jueves, 29 de abril de 2021

Ya No Queda Nada

Pienso que Chile no estaba en un estado de anarquía igual al de hoy desde la República Socialista de 1932, cuando otro régimen de facto, igual al parlamentarismo de facto actual, estuvo en el poder durante doce días de locura nacional. 

Entonces el jefe máximo real del país, el comodoro del Aire Marmaduke Grove, tal como hoy la jefa máxima de la rebelión, Pamela Jiles, hacía lo que se le ocurría y ordenaba devolver sin pagar las cosas empeñadas en la Caja de Crédito Prendario ("La Tía Rica"). En medio del júbilo popular iban a retirar todas las cosas, tal como ahora van a cobrar los diez por cientos de ahorros previsionales. Eso iba a quebrar el crédito prendario, por supuesto, tal como los retiros van a hundir el sistema de pensiones. Del décimo retiro y final ahora nos separan siete, que irá decretando Pamela a la brevedad. 

Entonces Marmaduke se hizo tan popular como "la Abuela" lo es hoy. En los barrios la gente era feliz y desfilaba espontáneamente todo el día, vivándolo: "¿Quien manda el buque? ¡Marmaduke!". Tal como hoy muchos podrían salir a gritar a favor de la nueva Marmaduka: "¿Quién manda la zarzuela? ¡La abuela!" 

Doce días duró la chacota, pues sin advertirle nada a nadie un adusto coronel encabezó a un grupo de oficiales de Ejército que apresó sin decir "agua va" a Marmaduke y su grupo de enajenados y los mandó a la isla de Pascua. Y al fin de ese año volvió la cordura a Chile y fue elegido el derechista Arturo Alessandri, que con su ministro de finanzas Gustavo Ross gobernó hasta 1938 y reordenó al país. Volvimos a entrar en vereda y en razón, después de nueve gobiernos tan malos como el actual, que hubo entre la caída de Ibáñez en julio de 1931 y la elección de fines de 1932. 

Es que Chile se vuelve loco de tiempo en tiempo. Cae bajo el imperio de la sinrazón. Ayer oí al senador José Miguel Insulza, que es el segundo "gran cara de palo" del país (el primero e indiscutido es Sebastián Piñera, naturalmente) diciendo que los retiros por iniciativa parlamentaria "son perfectamente constitucionales, porque la iniciativa exclusiva del Ejecutivo es sólo en el caso de las leyes y no en el de las reformas constitucionales, como las que han consagrado los retiros". (Cito de memoria, no textual). Ése es el fraude a la ley que han inventado para violar la Constitución, pues ésta establece claramente la iniciativa exclusiva del Ejecutivo para los proyectos relacionados con la previsión. Ni siquiera si el de Insulza fuera un chiste sería bueno. Pues las reformas constitucionales SON TAMBIÉN LEYES, como la propia ley N° 21.200 que dio pie al parlamentarismo de facto. Luego, también deben someterse a la restricción del artículo 65, que le da iniciativa exclusiva al Ejecutivo en temas de seguridad social. 

Todo este abandono del estado de derecho comenzó con los jueces de izquierda condenando mediante "ficciones jurídicas" a militares (r) y nadie dijo nada, porque casi nadie era militar (r) (pastor Niemöller); después siguió con la condena a los carabineros por impedir la destrucción y el desorden de los delincuentes de izquierda impunes y los civiles no dijeron nada porque no eran carabineros; después los políticos entregaron la Constitución para que los vándalos no siguieran destruyendo el país y se inició el régimen de facto a favor del cual votó el 78 %, así es que nadie se atrevió a decir nada por temor a la violencia; y finalmente los parlamentarios de izquierda se arrogaron la atribución presidencial exclusiva de modificar la previsión y el presidente los dejó salirse con la suya y nadie dijo nada, para finalmente, cuando quedaba un solo baluarte de la constitucionalidad, el Tribunal Constitucional, dos ministros del mismo se dan vuelta la chaqueta y respaldan la inconstitucionalidad, y uno de ellos, Iván Aróstica, al cual los comunistas habían aleccionado golpeándolo en la calle con pies y manos y llenándolo de escupitajos, como "con buenas palabras cualquiera entiende", ha explicado su vuelta de chaqueta diciendo que quiere facilitar que la gente pueda cobrar su dinero. ¿Y su deber de velar por la Constitución? Mal, gracias. 

Así cayó el último bastión de la constitucionalidad. Ya no queda nada y se me llena la cabeza de lugares comunes: "el asalto al Palacio de Invierno". "el último de los mohicanos", "esto ser acaba, señores", como decía el abogado y relator deportivo Carlos González Márquez.

Hoy a Chile sólo puede salvarlo un milagro. Y yo creo en milagros. Por algo le completamos el Templo Votivo a la Patrona de Chile hace muchos años y después ella nos devolvió la mano y nos salvó el 11 de septiembre de 1973. Todavía la Convención puede terminar en nada, que es lo que yo creo que va a suceder. Todavía puede ganar José Antonio Kast a fin de año. Todavía esa mitad de la gente que nunca va a votar puede ir a hacerlo, sobre todo al plebiscito de salida, y dar el triunfo al Rechazo y "aquí no ha pasado nada" y Chile vuelve a ser el país pacífico, civilizado y próspero que entregó Pinochet el '90.

