jueves, 28 de septiembre de 2023

El Diablo Está en los Detalles

Me acabo de "enterar por la prensa" de que el art. 91 del Reglamento del actual segundo proceso constituyente ordena que el texto redactado por el Consejo sea aprobado por los 3/5 de los votos. En caso contrario no habrá nueva Constitución ni plebiscito el 17 de diciembre. 

El Reglamento era sólo un detalle. Se confirma que "el Diablo está en los detalles".

Los Republicanos se opusieron a una nueva Constitución. Y sin sus votos no habrá nueva Carta. 

Es una "noticia-bomba", de primera página. Por supuesto, no ha salido en primera página. La prensa de la corriente dominante, partidaria y creadora del artificial segundo proceso, seguro desearía que tal noticia no existiera. Pero existe y al menos la publicaron en la crónica. Así y todo, estalló como una bomba.

Pues si los Republicanos tienen 22 de los 50 consejeros y los 3/5 para aprobar un texto requieren 30, ellos están en condiciones de poner término a este proceso inconstitucional, espurio e impopular, al cual se opusieron antes de la elección del 7 de mayo. 

Justamente por eso, porque la ciudadanía mayoritaria tampoco quería otro proceso, obtuvieron un sorprendente 35 % de los votos, erigiéndose en el primer partido del país y cuadruplicando a los que le siguen de más cerca

Si los Republicanos cumplen su promesa de oponerse a una nueva Constitución, como deberían hacerlo, no habrá texto constitucional propuesto ni plebiscito. Con mayor razón si se les añaden algunos o todos los votos de derecha de Chile Vamos. El proceso espurio y nulo (de nulidad de derecho público) se habrá terminado, Y con ello cesará la incertidumbre constitucional actual.

Es lo que se espera de los consejeros de derecha. Si no están a la altura requerida yo, al menos, jamás volveré a votar por Republicanos. Y espero que la mayoría ciudadana tampoco. 

En tal caso deberá insistirse en que se funde un verdadero partido de derecha, que reconozca el legado del gobierno militar, reivindique la verdad histórica y constituya la real vanguardia intransigente, no entreguista y no repetidora de consignas de la izquierda que necesita el espectro político chileno.

martes, 26 de septiembre de 2023

¿Pedirá Perdón la Iglesia?

Hoy el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, escribe en El Mercurio otro vitriólico artículo contra el Gobierno Militar --una reciente carta suya al mismo diario había llamado la atención por su parecido tenor-- ahora a propósito de la creación, hace 50 años, del Comité Pro-paz del Arzobispado de Santiago. Pronto dicho órgano se transformaría en la Vicaría de la Solidaridad y operaría como un brazo logístico del terrorismo marxista en Chile. Cuando se fundó el 26 de septiembre de 1973 ese flagelo estaba en su apogeo, como que 84 uniformados murieron víctimas de él antes de terminar dicho año.

Hace poco el mismo Sánchez presidió y facilitó, en el aula magna de su universidad, la presentación del injurioso y falso libro "Un Ejército de Todos", del excomandante en jefe Ricardo Martínez, dedicado a denostar a su antecesor, general Augusto Pinochet e inventarle supuestas "estrategias asesinas" por completo inexistentes. Poco antes el Ejército lo había removido de su página web, donde Martínez lo había incorporado antes de cumplir su período. Por suerte la falsía del libro es muy fácil de demostrar, y yo lo he hecho en este blog.

El Jefe del Archivo de la Vicaría era José Manuel Parada, personero comunista que en ella operaba como reclutador de guerrilleros para el FPMR, como informó El Mercurio de 18 de agosto de 1986, citando el caso de Alfredo Malbrich Labra. Éste, tras ser detenido en desórdenes en 1979 y liberado gracias a la Vicaría, declaró haber ingresado al FPMR a instancias de Parada, a quien conoció justamente allí.

El 25 de abril de 1986 el FPMR tendió una celada asesina contra Carabineros, llamándolos a raíz de un falso asalto a la Panadería Lautaro, de La Cisterna. Al acudir el furgón policial fue recibido a balazos por un comando del FPMR, que dio muerte al joven carabinero Miguel Ángel Vásquez Tobar. Otros carabineros respondieron el fuego e hirieron al frentista Hugo Gómez Peña. Éste fue atendido en una clínica por un médico de la Vicaría y defendido por un abogado de ésta. El vicario, monseñor Sergio Valech, requerido por el ministro en visita que conoció del atentado, se negó a entregar las fichas de atenciones médicas a terroristas, pagadas por la Vicaría. En cualquier otro caso esa negativa habría acarreado un procesamiento por obstrucción a la justicia, pero no tuvo consecuencias para monseñor Valech.

Éste después fue "premiado" por Ricardo Lagos con la presidencia de la comisión más escandalosa de todas las discurridas bajo la Concertación en beneficio del terrorismo, la llamada "de Prisión Política y Tortura" o "Comisión Valech". Pues condujo a darles pensiones de por vida a 28 mil personas interrogadas por sus nexos con el terrorismo de extrema izquierda antes de 1990. No se sabe de otro país en que exista ese galardón económico como premio para los sospechosos de terrorismo.

