El sistema carcelario chileno es un "juego de suma negativa", porque en él todos pierden.
Primero, se dice que los presos "pagan su deuda con la sociedad". No es verdad. No pagan nada. Son castigados, es verdad, pero lo único positivo que resulta de ello para la sociedad es un discutible efecto ejemplarizador de la sanción, muy difícil de cuantificar.
¿Cómo podrían pagar mejor los presos su deuda con la sociedad? Como se pagan todas las obligaciones: con dinero. Si pudieran trabajar y generar ingresos, podrían pagar, partiendo por aliviar a la sociedad de correr con el propio sustento de ellos, pues ahora es el erario el que lo financia.
Segundo, si se reemplazaran los penales de mero encierro por centros donde los presos trabajaran bajo una organización empresarial, en lugar de cárceles hacinadas habría unidades de producción, en los que aquellos estarían privados de libertad, pero no hacinados. Esto sería posible porque el trabajo genera recursos y los recursos permiten financiar establecimientos en que se evite el hacinamiento.
Hoy los presos viven generalmente ociosos, además de hacinados. En el penal de San Miguel había mil 800, siendo que su capacidad era de 700. Esa ha sido la norma en las cárceles chilenas. En ellas no se remedia el delito, se agrava. Por eso se dice que allí "el bueno se hace malo y el malo se hace peor". Proliferan todos los vicios y degeneraciones. Impera la ley del más fuerte, que siempre es uno de los presos. ¿De dónde nace todo eso? Del encierro, la ociosidad y la sobrepoblación.
Si hubiera campos de trabajos productivos forzados, con vigilancia policial pero regidos con mentalidad empresarial, se evitarían todos esos problemas. Las colonias penales tenían sus virtudes, pero se han terminado y las hemos reemplazados por estos centros de hacinamiento, ocio y vicio. ¿Cómo no iba a ser mejor el penal de la isla Santa María que la Penitenciaría de Santiago?
El Estado chileno es dueño de 17 mil predios o inmuebles. ¿Cuántos de ellos, como campos o islas, no podrían ser apropiados para licitarlos como centros de trabajo de los presos, a cargo de empresas productivas, donde produjeran bienes, en lugar de males, como hoy?
Claro, todo eso significaría hacer una verdadera reforma penitenciaria profunda, señera probablemente en el mundo. Pero las ganancias sociales y privadas serían muy grandes, pues, primero, se terminaría con el hacinamiento; segundo, los presos financiarían su propia manutención; tercero, podrían generar un excedente que les permitiría, realmente, "pagar" su deuda con la sociedad, es decir, abonar el valor de lo que produjeran a los días de encierro a que hayan sido condenados; y, cuarto, permitiría la dignificación del trabajo y el respectivo aprendizaje, que los haría mejores, no peores, como hoy.
Todas estas ideas, como otras que se originaron en Chile en los años '70 y '80, tienen pocos precedentes y van contra la corriente en muchos aspectos teóricos del derecho penal, al cual habría que introducirle cambios grandes si ellas se impusieran. Pero así como las ideas puestas en práctica en Chile en los años '70 y '80 fueron señeras para el resto de la Humanidad, ésta también podrìa serlo.
Desde luego, una reforma carcelaria como la señalada evitaría tragedias como la que se ha registrado en San Miguel, porque la propia naturaleza de los establecimientos penales la haría imposible.
El problema carcelario ha sido una constante negativa de nuestra sociedad a través de muchos años y los paliativos que se le han aplicado han sido siempre insuficientes. Lo que correspondería ahora sería un cambio revolucionario como el señalado más arriba, que permitiría transformar la penalidad de los delitos en un "juego de suma positiva", donde ganarían los presos, que emplearían útilmente su tiempo y posiblemente mejorarían sus habilidades laborales, pudiendo acortar sus penas gracias a su productividad económica, aparte de que se evitaría su degradación moral; ganaría el Estado, que podría resarcirse de los gastos de mantención de los presos con el trabajo de éstos; y ganaría la sociedad, porque una cuantiosa fuerza de trabajo ociosa pasaría a producir bienes que aumentarían el bienestar social.
