Casi con
toda seguridad lo que usted piensa está determinado por lo que sale en los
diarios, la radio y la TV. El noventa por ciento de la gente opina según lo que
lee, ve u oye en ellos. Y eso es, en su
mayor parte, lo que publican periodistas de izquierda, pues éstos son mayoría
en el gremio y mandan en los medios, aunque los dueños de éstos sean de derecha
y crean que mandan. Los escasos periodistas de derecha ni siquiera se atreven a
decir en voz alta que lo son, porque sus mayoritarios colegas del otro lado inmediatamente
los “crucifican” ("¡fascista!") ante la opinión pública.
Por eso hay
cosas que son noticia pero no aparecen en los diarios y, para todos los efectos
prácticos, no existen. Por ejemplo, la pública carta dirigida por el brigadier
(r) Miguel Krassnoff al ex Presidente Piñera, donde le pide que, así como tuvo
la iniciativa de visitar al preso político venezolano Leopoldo López (si bien sin
poder concretar su propósito, pero logrando gran presencia publicitaria) también
lo visite a él, que es un preso político chileno.
Por supuesto, Krassnoff sabe
que su invitación envuelve una ironía, porque cuando los organizadores del
lanzamiento de la quinta edición de su autobiografía, “Prisionero por Servir a
Chile”, invitaron al entonces Presidente Piñera, y una secretaria suya
respondió que éste no podría asistir, pero expresaba sus mejores deseos de
éxito al libro, tal secretaria fue despedida. Pues Piñera se fotografiaba sonriente
con los diputados comunistas en La Moneda e invitaba a Teillier a sus viajes al
exterior, no importándole el pasado terrorista de aquéllos y éste, pero de
ninguna manera se quería contaminar con los militares que derrotaron a los
terroristas e impidieron que se tomaran el poder por las armas. “Lo que sale en
los diarios” es lo políticamente correcto: estar bien con los comunistas y
perseguir a los militares. Y si algo procura ser Piñera, es políticamente
correcto.
Bueno, en el
hecho, así como su visita a Venezuela fue ampliamente informada desde su
anuncio en la prensa y se convirtió en “trending topic” en las redes sociales,
la carta pública de Krassnoff invitándolo sólo ha llegado a algunos correos electrónicos
y, que yo sepa, no ha aparecido en ningún diario impreso ni en radio ni TV.
Sólo la he visto publicada parcialmente en el diario digital “El Mostrador”, lo
que es notable tratándose de un medio más bien de izquierda; y en el diario
digital “Chile Informa”, muy dedicado a defender a los presos políticos
militares.
Además, así
como el intento de visita a López le va a significar a Piñera cumplir su gran aspiración
de siempre, remontar en las encuestas, la carta de Krassnoff no aparecerá “en
ninguna parte”, él no la va a contestar y será igual que si no existiera; pues si
la llegara a responder, bajaría en las encuestas, porque “lo que sale en los
diarios” es muy adverso a Krassnoff (e igualmente lejano a la verdad). Luego,
no existe y no afectará a Piñera.
Sí, en
cambio, “están en todos los diarios” dos de los mejores amigos de Piñera (tal
vez los dos más cercanos, con la posible salvedad de Pedro Pablo Díaz): Carlos
Alberto Délano y Andrés Navarro. Del primero el ex Presidente ha separado
aguas, llegando hasta a publicarse que le había “expresado su molestia” por las
irregularidades de que se le culpa. Esto se supo poco, porque “no salió en los
diarios”, las radios ni la TV. Lo leí en “El Mostrador”.
Inicialmente se informó y sí "salió en los diarios" que Hugo Bravo había mencionado, en la lista de donaciones electorales
irregulares de Penta, 50 millones de pesos entregados en 2009 a la Fundación
Futuro, del mismo Piñera, para su campaña. Pero luego eso fue desmentido y Hugo
Bravo no lo ha vuelto a repetir, si bien dijo “yo nunca he mentido”. Pero esa “verdad”
en particular no la ha vuelto a decir y Piñera “zafó” del caso Penta, tanto que
ni siquiera la situación de su subsecretario Wagner lo ha salpicado, porque
nadie ha dicho que el entonces Presidente supiera que su amigo Délano lo “subsidió” para que se decidiera a aceptar el cargo por una remuneración
menor que la que ganaba en el grupo Penta, aunque ello hubiera sido un favor hecho
al gobierno de entonces.
También “sale
en los diarios” que el otro muy amigo de Piñera, el controlador de Sonda,
Andrés Navarro, ha entrado a tallar para hacerse de la presidencia de la
Sociedad de Fomento Fabril, en la cual procura reelegirse Hermann von Mühlenbrock.
Este último es un empresario de derecha. El primero no, pues es un reconocido
simpatizante DC y en la elección de 1999, entre Lavín y Lagos, votó por Lagos.
En entrevista en “La Segunda” (30.01.15) debió reconocer que le había recordado
a Lagos en una oportunidad la ayuda financiera a su campaña (de lo cual hoy se
declara arrepentido). Se lo hizo presente públicamente cuando Lagos culpó a
Sonda de deficiencias del Transantiago.
A la vez que DC y Nueva
Mayoría, Navarro es, como señalé, muy amigo de Sebastián Piñera, condiciones
que no se hacen fuego, por cierto. Tan amigo que ambos son co-propietarios de
un helicóptero Robinson, y una vez en que fueron sorprendidos realizando un
aterrizaje antirreglamentario y Piñera se ufanó ante las cámaras de haber ido
piloteando él, cuando la Dirección General de Aeronáutica Civil abrió un
sumario por la infracción, Navarro “se echó la culpa” y fue sancionado como si el
que iba piloteando hubiera sido él.
Es que Piñera siempre está “a
las maduras”: en ese caso, ante las cámaras, como intrépido piloto; pero nunca “a
las duras”, en este caso, ante la DGAC por no respetar las normas de vuelo.
¿Por quién
se van a inclinar los industriales? ¿Por un empresario de derecha, de una sola
línea, o por otro que votó por Lagos, afín a la DC y la Nueva Mayoría, y amigo
personal de Sebastián Piñera? ¿Cree usted que los chilenos son de una sola
línea o se arriman al sol que más calienta? Si usted tiene la respuesta a esta
última pregunta, automáticamente tendrá la de la primera.