Ls Iglesia nunca ha pedido perdón por haber patrocinado un verdadero brazo logístico del FPMR y del MIR, facilitándoles la comisión de sus atentados. Con razón Su Santidad Juan Pablo II, cuando vino a Chile en 1987, habiendo sido bien informado por su compatriota residente acá, monseñor Bruno Richlovski, se negó a ingresar al recinto de la Vicaría en su visita al Arzobispado, lo que provocó la airada crítica marxista.

Es una lástima, aunque a nadie sorprende, que el rector Sánchez elogie la creación de un ente colaborador de la violencia política armada, por cuyas actuaciones la Iglesia más bien debería pedir perdón al país.

domingo, 24 de septiembre de 2023

Boric y Pinochet

El peor presidente, Boric, odia al mejor, Pinochet, y por eso lo denigra. Pues tras hablar ante tribunas vacías en la ONU (se vaciaron al verlo subir a él), y en vista de que ninguna autoridad norteamericana quiso recibirlo, viajó a Washington para culpar a Pinochet del atentado contra Orlando Letelier, sin considerar que el hijo de éste, Juan Pablo, en El Mercurio del 4 de junio de 1995 declaró: "...lo que he dicho una y otra vez, porque me enseñaron a hablar con la verdad, es que no hay ninguna evidencia que fluya del proceso de miles de fojas, que permita sostener que hay participación del Ejército en el asesinato de Orlando Letelier".

En efecto, está históricamente comprobada la inocencia de Pinochet en ése y otros crímenes cometidos por Townley (Prats, Leighton, Letelier y (frustrado) Altamirano). Pero Boric, como le sucede con casi todo, lo ignora. 

Por el momento aspira a que, en vez de la Constitución de Pinochet, haya una con su nombre. El país nunca ha necesitado una nueva Constitución, porque bajo la actual ha conseguido los mejores logros de su historia. Pero Piñera, que nunca ha pensado en nada que no sea sí mismo, soñaba con una nueva con su nombre y regaló la actual a los perpetradores de la acostumbrada revolución comunista que le hicieron. Pero terminó su gobierno sin verla consagrada. Y cuando Boric la sometió a plebiscito, el 62 % la rechazó. 

Entonces Boric pactó con Piñera ("Acuerdo por Chile" entre dos políticos muy impopulares) hacer otro intento. Hoy El Mercurio dice que el 41 % de los ciudadanos se inclina por rechazarlo y el 12 % por aprobarlo, en el plebiscito contemplado para el 17 de diciembre. Es que el pueblo no quiere otra Constitución. En la última encuesta CEP ni siquiera fue mencionada entre las 16 mayores inquietudes ciudadanas y no alcanzó el 1 % de menciones. 

Pero las muy minoritarias élites habladoras (ver a Daniel Mansuy en El Mercurio de hoy) dicen que "tenemos y seguimos teniendo un problema constitucional". ¿Cuál? El de cuatro gatos que no llegan al 1 %.      

El único y mayor problema de Chile se llama Gabriel Boric. La solución está en el art. 53 N° 7 de la Constitución de Pinochet, que da al Senado la atribución de declarar la incapacidad mental del presidente, que ahora es real y como consecuencia de la cual está destruyendo las bases del progreso nacional.

La oposición tiene 25 votos en el Senado, la mitad. De modo que bastaría un intervalo lúcido de un solo senador de gobierno para que en diciembre, junto con desecharse el proyecto que ni siquiera el 1 % desea, pudiéramos estar eligiendo un nuevo presidente que reencamine a Chile por la senda de progreso y paz interna en que lo dejó Pinochet. 

Cosa que, a simple vista, la mayoría del pueblo anhela ya con desesperación.

viernes, 22 de septiembre de 2023

El Ejército de Nadie

Eso de un "Ejército de Todos" es una declaración de rendición y una cobardía, además de una tontera. En el fondo es la fórmula para disfrazar la falta de coraje para enfrentar las funas comunistas. Una manera de "quedar bien con ellos", es decir, de entregarse, traicionando la memoria del que salvó al país de ellos y que nunca se entregó. Y como los comunistas son los únicos que funan a los militares, el que llaman "Ejército de Todos" sólo viene siendo el que confiesa rendirse ante ellos. 

¿Y cómo va a ser "de todos"? ¿Va a ser también de los que quieren reemplazarlo por una milicia popular; o de Boric, que sueña con "orinar en un casco militar"? El Ejército nunca puede ser "de todos". Es simplemente "de Chile", donde la mayoría manda, gracias a su Ejército y demás ramas uniformadas que impidieron que se extinguiera la democracia y la restablecieron en plenitud.