Tal vez una tragedia como la vivida hoy pueda dar origen a un cambio que permita obtener para todos, pero especialmente para los reos, frutos positivos, porque por algo el vocable "crisis" se escribe en chino con dos caracteres: el de "peligro" y el de "oportunidad".
Hermogenes, estoy totalmente de acuerdo con usted, pero ambos sabemos que estas soluciones son impracticables en Chile. Se imagina a los politicos de izquierda?."La privatizacion de la justicia en Chile", "Los derechos humanos de los presos", "El lucro de la empresa privada", "La explotacion laboral", y demas frases a las que estamos acostumbrados los que tenemos la mala ocurrencia de cambiar los programas del cable por las noticias de los canales nacionales con duenos de derecha y periodistas de izquierda.
ResponderEliminarA la inmensa mayoria de los politicos de ambos sectores solo les interesa aparecer en television contribuyendo "desinteresada" pero oportunamente a alguna "pobladora" pero no buscar soluciones de fondo que en el corto plazo puedan afectarlos en la proxima encuesta.
Don Hermógenes,
ResponderEliminarSiempre leo sus columnas, pero en esta ocasión no he sido capaz de terminar la columna. Sus palabras han provocado en mi asco y repulsión. Jamás pense que existieran personas que pensaran que el trabajo forzado fuera una forma legítima castigar a una persona po haber cometido crímenes. Me recuerdan los peores episodios de la esclavitud de negros en EE.UU.
Creo que gente que piensan como usted le hacen mucho daño, no sólo a este país, sino que atoda la humanidad.
Don Hermógenes,
ResponderEliminarMe parece una excelente idea, que yo, modestamente, he propuesto anteriormente (ante las carcajadas a mandíbula batiente de you-know-whom), al igual que mi propuesta de solución para la agricultura, que he comentado en posts anteriores.
Sabe que es lo único que nos falta para conseguirlo? El sentido de misión que algunos (tipo 44%) tuvimos en los 80s, y que recuperamos, de manera transiente, con lo de los mineros.
Se me viene a la mente una canción:
"... to stand behind her,
and guide her,
through the night with a light from above."
Esa "light from above" es donde estamos topando. Dicho eso, algunas ideas:
Donde: hay un montón de islas en el sur, accesibles solo por helicóptero (en verano), buque de guerra y submarino, canales profundos a mas de 10 km de la isla vecina más cercana. Ni siquiera hay que gastar en cercos.
Agua: 2,000 mm/año en promedio. Y la que falte, se desaliniza. Energía sobra, como explico a continuación.
Energía: con la ventolera que hay por allá, tiene energía eólica de sobra, y es mas, hay una idea muy buena en Maine: con el viento, generan electricidad, que usan, en parte, para convertir agua de mar en amoníaco (NH3) líquido, que es un excelente combustible. Lo malo es que en ciclo abierto, le sale como a 25 lucas producir un litro, pero como energía es lo que sobraría, we're golden.
Insisto: we need "the light from above". Alguna idea de donde generarla?
Estos moralistas de izquierda son muy divertidos. El trabajo les da "asco y repulsión" y les "recuerdan los peores episodios de la esclavitud de negros en EE.UU"
ResponderEliminarPor los menos ya sabemos que el mecanismo de carcel en chile NO funciona. Mientras en otros paises han tenido que cerrar las carceles por la falta de reos, en este pais hay algunos que piensan que la solucion pasa por abrir mas carceles. Para mi esta claro que la unica forma de que la gente se reintegre a la sociedad es a traves del trabajo.
ResponderEliminarDon Hermógenes, concuerdo totalmente con usted. Los Reos deben ser dignificados mediante el trabajo.
ResponderEliminarEl régimen pasado "invirtió" muchos millones de nuestro dinero en el "mejoramiento del sistema carcelario". Pero luego trascendió que buena parte se fue en sobresueldos, coimas, pago de estudios fuleros, honorarios por hacer nada (hija de Bachelet fue una de ellas) y contratos oscuros para concesión de recintos penales.
