La encuesta CASEN 2009 ha mostrado un aumento de la pobreza a 15,1 %, desde el 13,7 % de 2006. Pero Felipe Larraín, actual Ministro de Hacienda, había objetado en su momento el guarismo de 2006, porque se había calculado sobre la base de una encuesta de consumo de alimentos de 1987, que había perdido actualidad. Rehizo el cálculo con la canasta actualizada a 2006 y eso le arrojó un nivel de pobreza de 29 por ciento.
Por algo un estadista inglés decía que las mentiras, de menores a mayores, se clasificaban en blancas, grandes y estadísticas.
Cuando la Concertación era oposición al Gobierno Militar, a fines de los '80, aprovechó un alza excepcional de de los limones, gracias a la cual el ingreso de subsistencia subió en miles de pesos y los pobres en Chile aumentaron en centenares de miles, y lo denunció así. Al bajar los limones, toda esa gente salió de la pobreza, pero la cifra de pobres que "pegó" fue la primera.
Pero lo que importa es otra cosa: lo importante es cómo se emplea el gasto social destinado a disminuir la pobreza. Pues si éste lo recibieran directamente los pobres, no habría pobres. Esto lo probó hace tres años el actual Ministro de Transportes, Felipe Morandé, con cifras. Y el actual Ministro de Mideplan, Felipe Kast, ha dado cifras para explicar por qué se produciría el efecto señalado por Morandé y ha puesto como ejemplo la parte del gasto social que va al Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), cuyas dos terceras partes van a pagar a la burocracia de la institución. Es decir, los jóvenes pobres reciben sólo poco más de uno de cada tres pesos que el Estado chileno (mejor dicho, los contribuyentes) les destinan a ellos. En cambio, ha dicho Kast, el bono marzo, que se pagó directamente a la gente, en un 99 % fue recibido por ella, y sólo el 1 % se gastó en repartirlo.
Por eso se produce el que llamaré "efecto Morandé": que si el gasto para ayudar a los pobres fuera a éstos y no a la burocracia, no habría pobres (ni tampoco habría burocracia, y la gente que la compone trabajaría en cosas más productivas, de modo que el país crecería más). Y como el crecimiento es el mejor remedio para la pobreza....
Ésa es la revoluciòn pendiente: la que haga llegar los recursos destinados a los pobres, no a la burocracia, sino directamente a ellos, como el bono marzo.
Pero ningún gobierno de los políticos actuales, por lo que les conocemos, se atrevería a ponerle ese cascabel al gato.
Los ultimos meses hemos estado viendo mucho de esto. En europa se dieron cuenta que los gobiernos proteccionistas no son el camino. Espero que se corrija el rumbo
ResponderEliminarPropongo poner un poco de atención al escenario.
ResponderEliminarEl escenario en nuestro Chile es de neoliberlismo desatado. El bombardeo publicitario es constante y abrumador. Me imagino que es del gusto de usted Don Hermógenes, porque no hay ninguna restricción ni regulación sobre las estrategias de la oferta.
En este escenario, el bono marzo, muy probablemente, fue a dar directamente a las arcas de las grandes tiendas a través de la venta de plasmas, zapatillas y celulares; O de las grandes cadenas de farmacias, con remedios espurios, pero de primera necesidad según su publicidad.
Por supuesto, en este escenario aumenta el consumo y las cifras de crecimiento son más atrctivas, pero la miseria de una casa chilena no se acaba si hay un plasma en el living.
Es cierto que se debe minimizar la pérdida de dinero en burocracia. Pero reconozcamos que INJUV, por ejemplo, tiene un plan político detrás que persigue un desarrollo integro de nuestra juventud. Eso es valioso. Quiero dejar claro que no me parece correcta la forma de proceder de INJUV ni de la mayoría de los servicios que dejo de herencia la concertación. Creo que es necesario discutir esa planificación país y el destino del gasto social. Pero quiero dejar más claro, que me prece absurdo argumentar que la libertad de consumo termina con la pobreza. La pobreza es un tema mucho más profundo.
Ricardo Segovia: seguramente usted sabe mejor que la gente en qué gastar su dinero.Es que son todos tontos y necesitan que unos pocos visionarios dicten qué se debe consumir y qué no. Habrá que crear un ministerio del consumo me imagino, con muchos fiscalizadores
ResponderEliminarQue la INJUB tiene un "plan político"... Claro, todos tienen un "plan político" que justifica su existencia. Seguramente debe ser mejor que el plasma.
Vicente
ResponderEliminarMe resulta difícil responder a su comentario. Se me ocurren algunas respuestas ingeniosas e irónicas, pero prefiero no ponerlas acá.
Prefiero contrastar con ideas las ideas que publica Hermógenes.
¡Inténtelo! Es un buen ejercicio.
Don Ricardo, por varias décadas vivimos la experiencia de economías con ofertas reguladas como Ud lo sugiere o insinúa, la verdad que con dicho sistema siempre le fue mal al país.
