martes, 31 de marzo de 2015

Presos Por No Estar Muertos

          Los extremistas de izquierda, sabedores de que gozan de impunidad por haber sido todos sus antecesores indultados, perdonados y generosamente indemnizados con cargo a los contribuyentes chilenos, ahora han asesinado a mansalva a otro joven carabinero, Alejandro Gálvez Gálvez, quien cumplía la misión de resguardar a la ciudadanía de los atentados, durante la insólita efeméride que festejan impunemente bajo el nombre de “Día del Joven Combatiente”. Sólo en un país que ha perdido la razón puede suceder que los asesinos celebren públicamente su festividad.

          Es que la nuestra es una ciudadanía ingrata y veleidosa. Por una parte, declara en las encuestas como su institución más admirada al Cuerpo de Carabineros, pero, por la otra, elige para gobernar a los que en el pasado hicieron profesión de fe en la violencia armada, cuyas víctimas predilecta eran los carabineros. Sobre todo que los así electos y sus jueces afines tienen como tarea preferente la persecución judicial ilegal de los carabineros que han enfrentado al extremismo armado.

Justamente en el trigésimo aniversario de la fecha en que dos miristas de apellidos Vergara Toledo dispararon a mansalva contra los miembros de una patrulla de carabineros, hiriendo de gravedad en el abdomen y una pierna al uniformado Marcelo Muñoz Cifuentes, tras lo cual sus compañeros respondieron el fuego y dieron muerte a los miristas, éstos son recordados como “víctimas” y los guardianes del orden son perseguidos como “victimarios”.

          Pues ¿cómo ha respondido el pueblo chileno? Ha encarcelado a esos carabineros, que todavía purgan condena en Punta Peuco, mientras su colega herido, Marcelo Muñoz, fue sometido a proceso y se libró por un pelo de no haber ido también a presidio.

          Poco tiempo después de ese 29 de marzo de 1985 un tercer hermano Vergara Toledo colocaba un explosivo en una torre de alta tensión, pero éste explotó prematuramente dándole muerte a él y su compañera de fechorías. Como llevaban identidades falsas, pasó tiempo antes de ser identificados. 

          La miseria de la opinión pública chilena ha conducido a que la verdad de los hechos anteriores no sólo haya sido ocultada sino gravemente tergiversada: justamente en estos días, en todos los medios, se habla de “los asesinados hermanos Vergara Toledo”, cuya familia, naturalmente, defendida por el mismo abogado comunista que se ha caracterizado por blindar judicialmente a todos los extremistas de izquierda, ha conseguido millonarias indemnizaciones y pensiones. Los medios de comunicación, sin excepciones, presentan  el hecho como si los carabineros hubieran dado muerte sin motivo a dos hermanos indefensos.

          Por contraste, con la generosidad con que el Estado indemniza a las familias de los terroristas caídos, las de los carabineros muertos a manos de elllos reciben una magra indemnización, financiada por los propios carabineros activos.

          Y los que están presos como efecto de la prevaricación de los jueces ni siquiera logran que les sean respetados sus beneficios carcelarios. Pertenezco a un grupo que financia abogados para conseguir que tales derechos les sean respetados, lo que debería suceder automáticamente, pero sólo se logra mediante arduas gestiones profesionales. Y, por cierto, los que respondieron el fuego de los hermanos Vergara Toledo deberán esperar todavía años en Punta Peuco para cumplir la condena que recibieron por haber defendido a la civilidad del extremismo. Están presos por no haber muerto a manos de sus agresores. El uso legítimo de armas por la policía uniformada ha pasado a ser en Chile un delito.

          El 29 de marzo de 2008, al inaugurar el respectivo “Día del Combatiente”, la también entonces Presidenta Bachelet celebraba la “efeméride” aludiendo al “crimen horrible” cometido por los carabineros el 29 de marzo de 1985. ¿Con qué cara expresa hoy, entonces, condolencias a la viuda y el hijo del carabinero asesinado por un continuador de los “jóvenes combatientes”? Todo tiene explicación: ella misma en su tiempo ayudaba al MIR, primero, y al FPMR después, con cuyo vocero convivía justamente cuando los hermanos Vergara Toledo disparaban contra los carabineros o colocaban bombas terroristas. Pero eso ha sido borrado de la memoria colectiva.

Sólo en un país en que el cinismo político-judicial ha triunfado en los términos en que lo ha hecho en Chile es posible que los mismos que inspiraron a los “jóvenes combatientes” a matar carabineros se hagan presentes en el entierro de éstos cuando caen bajo las balas de aquéllos, mientras mantienen presos a los uniformados que han incurrido en el “delito” de no haber resultado muertos.

viernes, 27 de marzo de 2015

Artículo Impublicable en Revista de Abogados

            A fines del año pasado envié un artículo a la revista oficial del Colegio de Abogados, al cual pertenezco desde hace 54 años. Su director me llamó y me explicó que en el número de fin de año llevaba un artículo de Luis Bates, abogado integrante de la Corte Suprema y redactor del fallo que el mío criticaba. Acordamos entonces que el mismo aparecería en la edición de marzo de la revista. Ahora me ha vuelto a llamar y me ha dicho que, por acuerdo del consejo editorial, mi artículo no se puede publicar. Entonces lo presento en este blog, por estimar que es digno de ser leído y que su rechazo pone de manifiesto el concepto que el Colegio de Abogados tiene de la libertad de expresión, de la ética profesional y del respeto a la legalidad.