Es decir, todavía no se ha dicho la última palabra. Y siempre antes nos hemos salvado gracias a eso.

domingo, 25 de abril de 2021

Buenas y Malas Razas

Según una encuesta, el 84 % de los chilenos quiere seguir retirando sus ahorros para jubilación. En la última votación popular, el 78 % votó "Apruebo" para demoler las bases de lo que se hizo en este país antes y que nos llevó al primer lugar de América Latina. 

Es decir, los chilenos de hoy, por amplia mayoría, parecen querer retrotraerlo todo. Pero ¿quienes son los chilenos? Una mezcla de españoles e indios principalmente, pero también con aportes de sangres variadas como alemanes, ingleses, italianos, franceses, nórdicos, palestinos, sirios, judíos de procedencia europea, suizos, croatas, coreanos, chinos, peruanos, bolivianos, venezolanos, argentinos, dominicanos, cubanos, rusos y hasta valones y flamencos. De toda esa mezcla sale una raza. Es lo que hay.

Tú verás si es buena o mala, pero yo te advierto que, si no la manejas con mano firme, te destruye todo, como está sucediendo hoy. Y si hoy sales en auto hay gran probabilidad de que aparezcan cinco tipos armados y te lo roben. Para ellos es un negocio seguro, porque las autoridades han aconsejado entregar los autos y se ha visto que si llevas un arma para defenderte, te pueden caer seis años de presidio por homicidio frustrado, como a John Cobin, que repelió a una turba. 

Incluso si sales a pie y llevas algo, también es muy posible que te asalten y te lo quiten. Delinquir es un negocio seguro y rentable. Además, viene un mal ejemplo desde las más altas esferas hasta abajo; una gran mayoría también viola las leyes y hace trampas dando la sensación general de que transgredirlas está permitido. Los parlamentarios proponen normas que les está expresamente vedado patrocinar. Todavía peor: si el Presidente dice que va a recurrir al Tribunal Constitucional para impedir esa ilegalidad, lo amenazan de destitución, aunque no exista una causal. Porque  tienen la fuerza. Una actitud ya gangsteril.

Y lo peor es que las encuestas indican que un 84 % de los chilenos apoya ese fraude de los políticos a la ley. De hecho, todo lo que se está haciendo en política es jurídicamente nulo, porque ha.nacido de la fuerza y una norma del Código Civil --de aplicación general en este caso-- dice que el consentimiento obtenido bajo la fuerza está viciado. Tanto que el presidente del Senado reconoció públicamente el año antepasado que vivimos bajo un "parlamentarismo de facto". Es decir, contrario al orden legal y, por eso, jurídicamente inválido. 

Con ese ejemplo la gente se salta los torniquetes del Metro, quema sus estaciones y vehículos de locomoción, saquea supermercados, incendia iglesias, ataca comisarías, insulta a la policía y a los uniformados y no respeta la cuarentena. Esa es la raza que tenemos, que no respeta nada salvo su más inmediato y propio interés.

Ustedes saben que en Suecia no hay cuarentena y, sin embargo, sus cifras de contagios y fallecimientos son similares a las de países europeos donde la hay. ¿Qué pasa? Yo les voy a decir: es que son suecos, no chilenos. Ustedes saben o deberían saber, porque antes lo he escrito, que en el Metro de Estocolmo hay una pasada gratuita para quienes, por cualquier circunstancia, no puedan pagar el boleto. El que desee puede entrar por ahí y viajar sin pagar. Pero casi nunca se ve a nadie haciéndolo y si alguien pasa por ahí, es porque olvidó salir con dinero de su casa y probablemente la próxima vez lo va a devolver pagando dos pasajes por un solo viaje. Buena raza. 

En Santiago a diario y en tiempos normales uno de cada cuatro viajeros del Metro elude el pago. Dicen que últimamente ha subido mucho. Boric, un "líder de opinión" de izquierda, fue fotografiado saltando sobre el torniquete. Y cuando se produjo el estallido delictual, casi todos saltaron igual y de paso destrozaron los torniquetes.

Ustedes saben o deberían saber que en Japón el Covid-19 no es problema, como acá. Allá y desde siempre la gente ha guardado distancia entre sí (se saluda con una venia) y cuando una persona ha tenido resfrío o gripe, ha salido con mascarilla. No para evitar contagiarse, sino para no contagiar a los demás. Piensan primero en los otros. Y por eso la pandemia no ha cundido.   

Ejemplo revelador: una argentina, hija de japoneses, explicó en un video muy difundido que en Japón no existe el juego de las "sillas musicales", en que se va sacando una en cada vuelta y siempre hay menos que los participantes en el juego. Porque allá, en lugar de disputarse las sillas escasas, todos se las ofrecen a los demás y, por tanto, ellas sobran y el juego no resulta. Buena raza.

Por supuesto, no se puede cambiar la raza. Pero una raza puede cambiar. Me llegó un video que dice, en resumen: hubo un tiempo en Chile en que había prosperidad y orden y se podía salir a la calle tranquilo y sin temor. Además, había paz en la Araucanía. Los chilenos de hoy lo llaman "la dictadura de Pinochet".


jueves, 22 de abril de 2021

Una República Gangsteril

El gangsterismo de izquierda ha pasado a reinar en Chile. El gángster apareció en los EE. UU., en las décadas de los veinte o los treinta del siglo pasado, como el personaje que, sin derecho, cobraba a otros por no dañarlos. A los dueños de tiendas les decía: "debes pagarme tanto o destruyo tu tienda". 

