Con las Ideas del Adversario

El Gobierno está contento, porque ha podido anunciar un aumento del gasto público para este otro año. Los incrementos del dispendio estatal siempre habían hecho felices a los gobiernos de izquierda, cuyo lema es "tax and spend": "suba impuestos y gaste". Lo notable es que eso ahora también hace feliz a un gobierno sedicente de "centroderecha". ¿Es peligroso? No, por ahora, pues el cobre está a 3,70, cuando en 2005 valía 1,67. Hay cómo. Entonces nuestro gasto público se ha multiplicado por 2,3 veces en los últimos seis años, siendo Chile el octavo país del mundo en que más ha crecido en ese período.

El aumento en educación, especialmente, es anunciado como un logro. Pero en los últimos 22 años se ha multiplicado por muchas veces ¿y cuál ha sido el resultado? Que la principal falencia chilena es la educación, según opinan todos. ¿Por qué es mala? No por falta de recursos, ya que se le han incrementado tan constante y considerablemente. Lo es por ser predominantemente estatal. Todos los índices muestran que la enseñanza estatal es la peor de todas y que la particular pagada es la mejor. Y eso que esta última no está libre de la tutela estatal, pues debe enseñar dentro del marco de hierro de programas obligatorios ("contenidos mínimos", que en el hecho son máximos).

¿Cuál sería, entonces, la forma verdadera, de "centroderecha", de mejorar definitivamente la educación en Chile? Hacerla libre. Particular pagada para todos. ¿Y la plata? Pero si la plata está: si el Estado les entregara a las familias de clase media y baja los doce mil millones de dólares anuales que gasta ese monstruo burocrático llamado Ministerio de Educación, y que este gobierno ha aumentado de tamaño con Superintendencias y Agencias adicionales para controlar todavía más de lo que controla, TODAS las familias podrían mandar a sus hijos a colegios particulares pagados de excelente nivel. Eso posibilitaría el gran salto adelante en la educación chilena. Y un verdadero gobierno de centroderecha lo haría... o por lo menos comenzaría a hacerlo... o, por último, no iría en el sentido contrario.

Y de paso, en ese esquema de libertades, los recursos podrían incrementarse más con la licitación pública, nacional e internacional, de todos los establecimientos estatales de enseñanza, gran número de los cuales los adquirirían, por definición, los profesores. Incluso los profesores comunistas, porque cuando hay un buen negocio que, además, satisface su vocación, ellos lo emprenden. Ya lo han hecho, incluso bajo el Gobierno Militar, cuando había más libertad de enseñanza que ahora. ¡Entonces hasta los jesuitas fundaron universidades! Así opera la libertad.

Pero se la quiere castigar, penar "el lucro en la enseñanza", es decir, la libertad para ganarse la vida educando. Anteayer una gran inserción en "El Mercurio", de las instituciones privadas de educación superior, denunciaba que el Estado no les entregará becas a los alumnos pobres que se matriculen en ellas. Porque todo tiene que ser estatal. Así lo propicia la izquierda y así lo ejecuta el gobierno "de centroderecha".

Y éste, además, en lo general, ha abrazado la idea de sus adversarios de aumentar el gasto público más que el producto, como estaba sucediendo hasta que hoy el gobierno subió su pronóstico de crecimiento (a 4,8%) y bajó en dos décimas su anuncio de aumento del gasto (de 5 a 4,8%). Entonces, adivinen ustedes en qué están empeñados sus adversarios: en presionar por aumentar todavía más ese gasto y en prometer incrementarlo adicionalmente cuando lleguen al poder en 2014.

Las encuestas anticipan que el próximo gobierno va a ser de ellos. ¿Cómo podría ser de otra manera, si hasta la centroderecha se ha decididdo por sus ideas?