PERPLEJIDADES DE UN ABOGADO “DE ANTES”
Hermógenes Pérez de Arce
          
          Hace cinco años el Colegio de Abogados nos homenajeó, a otros colegas y a mí, por cumplir 50 años desde que nos titulamos. Mucho ha cambiado en más de medio siglo, pero sólo recientemente tomé conciencia de cuánto. Lo corroboré tras encontrarme con un alto oficial de la Armada, retirado, quien me dijo que debía entrar a cumplir cinco años y un día de presidio mayor por no saberse el destino de una persona detenida en el cuartel Ancla 2 de Talcahuano en 1974, recinto en que él ya ni siquiera prestaba servicios para la fecha de la detención, pues se había trasladado a Valparaíso, cosa que lamentablemente los tribunales se habían negado a tener por acreditada en el juicio. Yo sabía de casos de condenas a uniformados “por haber estado ahí”, pero ninguna como ésta, por “no haber estado ahí”.

          Entonces leí la sentencia de la Corte Suprema, rol 288-12, que resultó, casualmente, haber sido redactada por un compañero de curso mío en leyes, actual abogado integrante. Apenas comencé la lectura comprobé que si bien ambos habíamos estudiado lo mismo, habíamos aprendido cosas muy diferentes.

          Pues leí con perplejidad lo siguiente: “Lo que el tribunal no ha podido determinar… es… si la víctima murió o bien recuperó su libertad… De allí que no puede hacer otra cosa que entender que subsiste el estado antijurídico creado con la detención del ofendido…”

          Yo aprendí en Derecho Procesal Penal que el “hecho punible” (que en ese tiempo se llamaba también “cuerpo del delito”) es el fundamento del juicio criminal y que su comprobación es el primer objeto del sumario. Luego, no basta con “entender” que un sujeto está secuestrado, por el hecho de no saber qué le sucedió, sino que ello debe “probarse”. Y si no se prueba, el acusado debe ser presumido inocente de mantenerlo secuestrado hasta la actualidad. La presunción de inocencia era el concepto básico del derecho penal que nos enseñaron. Si uno no aprendía eso, no pasaba el curso de ninguna manera. Ahora supongo que sí.

          Pero no fue la única perplejidad que el fallo me suscitó, pues mi compañero de curso y redactor del mismo alude en él a los oficiales investigados usando para eso la expresión “los delincuentes“, en lugar de “los oficiales" o “los marinos”, como habría parecido natural y más imparcial y apropiado. Porque el oficio de ellos no era delinquir, sino prestar servicios a la Armada.

          Y todavía una tercera perplejidad derivó de que el fallo condenó a los oficiales, que evidentemente eran servidores públicos y actuaban como tales, “por el delito de secuestro”, según dice. Pero este delito se encuentra tipificado en el párrafo 3° del título III del Código Penal, que describe y pena los “crímenes y simples delitos contra la libertad y seguridad, cometidos por particulares”. El oficial de marina no era un particular, sino un funcionario público, y estaba actuando como tal. Aplicarle a él una disposición que sólo atañe a particulares contraviene otra norma básica que nos enseñaron hace más de 55 años: "no se puede aplicar el derecho penal por analogía”. Sobre todo si el numeral que sigue, en el mismo título III, trata “de los agravios inferidos por funcionarios públicos”, que fue exactamente el caso. Este párrafo sanciona a quien “ilegal o arbitrariamente… detuviere a otro”. Ése fue el delito supuestamente cometido.

Claro, la penalidad de la detención ilegal es mucho menor que la del secuestro. Y, además, como la detención ocurre en un recinto público, es muy fácil comprobar que actualmente ya no hay nadie detenido ahí desde 1974, como lo “entiende”, respecto del “secuestro”, la sentencia.

          Tanto que hasta mi propio compañero de curso y redactor del fallo no pudo desentenderse de esa realidad y de que no podía ni debía estar condenando por “secuestro”, pues líneas más abajo reconoce que “subsiste el estado antijurídico creado con la detención del ofendido…”

          Otras perplejidades más todavía me esperaban: me las provocaron las sentencias de primera y segunda instancia en el mismo proceso, que condenaron a los cinco oficiales a 541 días de presidio remitido. Pues esa pena corresponde precisamente al delito de detención ilegal y no al de secuestro por el cual fueron finalmente condenados. En el caso de este último la pena, supuesto que la privación de libertad hubiere subsistido desde 1974 hasta la fecha del fallo, debía haber sido, como mínimo, de diez años y un día. Y, de hecho, el ministro Milton Juica, en voto de minoría, estuvo por condenar precisamente a diez años y un día. Dentro de su particular juridicidad, fue consecuente.

          En fin, me pregunté, “¿para qué aprendí derecho, si basta la mera voluntad de una mayoría de jueces para dejarlo sin aplicación?”, tras terminar de leer la sentencia que tiene preso al oficial retirado de la Armada. Está condenado por un delito que no pudo cometer, pues no era un “particular”, y a una pena que no corresponde a dicho delito, supuestamente perpetrado en un recinto público, del cual (aunque no pudo probarlo) ya se había ausentado; mismo delito que, según la “verdad judicial”, él sigue cometiendo hasta hoy, aunque mal pueda hacerlo en una celda de dos por tres metros que comparte en Punta Peuco con otro ex oficial naval.