La izquierda chilena hoy le dice a Piñera: "Si haces respetar la Constitución, te acusaremos constitucionalmente". No importa que no tenga fundamento legal, lo que importa es que tiene los votos para dañarlo. No la respalda la ley, sino la fuerza, tal como al gángster.

La misma izquierda ya lo ha hecho desde hace dos décadas en la justicia (con la complicidad de Piñera, hay que decirlo). Veinte años atrás el brigadier Krassnoff escribió una carta a "El Mercurio" diciendo que nunca en su vida había visto ni interrogado al mirista Miguel Ángel Sandoval, pero había sido condenado a diez años de presidio por mantenerlo secuestrado, algo falso. Y "El Mercurio" publicó la carta. Hace cinco años, en el programa "El Informante" de TVN, le pregunté al juez Solís, que condenaba con esa falta de fundamento, cómo podía sostener que los militares mantenían secuestrados por tantos años en sus celdas a miristas, Y reconoció lo que era obvio, que se trataba de una "ficción jurídica". Es decir, confesó que no cumplía la ley, pues ésta obliga a probar el delito, sino que lo inventaba. Hacía como si existiera y condenaba. Porque tenía el poder, la fuerza para quedar impune. Como el gángster.  

Otro rasgo gangsteril es el cinismo. El propio del elegante gángster que llegaba a la tienda del comerciante y le preguntaba, como vimos en "El Padrino", "¿Me tienes mi dinero?" La izquierda ha nombrado al senador Alejandro Navarro, el delegado de Maduro en la política chilena, como presidente de la Comisión de DD.HH. del Senado. Había un acuerdo de derecha a izquierda para nombrar en ese cargo al senador RN Francisco Chahuán. La izquierda reconoce que existía tal acuerdo ("El Mercurio" de hoy, C3) pero, tal como el gángster, tiene el cinismo, los votos y la fuerza, para designar a Navarro. Luego, el presidente de la Comisión es hoy Navarro. 

Porque vivimos, no en un estado de derecho ("rule of law"), sino en una república gangsteril.

martes, 20 de abril de 2021

"Denostar" Denostado

El Secretario General del Ejército ha escrito al canal La Red afirmando que su espacio humorístico "Políticamente Incorrecto", donde se parodia a un general, "denosta" a su institución. Ha sido ampliamente reproducido, sin comentarios.

Pero dicho Secretario, a su turno, ha denostado al verbo "denostar", cuyo presente del indicativo se conjuga de la siguiente manera:

Yo denuesto

Tú denuestas

Él denuesta

Nosotros denostamos

Vosotros denostáis

Ellos denuestan.

Luego, el comunicado debió decir que el espacio humorístico "denuesta" al Ejército.

Un distinguido y mundialmente famoso economista austriaco que visitó Chile hace cuarenta años y cuyo nombre he olvidado, se hacía notar por lo bien que hablaba castellano. Cuando lo elogié por eso, me confesó que había encontrado un problema insalvable en los verbos irregulares, los cuales, me confesó, no había podido aprender a conjugar. Yo le repliqué que los chilenos también teníamos el mismo problema. El comunicado del Secretario General del Ejército y de personajes letrados y medios que lo han reproducido sin reparar en el error así lo "demuestran" y no "demostran". Pues "demostrar" también es un verbo irregular, pero lo dominamos mejor.

La gramática castellana es muy compleja y tal vez por eso nuestro idioma "ha prendido poco" en el mundo actual.


lunes, 19 de abril de 2021

Un País de Luis Quinces

El rey Luis XV de Francia decía: "Después de mí, el Diluvio", revelando así que el futuro no le importaba nada. ¿Cómo Chile ha llegado a estar habitado por 14 millones de Luis XVs, el 84 % de su población?

Pues si hay algo que no se discute es que el tercer retiro de fondos previsionales es tan popular que cuenta con ese porcentaje de apoyo. La última encuesta "Black & White" lo dice. En otras palabras, más de cuatro de cada cinco chilenos son partidarios de algo perjudicial, injusto, fundado en una falacia y que generará un gran daño futuro.

¿Qué hace usted con un país como ése? ¿Poner su propia plata a buen recaudo, arrancando de él y dejándolo irse al diablo? ¿Emplear todas sus energías para salvarlo, alertar sobre el desastre futuro y trabajar e invertir para que el país no empeore? ¿Sumarse a la mayoría y colaborar al desastre? En mi juventud había un chiste mexicano según el cual, cuando ya un choque de automóvil era inminente, el conductor debía acelerar en vez de seguir frenando, y gritar '¡pos que sea grande!'"

Si por "clase dirigente" entendemos a la mayoría de los parlamentarios popularmente elegidos, ella ha optado por la conducta del conductor mexicano.

¿Qué hemos hecho para degenerar a la opinión pública. así representada, a tal grado? Burke lo dijo: "Basta que los hombres buenos no hagan nada". ¿Qué es un "hombre bueno"? Alguien que dice la verdad, se preocupa del futuro de la mayoría, en el sentido de que esté mejor y no peor; vela por el imperio de la razón, aunque ésta sea impopular, y piensa que el fin no justifica los medios, sino que éstos deben ser justos por sí mismos.

La verdad, tan abandonada, es que en Chile el Estado ha ayudado en esta emergencia al 53 % de la población, nueve millones de personas, si se considera, el Ingreso Familiar de Emergencia, todo lo cual lo sitúa entre los que más auxilio popular han dado en América Latina (nueve economistas en "El  Mercurio", 14.04.21, p. A2).

