Los noticieros y la prensa nos han atosigado con el proceso por las responsabilidades (¿o irresponsabilidades?) estatales del 27/F. Supimos que había catorce teléfonos satelitales especiales para una emergencia como ésa, pero de ellos doce estaban en una bodega y sin poder usarse porque no tenían baterías, y había sólo dos habilitados, pero que los funcionarios no sabían usar; el mar entrando y arrasando en Juan Fernández, Dichato, Constitución, Talcahuano, con consecuencias desastrosas... y nadie sabía nada en el resto del país, porque la Oficina Nacional de Emergencia servía para cualquier cosa, menos para enfrentar ¡o siquiera enterarse! de esa emergencia; un Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA, al cual 9 de cada 10 chilenos llaman "CHOA" --otro día les explico por qué--) que recibe de los EE. UU. la alarma de tsunami y no la transmite, y que sabe tan poco de lo que está pasando en el océano a su cargo que ¡levanta la alerta de tsunami cuando éste estaba teniendo lugar!; un jefe de sismología universitario que, preguntado el 27/F por la Presidenta si había peligro de tsunami, le responde que no; y ahora, más de dos años después, confiesa que no tenía idea de qué responder (desde luego porque era ingeniero eléctrico y no sismólogo) y que le contestó eso a la Presidenta porque, simplemente, no podía decirle la verdad ("no sé, señora").
Pues bien, eso es Chile, pero, más específicamente, eso es el Estado, ese ente indispensable, sí, pero tan deficiente que ojalá fuera lo más pequeño posible. Hace poco publiqué en este blog un botón de muestra, presentado con sencillez en una carta al diario del gerente de la Asociación de ISAPRES, Rafael Caviedes, que lo decía todo: el Estado financia al sistema público de salud, FONASA, a un costo por afiliado del doble que el sistema privado, ISAPRES. Y ese sistema público que cuesta el doble es peor que el privado (por eso hasta los enemigos de casi todo lo privado toman su seguro de salud en las ISAPRES y no en el FONASA).
La gente reunida en la ONEMI el 27/F puso en evidencia todo eso, como estamos viendo hasta la saciedad en estos días a través del proceso judicial. Por supuesto, la casi totalidad de los chilenos que esa madrugada estábamos cerca del mar nos fuimos a las alturas sin importarnos si había o no alerta de tsunami; y si hubiéramos sabido que el SHOA y la ONEMI decían que no iba a haber uno, no les habríamos hecho caso y habríamos permanecido en las alturas, como de hecho lo hicimos hasta ya avanzado el día. Porque entre chilenos nos conocemos y sabemos qué puntos calza el Estado chileno.
Bueno, pero muchos miles salen habitualmente a las calles a pedir más Estado; a pedir que la educación sea toda pública, es decir, estatal. Y después las encuestas revelan que la mayoría de la población apoya esas peticiones. ¿Cómo se entiende eso? Se entiende si lo parangonamos con la realidad de que esa misma mayoría de chilenos, cuando se trata de elegir a cuál escuela irán sus hijos, si a la privada o a la estatal, prefiere la primera. Por eso, si bien las encuestas son un reflejo de lo que DICE la gente, no revelan lo que ella HACE cuando el tema consultado le atañe personalmente.
El espectáculo brindado por el SHOA y la ONEMI el 27/F, hoy reeditado en todos sus detalles, nos presentó al Estado en todo su esplendor. Ojalá aprendiéramos algo a partir de todo eso, aunque no lo creo, porque a cabezas duras no nos gana nadie.
Oiga.. dio el palo al gato!, es simple y genial..., si nadie confía en el Estado, ¿por qué diablos quieren más Estado?
ResponderEliminarHeitai. Nadie confía en un chancho, pero da tocino.
EliminarAños atras tome el Presupuesto del Ministerio de Salud, lo dividi por 365 dias del año, y luego esa suma diaria la dividi por 24 hrs y era ---de verdad---un espectaculo aterrador.
ResponderEliminarEn aquella epoca, unos l0 años atras, ese Presupuesto no era ni la sombra del actual.
Ahora debe ser pavoroso.
Haria el experimento de nuevo pero no se como conocer la magnitud del sismo.
El Estado, al ser de todos, no es de nadie. Y nadie cuida la plata de nadie.
Mientras mas chico el Chupa sangre, mejor
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ResponderEliminarEl 27/f recibí exactamente 20 minutos después del sismo una llamada telefónica de mi esposa que estaba en Stgo. avisándome que acababa de ocurrir un fuerte terremoto en la zona central y que estaban todos muy asustados; pero, bien.
ResponderEliminarEncendí inmediatamente la TV, eran las 03:53 y empecé a presencié lo que ocurría en la ONEMI, con la sensación que nadie sabía lo que había sucedido, ni lo que estaba ocurriendo en la zona afectada.