¿La señora de uno también va a ser "La Mujer de Todos"? Habría que ser muy imbécil, tanto como los que pretenden redactar "la Constitución de Todos"? ¿Cómo va a haber una "Constitución de Todos", si algunos son partidarios de la propiedad privada y otros prefieren la del Estado (que manejan ellos, por supuesto)? La Constitución es la que la mayoría quiere y no existe ni puede haber la que todos quieren. Y esa mayoría (no "todos") se ha expresado en 1980 (67%), 1989 (91,25%), 2005 (unanimidad parlamentaria), 2022 (62 %)

En democracia el Ejército es de la patria y la patria es lo que la mayoría quiere, expresado en la Constitución respaldada por la mayoría del pueblo, titular de la potestad constituyente. Voluntad que es muy distinta de la del contubernio Piñera-Boric que ha emprendido un segundo proceso constituyente doblemente inconstitucional, inmoral y nulo de derecho público. Hasta ahora siempre la mayoría ha querido que Chile sea "uno, grande y libre" y lo ratificará el 17 de diciembre, castigando al contubernio.

Por eso la Constitución nunca puede, tampoco, ser "la Constitución de Todos". En democracia es la de "los más". Nunca los representará a todos. Ninguna Constitución puede representar a la vez a los partidarios de la libertad personal, la propiedad privada y el pluripartidismo y a los de la dictadura del proletariado, el partido único y la propiedad estatal de los medios de producción. 

Y en democracia el Ejército es de Chile y Chile es lo que la mayoría quiere. La Constitución es la que la mayoría respalda en un plebiscito. Y la señora es de uno y no de todos. "Lo que todos quieren" es un ente que no existe. Si el "Ejército de Todos" es el que no es funado por los comunistas, querría decir que ha sido vencido. Y nos gusta decir que no ha sido jamás vencido.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Maniobra Publicitaria Exitosa

En mi calidad de abogado defensor autodesignado del Gobierno Militar y ante el Plan de Búsqueda de más de 1.400 personas supuestamente detenidas y desaparecidas bajo él, publicitado por el gobierno de Boric, advierto de partida una cosa: que sólo 651 de esas supuestas desapariciones fueron denunciadas antes del 11 de marzo de 1990, fecha de término del Gobierno Militar, y el total de ellas fue explicado, señalando en cada caso el paradero respectivo. Mal puede dicho régimen defenderse de situaciones creadas o denunciadas después de su término, sobre todo habiendo un incentivo monetario de por medio.

El número de 651 detenidos desaparecidos durante el régimen militar se obtuvo gracias a la diligencia de la intelectual francesa Suzanne Lanbin, que era partidaria suya y escribió el libro "Chile: el Crimen de Resistir", en cuya página 243 refiere que, al leer denuncias de que había 15 mil detenidos desaparecidos en Chile, viajó acá y comprobó en la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado que los casos eran 651, si bien en los libros de dicha Vicaría hasta 1990 había sólo 574.

Todos los casos posteriores fueron recién denunciados bajo gobiernos de la Concertación: la Comisión Rettig dijo en 1991 que eran 979 y posteriores comisiones hicieron subir el número a 1.102. Explicable aumento a raíz de la perspectiva de compensaciones pecuniarias ofrecidas bajo Aylwin II. 

Pero el Gobierno Militar sólo tiene que explicar los casos denunciados durante él. Y quien fuera director de la DINA, el general Manuel Contreras, lo hizo en los 90: publicó el libro "La Verdad Histórica II: *¿Desaparecidos?", Editorial Encina, Santiago, 2001. El detalle de los paraderos de las personas es el siguiente:

1) Restos en el Instituto Médico Legal 96
2) Restos en patios 9,12, 25,26,27,28 y 29 del Cementerio General 113           
3) Exhumados en la Cuesta Barriga y lanzados al mar 153
4) Muertos en combate y lanzados al mar por la DINA  174
5) Personas sin existencia legal según el Registro Civil 26
6) Personas que pasaron a Argentina según Extranjería 56
7) Personas que viajaron a otro destinos según Extranjería 33
Total 651

Hubo una persona desaparecida que motivó la película "Missing" ("Desaparecido") del comunista griego Costa Gavras. Era el norteamericano Charles Horman, que vivía en el Cordón Cerrillos, ente guerrillero formado bajo la UP. Como la embajada norteamericana requirió al Gobierno Militar encontrarlo, el canciller de éste, almirante Carvajal, comisionó a un agente de inteligencia, Rafael González Berdugo, que lo encontrara, en marzo de 1974. Fue al Instituto Médico Legal y ahí se le informó que los restos de Horman, recogidos de la calle, habían sido enviados al Cementerio General. Fue entonces allá y se le indicó que estaban en un patio de los antes enumerados. Ubicó el cadáver y se lo entregó a la embajada norteamericana. Si hubiera habido alguien que hiciera la misma diligencia respecto de todos, hoy no habría detenidos desaparecidos bajo el Gobierno Militar. Pero nadie lo hizo durante él ni en 50 años hasta hoy.