Pero, además, los anteriores dos retiros han probado que los respectivos recursos no han ido a consumo urgente de personas pobres, pues el 62 % los destinó al ahorro y a engrosar sus cuentas-vista, es decir, fueron a personas sin necesidades urgentes. El saldo de las mismas cuentas subió de $195 mil en enero de 2020 a $ 491 mil un año después (mismos economistas). Fue "plata para los ricos", entendiendo por tales a los que tienen margen de ahorro por sobre su consumo.

En realidad, los pobres, que serían los 4,3 millones de afiliados cuyos saldos varían entre cero y un millón de pesos, son en su mayoría trabajadoras mujeres sin fondos para tener pensiones adecuadas.

Y en efecto, después de la generación de este 84 % de Luis XVs chilenos vendrá el Diluvio, porque no habrá plata. Los chilenos creen que "papá fisco proveerá" pero "papá fisco" no produce nada, sino que sólo recauda. Y ya, tras el tercer retiro, las AFP tendrán US$ 50 mil millones menos para invertir en financiar la producción y, por tanto, disminuirán ésta, los beneficios de las empresas, los impuestos y los ingresos que el fisco recauda. 

¿Argentina, Venezuela? Sí, en ese orden. ¿Y los pobres chilenos? Prepárense para emigrar. ¿Y los ricos? Lo habrán hecho antes, después de haber sacado lo que quedara de su plata. Lo que se llama un Diluvio.  


jueves, 15 de abril de 2021

Diccionario Chileno

Allende: Arruinó al país y lo dejó al borde de una guerra civil, motivos por los cuales una mayoría lo consagró como "el más grande chileno de todos los tiempos" en una encuesta televisiva nacional.

Arturo Prat: Chileno sólo superado por Allende en la referida encuesta, pero desprestigiado por historiadores de izquierda, y quien se negó a rendirse cuando estaba derrotado. Nos legó el lema “vencer o morir”, gracias al cual, y a la improbable posibilidad de que los chilenos actuales pudieran estar a su altura, no hemos perdido gran parte del territorio que anhelan quitarnos tres vecinos países voraces.

Autoridad: Se desconoce el significado de esta palabra en Chile y si alguien proclama que debe ser restablecida, es acusado de fascista, extremista de derecha o algo peor, como “pinochetista”, por ejemplo.

Capitalista: Individuo al que se le ocurren cosas que produce y vende a los demás, con lo cual se hace rico, paga impuestos y se gana el odio de quienes le compran esas cosas y de la gran mayoría de aquellos a los cuales no se les ocurre nada qué producir. No sabe de política y generalmente se limita a repetir imbecilidades de la izquierda, por consejo de algún asesor publicitario contratado para lavar su imagen.

Centro: Postura política a la cual la mayoría de los chilenos dice pertenecer, pero que no existe, porque en el país el centro siempre ha hecho lo que dice la izquierda, salvo excepcionalmente en 1973, cuando se alió con la derecha para sacar a la izquierda del poder, y en 1964, cuando hizo lo mismo para llegar a él y hacer un gobierno de izquierda.

Chileno: Sujeto normalmente moreno, bajo, de ojos negros y con poco dinero, que se llama Rojas, Muñoz o Soto o algo así y a quien todos le dicen “Rojitas”, “Muñocito” y “Sotito”, pero que aspira a ser rico, alto, rubio y de ojos azules, llamarse Yrarrázaval, Errázuriz o Eyzaguirre o algo así, y que culpa a la Constitución por no haberlo logrado.

Democracia: Sistema basado en el gobierno de la mayoría y que es capaz de conducir a Chile a cometer los mayores disparates, de los cuales la misma mayoría después se arrepiente transitoriamente y se recupera, para de nuevo volver a cometerlos. Chile los cometió entre 1970 y 1973, se arrepintió entre 1973 y 1990, se recuperó y mantuvo así parcialmente entre 1990 y 2019 y ha vuelto a cometerlos desde el 18 de octubre de 2019, sin que se sepa aún el desenlace final. 

Derechos Humanos: Atributo de delincuentes y terroristas y del cual carecen sus víctimas, en particular si son uniformados o policías. Permite a los primeros hacer lo que quieran sin que les pase nada y, si algo les ha pasado, obtener de los jueces millonarias indemnizaciones a raíz de ello.

Economía: Ciencia acerca de la cual todo chileno está preparado para opinar con verbosidad y de cuyas normas rechaza mayoritariamente una: la de que los ingresos deben ser iguales o mayores que los gastos.

Estallido social: Nombre que los chilenos dan a la efeméride del 18 de octubre de 2019, en la que la población descubrió que podía robar, saquear, viajar sin pagar, pintarrajear, incendiar, destruir y atacar a la policía sin que le sucediera nada; y por tanto lo hizo y lo siguió haciendo hasta que el Covid 19 se lo impidió o limitó.

Historia: Disciplina humanística basada en los hechos reales del pasado y que en Chile es completamente desconocida, pues la que se enseña y comparte la mayoría nacional es una versión falsa impuesta por la fuerza por la izquierda. Hay proyectos de ley en trámite para castigar con presidio a quienes se atrevan a contradecir esta última.