          ¿Se justifican o no tantas perplejidades de un abogado “de antes”? Me pregunto qué dirán al respecto los abogados “de ahora”.

jueves, 26 de marzo de 2015

La Consigna y la Historia

          En mi blog anterior mencioné el caso de Ricardo III de Inglaterra, cuya historia se ha escrito sobre la base de consignas y no de verdades, tal como le sucedió a un gobernante de nombre Augusto en Chile. Así lo testimonia la columna de hoy en “El Mercurio” del historiador Álvaro Góngora, quien afirma que ningún Presidente de Chile se enriqueció en el poder, “salvo uno”. Todos debemos saber a quién alude, porque las consignas, no la verdad histórica, han inculcado a los chilenos, incluidos los historiadores, que fue el único que se enriqueció en el poder. Pero eso es falso.

          Desde luego, resulta que al único Presidente, que se sepa, que le han hecho un examen riguroso de sus cuentas personales durante su mandato, en la historia de Chile, ha sido al mencionado Augusto. Tal examen lo realizó un adversario político suyo, el director socialista de Impuestos Internos, cuyo informe se publicó en “La Tercera” del  8 de octubre del 2005. Allí se reveló que durante los 17 años de ejercicio del poder por Pinochet sólo hubo la cantidad de 544 mil dólares que no figuró en sus declaraciones. Y al imputado no se le dio tampoco el derecho a explicar la diferencia.

          De su antecesor en el mando supremo, Salvador Allende, dijo el embajador de los Estados Unidos bajo el gobierno de aquél, Edward Korry, en “La Segunda” del 22 de octubre de 1996, que le constaba un soborno de 800 mil dólares pagado por empresas salitreras, al referido Presidente, para asegurarse una compensación por la expropiación. Aparte de eso, el ex agente del KGB Vasili Mitrokin, en su conocido libro “El Mundo Iba en Nuestra Dirección”, habló de 50 mil dólares, no se sabe si anuales o por una vez, pagados al mismo Allende.

          Entonces ya tenemos un antecesor de Pinochet que se enriqueció en menos de tres años de ejercicio del poder bastante más que éste en diecisiete.

          ¿Y sus sucesores? Sabemos que durante los mandatos de los sucesores de Pinochet, Aylwin, Frei y Lagos, los ministros se llevaban “sobres con billetes” por un millón 800 mil pesos de gastos reservados, mensualmente, para la casa, según confesó un ex ministro a “El Mercurio” de 17 de octubre de 2002. “Fue una corruptela”, confesó cándidamente entonces el primer sucesor de Pinochet, Patricio Aylwin, al mismo Mercurio. Y el sobre presidencial era del doble que el ministerial. Es decir, los mandatarios se enriquecían a razón de unos seis mil 600 dólares mensuales, según el tipo de cambio de la época. Hasta que fueron “pillados” bajo el gobierno de Lagos; y luego perdonados y amnistiados, aparte de que Lagos mismo fue además premiado, pues según el acuerdo a que llegó  con  Pablo Longueira, presidente de la UDI (colectividad muy generosa con el adversario en problemas) se les aumentó el sueldo a los gobernantes en el mismo monto del sobre clandestino, a cambio de disminuirse los gastos reservados.

          Es decir, la verdad histórica dice que el antecesor inmediato de Augusto Pinochet se enriqueció en tres años mucho más que éste en diecisiete; y sus sucesores, hasta Lagos, mensualmente se enriquecían más del doble que aquél.

          Pero como nuestra opinión se forja sobre la base de consignas y no de verdades, oficialmente “sólo un” gobernante, nos dice un historiador, sabedor de que todo el mundo entenderá, se enriqueció en el poder.


          “Así se escribe la historia”.      

martes, 24 de marzo de 2015

Sin Historia y Sin Futuro

          Hoy en la Alameda un amigo DC me criticó por no escribir más seguido en este blog. “Siempre te leo, nunca estoy de acuerdo contigo, pero extraño cuando dejas pasar varios días sin escribir”, dice. Es que lo hago por motivación, y desde hace un tiempo estoy desmotivado. Porque este país no valía nada y el Gobierno Militar lo transformó en el jaguar de América Latina. Y ahora se está deshaciendo todo eso. Volveremos a ser “el vagón de cola de los países subdesarrollados, que van a la cola del mundo”, como decía, en términos parecidos pero no textuales, Carlos Altamirano, allá por 1969 o 1970, para luego lanzar su receta marxista-leninista.

          Es que hoy a la hora de almuerzo quedé agotado tras discutir con un derechista de cerebro perfectamente lavado por las consignas del KGB. Que la mayoría lo tenga, pase, eso siempre ha sido propio de la mayoría. Pero que la derecha haya comprado el balurdo de consignas del KGB sobre el Gobierno Militar me cuesta soportarlo. El historiador Paul Johnson ha escrito que el último éxito del KGB antes de ser lanzado al  basurero de la historia fue el de haber vendido a todo el mundo la leyenda negra sobre el Gobierno Militar. Y la derecha chilena, que apoyó, inspiró y alentó a ese Gobierno Militar, se ha ido convirtiendo en el peor cuchillo de la realidad de su administración.