No obstante, el tema le sirve al gobierno actual como distractivo publicitario en medio de la ruina en que tiene al país y ha tenido éxito, porque el New York Times lo ha destacado con grandes titulares, el arzobispo Celestino Aós lo ha elogiado en el Te Deum y los chilenos creen que es una gran iniciativa de Boric. Pero se van a encontrar con algo que yo ya expuse en mis libros "Terapia para Cerebros Lavados", p. 245 y sigtes. e "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990", págs. 596 y siguientes: que el número de paraderos averiguados es mayor que el de supuestos desaparecidos, y sin contar seis que han ido diciendo "presente, estoy vivo" a lo largo de los años.

Es decir, el problema real no existe y sólo se trata de una hábil maniobra publicitaria.
                                                                                                                                                                            
                                              

viernes, 15 de septiembre de 2023

La Verdad y sus Adversarios

Por suerte los adversarios de la verdad no son muy listos. Por supuesto, si lo fueran serían sus partidarios. Uno, el excomandante en jefe del Ejército Ricardo Martínez, ha escrito un libro lleno de errores, sosteniendo que en 1973 el general Arellano, delegado de Pinochet, cumplía órdenes de éste de matar gente de izquierda y culpar a los comandantes de regimientos locales. 

Es lo que El Mercurio denomina "tesis de cadena de mando expuesta por el general (r) Martínez", 13.09.23, p. C3. En una entrevista a quien, en 1973, era el subteniente Waldo Ojeda Torrent, de tres cuartos de página, dicho oficial (r) condenado por 13 muertes acaecidas en Copiapó en la madrugada del 16 de octubre de 1973, y a quien el titular del diario asocia a la tesis de Martínez, afirma: "El mando militar... nos obligó a obedecer sin más alternativa que el costo de nuestra propia vida". Antes había declarado: "Luego de una secreta y hermética reunión que tuvo solo el Comandante del Regimiento con quien sorpresivamente llegó esa tarde en calidad de general delegado del Comandante en Jefe y Presidente de la Junta de Gobierno, la primera orden dada a estos subtenientes fue ser centinelas para el traslado de detenidos de una cárcel a otra". Pero eso no fue así, para mala suerte de la tesis de la "cadena de mando", el general delegado del Comandante en Jefe y Presidente de la Junta de Gobierno, Sergio Arellano, no estaba en Copiapó cuando ocurrieron el traslado de detenidos y las ejecuciones, que tuvieron lugar en la noche del 15 al 16 de octubre, cuando la comitiva de Arellano no había salido de Santiago.

Resumen de la verdad de los hechos: un viejo marxista, preso en Copiapó junto con otros más jóvenes, que se habían rendido tras un combate en Las Diucas, le había expresado su temor a su abogado, Daniel Rojas Hidalgo, porque los otros reos tenían un plan de fuga. Rojas se lo comunicó al comandante del regimiento, Óscar Haag, y éste dispuso el traslado de los trece a La Serena, que tenía una cárcel mas segura. Fueron embarcados en un viejo camión del Ejército, que quedó en panne eléctrica en la cuesta Cardones, a la una de la madrugada del 16. El capitán a cargo del traslado, Patricio Díaz Araneda, refiere el desenlace así, en el oficio que presentó después de los hechos: 

"(d) En atención a la panne producida, el chofer, dos guardias y el suscrito procedimos a buscar el origen, dejando a cargo de los detenidos un guardia ubicado en la carrocería. (e) En un momento de descuido del guardia los detenidos procedieron a empujarlo fuera del camión, produciéndose con ello la fuga masiva de todos ellos. (f) En atención a ello y viendo que el alto dispuesto no produjo la reacción de los prófugos, hice un tiro de advertencia al aire y como ello tampoco diera resultado, ordené hacer fuego en contra de sus personas, produciéndose la muerte de los trece por efecto de los tiros".

Uno de los guardias del camión era el subteniente Waldo Ojeda Torrent, hoy preso político militar, entrevistado por El Mercurio. Era después de la una de la madrugada del 16 de octubre. Sólo en la tarde de ese día llegó a Copiapó la comitiva de Arellano. La autora de "Los Zarpazos del Puma", Patricia Verdugo, quiso inculpar a Arellano y Pinochet y por eso falsificó en su libro la fecha del oficio del capitán Patricio Díaz Araneda, cambiando "16" por "17". Pero tuvo mala suerte, porque en su mismo libro, páginas antes, reprodujo el oficio del comandante del regimiento al jefe del Cementerio local, con fecha 16 y pidiéndole sepulturas para los 13 muertos de la noche anterior. Es que "para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado".

Norma que han olvidado el preso político Waldo Ojeda, el general (r) Ricardo Martínez y el diario que da tanto espacio para promover la tesis de la "cadena de mando" y denigrar a Pinochet.


miércoles, 13 de septiembre de 2023

Nunca Se Nos Había Mentido Tanto

Como siempre, detrás del delito, en este caso de prevaricación (fallar contra ley expresa y vigente y detener a exmilitares inocentes) hay mentira. Pero creo que hoy se batió un récord: un preso político militar, Waldo Ojeda, pide perdón por trece muertes de 1973. Pero culpa de ellas a la comitiva de Arellano, que noo tuvo nada que ver, pues ella aún estaba en Santiago. Véase la página 47 de mi libro "La Verdad del Juicio a Pinochet", que nunca ha sido desvirtuado. Puede bajarse desde este blog por una suma módica.