Igualdad: Ideal político que dice abrazar la mayoría de los chilenos, pero que contradice la realidad y, por tanto, es irrealizable y conduce al fracaso. Pues en el hecho los seres humanos somos todos distintos, gracias a Dios. Donde se respete esta desigualdad habrá prosperidad y donde se la castigue habrá miseria, cosa que los chilenos ignoran.

Izquierda: Tendencia política mayoritaria, fundada en ofrecer a la gente un sistema que contradice la naturaleza humana y la lógica y, por eso, ha fracasado siempre allí donde se ha aplicado, pero que los chilenos apoyan la mayor parte del tiempo porque quieren ser todos iguales a los Yrarrázaval, Errázuriz y Eyzaguirre, trabajar menos y ganar más.

Juez: Izquierdista que se ha procurado un buen pasar, dedicado preferentemente a inventar artilugios para no aplicar las leyes, meter presos a uniformados y policías, perjudicar a los capitalistas, favorecer a delincuentes y terroristas y castigar severamente a los civiles que les hagan algo a éstos al defenderse de asaltos, robos o atentados.

Julio Martínez y Don Francisco: Personajes nacionales ampliamente populares porque nunca se logró saber si eran de izquierda o de derecha (pues en Chile el centro político no existe).

Militar en servicio activo: Individuo que tiene la perspectiva de recibir una alta pensión en un sistema de reparto, el cual está dispuesto a defender “con dientes y muelas”. Le importan un rábano la política, la verdad histórica, las glorias militares, las tradiciones nacionales y el destino del país. En política opina igual que el capitalista, es decir, y para hacerse popular, repite las imbecilidades de la izquierda.

Prensa: Actividad de empresas pertenecientes a la derecha que maneja la izquierda y se preocupa de formar opinión en favor de esta última. La gente cree lo que lee en la prensa, hasta que se informa del respectivo tema de primera mano.

Países vecinos: Naciones preferentemente dedicadas a apropiarse de territorio chileno, cosa que no han conseguido porque saben que la impronta nacional “vencer o morir”, impuesta por Arturo Prat, podría volverse a cumplir de nuevo y tornarles demasiado cara y peligrosa una agresión.

Pinochet: El chileno más mundialmente conocido de la historia, difamado por la izquierda internacional. Pero cuando en cualquier lugar del planeta un país está en crisis, el hombre común dice: “Necesitamos un Pinochet”. En Chile gozó alguna vez de apoyo mayoritario, reducido al 43,5 % en 1988 y, según las encuestas, a un 20 % hoy. Pero cuando gobernó se podía salir a la calle sin ser asaltado y había paz en la Araucanía. La mayoría no le perdona haber sacado a Chile de la ruina, evitando una guerra civil y una triple agresión extranjera.

lunes, 12 de abril de 2021

¿Leyó el Diario de Ayer?

Ayer, domingo 11 de abril, en "El Mercurio", hay evidencias de la verdad histórica del Chile contemporáneo de las cuales, supongo, usted habrá tomado nota. Pues en la página D 12 "el abuelo", Pablo Maltés, marido de Pamela Jiles, "la abuela", refiere que ambos pertenecían en 1988 al FPMR, la asociación ilícita terrorista del Partido Comunista dedicada al asesinato. El diario añade que, "con el apoyo de la Vicaría de la Solidaridad", el primero huyó entonces a Buenos Aires.

Pero ¿qué puede tener que ver una Vicaría de la Iglesia de Cristo, figura universalmente representativa del respeto a la vida, con el brazo armado comunista dedicado a privar de ella a los que se le opusieran? Más de lo que usted cree. El Jefe del Archivo de la misma Vicaría era a la vez un alto dirigente comunista y del Frente, José Manuel Parada. Y todo estaba encubierto bajo la amplia capa de un santo prelado de nuestro tiempo, el Cardenal Arzobispo de Santiago, Raúl Silva Henríquez, al cual algunos ahora quieren beatificar. De paso digamos que la teleserie "Los Archivos del Cardenal", filmada para denigrar al régimen militar, está basada, no en escritos del Cardenal, sino en los archivos del alto jefe del FPMR, José Manuel Parada. 

En la misma entrevista "el abuelo" revela que él y Pamela Jiles, en el FPMR, eran amigos del vocero de éste, Alex Voijcovic, que a su vez convivía entonces con Michelle Bachelet, conocida por otros miembros del FPMR como "Comandante Claudia". ¿Cómo después se ha producido este gran salto de ella desde el terrorismo asesino a la dignidad beatífica de Alta Comisionada de la ONU para los DD. HH., pasando dos veces por la Presidencia de Chile? Es que en el mundo actual, donde hay gran mayoría de tontos útiles, la izquierda todo lo puede, salvo gobernar bien. En todo caso, como tantas otras cosas, históricamente la relación entre la Vicaría y el FPMR "ha pasado piola". 

A la vez, en la página B 13 del diario de ayer usted también puede leer la historia de la Viña Aresti, creada por un emprendedor hijo de inmigrante, Vicente Aresti, en los años '50, quien compró extensas tierras en Curicó para producir vinos. Y lo hizo hasta que llegó la Reforma Agraria y, entre la DC (1964-70) y la UP (1970-73) se las quitaron todas. Pero luego sucedió algo el 11.09.73 que los chilenos prefieren olvidar y entonces, en 1974, Vicente Aresti pudo recuperar las tierras que le habían robado y volver a hacerlas producir. Las mantienen dos herederas suyas hasta hoy. Producen casi 800 mil cajas de vino, el 95 % de las cuales exportan. 