          Leo en “El Mercurio” que los proyectos mineros con fecha establecida suman 53 mil millones de dólares en Perú y 44 mil millones en Chile. Es que aquí alegremente hemos matado a la gallina de los huevos de oro. Primero con el royalty minero que inventó el entonces senador Lavandero y subió alegremente Piñera apenas asumió el poder. Era obvio que íbamos a tener menos inversión minera. Y también alegremente postergamos los proyectos energéticos para abaratar la electricidad, que en Perú es más barata que acá. “Patagonia sin represas” y Chile con energía más cara, Piñera postergó por cuatro años dar pasos para que se pusiera en marcha Hidroaysén, porque lo que a él más le preocupaba, preocupa y preocupará no es el país sino su figuración en las encuestas. Y así nos hemos ido quedando sin energía barata.

          Ahora el marxismo en el poder está completando, con el invariable apoyo de los kerenskys chilenos, la demolición del modelo del Gobierno Militar y, lo que es peor, desprestigiando a este último. La reivindicación de la verdad histórica en Chile se ha vuelto una tarea imposible. Los llamados a llevarla a cabo se han pasado, en su casi totalidad, al bando adversario. La figura de Pinochet ha sido monstruosamente deformada en todo el mundo. Leyendo sobre Ricardo III de Inglaterra, sobre todo la obra de Reay Tanhill, he comprobado que a veces la verdad histórica simplemente sucumbe bajo la consigna adversa. Los Tudor que derrotaron a Ricardo III lo convirtieron en un personaje cruel, tiránico, monstruoso y deforme. Hasta Tomás Moro y Shakespeare se sumaron a la campaña, pero a casi quinientos años de los hechos la verdad ha comenzado a imponerse. Desde luego, el hallazgo de los restos de Ricardo ha permitido comprobar que no era ni contrahecho ni jorobado. La investigación lo ha probado inocente de los crímenes que se le atribuían, pero ya la campaña de consignas hizo su tarea y no hay enciclopedia que no hable de él como un tirano sangriento y deforme que murió en Bosworth ofreciendo “su reino por un caballo”, siendo que en realidad murió montado sobre su cabalgadura, tenía una figura y un semblante dignos y no era el malvado que las consignas de los Tudor (los KGB del siglo XV, para efectos de la historiografía) transmitieron a la posteridad.

          Chile está volviendo a ser el vagón de cola que fue y las consignas se han impuesto sobre las verdades. Tal vez nunca merecimos ser el jaguar en que el modelo de las libertades, hoy en demolición acelerada, nos convirtió. Tal vez merecemos tener la historia que el KGB, antes de ir a parar al basurero, nos ha achacado, versión que una derecha débil, olvidadiza y desleal ha hecho suya.

Nos estamos quedando merecidamente sin futuro y sin historia.

viernes, 20 de marzo de 2015

"Chile No Es Un País Corrupto"

          Esta frase del Ministro del Interior en un seminario empresarial sacó discretas sonrisas de la concurrencia. Yo no estaba ahí, porque dejaron de convidarme una vez que me reí en este blog del presidente de la respectiva entidad empresarial cuando en 2011 dijo que los estudiantes que desfilaban por las calles voceando la revolución tenían toda la razón.

          Hace unos días me llamó un personaje del ambiente informativo para pedirme que participara en un programa de debate de un medio. Yo le repliqué que con mucho gusto, y fijamos día y hora, pero le previne que ese medio estaba capturado por alguien que vetaba mi presencia, pues ya había vetado una vez mi intervención; y le añadí que, a lo mejor, podría “hacer una pasada”, anunciando a la dirección de ese medio la participación a que me estaba invitando, y ello le podría significar recibir una recompensa de alguien para convencerlo de dejar sin efecto la invitación. Pese a que habíamos quedado de acuerdo en el día y la hora de mi participación, no me volvió a llamar.

          Hoy la revista “Qué Pasa” publica que el socio de la nuera de la Presidenta en la sociedad Caval suscribió un acuerdo con el comprador del predio de Machalí, cuya venta ya le generó una ganancia líquida de $2.500 millones a Caval, en el sentido de que recibirá el 26% del mayor precio que pudiera obtenerse de una nueva venta del mismo predio. En el ambiente inmobiliario se dice que inversionistas mexicanos estarían dispuestos a pagar $27 mil millones por la propiedad que Caval compró en $6.500 millones y vendió en $9.500 millones. La enorme plusvalía se explicaría por el mejoramiento de las condiciones de uso de suelo de los terrenos, que depende de las autoridades municipales y gubernamentales. “Si todo resultara bien”, el 26% de comisión significaría $4.500 millones, aunque “Qué Pasa” habla de $1.500 millones.

          No  me extrañó el 26% de comisión porque a mí me mandan recados de que, cediendo el 25% de la propiedad de ciertos terrenos que administro a ciertas personas, éstas obtendrían un cambio favorable de las condiciones de uso de suelo que doblarían el valor actual del inmueble y todos ganaríamos.

          Pero “Chile no es un país corrupto”.

Mi anécdota favorita al respecto sigue siendo la protagonizada por el antes diputado y hoy ministro Jorge Burgos cuando presidía la comisión investigadora de la Cámara de una compra de acciones con información privilegiada de LAN, y pidió el acuerdo de la comisión para solicitar a Banchile Corredora de Bolsa la grabación del llamado del comprador de las acciones. Burgos estaba tranquilo, porque la Concertación tenía mayoría de cinco a tres en la comisión y la investigación afectaba a un personaje de la Alianza. Pero en lugar de ganar cinco a tres, perdió cinco a tres y el objetivo de la comisión investigadora se frustró.