¿Por qué Waldo Ojeda pide públicamente perdón por algo que no fue responsabilidad suya? Porque está secuestrado por jueces corruptos y les ofrece un "rescate" autoinculpándose. Si "confiesa y se arrepiente", cree que le pueden dar beneficios que hoy le niegan.

Quiere negociar con sus secuestradores. En este caso, ofrece que los presos se arrepientan, se autoinculpen y responsabilicen a Pinochet. A cambio, aspiran conseguir algún beneficio. Vivimos en una sociedad corrupta. La vida pública es gangsteril. Y la mentira vale y reditúa.

Nunca había visto a Chile caer tan bajo. La declaración, "acordada", del Senado es vergonzosa. "La culpa fue de todos", acordaron. ¿Cuál es la verdad? La real fue la que expresó Frei Montalva a Mariano Rumor en 1973: "A nuestro juicio, la responsabilidad íntegra de esta situación --y lo decimos sin eufemismo alguno-- corresponde al régimen de la Unidad Popular". Bueno, ahora se trata de cambiar esa verdad por una mentira final "acordada": "La culpa exclusiva de todo fue de Augusto Pinochet".

Un libro sustancialmente falso, basado en hechos inexistentes, como el del excomandante en jefe del Ejército Ricardo Martínez, recibe propaganda gratis en carta a El Mercurio del rector universitario Santiago González Larraín. A Martínez lo entrevista radio Cooperativa, por supuesto. Ese libro, "El Ejército de Todos", se basa en hechos falsos fácilmente desmentibles. Por algo el Ejército lo removió de su página web. Pero ahora pasa a ser "la verdad oficial". Su tesis: que Pinochet mandaba a Arellano a matar y buscaba inculpar de ello a oficiales de regimientos locales. La verdad es que Arellano tenía por única misión acelerar procesos para que no hubiera tantos presos en los regimientos. Y esto lo reconoce así hasta la sesgada Comisión Rettig, que peca de falsedad en tantas cosas, pero no en ésa: el delegado de Pinochet, dice, nunca tuvo por misión matar, que es la que le atribuye el mentiroso libro de Martínez, sujeto repudiado por los militares leales. 

He vivido toda mi vida en Chile y estoy acostumbrado a que se falte a la verdad. Pero hoy puedo decir que nunca había visto mentir tanto, en todos los niveles y con tanta impunidad. Cuando a usted traten de explicarle por qué sube tanto el dólar, tenga en cuenta esto, porque hay gente que ya se colmó, no quiere vivir en una sociedad así y simplemente vende todo, compra dólares y se va, porque no soporta tanta mentira, delincuencia, corrupción  y falsedad.

lunes, 11 de septiembre de 2023

50° Aniversario de la 2a. Efeméride Nacional

Hay sólo una fecha más importante que el 11 de septiembre en la historia de Chile: el 18 de septiembre. 

Hoy celebramos una efeméride, el 50° aniversario del día en que Chile se salvó del comunismo. Éste, en muchos países, significó setenta o más años de esclavitud. El 11 de septiembre de 1973 nos salvamos de eso. Desgraciadamente, por el hecho de que la Junta Militar nos legó, y desde un principio estableció, una sociedad libre, Chile no ha podido emanciparse del comunismo. Éste, que abusa de la libertad y prospera destructivamente bajo ella, es el mayor obstáculo para un verdadero progreso y la reconciliación. 

Pero quienes hemos permanecido indemnes al contagio comunista celebramos hoy alborozados la instalación del régimen que hace 50 años derrotó a la dictadura del proletariado y nos elevó, del último lugar del hemisferio, en que nos tenía ésta, al primero. Nos sacó del hambre y del "tenemos harina para pocos días más" (Allende, 07.09.73), y nos legó una sociedad con sobrepeso. Nos dio diez años más de vida y diez centímetros más de estatura. Pero no logró vacunarnos de por vida (en aras de la libertad que nos legó a todos) contra el principal flagelo: el comunismo.

Las personas libres sufrimos, en realidad, demasiadas deserciones, desfallecimientos y caídas en el error (Piñera) como para celebrar. Para muestra un botón: El Mercurio, que fuera uno de los baluartes del gobierno militar, editorializó ayer así, hoy increíblemente sometido a una consigna roja: "...la iniciativa más relevante y consensual: el plan nacional para la búsqueda de más de mil detenidos desaparecidos cuyos cuerpos no han sido hallados. Sus muertes y el dolor infligido a sus familiares al no poder siquiera tener un lugar donde honrar sus restos interpelan a todos los chilenos y demandan agotar los esfuerzos para saldar esta grave deuda." Increíble, pues todo eso es falso.