¿Por qué fue bueno y saludable entonces que usted leyera el diario de ayer? Porque ahora la DC y la UP, de nuevo unidas, en el "Apruebo", quieren volver a hacer lo mismo que hace más de medio siglo. Y lo alarmante es que hace poco ganaron con el 78 % del voto popular la posibilidad de que Viña Aresti pueda volver a ser robada y arruinada otra vez, versus sólo 22 % de partidarios de que siga produciendo casi 800 mil cajas de vino y exportando el 95 %. 

Y todavía es peor: la ex frentista Pamela Jiles y el candidato comunista Daniel Jadue lo hacen muy bien en las encuestas presidenciales. A veces sólo los supera Joaquín Lavín, pero éste, lamentablemente, se cambió al bando de ellos, el del Apruebo, y ya no es, como lo fuera otrora, gran defensor del modelo que permitió resucitar a la Viña Aresti.

A todo esto, en el diario de hoy se nos informa que la Bolsa sigue subiendo, porque la gente confía en que, controlado el virus, vendrá la recuperación económica. Como si sólo se tratara de superar la pandemia y no se viniera encima un "proyecto constituyente" que, si fructifica, es seguro que volverá las cosas al estado pre-11-09-73, cuando se destruyó la Viña Aresti y casi todo lo demás.

Yo he opinado y opino que el ilegal, inconstitucional y de facto proceso en curso va a fracasar y no va a dar a lugar a ninguna nueva Constitución, porque el país está viviendo una "locura constituyente", una aglomeración de gente que no entiende nada y que no generará nada racional. Los inversionistas de la Bolsa no lo dicen, pero también parecen esperar lo mismo, es decir, que no pase nada y todo siga igual. No le encuentro otra explicación al alza de los valores bursátiles, porque quienes manejan la plata, tontos no son.

viernes, 9 de abril de 2021

Últimos Días del Gobierno Que Atornilla al Revés

El canal TVN, del Gobierno Que Atornilla al Revés, ha producido una teleserie de propaganda en cuya más publicitada escena aparecen unos militares rociando con combustible a dos activistas y quemándolos. Otra completa falsificación, porque dos investigaciones judiciales, la de 1986 y la de treinta años después (esta última inconstitucional, ilegal y arbitraria, conducida por el juez Carroza, a quien el Gobierno Que Atornilla al Revés designó, como premio por prevaricar, ministro de la Corte Suprema) comprobaron que fueron los activistas quienes portaban botellas incendiarias para quemar a las personas que fueran a su trabajo en las fechas de paro general decretadas por los revolucionarios. Una de esas botellas se rompió accidentalmente, al ser detenidos los activistas por una patrulla, y los quemó. La patrulla los apagó. De hecho, ya antes esas botellas, lanzadas por activistas, habían quemado a una madre con sus hijos y a un vigilante en Talcahuano. Pero el Gobierno Que Atornilla al Revés hace en TVN teleseries marxistas para denigrar a Pinochet y eso no tiene remedio, porque ha sido la política de Aylwin y Piñera, consistente en abuenarse abyectamente con los comunistas para que no les trastornen el país, lo cual al final los comunistas hacen de todas maneras, porque es lo único que saben hacer y por eso cualquier gobierno razonable lo que ha hecho históricamente siempre en Chile (González Videla, Pinochet) ha sido ponerlos fuera de la ley. Que es lo que se debe volver a hacer.

Pero todo es peor aún, pues el Gobierno Que Atornilla al Revés acaba de recomendarles (esto es ya francamente increíble) a sus parlamentarios votar a favor o abstenerse en el proyecto patrocinado por el peor enemigo del que encabeza ese gobierno, el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, proyecto que discrimina inconstitucional, ilegal y arbitrariamente contra los Presos Políticos Militares, en el sentido de vedarles los beneficios carcelarios y la libertad condicional. Piñera y Gutiérrez unidos en la maldad. 

Ninguna de estas cosas estaría pasando si Chile hubiera estado habitado por gente mayoritariamente civilizada y racional. En ese caso, el principal partido formado después del 11 de marzo de 1989 (fecha en que habría comenzado su segundo mandato Augusto Pinochet, si hubiera ganado el plebiscito de 1988) debería haber sido el destinado a perpetuar el legado de su gobierno, en razón de lo exitoso que éste fue en encumbrar al país desde el último lugar en América Latina que ocupaba en crecimiento, en 1973, al primero, que logró en 1989 (9,9%); en derrotar al ejército marxista clandestino que pretendía instalar un régimen comunista y en pacificar el territorio, como lo estaba en 1989, listo para retornar a la democracia, con una Araucanía tranquila y partidaria del Gobierno, que ganó en esa región en el plebiscito de 1988. 

Ese país, a ese ritmo, en los ocho años siguientes de un segundo gobierno de Pinochet habría más que doblado su PIB per cápita y en 1997, al término de ese mandato, habría sido ya plenamente desarrollado y peleado por los primeros lugares con los más ricos del mundo. 

Pero ¡alas! nada de eso sucedió, porque Chile no está mayoritariamente habitado por gente civilizada y racional, sino todo lo contrario: la mayoría es incivilizada e  irracional. Peor aún: tiene una pésima clase política dirigente y, en subsidio, la posibilidad de que sus fuerzas armadas vuelvan a producir una dupla Pinochet-Merino es de una en cien millones. 