          Tiempo después el personaje afectado por la investigación de la comisión presidida por Burgos llegó a la Presidencia de la República y se encontró con que estaba invitado a un viaje presidencial al exterior el diputado Burgos, a quien enrostró y le preguntó: “¿Usted cree que merece estar invitado a este viaje?”. Burgos no halló qué contestar, pero como nadie lo bajó del avión, hizo el viaje, sin estar muy seguro de si lo merecía o no.
          
         Pero Chile no es un país corrupto y nadie sabe por qué la audiencia sonrió cuando al ministro Peñailillo así lo aseveró.
          

domingo, 15 de marzo de 2015

La Sombra de la Escoba

          Leo en el último “Qué Pasa” una encuesta (COES 2014) bajo el título “Confianza en las Instituciones”, en que la más confiable es Carabineros, con 41% de menciones, seguida de las Fuerzas Armadas, con 36,5%. (Ayuda-memoria: en Chile hubo un gobierno de las Fuerzas Armadas y Carabineros entre 1973 y 1990). Las instituciones menos confiables, según la encuesta, son los Partidos Políticos, con 2,7%; el Congreso, con 8,6%, los Tribunales, con 11,9%, y el Gobierno, con 13,2%. Es decir, la base de la institucionalidad democrática, constituida por los Tres Poderes del Estado, es la que goza de menor prestigio entre la ciudadanía, si se exceptúa a los partidos políticos. Pero ésta no es una excepción, porque ellos controlan a su turno el Congreso, los Tribunales (esto requiere alguna demostración, pero ella es fácil) y el Ejecutivo (Gobierno). “Las instituciones funcionan”, pero la gente es de la opinión de que funcionan peor que todo lo demás.

          ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir algo que se manifiesta periódicamente en Chile: el repudio a los políticos. La recurrente convicción generalizada de que en manos de ellos las cosas empeoran y nunca se van a arreglar. “In extremis”, han sido los mismos políticos los que han proclamado que el caos generado por ellos no puede ser remediado por ellos. Por ejemplo, la espontánea declaración de Eduardo Frei Montalva a la directiva de la SFF en 1973 (en la debidamente autentificada “Acta Rivera”): “Esto se arregla sólo con fusiles”. “Esto” lo había generado él, haciendo un mal gobierno de izquierda (“Revolución  en Libertad”) y pavimentándole después el camino al marxismo-leninismo, lo que le valió el apodo internacional de “Kerensky chileno”.

          Poco más de veinte años antes de eso, también a raíz del desgobierno de los políticos, el pueblo había llamado a un general, Carlos Ibáñez (que había sido depuesto en 1931 por ser “dictador”) y lo había elevado a la Presidencia de la República en brazos de una amplia mayoría, por sobre los candidatos de los partidos y enarbolando como un símbolo “la escoba”, para barrer con todos ellos.

          Ronald Reagan, un estadista popular y sabio, decía que los países debían cambiar a todos sus políticos periódicamente, igual como se cambian los pañales de las guaguas, y por las mismas razones.

          Hoy, otro gobierno socialista está volviendo a trastornar al país y ni siquiera es capaz ya de sostener sus lemas populistas contra “el lucro” y a favor de “la igualdad”, porque en el pináculo mismo de su poder se lucra desmedidamente y se genera la mayor desigualdad, todo en medio de un clima de creciente anarquía interna. Y la oposición de derecha, que podría ser una alternativa a los ojos del pueblo, como defensora de un sistema de libertades respetuoso de la ley y el orden, que le cambió la cara el país bajo el Gobierno Militar que lo instituyó, se ha hecho cómplice de la propaganda izquierdista para desprestigiar a este último y, peor aún, ha sido sorprendida en una vorágine de ilegalidades para financiar sus candidaturas que resulta indefendible a los ojos de la opinión pública.

          Como era de esperarse, entonces, la sombra de la escoba se cierne otra vez sobre el país. Por el momento no hay un líder verosímil que la tome entre sus manos, como lo hiciera el general Ibáñez en 1952; ni se divisa la figura de un “caudillo enigmático” como el que añoraba Orlando Sáenz en 1973 (a raíz de lo cual algunos se burlaron de él… hasta que el caudillo apareció… y actuó).

          Pero, como decía Víctor Hugo, “no hay nada más poderoso que una idea a la cual le ha llegado su tiempo”. Y ésa, en el Chile de hoy, es la de una escoba que barra con el duopolio político que ha generado la situación actual.

          Sólo falta quien la tome entre sus manos, pues cuando lo haga contará con amplio apoyo popular.

martes, 10 de marzo de 2015

El Consejo Que Nos Volverá Honrados

         ¿Qué se podía esperar de la Presidenta Bachelet en un momento en que los chilenos se han dado cuenta de que el 87% de ellos que, en las encuestas, manifiesta no confiar para nada en los demás, tenía toda la razón? Lo que siempre debemos esperar de Michelle Bachelet: que formara otra comisión. Pero ahora ha tenido la delicadeza, para no ser tan reiterativa, de denominarla “Consejo”.

          En Chile, cuando hay un problema, en lugar de darle solución, se opta por una o más de las siguientes medidas caras e ineficaces: dictar una ley, crear un ministerio o formar una comisión. Esta última es la más barata y si bien tampoco va a solucionar nada, por lo menos ahorrará recursos.