ResponderEliminarLástima que, tal como hace el TOCOPI y siendo un miembro destacado de esa agrupación, don Hermógenes elude referirse a ese grave antecedente que es la causa directa (carencia de recursos para enfrentar emergencias) de esta tragedia.
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Si es en modo de fundaciones sin fines de lucro me parece bien. Si es por empresa privada es un problema, pues siempre habrá desconfianza si esta empresa hace competencia leal.
ResponderEliminarSupongo que don Hermógenes escribe pensando en el modelo de cárceles chinas donde existe el trabajo esclavo: el que no trabaja no come.
ResponderEliminarTodo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona debe haber trabajado para ello, pero sin recibirlo...
ResponderEliminarEl gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo...
...es el fin de cualquier nación.
No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola.
Don Antonio Rodriguez menciona el trabajo esclavo de las cárceles chinas que "el que no trabaja no come".
ResponderEliminarMejor no divulgue que esa situación es inmoral, pues la mitad de los chilenos dejaría de trabajar. La mayoría de la gente en Chile y el mundo, funciona en base a ese principio.
Yo por ejemplo, trabajo principalmente para tener cierta seguridad de que podré comer.
El fondo del problema no son las cárceles, sino las circunstancias que llevan a delinquir. Unos dirán que es la injusticia social que empuja a robar o matar; otros, que es una tendencia muy humana al facilismo por la ley del menor esfuerzo. En cualquier caso, las faltas ameritan castigos y los castigos penas, que son las fórmulas con las que la sociedad se defiende. En cualquier caso no es aceptable que la sociedad no asuma el costo real de los sistemas que implementa para su defensa y que por ello sufran seres humanos en su dignidad y derechos.
ResponderEliminarA pesar que a uno de los opinantes le cause asco y repulsión, parece que olvida que el sistema se aplica en todos los paises dominados por los comunistas, yo estoy de acuerdo que acá las penas deberían llevar el agregado de trabajos forzados. No es posible que miles de sujetos le cuesten millones al erario y no contribuyan en nada, todo el día tirándoselas como se dice vulgarmente.
ResponderEliminarAcá se vive mirando a USA, le copiamos todo, bueno, entonces, por qué no copian el sistema penitenciario yanqui?
Quieren una cirugía mayor, entonces terminen con la facultad o derecho de los condenados a tener cocinillas y prepararse sus propias comidas. Se prepare un almuerzo único como en las cárceles yanquis y se sirva en un comedor común. Esta tragedia se produjo justamente por usar un balón de gas como lanzallamas, sin cocinillas ni balones situciones como las de ayer no se volverán a producir.
Cambiar la mentalidad de gendarmeria, hoy es una institución corrupta donde sus funcionarios permiten el ingreso de licor, drogas y celulares a destajo previo pago por esos "favores". No puede ser un sindicato uniformado.
Además, establecer el régimen de visitas yanqui, separados por vidrios y conectados por intercomunicadores, por lo menos para los mas peligrosos.
Para más, los periodistas y jueces "progresistas" abogan ahora por penas alternativas, claro como ellos, como el P y la Fiscal de la Suprema por ejemplo tienen PPI y puntos fijos en sus domicilios las 24 horas, pueden pedir que los delincuentes anden sueltos.
De lo que deberian preocuparse, porque es aberrante, es que un pobre vendedor de cd piratas esté encerrado con homicidas, lanzas violadores, etc. Debe haber una segregación
Y por último, córtenla con la reinserción, si eso no se va a producir nunca. El delincuente común no tiene profesión, estudios, a que puede aspirar? a un sueldo de unos 150 mil líquidos, en un lanzazo de segundos se hace esa cantidad, sin contar los millones cuando asaltan una propiedad, entonces, van a querer cambiar eso, por míseras 150 lucas mensuales? No pues, el delincuente por regla general no va a cambiar, no se va a reinsertar por razones económicas.
Y porque no los ponemos a hacer ollas u otros artículos utiles con industrias manejadas por la empresa privada? Sería súper bueno. Incluso hay una película que lo muestra... se llama La lista de Schindler, pero no es aconsejable que el empresario adopte las medidas que aparecen al final del film.
ResponderEliminar100% de acuerdo.
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