La verdad, documentada durante el gobierno militar (Suzanne Labin, "Chili: le Crime de Résister", p. 243) hubo 651 casos de personas cuyo paradero se ignoraba. Todos los demás fueron "creados" (incentivos económicos) después del 11 de marzo de 1990, tras la traición de Aylwin II, perseguidor de militares y un personaje totalmente distinto de y opuesto a Aylwin I, gatillador del golpe y defensor de los militares. Cada uno de los 651 desaparecidos de responsabilidad del gobierno militar fueron explicados por el ex director de la DINA, Manuel Contreras (ya preso), en los años 90. Sólo era preciso identificar los restos que yacen en el Instituto Médico Legal, Cementerio General, Universidad de Chile. ¿Por qué no se ha hecho en 33 años? Por desidia oficial. Porque al comunismo no le interesa la verdad, sino su consigna. Un solo caso obligadamente se investigó: el de Charles Horman, desaparecido norteamericano, y por presión de su embajada en 1974. Se encontraron sus restos en el Cementerio General y fueron repatriados. Fin del problema. Pudo ser así en los otros 650 casos. Pero a nadie le interesó.

Además, los 1.419 casos "creados" post gobierno militar, todos suscitados después del 11 de marzo de 1990 (¿cómo se podía defender el gobierno que ya no existía?), todos han sido desvirtuados. Me remito a mis libros "Terapia para Cerebros Lavados" (2008), p. 262, e "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990" (p. 598). Aún espero acuse de recibo del ejemplar de este último que personalmente le llevé al editor de Artes y Letras de El Mercurio en 2018. 

Mientras haya comunismo, en Chile no habrá reconciliación, verdad ni paz. Sí persistirá la violencia. Del electorado depende. Como el gobierno militar dio libertad efectiva a los chilenos, salvo en el quehacer partidista, los comunistas, entre 1973 y 1990, se aprovecharon de ella y pudieron crear, además del terrorista grupo FPMR, colegio propio ("Colegio Latinoamericano de Integración") y su Universidad Arcis, en los 80. Y en 1987 la izquierda pudo rendir homeaje, sin incidentes, a Salvador Allende. en el Teatro Cariola. Es que era realmente una sociedad más pacífica y libre que hoy (esto no se lo quiso admitir Vargas Llosa a Axel Kaiser hace unos años), cuando no es posible rendir homenaje a Pinochet sin riesgo para la integridad física. Pues el comunismo impone su violencia y es impune, dado que existe una justicia comunista "con fines de lucro".

El 11 de septiembre de 1973 el gobierno militar asumió una "misión imposible": Chile en default, en el último lugar de América Latina en crecimiento (a donde el comunismo lo ha devuelto hoy); con la mayor inflación del mundo y al borde la guerra civil. Y con todas sus fronteras amenazadas. Un país del que todos querían irse. Y lo devolvió en 1990 libre de terrorismo, sin conflicto en la Araucanía, en el primer lugar del crecimiento en América Latina, sin haber perdido "pedacitos más ni pedacitos menos" de territorio, y siendo una tierra a la que todos querían venir. Un enorme logro. Por eso el 11 es una efeméride. 

El día en que la podamos celebrar libres de la violencia comunista habrá llegado nuestra verdadera reconciliación. Ese debe ser el test, la piedra de toque. La llegada de ese día depende exclusivamente del voto de los chilenos, bajo el régimen democrático que nos legó el gobierno militar en su Constitución de 1980, que Dios y la Virgen del Carmen preserven.

De nosotros depende la reconciliación, que, por lo demás, todos los no-comunistas hemos vivido desde aquel diciembre de 1973, en que los militares terminaron de derrotar a la guerrilla allendista y pacificaron el país. Éste vivió después los mejores años de su historia. Fue top-one mundial de reducción de la pobreza entre 1985 y 2015 (José Luis Daza). Hasta que llegó el deterioro provocado por Piñera y su filocomunismo y Bachelet y su procomunismo, deterioro que dura hasta hoy. Pues sucedió lo impensable: el comunismo subió al gobierno. Y ahí está. Nadie sabe hoy qué será de Chile. Domina la opinión pública. Ningún medio reproduce el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973 ni el Acta Rivera. Chile no conoce su propia historia real. Darla a conocer se llama hoy "desinformación" o "negacionismo". Hay mociones parlamentarias para mandar presos a los que "informen demasiado" y celebren la segunda efeméride de la nación. 

Pero, "para verdades, el tiempo". Ese día llegará.


viernes, 8 de septiembre de 2023

Chilenos Contumaces

Según la Real Academia, "contumaz" es el "rebelde, porfiado y tenaz en mantener un error". Un buen ejemplo es el excomandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, que quiso dejar un libro denostador de su antecesor, Augusto Pinochet, al abandonar el mando de esa institución, pero como era fácil probar su falta de veracidad, y así lo hice en este blog (2 y 4 de marzo de 2022 y 28 de agosto de 2023), apenas Martínez se marchó su sucesor lo sacó de la página web del Ejército. 

