil millones que el fisco se va ahorrar con eso.
sábado, 4 de mayo de 2013
Desfallecimientos de la Derecha
Los desfallecimientos de la derecha, como el que sufrió la UDI esta semana, son una constante histórica. El último antes de éste tuvo lugar cuando dicho partido renunció a llevar candidato propio a las elecciones de 2009 y apoyó a Sebastián Piñera, que, según sus propias palabras, no es de derecha. Pero el más espectacular que recuerdo fue el de 1963, con miras a las eleccciones de 1964. La derecha habia constituido, junto a los radicales, el Frente Democrático, y llevaba como candidato a Julio Durán, un radical de derecha bueno para los puñetes, orador brillante y partidario de la economía libre, virtudes, las dos primeras, escasas en la derecha. Los otros candidatos presidenciales eran Salvador Allende y Eduardo Frei, ambos ya derrotados antes por Jorge Alessandri en 1958.
Resultó que en plena campaña falleció un diputado por Curicó y hubo que hacer una elección extraordinaria, como lo disponía la Constitución de entonces. Se presentaron tres candidatos, sendos representantes de los aspirantes a la Presidencia. Resultó elegido un médico socialista, afín a Allende, el doctor Naranjo, padre del senador socialista; segundo fue Rodolfo Ramírez, del Frente Democrático, y último "el vitrola" Fuenzalida, DC. La derecha cayó en pánico, como predispone su ADN, y creyó ver en el resultado de la complementaria un anticipo del triunfo de Allende, de modo que ¡le retiró su apoyo a Durán y se lo entregó sin condiciones a Frei!, que había sido el gran derrotado de la elección complementaria de Curicó.
Entonces éste anunció soberbiamente que no transaría su programa, que era muy izquierdista ("socialista democrático", lo describía su propaganda) ni por un millón de votos. Así es que la derecha tuvo que rendírse incondicionalmente, lo que significó, claro, el triunfo de Frei con amplio financiamiento derechista, incluida una "campaña del terror" contra Allende (que sólo describía la vida bajo los socialismos reales). Esa rendición incondicional pronto significó la desaparición virtual de los partidos Conservador y Liberal, que obtuvieron apenas siete diputados en la elección parlamentaria siguiente, de 1965, pues su electorado emigró hacia la DC. Frei, como muestra de agradecimiento a la derecha, les quitó los fundos a los agricultores y sembró la ruina en el campo chileno, ruina que desde 1970 completó Allende, tras entrar a La Moneda por la alfombra roja que le tendió la DC, votando por él en el Congreso Pleno. ¡Vaya desfallecimiento costoso!
Por mi parte, siempre he estado convencido de que si la derecha no hubiera dejado caer a Durán y desertado hacia Frei, en 1964 el primero habría sido Presidente, derrotando a Allende y al propio Frei, como lo había logrado Alessandri en 1958, sin apoyo radical.
Cincuenta años después, entre la Concertación y el candidato de RN le han hecho "¡buaaah!" a la UDI, partido de derecha, con dos denuncias contra su candidato Golborne que no tienen ningún fundamento, según lo he probado en mis dos blogs anteriores. La UDI, presa del "pánico derechista", lo ha retirado sin siquiera defenderlo ni permitirle defenderse, siendo que en la última encuesta publicada, la de la Universidad Diego Portales, aventajaba ampliamente a su competidor Allamand tanto en la primaria de la Alianza como en todos los demás contenidos de la encuesta.
Una semana después, entonces, estoy apoyando a su sucesor, Longueira, tanto porque es mejor que Allamand como porque el Plan Ahora ya nos había pedido votar contra éste, por su persecución contra los uniformados (r). Dicho Plan ha sido discurrido en defensa de los presos políticos uniformados, condenados por la prevaricación de la misma Corte que ha declarado ilegal el cobro de comisión por Cencosud en su tarjeta Jumbo Más, siendo que tal cobro está amparado por los arts. 197 y sigtes. del Código de Comercio.
Pero, a diferencia de una semana atrás, mi candidato ahora va a la zaga en las encuestas y está obligado a remontar, tarea en la cual espero apoyarlo hasta el mismo momento en que vuelvan a hacerle "¡buaaah!" a su partido y éste sufra otra vez el sabido síndrome de pánico propio de la derecha y corte en su fuga quizás para dónde.
