El diputsdo Gonzalo Uriarte (UDI) sorprendió a todo el mundo (salvo, probablemente, a sí mismo) cuando apareció diciendo en "El Mercurio" que "una directiva liderada por Kast nos alejaría de nuestro ADN, que es ser gobiernistas".
Por supuesto, eso no lo cree nadie más, pues todo el mundo sabe (salvo el diputado) que Kast representa genuinamente, y mejor que sus oponentes en el partido, el verdadero ADN de la UDI. Y esto lo digo con conocimiento de causa, porque no sólo conocí bien al político más identificado con ese ADN, que fue Jaime Guzmán, sino que a petición de él elaboré propuestas programåticas para la fundación de la UDI, si bien no me incorporé al partido cuando se creó, porque siempre he tenido una vocación independiente que me ha impedido participar establemente en la politica partidista.
Más aún, conocí directamente de labios de Jaime Guzmán su opinión en el sentido de que Sebastián Piñera representaba en política algo muy diferente de lo que la UDI personificaba. De hecho, Jaime me pidió ser candidato a senador en 1989, en competencia con Sebastián Piñera, haciendo hincapié precisamente en lo antinómico de la personalidad de éste con los postulados de la UDI, en particular en torno a algo muy importante en ese momento: el juicio sobre el Gobierno Militar.
En el ADN de la UDI ha estado siempre la reivindicación de la verdad histórica sobre dicho gobierno; en el de Sebastián Piñera, como político, siempre ha estado la condena indiscrsiminada de aquél. En el ADN de la UDI, como lo dijo Jaime Guzmán en el Senado en 1991, y eso le costó la vida, estuvo la condena al terrorismo y a los perdones que se le otorgaban por parte de la Concertación. Por eso votó en contra de dar al Presidente Aylwin la facultad de indultar terroristas, la cual el senador Piñera, del ADN opuesto, votó a favor. En el ADN de la UDI está el principio de subsidiariedad del Estado, en cambio en el de la administración Piñera, según vemos, el de la preeminencia estatal, pues cuando se trata de reunir recursos para la reconstrucción se aumenta el tamaño del Estado mediante más tributos y se debilita a los particulares que deben pagarlos a través de mayor impuesto a la renta, más alto royalty, mayor impuesto al consumo, mayor gravamen a los DFL 2 y más altas contribuciones a todos los bienes raíces. Entretanto permanecen intocadas las 17 mil propiedades estatales y 76 grandes empresas públicas, amén de voluminosas reservas y fondos fiscales más que suficientes para cubrir los daños del terremoto.
El gobernante que rechaza un justificado indulto a un general (r) inocente y octogenario, que en sus amistosos diálogos con los comunistas se vanagloria de no indultar a "violadores de los derechos humanos" y que mantiene una oficina en el Ministerio del Interior integrada por abogados de izquierda, cuya principal misión es perseguir a los presos políticos uniformados ilegalmente procesados y dar respaldo a los jueces prevaricadores que los acusan, trasgrediendo la Constitución y las leyes, jamás podrá compartir ADN con la UDI.
Si tuvieran el mismo, nadie podría explicar los varios lustros en que el actual jefe del Gobierno fuera el peor cuchillo de aquella colectividad ni que se haya preocupado de dar respaldo a la más baja conjura que se urdiera en contra de ella, cuando afirmaba: "Pía Guzmán no ha mentido", lo que equivalía a respaldar falsas acusaciones de violación pedofílica, pederastia y hasta homicidio de una menor imputadas a senadores de la UDI.
Si hay algo que puede reivindicar el hoy olvidado ADN de la UDI es, precisamente, una renovación de su directiva y su reemplazo por otra más fiel a su esencia doctrinaria y política, Este rasgo es el que precisamente fortalece la candidatura a presidir su partido del diputado José Antono Kast.
....pero hasta Kast se rindió y apoyó al personaje que Jaime Guzmán, certero juez de hombres, consideraba el político más nefasto imaginable para la centroderecha chilena!
ResponderEliminarQue se vayan todos y que venga gente absolutamente nueva, fiel a sus convicciones y con bolas de acero.