Pero Martínez es contumaz y en lugar de leer mi libro "La Verdad del Juicio a Pinochet", nunca refutado por nadie, se las arregló para encontrar algún otro que mantuviera un error tan visceral como el suyo. No tardó en encontrarlo en el rector de la UC, denostador impenitente del régimen militar. Ambos entonces acordaron que el libro fuera relanzado desde el Aula Magna de la UC. 

Los contumaces no son sólo los nombrados, sino que hay muchos en el gobierno, encabezados por alguien que destaca por insistir en los más egregios errores. En este momento el total de sus capacidades, si bien muy exiguo, se encuentra comprometido en conmemorar el 11 de septiembre como la fecha en que un "demócrata ejemplar", Salvador Allende, resultó impedido de completar su "benemérita obra" por una "cáfila de uniformados sedientos de sangre", dedicados a asesinar, torturar, exiliar, hacer desaparecer gente y oprimir al pueblo chileno.

Pero eso les demanda mantener oculta la verdad de los ojos de la opinión pública, y en particular esconder dos hitos históricos: el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973 y el Acta Rivera. Ésta da cuenta de la reunión de empresarios desesperados con el expresidente de la República y cabeza del Senado en 1973, Eduardo Frei Montalva.

Porque el Acuerdo es un macizo documento que acredita el carácter dictatorial y antidemocrático del gobierno de Allende, amparador de torturas a sus opositores y de la formación de grupos paramilitares para llevar a cabo una revolución que iba a degenerar en guerra civil.

A su turno el Acta Rivera presenta al principal repúblico opositor de 1973, Eduardo Frei Montalva, opinando que "esto se arregla sólo con fusiles" y conminando a los empresarios a ir a hablar con comandantes en jefe, como única salida ante la situación creada por los atropellos del régimen de Allende.

Hasta ahora la contumacia se impone y mantiene ocultos ambos testimonios históricos, que no son reproducidos por ningún diario, canal de televisión ni radioemisora de las que controla el oscuro contubernio Piñera-Boric conocido como "Acuerdo por Chile", que maneja el país y que a la vez es el peor evaluado por la opinión pública, según todas las encuestas: "los políticos y sus partidos". Es obvio que Chile está como está porque lo manejan los peores.

Si se llegara a saber toda la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad, es decir, el Acuerdo y el Acta,  "Dios los pille confesados".

lunes, 4 de septiembre de 2023

Principios, Medios y Fines

Mi padre me enseñó a no mentir nunca. Yo, que a veces mentía, le insistía en que podría haber "mentiras blancas", pero siempre respondía inflexible: "nunca". De eso resultó que, en general, miento menos que otros. Algunos me lo reconocen. Otros no y dicen que ellos no mienten, sino que emplean "convenciones".

Tampoco hago trampas. Cuando paso con luz amarilla digo que no lo volveré a hacer. Nunca he pasado una luz roja. Jamás hice trampa en las pelotas dudosas del tenis. Jugué con no pocos gentlemen tramposos. Siempre me hice el leso. El récord de trampas lo sufrí como candidato a senador en competencia con Sebastián Piñera. Nunca nadie me había hecho tantas. Y eso que al comenzar la campaña su padre, don Pepe, me llamó y me pidió que cambiara mi lema, "una sola línea", porque era desdoroso para su hijo. Y yo lo cambié. Nunca llamé a don Pepe para acusar a Sebastián. Claro, después describí en un libro todas sus trampas. 

No compro relojes robados. Cuando existía el centro, un tipo se me acercó con uno de oro en la mano y me lo ofreció por unos cincuenta mil pesos. Me sentí halagado por tener "cara de andar con plata", pero le contesté "no, gracias". Tampoco compro este segundo proceso constituyente "robado". Ya el 7 de enero en El Mercurio el profesor de derecho y miembro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez, advirtió que era inconstitucional (y lo es doblemente) pero al contubernio Piñera-Boric no le importó, como tampoco a El Mercurio ni a su redactor Carlos Peña, que lo impulsaron y forzaron. Mucha gente cayó. Para mí, participar en el proceso espurio es como comprar un reloj robado: no se debe, no se puede.

Algo me asombra: que tantos digan (los más recientes, José Antonio Kast y Edmundo Eluchans), que "el país no resiste otro rechazo". ¿De dónde han sacado eso? En la última CEP "una nueva Constitución" no figura entre los 16 temas que importan a la gente y que obtienen al menos 1 % de mención. Entretanto, José Antonio Kast, tras su nueva postura, ha caído diez puntos en las encuestas y ya perdió el primer lugar a manos de Evelyn Matthei, que también apoya el segundo proceso. Sigo prefiriendo a Kast, pero...