Resultó que en plena campaña falleció un diputado por Curicó y hubo que hacer una elección extraordinaria, como lo disponía la Constitución de entonces. Se presentaron tres candidatos, sendos representantes de los aspirantes a la Presidencia. Resultó elegido un médico socialista, afín a Allende, el doctor Naranjo, padre del senador socialista; segundo fue Rodolfo Ramírez, del Frente Democrático, y último "el vitrola" Fuenzalida, DC. La derecha cayó en pánico, como predispone su ADN, y creyó ver en el resultado de la complementaria un anticipo del triunfo de Allende, de modo que ¡le retiró su apoyo a Durán y se lo entregó sin condiciones a Frei!, que había sido el gran derrotado de la elección complementaria de Curicó.
Entonces éste anunció soberbiamente que no transaría su programa, que era muy izquierdista ("socialista democrático", lo describía su propaganda) ni por un millón de votos. Así es que la derecha tuvo que rendírse incondicionalmente, lo que significó, claro, el triunfo de Frei con amplio financiamiento derechista, incluida una "campaña del terror" contra Allende (que sólo describía la vida bajo los socialismos reales). Esa rendición incondicional pronto significó la desaparición virtual de los partidos Conservador y Liberal, que obtuvieron apenas siete diputados en la elección parlamentaria siguiente, de 1965, pues su electorado emigró hacia la DC. Frei, como muestra de agradecimiento a la derecha, les quitó los fundos a los agricultores y sembró la ruina en el campo chileno, ruina que desde 1970 completó Allende, tras entrar a La Moneda por la alfombra roja que le tendió la DC, votando por él en el Congreso Pleno. ¡Vaya desfallecimiento costoso!
Por mi parte, siempre he estado convencido de que si la derecha no hubiera dejado caer a Durán y desertado hacia Frei, en 1964 el primero habría sido Presidente, derrotando a Allende y al propio Frei, como lo había logrado Alessandri en 1958, sin apoyo radical.
Cincuenta años después, entre la Concertación y el candidato de RN le han hecho "¡buaaah!" a la UDI, partido de derecha, con dos denuncias contra su candidato Golborne que no tienen ningún fundamento, según lo he probado en mis dos blogs anteriores. La UDI, presa del "pánico derechista", lo ha retirado sin siquiera defenderlo ni permitirle defenderse, siendo que en la última encuesta publicada, la de la Universidad Diego Portales, aventajaba ampliamente a su competidor Allamand tanto en la primaria de la Alianza como en todos los demás contenidos de la encuesta.
Una semana después, entonces, estoy apoyando a su sucesor, Longueira, tanto porque es mejor que Allamand como porque el Plan Ahora ya nos había pedido votar contra éste, por su persecución contra los uniformados (r). Dicho Plan ha sido discurrido en defensa de los presos políticos uniformados, condenados por la prevaricación de la misma Corte que ha declarado ilegal el cobro de comisión por Cencosud en su tarjeta Jumbo Más, siendo que tal cobro está amparado por los arts. 197 y sigtes. del Código de Comercio.
Pero, a diferencia de una semana atrás, mi candidato ahora va a la zaga en las encuestas y está obligado a remontar, tarea en la cual espero apoyarlo hasta el mismo momento en que vuelvan a hacerle "¡buaaah!" a su partido y éste sufra otra vez el sabido síndrome de pánico propio de la derecha y corte en su fuga quizás para dónde.
viernes, 3 de mayo de 2013
Las Leyes No Importan Nada
El episodio Golborne ha sido paradigmático, porque ha dejado de manifiesto, una vez más, que acá lo que dicen las leyes no le importa nada a nadie. En este caso, y una vez más, ha imperado sin contrapeso la consigna falsa. Y con graves consecuencias, porque la UDI se sintió avasallada por ella, entró en pánico y bajó a un candidato que tenía grandes posibilidades.
Pues lo acusaron de haberse querido escudar en el directorio de Cencosud y no asumir su responsabilidad, tras aplicar un aumento en la comisión de una tarjeta de crédito. "Descargar la responsabilidad en el directorio fue lo peor", decían los más. Allamand emitía sucesivas declaraciones condenando el "abuso ilegal" a costa de los consumidores. Quien cometía ese atropello, añadía (con gran desinterés) no podía ser candidato presidencial.
Entretanto, el "retail" entero, sorprendido por la situación creada, aplica el freno. Falabella ha debido dejar sin efecto un alza de comisión en su propia tarjeta, que estaba en curso. Le costará 15,6 millones de dólares este año.