Hoy, después de 2 años, sabemos que la información de las primeras olas del tsunami fueron informadas desde varias fuentes y, que a pesar de ello, la ONEMI no actuó en consecuencia y que, además, Rosende, en su condición de Sub Secretario de Interior informó que no habría tsunami, antes que el SHOA levantase la alerta dada inicialmente.
Hoy, también, se ha confirmado que la periodista a cargo de la ONEMI no tenía las competencias para ocupar esa posición y que su respaldo era su militancia DC, no su formación, experiencia o inteligencia.
Primera conclusión: Un número importante de los muertos arrasados por el agua, y sus deudos, deben agradecer su estado final a una apitutada política y a los encargados -otros apitutados incompetentes- que tenía bajo su jefatura.
A lo dicho se agrega la negligencia de las capitanías de puerto que abandonan sus posiciones sin auxiliar a las personas que pudieron socorrer antes que llegaran las primeras olas del tsunami.
Segunda conclusión: Los muertos por el tsunami y sus deudos también deben agradecer su estado final a la nueva Armada representada por el relajado almirante González.
Tercera conclusión: El terremoto del 27/F y sus consecuencias permitieron identificar y resaltar importantes defectos de nuestras instituciones, de los políticos que nos gobiernan y de las personas que ellos promueven y sostienen para garantizar sus cuotas de poder -a pesar de su incompetencia- en determinadas posiciones institucionales.
Además de lo indicado, no debemos olvidar que, mientras unos pocos voluntarios de bomberos se esmeraban por rescatar víctimas de los edificios colapsados en Concepción, metros más allá lss humanoides robaban e incendiaban el comercio penquista sin que la autoridad respondiese de manera oportuna con las medidas de resguardo que merecen las personas y su propiedad.
Hoy, a la reponsable de postergar cerca de 48 horas el resguardo de las personas y de sus propiedades la quieren repostular al cargo de Presidente, o bien promoverla como Secretario General de la ONU.
Qué increible tipo de gente somos, hoy en día, los chilenos.
Lamentablemente, el Estado no puede ser mejor que la gente que lo integra.
Gestión Educativa alude en el punto 3, a un hecho que está pasando colado la i-rresponsabilidad de la Gordi en los desórdenes y saqueos post terremoto, pues por su dogmatismo retraso en 48 horas el despliege de tropas -y reestablecimiento del órden-. Y nadie la interpela, ni menos enjuicia, acaso es vaca sagrada. Y más encima la quieren reelegir, para premiar su torpeza.
ResponderEliminarMe tienen "chato" con el "tsunami"... Nuestro idioma castellano le llama "maremoto". Y nuestro Presidente lo llama... bueno, ya lo sabemos.
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EliminarSin duda nuestros abogados, saben mucho de leyes, algo de derecho y nada de justicia.
ResponderEliminarEn este juicio se está imputando un delito a varias autoridades por las muertes en el maremoto, a causa de de una presunta falta de aviso de evacuación; porque, nadie puede asegurar que habiéndose dado el aviso, los fallecidos hubieran evacuado y se hubieran salvado y menos podría asegurarse que, quienes no dieron el aviso, lo hicieron con la intención de causar la muerte de los afectados. Pues bien, según los protocolos y procedimientos de la ONEMI, este organismo debió dar el aviso de evacuación sin consulta alguna, al haberse producido un sismo mayor de 7 grados; por lo tanto, la única responsable de esta falta de aviso de evacuación es la ONEMI. Sin embargo; se está procesando a personal del SHOA, organismo técnico que, de acuerdo a lo expresado, no debía participar en la decisión de dar el aviso y a pesar de ello, recomendó darlo, independiente que posteriormente levantara la emergencia.
De acuerdo a lo señalado, se está imputando del delito a la encargada de la ONEMI por no dar el aviso de evacuación a la población, lo que estaría correcto; pero, todo el país pudo ver, en el video filmado la noche del 27/F, que la encargada de la ONEMI fue desplazada de su puesto, nada menos que por la Presidente de la República que se instaló en sus dependencias, pidiendo informaciones, requiriendo medios e impidiendo que la jefa de la ONEMI tomara el control del organismo.
En definitiva, en justicia no se entiende que se esté procesando a personal del SHOA, organismo que podría no haber existido y en igual forma la ONEMI no habría cumplido con sus procedimientos, no dando el aviso de evacuación que es el motivo del enjuiciamiento y presuntamente la causa de las muertes que lamentamos.
Finalmente, tampoco se entiende que se esté procesando a la señora Fernández que, al asumir el control de la ONEMI la señora Presidente, cesarían sus responsabilidades en el organismo; debiendo la señora Presidente responder por el aviso de evacuación.
Así de simple es la situación; pero, los fiscales jueces y defensores le han dado una complicación inexistente que en manos de los medios, ha llegado a niveles de sofisticación inexplicables; probablemente motivados por la facilidad con que se la puede sacar dinero al estado.
http://www.theclinic.cl/2012/05/09/el-plan-maestro-del-pinochetismo-caupolicanazo-y-rearticulacion-de-avanzada-nacional/
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