          La verdadera solución, por supuesto, consistiría en enseñarles a los niños chilenos, desde su más tierna edad, a ser honrados, y en castigar desde hoy mismo y severamente a los mayores que no lo fueren. Pero en un país en que los más altos magistrados de la Corte Suprema le aseguran a la ciudadanía (y pretenden ser creídos) que los presos de Punta Peuco mantienen secuestrados a miristas desde hace cuarenta años y hasta hoy en sus celdas de dos por tres metros, nadie puede tomar en serio a la autoridad ni a las leyes ni sentirse a su vez en la obligación de ser honesto. El ciudadano “de a pie” se pregunta, entonces, “si todos las hacen ¿por qué yo no puedo hacer también trampas?”

          El reinado de la impunidad no ayuda a que se extiendan la honradez y la legalidad.­ Hoy mismo en “El Mercurio” (C9) el obispo de Villarrica anuncia que ha decidido abandonar el seminario de Padre Las Casas, con dependencias para setenta futuros sacerdotes, porque un grupo extremista lo usurpó en 2012 por la fuerza y nadie ha podido ni querido desalojarlo de ahí.

          Los empresarios anuncian, cuando algunos de los suyos han sido públicamente expuestos por cadena nacional de TV, que expulsarán a sus agremiados si son sorprendidos en actos de corrupción. ¡Qué severidad tn grande! ¿Pero qué dijeron en el pasado, cuando Sebastián Piñera, connotado empresario, fue condenado por compra de acciones con información privilegiada? Nada, y además casi quebraron el Consejo Nacional de Transparencia porque desde su seno alguien informó del hecho al respectivo Consejo Mundial y divulgó lo que no debía "transparentarse". Y después el país mayoritario premió a Piñera con la Presidencia de la República. Un particular “culto a la honestidad”.

          Y a su turno hoy la Presidenta gobierna en nombre de la igualdad y pide condenar el lucro, pero cuando su nuera, gracias a la injerencia de su hijo, hace una “pasada” más que lucrativa y se ubica entre el uno por ciento de los chilenos más ricos, trepándose hasta el mismo percentil de ingresos que la adalid del comunismo Camila Vallejo (dieta de $8 millones) y su marido asesor de salud (honorario de $6 millones), mientras el vicepresidente del Senado está sometido a investigación por los gastos que se ha hecho reembolsar y un senador ha sido formalizado por fraude al fisco por cobros indebidos ¿qué va a poder decir o hacer el circunspecto nuevo Consejo llamado a convertirnos a todos los demás en un país de personas honestas?


          Dejémonos de evasivas y comisiones. Chile está en crisis moral y, por consiguiente, está siendo llamado a presentarse tal como es ante sí mismo. Nadie puede prever cuál será su reacción cuando se entere de su verdadera realidad. Sobre todo si el hombre fuerte o la "reserva moral" a los que el país solía recurrir antes en semejantes instancias hoy no se ven por ninguna parte.

jueves, 5 de marzo de 2015

Máquinas Chilenas de Defraudar

     El fiscal Gajardo, como todos los funcionarios judiciales de izquierda y siguiendo una antigua tradición totalitaria, a la cual se ceñían tanto los tribunales nazis como los bolcheviques, aparte de imputar delitos a los socios de Penta, cumpliendo en esto su función, vituperó a esta firma mediante el insulto, calificándola como “una máquina para defraudar al fisco”.
     Nótese un importante punto: la defraudación consiste en que Penta no entregó parte de lo suyo. El dinero era de Penta y la ley dice que debe entregarle una parte al fisco. No la entregó y eso es delito, si bien tardíamente ha remediado la omisión y consignado alrededor de cinco mil millones de pesos. Todo esto ha aparecido profusamente en los diarios, las radios y la televisión. Y el país lo ha condenado, calificando como delincuentes a empresarios que, mediante artificios ilegales, no enteraron toda la parte que reclamaban las leyes tributarias.
     Pero gana menos espacio en los medios otra maquinación mucho peor: la que consiste en sustraerle ilícitamente al fisco recursos que son de éste y de los cuales ciertos particulares, favorecidos del régimen, se apropian. Y esta “máquina” es de funcionamiento más frecuente y resulta mucho más costosa que el no pago de impuestos por Penta. Pero no genera escándalo nacional.
     En “La Segunda” del 03.03.15 el ex senador radical Roberto Muñoz Barra denuncia que en la Conadi (Corporación Nacional Indígena) “en los últimos diez años se pagaron más de diez mil millones de pesos de sobreprecio por tierras compradas, cuyo exceso fue a los bolsillos de ciertas personas”. Eso costó el doble que el caso Penta a las arcas fiscales.
     Además, esta “máquina de defraudar” no consistió en que alguien se abstuviera de pagarle al fisco algo de lo propio suyo, sino en actuar para sustraerle recursos a aquél. Mucho más grave. Pero este escándalo de una década de duración e impunidad merece apenas una carta en un vespertino y nada más. Cero “indignación nacional”. Los medios más masivos "miran para otro lado". Sobre todo que se había designado un fiscal especial, hace años, para poner término a esta máquina de Conadi, pero, denuncia el ex senador, “el actual director nacional del organismo envió un correo al nuevo fiscal instruyéndole que terminara las investigaciones”. Es decir, el gobierno “le echa tierra” a esta maquinación fraudulenta que ocasiona el doble de perjuicio fiscal que la del caso Penta.
     Y cuando se publica un listado de pagos de Codelco para fines distintos del objeto de su giro, como el reproducido por el lector de este blog Renato José Jaramillo al comentar mi entrada del 27.02.15 titulada “La Asamblea Constituyente Nos Hará Honestos”, nadie dice nada… nadie dice nada…
Codelco ha tenido una semana para refutarlo y no lo ha hecho. He aquí el listado, que representa aproximadamente ciento cincuenta mil millones de pesos, es decir, treinta veces más que los impuestos eludidos por Penta:

Listado de Egresos de CODELCO para fines distintos al objeto del giro:
1.- CORPORACION TIEMPO 2000, US$ 599.000, Ligada a la DC
2.- FUNDACION TIEMPOS NUEVOS, US$ 463.806, Luisa Durán, Esposa Ricardo Lagos
3.- CENTRO DE ESTUDIO PARA EL DESARROLLO, US$ 414.000, Ligada la
Concertación (DC)
4.- IPG CONSULTORES SA , US$ 339.000, Empresa Relacionada a Ejecutivo de Codelco
5.- FUNDACION CHILE, US$ 165.000, cuando José Pablo Arellano era su Presidente
6.- FUNDACION NACIONAL DEL DEPORTE, US$ 112.000, Ligada a la Concertación (DC) y a don Eduardo Frei Ruiz-Tagle
7.- DIRECCION NACIONAL DE VIALIDAD (MOP), US$ 82.000.
8.- RICARDO HORMAZABAL SANCHEZ, US$ 60.000, Ex Presidente de la Democracia Cristiana
9.- ALEJANDRA PALLAMAR AZUA, US$ 28.448, Esposa de Diputado Esteban
Valenzuela Van Treek, en ejercicio
10.- FUNDACION CHILE 21, US$ 27.000, Ligada a la Concertación
11.- CORPORACION JUSTICIA Y DEMOCRACIA, US$ 16.000, Ligada a Patricio Aylwin
12.- FUNDAC. EDUARDO FREI MONTALVA, US$ 12.586, Ligada a Eduardo Frei Ruiz-Tagle y familia.
13.- GESCAM, US$ 198.000, Hernán Durán de la Fuente, Cuñado de Ricardo Lagos
14.- INVERSIONES SANTA TERESA LTDA, US$ 146.000, Jorge Navarrete Martínez (DC) y su esposa, ex Ministra de Vivienda
15.- SUR PROFESIONALES CONSULTORES LTDA, US$ 232.759, Ligada a la Concertación
16.- INVERSIONES COMERCIO Y ASESORIAS SA, US$ 90.000, LUIS AJENJO ISASI, ex- Presidente de EFE
17.- SERGIO VELASCO DE LA CERDA, US$ 40.000, Ex Diputado DC
18.- HERNAN SANDOVAL ORELLANA, US$ 486.205, Amigo personal de Ricardo Lagos
19.- INVERSIONES Y ASESORIAS EL RODEO LTDA, US$ 318.000, Fernando Riveri Cerón, Ex Vicepresidente de Codelco
20.- RAUL ALVAREZ CORTES, US$ 118.164, Director de ENAMI
21.- ESTEBAN VALENZUELA VAN TREEK, US$ 9.483, Diputado actual.
22.- JORGE INSUNZA GREGORIO, US$ 77.586, Diputado actual
23.- RENAN FUENTEALBA , US$ 25.862, Diputado actual
24.- DENISE PASCAL ALLENDE, US$ 205.172, Diputado actual
25.- PATRICIO VALLESPIN, US$ 77.586, Diputado actual
26.- Fiberglass, US$ 3.155.870, Juan Villarzú (DC) Ex Presidente Ejecutivo
de Codelco, accionista de ésta empresa
27.- Metálica S.A., US$ 21.382.584, Fernando Riveri (DC) Ex Vicepresidente
de Operaciones de Codelco, accionista y Director de ésta empresa.
28.- TOP Consultores, US$ 2.346.000, Rafael Estévez (PS) Ex Vicepresidente
de Recursos Humanos de Codelco, Propietario de ésta empresa
29.- Ecomet S.A., US$ 3.644.500, Gabriel Tomic socio de ésta empresa,
Hermano de Francisco Tomic (DC), Vicepresidente de Desarrollo Humano y Finanzas de Codelco
30.- Ara Worley Parsons, US$ 60.000.000 , Daniel Barria (DC) Vicepresidente
de Servicios Compartidos de Codelco, Accionista de ésta empresa
31.- Manuel Araneda Castex , US$ 19.800 , Juan Enrique Morales (DC)
Vicepresidente de Desarrollo de Codelco, cuñado de este proveedor
32.- Geovitta, US$ 258.692.242, Julio Cifuentes (DC), Gerente General de
División Salvador, accionista de esta empresa
33.- Dynal, US$ 711.100, Pablo Trivelli socio de ésta empresa, Hermano de
Daniel Trivelli (DC) Gerente General División Andina
34.- Mario Cabezas L., US$ 88.000 , Mario Cabezas (PRSD) Gerente de
Reconversión División Salvador , es papá de este proveedor.
35.- Jorge Navarrete Martínez (DC), US$ 865.218, Director de Codelco, Socio
Inversiones Santa Teresa, Asesor Comunicacional de Codelco, Presidente
Comité de Auditoría, Prestaba servicios tanto en Codelco y en una Filial
de Codelco, teniendo además, cinco contratos en paralelo.


