Leyendo Ejemplares Atrasados de "Time"

Soy suscriptor de la revista "Time" desde hace muchos años, pese a haberme convertido en crítico de ella desde que leía (y refutaba públicamente en "El Mercurio") sus versiones notoriamente sesgadas y, a veces, derechamente falsas, sobre la realidad chilena durante el Gobierno Militar. Hasta hoy "Time" difícilmente puede referirse a éste sin mencionar términos como "tortura" y "asesinato de opositores". Así y todo, renuevo año a año mi suscripción a "Time", pese a que siempre los ejemplares me llegan con un atraso de un mes, por lo menos. Es que rara vez dejo de encontrar algo llamativamente absurdo, contradictorio o inconsecuente en sus informaciones. La semana pasada me llegó un ejemplar de mayo, dedicado a la muerte de Osama Bin Laden. Con todo candor revelaba que la información acerca del paradero de Bin Laden fue obtenida mediante una "técnica mejorada de interrogación", perfectamente legal en los Estados Unidos, consistente en el uso del "waterboard", que en Chile se conoce como "el submarino", y mediante la cual a los presos de Al Quaeda, en Guantánamo, les ponen la cabeza bajo el agua hasta que confiesan todo lo que saben. Y así, mediante esa técnica mejorada y perfectamente legal, dice "Time", se logró saber dónde estaba Bin Laden. Tras ello, en su búsqueda fue enviado un comando, que lo encontró mientras dormía con una de sus mujeres en el tercer piso de su casa de Abottabad, Pakistán, y le dio un balazo en la cabeza, que lo mató. A continuación llevaron el cadáver a una nave de guerra y lo arrojaron al mar, para hacerlo "desaparecer". El mundo no musulmán aplaudió. El Presidente Obama declaró que se había "hecho justicia" y felicitó a sus comandos por su notable logro. Pero si alguna vez "Time" trata este tema, en el caso de Chile, será para aplaudir las condenas a los comandos chilenos, casi tanto como ha aplaudido la acción de los comandos norteamericanos. Las "técnicas avanzadas de interrogación" aplaudidas allá, acá son repudiables torturas. Lanzar restos al mar y hacer desaparecer cadáveres de terroristas son "horrores" chilenos. Y "Time" seguirá llegándome muy atrasado, aplaudiendo en su país lo que condena en el nuestro, irritándome al extremo con sus sesgos e inconsecuencias y recibiendo año a año el cheque de renovación de mi suscripción.