Pues la mayoría acá es de masas irracionales educadas en colegios públicos por profesores generalmente comunistas, que les inculcan consignas estúpidas y fracasadas. Las resultantes legiones de imbéciles ganan por 78 a 22 % los plebiscitos (salvo en las comunas educadas en colegios particulares, que se cuentan con los dedos de una mano y que, si tuvieran fuerzas vivas, deberían formar un país aparte). 

Así las masas ignaras se han enseñoreado del país y hoy lo tienen transformado en un caos infernal, donde la minoría honrada ni siquiera puede salir a la calle sin sufrir "encerronas", "abordazos" o "portonazos". El país está sumido en la anarquía de un régimen parlamentario de facto, que impulsa un circo electoral insólito e inútil impulsado por la revolución. Si los revolucionarios no se han apoderado completamente de todo ha sido sólo gracias a la pandemia, que ha permitido encerrarlos, pero que tarde o temprano se va a terminar y los va a liberar, para que el exdiputado comunista Hugo Gutiérrez, con el apoyo de Piñera, termine de tomarse el poder, desde el cual lo primero que hará será cortarle el cuello al propio Piñera, que se lo tendrá merecido por un sinnúmero de razones, pero, en particular, por haber demostrado ser el más imbécil de todos.

En medio de eso, los de la minoría pensante estamos formando un partido político que se proponga lo obvio: reeditar el mejor gobierno de la historia de Chile, que fue el de Pinochet. Somos el único partido que en su Declaración de Principios se compromete a eso y se llama Fuerza Nacional. Contribuí con mi firma a fundarlo, el Servicio Electoral objetó la primera tentativa de lograrlo y ha habido que volver a iniciar el trámite notarial, que ya, finalmente, ha sido aprobado por el Servicio Electoral. Cuando intenté volver a firmar, el Servicio Electoral me objetó y me dijo que no podía hacerlo, porque ya pertenecía a un partido en formación, que era justamente el que acababa de rechazar. Entonces, usando mi clave única, renuncié a Fuerza Nacional en formación para firmar por Fuerza Nacional en formación, de lo cual el Servicio Electoral acusó recibo y me ha comunicado que ya no pertenezco a ese partido y entonces puedo firmar ahora para que ese mismo partido, Fuerza Nacional, se pueda constituir. 

Entonces, terminando estas líneas voy a reiniciar el trámite, convencido de que lo único que puede salvar a Chile es, como dice el uomo qualunque de todos los países que se están yendo al demonio, "Pïnochet" (Gonzalo Vial, 2008). Necesitamos un gobierno de derecha sin complejos, como el de don Augusto. "Un viaje de mil leguas comienza con un paso", dice un proverbio chino. Invito a los lectores de este blog a dar también este paso: con su clave única firmar ante el Servicio Electoral para que pueda existir legalmente Fuerza Nacional, el único partido en Chile que se declara continuador del legado de Pinochet y está dispuesto a hacerlo realidad y reconducirnos al Chile que él nos devolvió a los civiles en 1990, donde imperaban la ley, el orden y la libertad, los cuales no supimos preservar. 

lunes, 5 de abril de 2021

El Triunfo Final de Barrabás

En Semana Santa hemos revivido una vez más a esa mayoría --si es que no unanimidad-- popular del año 33 imponiendo su barbarie: "¡Crucifícalo, crucifícalo!", exigía la masa, y Pilatos se lavaba las manos. Al menos intentó evitar el monstruoso crimen, buscando liberar a Cristo. Pero la multitud eligió crucificarlo y liberar, en vez de él, al asesino, Barrabás. 

¿No fue igual al Chile actual, donde la gente crucifica a quienes la salvaron e indulta y llena de dinero a los terroristas? Peor aún, mientras Pilatos se lavaba las manos, Piñera se las ensucia más. De lo cual me horroricé viendo el video de la diputada RN Camila  Flores, denunciando la cobardía del Gobierno, que les había pedido a los parlamentarios de Chile Vamos aprobar o, al menos, abstenerse ante el proyecto ¡del diputado Hugo Gutiérrez, que en una esquela navideña para niños llamaba a dispararle a Piñera! para privar de los derechos penitenciarios de la ley 19.856 a los Presos Políticos Militares. No lo podía creer. Pero era así. Piñera apoya la iniciativa bárbara del diputado comunista, ilegal, inconstitucional y contraria a los DD. HH. de los ancianos prisioneros. Resultó aprobada en la Cámara por amplia mayoría con votos de gobierno, de los diputados Kast (Pablo) y Longton, además de 18 abstenciones de la llamada "centroderecha".

Los que somos de derecha sin apelativos, ya a estas alturas no nos hacemos ninguna ilusión. Llegarse al extremo actual de sevicia (crueldad rayana en la barbarie) contra esos ancianos yo, al menos, no lo había creído posible. Aunque, por supuesto, no había olvidado la perfectamente seria carta de Gendarmería, añadiéndole escarnio al castigo del más injustamente condenado (950 años de presidio y subiendo), Miguel Krassnoff, al comunicarle que el 24 de enero de 2446 o algo así iba a tener derecho a solicitar su libertad condicional. "Derecho" del cual el nuevo proyecto de Hugo Gutiérrez, más encima, lo privará.