...votaré En Contra, como lo he sostenido siempre. Si los republicanos ya no lo hacen, no sacan nada con ofrecernos un reloj robado de oro macizo (supresión de contribuciones y arresto domiciliario para los de Punta Peuco). Simplemente no compramos relojes robados. Y nos tranquiliza que una mayoría (51 % vs. 30 % según la última CADEM), tampoco. Quiere decir que coincidimos en ciertos principios, sin habernos puesto de acuerdo: el fin no justifica los medios, Chile no tiene un problema constitucional y jamás debemos hacer nuestras las aspiraciones y consignas de los adversarios históricos de la libertad. 

viernes, 1 de septiembre de 2023

La Mejor Cifra de Boric

Boric hipnotizó al país por un día con su campaña de "búsqueda de detenidos - desaparecidos". Los ha fabricado él mismo, porque durante el gobierno militar sólo hubo 651 y poco después el paradero de todos y cada uno de ellos fue precisado por el general (r) Manuel Contreras. Pues ya en 1978 la autora francesa Suzanne Labin, en su libro "Chile, el Crimen de Resistir", había escrito (p.243): "Yo he venido a Chile considerando el primer número de 2.500 desaparecidos citado por Rossalyn Carter (señora de Jimmy Carter), el cual era desde ya considerablemente bajo en relación a los números lanzados por todos los medios de comunicación y que rondaban los 15.000. Mi primera sorpresa fue constatar que la Vicaría no mantenía sino 651 casos de desaparecidos. Primer golpe: el número había caído de 15.000 a 651". 

Después del gobierno militar, el Informe Rettig dijo en 1991 que los detenidos - desaparecidos eran 979 en total y que habían ocurrido menos de dos casos al año entre 1978 y 1990. Los incentivos económicos creados por Aylwin impulsaron el surgimiento de nuevos casos y así se llegó al máximo de 1.102. Pero en mi libro de 2008, "Terapia para Cerebros Lavados", pág. 262, reproduje las publicaciones según las cuales habían "reaparecido" personas o restos hasta por un total de 1.108, es decir, seis demás. No fueron coincidencia, entonces, las "reapariciones" publicadas en la prensa de 6 personas que estaban vivas pero figuraban en las listas de "detenidos desaparecidos". Al final, técnicamente no quedó ninguno, no obstante que en el lenguaje político seguía hablándose de "miles de desaparecidos". Hasta hoy, cada vez que en el Congreso hay una sesión conflictiva (por ejemplo, cuando el 22 de agosto se rememoró el Acuerdo de la Cámara de 1973) muchos parlamentarios de izquierda aparecieron con retratos de "desaparecidos" colgados al cuello. Parecen atribuirle tanto efecto mediático como al "delantal blanco" de Bachelet.

Ahora Boric ha hecho subir su número de cero, en que estaban, a 1.479, pero nadie sabe de dónde ha sacado esa cifra. En todo caso, es casi el único número positivo que puede mostrar su gestión.

Por cierto, es sólo "show mediático". Como el mundialmente conocido de la película "Missing" ("Desaparecido"), protagonizada por Jack Lemmon, del cineasta comunista griego Costa-Gavras. Fue sobre el norteamericano Charles Horman, que había venido al Cordón Vicuña Mackenna, como parte del plan revolucionario de Allende. Murió el 11 de septiembre o en días posteriores y nadie supo cómo. La embajada norteamericans había hecho del caso un problema diplomático y en 1974 el canciller chileno, almirante Carvajal, recurrió a un agente civil de inteligencia, Rafael González Berdugo --un verdadero "agente del Estado" que había trabajado para Ibáñez, Alessandri, Frei, Allende y ahora Pinochet-- para que averiguara el paradero de Horman.

El mismo González me relató el caso: fue al Instituto Médico Legal y encontró allí registrado el cadáver de Horman, anotado como después entregado al Cementerio General, donde hay numerosos patios con caídos en los primeros días y semanas después del 11, cuando murió el 55% del total entre 1973 y 1990. Halló y exhumó (desenterró) a Horman, compró un ataúd y lo entregó a la embajada norteamericana, que mandó los restos a Nueva York, donde hallaron cristiana sepultura. Luego "Missing" era todo "fake news". Todavía puede verse y es entretenida. 

En los 2000 un ministro sumariante comunista de la dictadura judicial procesó a González Berdugo y lo condenó como cómplice en el homicidio de Horman, sin que hubiera autor. "El pago de Chile". Cumplió la condena y he sabido que está bien.

Ahora Boric tiene que respaldar esta casi única cifra positiva de su gobierno, el incremento de cero a 1.479 de los detenidos desaparecidos. Le aconsejo determinar el ADN de los restos que hay en los patios  9, 10, 25, 26, 27, 28 y 29 del Cementerio General y los que pudieran quedar en el Instituto Médico Legal, en la Universidad de Chile e incluso en una bolsa de huesos que mantiene la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Sería útil y ningún gobierno se ha preocupado de hacerlo.

"El show debe continuar" y parece que Chile estará preocupado de esto hasta que el 11 el marxismo gobernante en masa de nuevo desate el tradicional desorden, vandalismo y "destrucción de la propiedad pública y privada", como cada año, para luego volver a empezar.

En todo caso, cualquier parecido del "show de búsqueda" con las preocupaciones reales de los chilenos será mera coincidencia.