ResponderEliminarPero analicemos esto un poco más de allá, después de un sistema de oferta regulada (normalmente por el estado central), al pasar a una economía de libre mercado, se suceden varios fenómenos sociales dignos de destacar, uno es consecuencia directa del sistema anterior, me refiero que la sociedad que ha estado por mucho tiempo bajo un sistema de oferta restringida, centralmente dirigida, al momento de cambiar a una de libre mercado se produce un primer efecto de ansias casi desmedidas por consumir todo, sobre todo aquello que le estaba vedado anteriormente, y si lo anterior se acompaña con un bum económico, tiene todos los ingredientes para una sociedad consumista en potencia, lo anterior, lo podemos definir como una consecuencia hasta lógica y natural, incluso esperable e inevitable, si es que realmente se quiere transitar por una economía libre.
En lo inmediato nos encontramos con una masa consumidora que no exige calidad ni sus derechos como consumidor, pues el sistema anterior les mantenía atrofiadas esa facultad; para graficarle lo anterior, recuerdo don Ricardo que antes que la CTC pasara a manos privadas, Ud debía esperar entre 6 a 12 años para que le pusieran un teléfono en su casa, y el sistema era absolutamente deficiente, “casi con la manivela le diré”, momentos que ya en EEUU se hablaba del teléfono con imagen, y si encontraba línea al momento de querer hacer una llamada, debía darse por afortunado, asombrosamente el nivel de reclamos en ese entonces, era muy bajo con relación a la cantidad de reclamos hoy con telefonía privatizada, y eso está muy bien, es una forma de exigir nuestros derechos, pero también debemos asumirlos con responsabilidad, y aprender que en el ejercicio de la libertad también podemos cometer errores y debemos asumirlos a consecuencias de mantener y preservar nuestra libertad.
Otra cosa, claro que la libertad de consumo no termina con la pobreza (no sé quien puede afirmar algo semejante), cuando en realidad ésta sólo es posible revertirla mediante el crecimiento económico, por ello, que los bajos índices al respecto de la Concertación, están hoy determinando un aumento de la pobreza en Chile, absolutamente nada nuevo bajo el sol, la izquierda se adueña de los pobres en sus discursos, el problema es que los mantiene perennemente en su pobreza..
Se requiere de un tiempo, para que la situación decante y la gente aprenda por su experiencia a determinar sus niveles y necesidades de consumo que ellas determinen como adecuada, pero eso lo pueden sólo determinar ellos y sólo ellos con su libertad ….y el tiempo…eso es liberalismo mi estimado (el neoliberalismo no existe, por si acaso), eso le quiso explicar don Vicente, pero con otras palabras.
Saludos.
¡Qué clara su explicación don Keiko! Felicitaciones, ¿ no tiene usted un blog? A amigos como don Ricardo creo que no vale la pena discutirles pues ellos se las saben todas: los ricos, los pobres, el mercado cruel, el PUEBLO, los malvados que tienen plasma, ah y los más malos que venden plasmas, etc., etc. Seguro que le habrían gustado las JAP de la época de la UP ¿la habrá vivido?
ResponderEliminarDon Jorval, Gracias, pero creo que todo el mundo necesita una explicación, pero seria, documentada y responsable, única manera para comenzar a entendernos.
ResponderEliminarSaludos
El consumismo siempre existió, porque es parte de la naturaleza humana. Simplemente consiste en el deseo de acceder a bienes y/o servicios que satisfagan las aspiraciones personales (propio beneficio), cuya variedad es casi tan numerosa como habitantes existen.
ResponderEliminarPor lo tanto, el intercambio de bienes siempre existió, incluso antes de la invención de la moneda ya que lo que lo impulsa es precisamente esa búsqueda de esa satisfacción, concepto este último PERSONAL e INTRANSFERBLE.
La única diferencia es que hoy existe mucho mayor variedad de bienes y servicios donde elegir (por suerte y por "culpa" del "siniestro mercado").
¡Que vivan los plasmas en la casa de los pobres! y ojalá tengan acceso creciente al más sofisticado sistema de comunicaciones y a los beneficios tecnológicos con los que sus generaciones anteriores jamás soñaron. Ellos no necesitan jueces, sólo necesitan que se les respete el derecho a participar del siglo XXI como personas adultas, sin chaperones burócratas .
Don Hermógenes, tengo la duda de si la canasta fue efectívamente actualizada al 2006. ¿Tiene alguna referencia al respecto?
ResponderEliminarVicente, concuerdo plenamente con tu planteamiento, el consumo sólo tiene consecuencias positivas para las personas y la sociedad, pues mejora el estandar de vida, brinda satisfacción personal y familiar, y a la sociedad con los siempre escasos puestos de trabajo y las oportunidades, única fórmula ética para superar la pobreza, no así en cambio, la ayuda estatal, que crea individuos dependiente y manejables políticamente por el estado.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices Keiko. Es nuestra naturaleza de permanente insatisfacción la que nos sacó de las cavernas.
ResponderEliminarPor cada necesidad satisfecha, se nos ocurren otras nuevas aspiraciones.
Nuestras necesidades son tan complejas como nosotros mismos.
A Pablo Villarroel: Hoy miércoles 14 asistí a una conferencia de Hernán Büchi en la que me pareció entender que todavía en CASEN 2009 se utilizó la canasta de 1987. Ojalá el Ministro de Hacienda, que objetó eso en 2006, vuelva a hacer el cálculo con la canasta apropiada para CASEN 2009, lo que seguramente arrojaría una pobreza superior al 30 %.
ResponderEliminar100% de acuerdo con usted. El usar la canasta de 1987 fue un artilugio enmascarador de la concertacion. Sería prudente contrastar con datos actuales.
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