Pero ayer un ex ministro de la Corte Suprema, José Luis Pérez Zañartu, ha escrito a "El Mercurio" y explicado, primero, que de acuerdo con los artículos 1 y 31 de la ley 18.046, es el directorio el que administra a una sociedad anónima, fija atribuciones a los gerentes y puede destituirlos. Ningún gerente puede contravenir lo acordado por él. Luego, Golborne respondió correctamente al decir que había ejecutado una decisión del directorio. No podría haberlo hecho de otra manera.
Y, en relación con la modificación de un contrato con miles de personas para subir la comisión de una tarjeta de crédito, los artículos 97 y siguientes del Código de Comercio, añade Pérez Zañartu, permiten que la oferta se entienda aceptada si "transcurrido determinado plazo" no se hubiere objetado la proposición. Esa aceptación tácita "produce los mismos efectos y está sujeta a las mismas reglas que la expresa", dice el art. 103 de dicho Código, aplicable a toda la legislación civil.
Luego, legalmente fue inobjetable el procedimiento del directorio y del ex gerente de Cencosud, aunque siete años después y en medio de una campaña presidencial una mayoría de la Corte Suprema lo haya declarado "abusivo e ilegal". Porque, como en otros casos que todos conocemos, habiendo un interés político de por medio, poco o nada le importa la ley a la mayoría de Corte Suprema.
El mismo apartamiento de la legalidad ha tenido lugar ante el hecho de que una sociedad derivada de otra en que participaba Golborne haya tenido una inversión en British Virgin Islands. "La ocultó", voceó la consigna. Pero ésta también era falsa, porque no debía declararla. Según el artículo 14, letra e) del Reglamento de las Declaraciones de Intereses exigidas en la Ley de Probidad, Golborne sólo debía declarar su participación en sociedades, y lo hizo; pero no tenía por qué declarar la participación de esas sociedades en otras formadas por ella. Pues no era ya él quien tenía la participación. Por tanto, tampoco transgredió la Ley de Probidad ni su Reglamento.
Y, en fin, la inversión de contribuyentes chilenos en sociedades radicadas en el extranjero está expresamente permitida y reconocida por el art. 12 de la Ley de la Renta, que, por eso mismo, grava las "rentas líquidas percibidas" de sociedades constituidas en el extranjero. De ahí se desprende que cualquier chileno puede invertir en otro país y, en particular, en un "paraíso fiscal", y sólo debe declarar ante Impuestos Internos las "rentas líquidas percibidas". Si no las hubiere, no tiene nada que manifestarle al SII.
No había "abuso ilegal", no había "ocultamiento de patrimonio", no había "dinero malhabido", no había "evasión fiscal". Todas eran consignas falsas. Pero en Chile no hay dónde perderse: las que imperan son ellas y no lo que dicen las leyes.
Pues lo acusaron de haberse querido escudar en el directorio de Cencosud y no asumir su responsabilidad, tras aplicar un aumento en la comisión de una tarjeta de crédito. "Descargar la responsabilidad en el directorio fue lo peor", decían los más. Allamand emitía sucesivas declaraciones condenando el "abuso ilegal" a costa de los consumidores. Quien cometía ese atropello, añadía (con gran desinterés) no podía ser candidato presidencial.
Entretanto, el "retail" entero, sorprendido por la situación creada, aplica el freno. Falabella ha debido dejar sin efecto un alza de comisión en su propia tarjeta, que estaba en curso. Le costará 15,6 millones de dólares este año.
Pero ayer un ex ministro de la Corte Suprema, José Luis Pérez Zañartu, ha escrito a "El Mercurio" y explicado, primero, que de acuerdo con los artículos 1 y 31 de la ley 18.046, es el directorio el que administra a una sociedad anónima, fija atribuciones a los gerentes y puede destituirlos. Ningún gerente puede contravenir lo acordado por él. Luego, Golborne respondió correctamente al decir que había ejecutado una decisión del directorio. No podría haberlo hecho de otra manera.
Y, en relación con la modificación de un contrato con miles de personas para subir la comisión de una tarjeta de crédito, los artículos 97 y siguientes del Código de Comercio, añade Pérez Zañartu, permiten que la oferta se entienda aceptada si "transcurrido determinado plazo" no se hubiere objetado la proposición. Esa aceptación tácita "produce los mismos efectos y está sujeta a las mismas reglas que la expresa", dice el art. 103 de dicho Código, aplicable a toda la legislación civil.