  ¿Y qué decir de la denuncia de Evelyn Matthei? : "no tengo ninguna confianza en que la fiscalía o los jueces de garantía en general sean imparciales... investigan a fondo lo que afecta a la derecha y se ponen una mano en los ojos cuando hay situaciones que afectan a la izquierda."


    En efecto, en el caso de los falsos exonerados, dijo, la Contraloría detectó que se defraudó al fisco en casi $30 mil millones, más de cuatro veces Penta, y "no han citado a declarar a un solo diputado o senador que emitió certificados falsos que han permitido robarle al fisco" dicha suma.
       
          En comparación con las “máquinas” para sustraer dinero al Estado chileno que ha ideado el socialismo (recordemos que éste es un sistema para solucionar los problemas que funciona hasta que se le acaba el dinero de los demás), el caso Penta es una minucia. Pero la gente de Penta tiene “mala prensa”. Los que esquilman a Conadi por el doble o a Codelco por treinta veces más y la izquierda en general tienen “buena prensa”, que “mira para otro lado” mientras se llevan la plata del Estado. En el caso de la primera el fiscal recibe orden de no investigar, en el de la segunda ni siquiera hay un fiscal y en el de la denuncia de Evelyn Matthei ni siquiera se cita a declarar a los parlamentarios que emitieron certificados "ideológicamente falsos". Todos impunes y con fuero intocado.

          Para sólo mencionar tres “máquinas” que un trío de personas han hecho presentes en estos últimos días, porque son muchísimas más.

martes, 3 de marzo de 2015

Ad Honorem

          ¿Con que autoridad moral criticamos a la Presidenta Bachelet por decirnos que “no sabía nada”, cuando todos hemos reaccionado a la denuncia de “Qué Pasa” (06.02.15, “Un Negocio Caval”) como si tampoco hubiéramos “sabido nada”, siendo que tanto ella como todos nosotros, si es que no lo sabíamos todo, deberíamos haberlo sabido?

          Porque don Sebastián Dávalos fue nombrado por su señora madre como Director Socio-Cultural de la Presidencia, ad honorem. ¿Qué significa ad honorem? “Por el honor” y nada más. Significa que la persona no percibe remuneración por el cargo que desempeña. Entonces ¿de qué vive esa persona? De sus otros ingresos. Pero, viendo la declaración de intereses que ha hecho el señor Dávalos, nos damos cuenta de que no tiene otros ingresos suficientes. Si no cobraba sueldo ni tenía otros ingresos suficientes ¿de qué vivía?

          El periodista de Radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, en recordados comentarios de televisión a través de CNN, reveló que don Sebastián Dávalos disponía de cuatro automóviles Lexus de alto precio. ¿Cómo pudo comprar bienes de lujo como ésos si no percibía remuneración en su trabajo ni disponía de otras rentas visibles?

          Antiguamente se solía citar un refrán que decía: “Sacristán que vende velas y no tiene cerería ¿de dónde peccatas mea si no es de la sacristía?”

          La Presidenta y todos los chilenos, entonces, hemos sabido o debido saber siempre que don Sebastián Dávalos de alguna parte debía obtener sus ingresos, ya que trabajaba “ad honorem”, es decir, no cobraba sueldo. La Presidenta podría haberle preguntado, pero, al parecer, no lo hizo. Tomás Mosciatti sí lo hizo, pero entonces soportó una querella. Sin embargo, ésta fue retirada. Entonces todos los chilenos deberíamos haber sabido que de alguna parte don Sebastián Dávalos obtenía ingresos como los que le habían permitido comprar cuatro Lexus y una casa cuyo avalúo fiscal es de $102 millones de pesos, según su declaración de patrimonio, porque con el préstamo de 30 millones de pesos que declaró haber recibido de su señor padre, indudablemente no le alcanzaba.

          Ahora, es verdad que en su condición de Director Socio-Cultural de La Moneda, “ad honorem”, él administraba siete fundaciones que recibían aportes presupuestarios por aproximadamente 500 millones de dólares anuales, que representan una enorme suma en pesos: aproximadamente $300 mil millones. Pero su madre ha aseverado al país que su hijo manejó esos recursos de una manera muy eficiente y correcta. Luego, nada pudo haber salido de ahí, “de la sacristía”, por decirlo de alguna manera. Claro, los que recuerdan al partidario del Frente Popular gobernante en los años ’40, que decía, “Si yo no pido que me den, sino que me pongan donde ‘haiga’”, podrán tener algunos malos pensamientos. Pero no. Eran otros tiempos. Debemos desecharlos.

          ¿De dónde “peccatas mea”, entonces? De otros negocios, por supuesto, como el de Caval, una sociedad en que su señora tenía el 50%. ¡Obvio! De la “artillería pesada”, como dicen que, con tanta gracia, describió su señora, Natalia, la asistencia de Dávalos a la reunión con el controlador del Banco de Chile para pedirle $6.500 millones. Era evidente. ¿Cómo no nos dimos cuenta? La Presidenta y todos nosotros debimos haberlo sabido siempre. Es imperdonable que ahora ella y nosotros nos hagamos los sorprendidos y digamos que no sabíamos nada.