El Presidente tiene un problema, porque necesita protagonizar el viaje presidencial a Europa y, al mismo tiempo, protagonizar el rescate de los mineros en Copiapó.
Por una desafortunada coincidencia, los mineros serán rescatados en la misma fecha del viaje presidencial a entrevistarse con Sarkozy, Ángela Merkel y Cameron.
Como no sería bien visto postergar el rescate hasta después de la gira a Europa, parece que será ésta la que deberá posponerse.
Europa lamentará tener que esperar unos días más a Sebastián Piñera, pero, en cambio, él estará rescatando a los mineros acá. Porque lo ha dicho textualmente, lo hará él: "Yo espero poder rescatarlos antes de partir a Europa" ("La Segunda", p. 3).
"En cierta forma --ha añadido-- va a ser una noticia que va a llevar esperanza y alegría al mundo entero". ¿Cómo, entonces, no va a estar en el centro de la misma? Por cruel que resulte hacer esperar a los europeos, si él no rescata a los mineros ¿quién? ¿Sougarret? ¿La máquina Stratta?
Ya antes el Presidente tuvo que elegir dolorosamente, como también lo reveló hoy a "La Segunda": "Y recordó que el día en que se supo que los 33 estaban vivos, murió en sus brazos su suegro, pero su mujer le pidió que viajara a Atacama".
Ojalá las cosas se den, esta vez, en tal forma de que él no tenga que volver a enfrentar opciones dolorosas. Ojalá pueda estar en el centro de la noticia en ambos acontecimientos.
Es el sino de una trabajosa vocación, la del protagonismo.
Ud, estimado Hermógenes, con estos blogs, cojea de la misma pata...
ResponderEliminarPiñera es el hermano del medio. Eso no más. Es extraño que teniendo una inteligencia superior a lo normal, Piñera no quiera darse cuenta que hay una gran cantidad de gente, que nunca lo va a querer.
ResponderEliminarVoy a cambiar de tema. Me estoy dando cuenta que Carlos Peña tiene 2 columnas semanales en El Mercurio. Una - la oficial- es en reportajes del domingo, donde se dedica a denunciar al sentido común y otra - la extra oficial- los días martes o miércoles donde El Mercurio le publica sus cartas defendiéndose del sentido común de los lectores.