Luego, legalmente fue inobjetable el procedimiento del directorio y del ex gerente de Cencosud, aunque siete años después y en medio de una campaña presidencial una mayoría de la Corte Suprema lo haya declarado "abusivo e ilegal". Porque, como en otros casos que todos conocemos, habiendo un interés político de por medio, poco o nada le importa la ley a la mayoría de Corte Suprema.
El mismo apartamiento de la legalidad ha tenido lugar ante el hecho de que una sociedad derivada de otra en que participaba Golborne haya tenido una inversión en British Virgin Islands. "La ocultó", voceó la consigna. Pero ésta también era falsa, porque no debía declararla. Según el artículo 14, letra e) del Reglamento de las Declaraciones de Intereses exigidas en la Ley de Probidad, Golborne sólo debía declarar su participación en sociedades, y lo hizo; pero no tenía por qué declarar la participación de esas sociedades en otras formadas por ella. Pues no era ya él quien tenía la participación. Por tanto, tampoco transgredió la Ley de Probidad ni su Reglamento.
Y, en fin, la inversión de contribuyentes chilenos en sociedades radicadas en el extranjero está expresamente permitida y reconocida por el art. 12 de la Ley de la Renta, que, por eso mismo, grava las "rentas líquidas percibidas" de sociedades constituidas en el extranjero. De ahí se desprende que cualquier chileno puede invertir en otro país y, en particular, en un "paraíso fiscal", y sólo debe declarar ante Impuestos Internos las "rentas líquidas percibidas". Si no las hubiere, no tiene nada que manifestarle al SII.
No había "abuso ilegal", no había "ocultamiento de patrimonio", no había "dinero malhabido", no había "evasión fiscal". Todas eran consignas falsas. Pero en Chile no hay dónde perderse: las que imperan son ellas y no lo que dicen las leyes.
jueves, 2 de mayo de 2013
Tontilandia en su Salsa
En mi condición de no-tonto (jamás aspiraría a ser considerado "inteligente") he debido tragarme la avalancha de sandeces que se ha precipitado sobre el país a raíz de los dos motivos que se ha aducido para bajar la candidatura presidencial de Golborne, y he recordado los argumentos que esgrimía Jenaro Prieto para justificar que este territorio asumiera un nombre distinto al que tiene y pasara a llamarse "Tontilandia".
Las sandeces más conspicuas han sido las que lo condenan por haber aplicado un acuerdo del directorio de Cencosud resolviendo subir en $530 el cargo fijo por las tarjtas "Jumbo Más". Pues los tontilandeses, casi por unanimidad, creen que es "un abuso" y escandaloso que un gerente general haya acogido ese acuerdo de quien era su superior y mandaba en la empresa, sobre todo si probablemente el mismo acuerdo había sido sugerido por dicho gerente general como una manera de aumentar los ingresos de la empresa de una manera perfectamente ajustada a la legalidad interpretada por la respectiva Superintendencia.
De donde se deduce que los tontilandeses, por virtual unanimidad, han estimado que no puede ser candidato a la Presidencia de la República un gerente que, primero, recomienda y después aplica un acuerdo del directorio de la empresa para la cual trabaja y que, segundo, gracias a ese acuerdo incrementa las ganancias de la misma. Ergo, el ideal de gerente general en Tontilandia parece personificarlo el que no actúa conforme lo ordena el directorio de su empresa y procura que ésta no aumente sus ganancias.
Calculen ustedes dónde estaríamos si todos los gerentes fueran como los tontilandeses exigen que lo hubiera sido Golborne.
Y, en seguida, la otra sandez, que han llamado admirativamente "torpedo bajo la línea de flotación" de la candidatura Golborne, fue el conocimiento de que una sociedad de inversión suya tenía parte de otra firma que opera en un conocido "paraíso tributario", British Virgin Islands. Pues sostienen que "paraíso tributario" es sinónimo de "dinero malhabido". Si fuera por eso, todo el dinero bajo los colchones sería presuntamente malhabido, porque muchos ladrones lo esconden ahí. ¡Qué tontería más grande!