Todo esto no es ficción, aunque sí sea kafkiano. Pues tanta barbarie la ha venido perpetrando protagónicamente la "centroderecha", tanto así que la DC y la izquierda se miraron sorprendidas cuando Piñera interpuso, desde 2010, mil querellas ilegales más contra militares, sumándolas a las trescientas que ya había interpuesto la Concertación, que así creía haber hecho suficiente concesión ilegal a la venganza de los comunistas, para saciar su odio congénito. Seguramente consideraron aquel exceso como "una piñericosa más". 

Igualmente se sorprendió la izquierda cuando el mismo ministerio del Interior de Piñera interpuso una casación ante la Corte Suprema para impedir que cumplieran en libertad su pena cinco procesados que habían sido condenados sin pruebas y sólo por presunciones (tres marinos, un carabinero y un detective) a tres años y un día remitidos, por la muerte del mirista entrenado en Cuba, Rudy Cárcamo, hecho amnistiado, prescrito y juzgado en 1973. Pero Piñera, con sevicia y para impedirles cumplir su pena en libertad (a lo cual hasta los querellantes comunistas se habían allanado, porque sólo querían cobrar) pidió aumentar la pena a cinco años y un día de presidio efectivo. Y lo consiguió gracias a la sala penal roja de la Corte Suprema (Juica et al). Todo tan ilegal que motivó un artículo mío enviado a la Revista del Colegio de Abogados y que la directiva editorial de ésta, con mayoría de "centroderecha", censuró y no quiso publicar. Ello me motivó a ponerlo en este blog con fecha 27 de marzo de 2015, donde ya lleva 2.081 lecturas (y aumentando cada vez que lo vuelvo a citar). Recomiendo volver a leerlo.

La actual nueva proeza de Hugo Gutiérrez (principal artífice del írrito "juicio a Pinochet", como he reseñado días atrás), apoyada por Piñera, viola los preceptos constitucionales sobre diferencias arbitrarias, las que impiden ser condenado por una ley establecida después de la perpetración del hecho o condenar sin que la conducta que se sanciona esté establecida en ella y la que dice que "ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado". Todas normas constitucionales reiteradamente atropelladas para condenar o discriminar a los Presos Políticos Militares. Y sin olvidar que en 1991 ¡a iniciativa de la RN de Piñera ("centroderecha")! se indultó e indemnizó al terrorismo derrotado por los militares, por oponerse a lo cual Jaime Guzmán fue asesinado.

Si el 33 triunfó Barrabás pese a Pilatos, en el 2021 en Chile Hugo Gutiérrez ha vuelto a ser mayoritariamente reivindicado y con el activo apoyo de Piñera.

jueves, 1 de abril de 2021

La Traicionada Memoria de Jaime Guzmán

Hay un solo prócer en Chile cuyo legado político ha sido más traicionado que el de Jaime Guzmán: Augusto Pinochet. Del de éste, por lo demás, Jaime fue principal artífice. Ello quedó reflejado en la Declaración de Principios del partido que fundó, la UDI, escrita en esa parte de su puño y letra y que decía: "Consciente del proceso de descomposición política y social que el régimen democrático chileno experimentó en las últimas décadas, cuya derivación totalitaria hizo ineludible el pronunciamiento militar de 1973 (...) destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda la historia del país, incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y recogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario".

Increíblemente, años después la UDI suprimió de su Declaración de Principios este esencial acápite, con el apoyo del 70% de su Consejo General, dando una señal ostensible más --de las muchas que la precedieron-- de que había dejado de ser "el partido de Jaime Guzmán".

Esa supresión fue muy similar a la que poco antes había practicado Renovación Nacional y a la que intentó Patricio Aylwin en 1993, cuando afirmó que jamás había dicho que Salvador Allende y la UP preparaban un autogolpe con la intención de instalar en Chile un régimen totalitario, declaración que, lamentablemente para él, había quedado registrada en 1973 en un video que puede consultarse en YouTube.

También increíblemente, la UDI apoyó a Sebastián Piñera, a quien Jaime Guzmán consideraba la peor amenaza contra el modelo político, económico y social legado por el régimen militar. Lo sé porque me lo dijo al instarme a competir con aquél por la senaduría de Santiago Oriente, pues estimaba que el exDC utilizaría su cargo --como efectivamente lo hizo-- para denigrar a Pinochet, perseguir a los militares (ha sido el principal promotor de la prevaricación judicial en su contra) y demoler su obra de gobierno (entregó hasta la propia Constitución). 

Tal vez la tarea más señera de Guzmán fue su participación en la redacción de dicha Constitución, tanto en su calidad de miembro de la Comisión Ortúzar, que la redactó, como en la de consejero de Pinochet, que revisó su texto como miembro de la Junta de Gobierno. Constitución cuya suerte ha sido ahora entregada a las manos del sector más violento y antidemocrático de la política chilena por la UDI y la coalición de partidos del régimen de Piñera, en un acto de rendición incondicional que no tenía precedentes en la historia de Chile.

No vale la pena detenerse en la larga fila de políticos seguidores de Jaime Guzmán que después de su muerte se han declarado "arrepentidos", se han pasado a las filas de sus adversarios, convertidos en los peores cuchillos de los presos políticos militares y han abrazado ideas contrarias a las de su mentor. Son parte de lo que he denominado "miseria moral de la chilenidad actual".    

El mejor homenaje en memoria de Jaime Guzmán es afirmar que, si no hubiera sido asesinado por el Partido Comunista y hubiera estado activo en la política nacional todos estos años, ciertamente el porvenir del país no se vería tan negro como se lo ve hoy.