Los "paraísos tributarios", llámense British Virgin Islands, Islas Caymán, Panamá, Islas Guernsey y Jersey, Principado de Mónaco, Rusia, Luxemburgo o Liechstenstein, se caracterizan por no cobrar impuesto a la renta o cobrar uno muy bajo a las personas naturales o jurídicas extranjeras que operan en ellos. Cualquier individuo previsor y ordenado, que administre sus bienes como "un buen padre de familia", según la expresión de nuestro Código Civil, obligatoriamente debería tener en cuenta la posibilidad de depositar ingresos (perfectamente bien habidos) donde éstos tengan mayores posibilidades de multiplicarse. Me extrañaría mucho saber que un hábil inversionista como Sebastián Piñera o quien esté a cargo de su actual "fideicomiso ciego", nunca tienen ni tuvieron un centavo, por sí o por alguna de sus sociedades o a través de otras sociedades, en alguno de los "paraísos tributarios" antes nombrados o en otros. Pues si nunca lo tuvieron, me desilusionaría de las capacidades de administrador del titular del respectivo patrimonio y sus actuales gestores.
Para mí, que Golborne haya mantenido parte de sus ingresos, labrados meritocráticamente (pues lo fueron a fuerza de trabajo y capacidad y no por designación en un cupo a cubierto de competencia), es una garantía de buena administración en un candidato presidencial, que sólo podría llamar a escándalo en Tontilandia, sobre todo si el artículo 12 de la Ley de Impuesto a la Renta vigente en el país se preocupa de gravar precisamente a las "rentas líquidas percibidas" de inversiones en el extranjero, de donde se deduce que las mismas son perfectamente legales y permitidas para todo buen tontilandés y que, si no son retiradas de la respectiva sociedad, tampoco pagan impuesto en Chile.
Tontilandia está en su salsa: a un tipo que hizo méritos lo descalificaron y destituyeron precisamente por sus méritos.
Las sandeces más conspicuas han sido las que lo condenan por haber aplicado un acuerdo del directorio de Cencosud resolviendo subir en $530 el cargo fijo por las tarjtas "Jumbo Más". Pues los tontilandeses, casi por unanimidad, creen que es "un abuso" y escandaloso que un gerente general haya acogido ese acuerdo de quien era su superior y mandaba en la empresa, sobre todo si probablemente el mismo acuerdo había sido sugerido por dicho gerente general como una manera de aumentar los ingresos de la empresa de una manera perfectamente ajustada a la legalidad interpretada por la respectiva Superintendencia.
De donde se deduce que los tontilandeses, por virtual unanimidad, han estimado que no puede ser candidato a la Presidencia de la República un gerente que, primero, recomienda y después aplica un acuerdo del directorio de la empresa para la cual trabaja y que, segundo, gracias a ese acuerdo incrementa las ganancias de la misma. Ergo, el ideal de gerente general en Tontilandia parece personificarlo el que no actúa conforme lo ordena el directorio de su empresa y procura que ésta no aumente sus ganancias.
Calculen ustedes dónde estaríamos si todos los gerentes fueran como los tontilandeses exigen que lo hubiera sido Golborne.
Y, en seguida, la otra sandez, que han llamado admirativamente "torpedo bajo la línea de flotación" de la candidatura Golborne, fue el conocimiento de que una sociedad de inversión suya tenía parte de otra firma que opera en un conocido "paraíso tributario", British Virgin Islands. Pues sostienen que "paraíso tributario" es sinónimo de "dinero malhabido". Si fuera por eso, todo el dinero bajo los colchones sería presuntamente malhabido, porque muchos ladrones lo esconden ahí. ¡Qué tontería más grande!
Los "paraísos tributarios", llámense British Virgin Islands, Islas Caymán, Panamá, Islas Guernsey y Jersey, Principado de Mónaco, Rusia, Luxemburgo o Liechstenstein, se caracterizan por no cobrar impuesto a la renta o cobrar uno muy bajo a las personas naturales o jurídicas extranjeras que operan en ellos. Cualquier individuo previsor y ordenado, que administre sus bienes como "un buen padre de familia", según la expresión de nuestro Código Civil, obligatoriamente debería tener en cuenta la posibilidad de depositar ingresos (perfectamente bien habidos) donde éstos tengan mayores posibilidades de multiplicarse. Me extrañaría mucho saber que un hábil inversionista como Sebastián Piñera o quien esté a cargo de su actual "fideicomiso ciego", nunca tienen ni tuvieron un centavo, por sí o por alguna de sus sociedades o a través de otras sociedades, en alguno de los "paraísos tributarios" antes nombrados o en otros. Pues si nunca lo tuvieron, me desilusionaría de las capacidades de administrador del titular del respectivo patrimonio y sus actuales gestores.
Para mí, que Golborne haya mantenido parte de sus ingresos, labrados meritocráticamente (pues lo fueron a fuerza de trabajo y capacidad y no por designación en un cupo a cubierto de competencia), es una garantía de buena administración en un candidato presidencial, que sólo podría llamar a escándalo en Tontilandia, sobre todo si el artículo 12 de la Ley de Impuesto a la Renta vigente en el país se preocupa de gravar precisamente a las "rentas líquidas percibidas" de inversiones en el extranjero, de donde se deduce que las mismas son perfectamente legales y permitidas para todo buen tontilandés y que, si no son retiradas de la respectiva sociedad, tampoco pagan impuesto en Chile.
Tontilandia está en su salsa: a un tipo que hizo méritos lo descalificaron y destituyeron precisamente por sus méritos.
miércoles, 1 de mayo de 2013
"Mandíbula de cristal"
Cuando una fuerza tiene que soportar no sólo los embates del adversario, sino también los de su aliado, sobrevivirá nada más que si es excepcionalmente fuerte. Si, en cambio, tiene "mandíbula de cristal", como dicen en el boxeo, y cae tras el primer golpe del adversario, sobre todo si éste es reforzado por otros del "amigo", no se volverá a levantar.
Cabía esperar los embates que ha recibido la UDI, porque tenía al candidato presidencial más competitivo ante Michelle Bachelet y era previsible que él iba a convertirse en blanco favorito de la Concertación, que a la vez iba, disimuladamente, a "inflar" a su contendor en las primarias, pues, obvio, habrían preferido enfrentarlo a él y no a Golborne. Siempre recuerdo cuando Michelle Bachelet confesó, tras la primera vuelta de 2005: "Muchos partidarios míos votaron por Piñera, porque querían derrotar a Lavín". Pues éste era su adversario más temible. Entonces Piñera lo sobrepasó por unos pocos votos (¿los de los partidarios de Michelle?).
Ahora la estrategia resultó mucho más fácilmente de lo que la izquierda esperaba, porque la UDI retiró a su candidato tras el primer golpe. "Mandíbula de cristal". Golborne había demostrado el domingo en la noche, en "Frente al Espejo", que podía barajar perfectamente los ataques pergeñados desde las trincheras izquierdistas (siendo una de éstas, por supuesto, la Corte Suprema). Y demostró que también salía indemne de los furibundos ataques de Allamand, quedando éste, en ese momento, como el más perjudicado en el entrevero, tanto que, después de sus andanadas, durante 48 horas resolvió guardar silencio y sólo volvió a hablar cuando se había declarado el K. O. de la UDI y Golborne había sido retirado.
Desde luego, teniendo como adversario en la primaria a Allamand, nadie podía menos de saber que éste se iba a dedicar a lo que mejor ha sabido hacer a lo largo de su vida política: tratar de destruir a la UDI. Recuerdo los almuerzos a que nos convidaba el director de "Qué Pasa", Roberto Pulido, en los años '80, en medio de las querellas entre el sector UDI y el RN de la derecha, que produjeron el quiebre del entonces común partido naciente, Unión Nacional. Justamente los más furibundos contendores enfrentados por cada bando eran Pablo Longueira y Andrés Allamand. Este último afirmó delante de mí, en una oportunidad, con plena convicción: "¡Si en la primera elección que haya van a desaparecer!", refiriéndose a la UDI. Pero el tiempo puso sus dones de profeta en tela de juicio.
Sobre las acusaciones a Golborne se puede afirmar que, diciendo la verdad, es posible desvirtuarlas por completo, porque ninguna implica una actuación ilegal y ni siquiera antiética. Interrogado en televisión sobre los dos temas, como más arriba señalé, el propio Golborne se defendió muy bien y los despejó en forma convincente y brillante. Y ésa debió haber sido, de ahí en más, la estrategia suya y del partido que lo apoyaba. Pero este último cayó K.O. tras los primeros golpes, para no levantarse más. Entonces levantó a Longueira ¡para evitar la confrontación, supongo! (Risas entre los lectores).
Y, como negocio, hizo uno "brillante": retiró a un candidato que en la última encuesta CEP tenía 51% de adhesión y 19% de rechazo, las mejores cifras después de las de Michelle Bachelet, por otro que tenía 21% de aceptación y 39% de rechazo, en lo más bajo de la tabla, justo bajo Sebastián Piñera y sobre Rodrigo Hinzpeter.
El ejemplo contrario al de la blandura de la UDI lo dieron, hace poco, el Director de Impuestos Internos y el presidente de su partido, RN, cuando la Concertación le lanzó al primero una andanada de acusaciones impresionantes para destituirlo. Pero el hombre tuvo oportunidad de demostrar que había actuado correctamente y, ante un gobierno que vacilaba al respecto, recibió del presidente de su partido todo el respaldo necesario. Entonces el temporal pasó y ya nadie siquiera se acuerda del episodio. RN no tenía "mandíbula de cristal".
Cabía esperar los embates que ha recibido la UDI, porque tenía al candidato presidencial más competitivo ante Michelle Bachelet y era previsible que él iba a convertirse en blanco favorito de la Concertación, que a la vez iba, disimuladamente, a "inflar" a su contendor en las primarias, pues, obvio, habrían preferido enfrentarlo a él y no a Golborne. Siempre recuerdo cuando Michelle Bachelet confesó, tras la primera vuelta de 2005: "Muchos partidarios míos votaron por Piñera, porque querían derrotar a Lavín". Pues éste era su adversario más temible. Entonces Piñera lo sobrepasó por unos pocos votos (¿los de los partidarios de Michelle?).
Ahora la estrategia resultó mucho más fácilmente de lo que la izquierda esperaba, porque la UDI retiró a su candidato tras el primer golpe. "Mandíbula de cristal". Golborne había demostrado el domingo en la noche, en "Frente al Espejo", que podía barajar perfectamente los ataques pergeñados desde las trincheras izquierdistas (siendo una de éstas, por supuesto, la Corte Suprema). Y demostró que también salía indemne de los furibundos ataques de Allamand, quedando éste, en ese momento, como el más perjudicado en el entrevero, tanto que, después de sus andanadas, durante 48 horas resolvió guardar silencio y sólo volvió a hablar cuando se había declarado el K. O. de la UDI y Golborne había sido retirado.
Desde luego, teniendo como adversario en la primaria a Allamand, nadie podía menos de saber que éste se iba a dedicar a lo que mejor ha sabido hacer a lo largo de su vida política: tratar de destruir a la UDI. Recuerdo los almuerzos a que nos convidaba el director de "Qué Pasa", Roberto Pulido, en los años '80, en medio de las querellas entre el sector UDI y el RN de la derecha, que produjeron el quiebre del entonces común partido naciente, Unión Nacional. Justamente los más furibundos contendores enfrentados por cada bando eran Pablo Longueira y Andrés Allamand. Este último afirmó delante de mí, en una oportunidad, con plena convicción: "¡Si en la primera elección que haya van a desaparecer!", refiriéndose a la UDI. Pero el tiempo puso sus dones de profeta en tela de juicio.
Sobre las acusaciones a Golborne se puede afirmar que, diciendo la verdad, es posible desvirtuarlas por completo, porque ninguna implica una actuación ilegal y ni siquiera antiética. Interrogado en televisión sobre los dos temas, como más arriba señalé, el propio Golborne se defendió muy bien y los despejó en forma convincente y brillante. Y ésa debió haber sido, de ahí en más, la estrategia suya y del partido que lo apoyaba. Pero este último cayó K.O. tras los primeros golpes, para no levantarse más. Entonces levantó a Longueira ¡para evitar la confrontación, supongo! (Risas entre los lectores).
Y, como negocio, hizo uno "brillante": retiró a un candidato que en la última encuesta CEP tenía 51% de adhesión y 19% de rechazo, las mejores cifras después de las de Michelle Bachelet, por otro que tenía 21% de aceptación y 39% de rechazo, en lo más bajo de la tabla, justo bajo Sebastián Piñera y sobre Rodrigo Hinzpeter.
El ejemplo contrario al de la blandura de la UDI lo dieron, hace poco, el Director de Impuestos Internos y el presidente de su partido, RN, cuando la Concertación le lanzó al primero una andanada de acusaciones impresionantes para destituirlo. Pero el hombre tuvo oportunidad de demostrar que había actuado correctamente y, ante un gobierno que vacilaba al respecto, recibió del presidente de su partido todo el respaldo necesario. Entonces el temporal pasó y ya nadie siquiera se acuerda del episodio. RN no tenía "mandíbula de cristal".